Sabañones: síntomas, causas y prevención

La aparición de sabañones es una afección muy molesta ya que puede causar dolor y picazón. Cuando se expone la piel a cambios de temperaturas muy bruscos, es posible que este tipo de lesiones cutáneas aparezcan con facilidad. Sin embargo, estos suelen observarse mayormente en manos y pies, sobre todo en los dedos de estas zonas.

Se trata de una afección que puede curarse por sí sola, aunque se pueden utilizar algunos productos para aliviar las molestias que causa. Aún así, lo mejor es acudir a un médico al primer síntoma que se registre para evitar así que se complique el cuadro clínico. Aquí te explicamos todo lo que necesitas saber sobre los sabañones.

¿Qué son los sabañones?

La perniosis o eritema pernio, mejor conocida como sabañones, es una afección de la piel donde se producen lesiones a causa de la exposición al frío o a la humedad por un largo periodo de tiempo. Sin embargo, no son permanentes, desapareciendo tras dos o tres semanas si existen complicaciones y cuando el clima es cálido. Por lo general existe mayor riesgo de que aparezca en la temporada de invierno, cuando las temperaturas disminuyen considerablemente.

Las razones por las cuales se presenta están relacionadas con la respuesta del organismo ante un cambio de temperatura, teniendo problemas para regularla afectando el correcto flujo sanguíneo hacia la zona. De esta manera, durante el proceso de vasoconstricción se disminuye el paso de sangre hacia una región determinada, lo que acaba provocando la inflamación.

Aunque es muy común que se observe en manos y pies, también puede aparecer en la nariz y las orejas. Esto suele suceder porque son las zonas donde mayormente se encuentran las terminaciones de los vasos sanguíneos donde existe menor flujo de sangre. Hay que tener en cuenta que también puede aparecer en las zonas con mayor cantidad de grasa corporal, como los glúteos, cara externa de los muslos, los brazos y las pantorrillas.

Si bien puede afectar a cualquier persona, suele observarse con frecuencia en individuos de 15 a 30 años. También las mujeres son una población de alta incidencia debido a que poseen una tensión arterial baja, y, aunado a los cambios hormonales, el flujo sanguíneo puede verse afectado. Sin embargo, se ha comprobado que otra población de riesgo son los niños y ancianos. En el caso de estos últimos, no siempre está relacionado con el cambio de temperatura.

Tipos de sabañones

El frío no siempre está relacionado con la aparición de sabañones. Por eso el médico debe indagar para determinar el causante de estas lesiones cutáneas. Es así que gracias a su origen la perniosis puede clasificarse en:

• Sabañones comunes o idiopáticos: surgen a raíz de un cambio brusco de temperatura, sobre todo el frío y no se encuentran asociados a ninguna patología.
• Sabañones secundarios: aparecen como un síntoma de una enfermedad, pudiendo observarlos de manera frecuente en pacientes que padecen artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, enfermedad de Crohn, entre otros.

Además, pueden variar y presentar síntomas diferentes dependiendo de la zona donde aparecen:

• Manos y dedos: es el tipo de sabañón más frecuente ya que es una de las extremidades más sensibles al frío. Aparecen al inicio en los dedos, alrededor de las uñas y en los nudillos. Aunque no es común, es posible que se observen entre los dedos y la palma de la mano. 
• Pies: también aparecen con mayor frecuencia en esta región, iniciando su aparición en los dedos y alrededor de las uñas. Al comienzo se observará hinchazón y la zona se tornará rojiza, para luego aparecer ampollas.
• Orejas y nariz: aunque no es común que aparezcan, suelen causar mucha incomodidad. Pueden tornarse de color rojizo o morado, para luego generar ampollas.

Síntomas

Los síntomas de los sabañones suelen aparecer al cabo de una hora tras la exposición al frío o a la humedad. El signo más común que se observa es la aparición de dolor en la zona afectada. Esto es producto de la inflamación de los vasos sanguíneos al someterse a un cambio de temperatura brusco, siendo más específico del frío al calor. Sin embargo, puede ir acompañado de otros síntomas como lo son:

• La piel se torna rojiza o violácea en el área afectada, aunque pueden adquirir una apariencia similar a una mancha. En algunos casos puede cambiar de esta coloración a azulado.
• Hinchazón o inflamación.
• Ampollas o lesiones ulcerosas.
• Picor.
• Escozor.

¿Cuándo consultar al médico?

La aparición de sabañones es temporal y suelen desaparecer de tres a siete días por sí solos. Sin embargo, cuando se presentan complicaciones, este periodo puede extenderse hasta tres semanas. En este caso se considera necesario acudir a un médico para que evalúe.

Otras razones por las cuales es necesario recibir atención médica son:

• Los síntomas son persistentes y no desaparecen con la medicación pautada.
• Aparecen llagas, ampollas o úlceras en la piel, con riesgo a infectarse.
• Los síntomas aparecen y desaparecen.
• Hasta el calor los síntomas persisten.
• Si se estuvo expuesto a temperaturas bajo cero puede tratarse de un caso de congelación.

Factores de riesgo

La causa principal por la que se produce la perniosis es cuando se está en contacto con el frío por mucho tiempo. Sin embargo, existen situaciones que pueden favorecer la aparición de estas lesiones:

• Cuando se presenta una mala circulación sanguínea, haciendo al cuerpo más susceptible a los cambios de temperatura.
• Población femenina ya que posee una tensión arterial baja y cursa cambios hormonales con regularidad.
• Personas con peso más bajo de lo normal.
• Padecer alguna enfermedad autoinmune como la artritis reumatoide o lupus eritematoso sistémico.
• Pacientes que cursan el síndrome de Raynaud. Esta enfermedad provoca que los vasos sanguíneos de las manos y los pies sean más estrechos dificultando el flujo sanguíneo.
• El consumo de alcohol y tabaco afecta el riego sanguíneo, por lo que, al estar disminuido, aumenta la probabilidad de padecer sabañones.
• No utilizar prendas adecuadas para exponerse al frío.
• El sedentarismo incide sobre el flujo sanguíneo.
• Vivir en una zona fría o muy húmeda.

Tratamiento

Si bien se trata de una afección que puede desaparecer por sí sola, lo más recomendable es acudir a un médico para que paute una medicación. Por lo general se recomendará algún fármaco con corticosteroides para tratar las lesiones ulcerosas y la infección ocasionada por estas. Además, se acompañará con un tratamiento hipertensivo que permita ayudar a la vasodilatación, permitiendo un mejor flujo de sangre que favorezca la desaparición de los síntomas.

Aun así, el médico dará algunas recomendaciones en primera instancia para observar si esta afección remite:

• Mantener cubierta y caliente la zona lesionada. En el caso de las manos se utilizarán calcetines y en los pies calcetines.
• Aplica cremas o geles que ayuden a disminuir la picazón.
• No se debe rascar la zona afectada.
• Utilizar un antiséptico para limpiar las lesiones y cubrirlas para evitar que se infecten.
• No fumar ya que al afectar el riego sanguíneo también dificulta la cicatrización de las heridas.

Prevención

Para evitar la aparición de sabañones es necesario seguir ciertas recomendaciones que aseguren una correcta exposición al frío a la humedad:

• Utilizar ropa adecuada que proteja contra el frío. Acompañar con otros accesorios como guantes, bufandas y calcetines de lana.
• Si has estado expuesto al frío, calienta tus manos y pies de manera progresiva ya que un cambio brusco de temperatura puede crear lesiones.
• No fumar para favorecer la vasodilatación.
• Haz ejercicio con regularidad para tener una mejor circulación sanguínea.
• Lleva una dieta equilibrada incluyendo alimentos que favorezcan la vasodilatación y el cuidado de la piel.