Hematemesis: qué es, causas y tratamiento

Hematemesis: vómito con sangre

La presencia de sangre en vómitos puede causar preocupación en cualquier persona, sobre todo cuando se trata de sangre fresca. Si bien puede tratarse de eventos puntuales, cuando se trata de cantidades significativas es posible que se esté ante un caso de hematemesis, un signo de que algo grave está sucediendo en el aparato digestivo alto.

Aunque parezca una patología, la realidad es que es el síntoma de alguna causa subyacente en nuestro organismo. Y en la mayoría de los casos puede tratarse de algo severo o mortal. Por lo que es necesaria la atención médica inmediata para determinar que está produciendo la hemorragia.

Índice
  1. ¿Qué es la hematemesis?
  2. Síntomas de la hematemesis
  3. Causas
  4. Diagnóstico de hematemesis
  5. Tratamiento

¿Qué es la hematemesis?

La hematemesis es el término médico con que se hace referencia a los vómitos con sangre. En general, solo se hace uso de este cuando existe una cantidad importante presente en el vómito. Cuando se trata de pequeños hilos o gotas, no se les puede considerar un vómito con sangre ya que puede deberse a un sangrado poco significativo proveniente de las encías, la lengua, la boca o la garganta.

Hematemesis

Suele estar asociado a patologías o problemas de gravedad, por lo que se considera un signo de alarma. En su mayoría se presenta como una expulsión de sangre fresca con un color rojo brillante, considerándose que es producto de alguna hemorragia digestiva activa. Aunque también es posible observar sangre marrón similar a café o hasta negro. Toda esta sangre proviene del aparato digestivo alto, englobando el esófago, el estómago, el duodeno o la parte alta del intestino delgado. El sangrado también puede provenir de la boca.

La presencia de este tipo de vómitos se considera una causa para hospitalización inmediata, ya que este tipo de signos pueden ser mortales si no se trata lo que está ocasionando la pérdida de sangre. En algunos casos puede tratarse de manera ambulatoria, aunque en su mayoría requiere la realización de una endoscopia tras la estabilización del paciente para determinar el sitio de la hemorragia y el tratamiento adecuado.

 

Síntomas de la hematemesis

El principal síntoma que se presenta cuando ocurre una hematemesis es la expulsión de una importante cantidad de sangre en el vómito. Esta proviene del tracto gastrointestinal superior, incluyendo la porción alta del intestino delgado. Cuando se observa el vómito, puede haber restos de alimento si la persona ha comido, o hasta puede ser solo sangre.

Por lo general, antes de presenciar el vómito puede haber síntomas previos como dolor abdominal, melenas que son restos de sangre en las heces, presentándose con un color parecido al del alquitrán. 

Además, existen otros signos de alerta a tener en cuenta cuando se presenta este tipo de vómitos con sangre:

  • Conjuntiva y piel pálida.
  • Confusión.
  • Sensación de somnolencia o letargia.
  • Baja producción de orina.
  • Piel fría, sobre todo las extremidades.
  • Aumento de la frecuencia respiratoria.
  • Mareo.
  • Visión borrosa.
  • Desmayos.
  • Náuseas.

Causas

Cuando se produce la hematemesis se sabe que existe una causa subyacente que provoca este tipo de vómitos. De esta manera, se puede considerar más un síntoma que una patología.

Los factores que pueden provocar vómitos con sangre son:

  • Gastritis.
  • El uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).
  • Tratamientos a base de aspirina.
  • Tumores en el estómago o esófago. Pueden ser benignos o malignos.
  • Cirrosis.
  • Ruptura o defectos en los vasos sanguíneos que se encuentran en el tubo digestivo.
  • Enfermedad de Dieulafoy, que provoca una lesión en la arteria que sobresale del estómago.
  • Inflamación de la parte superior del intestino delgado o el duodeno.
  • Várices en el esófago.
  • Inflamación del esófago.
  • Gastritis erosiva producto de una infección por Helicobacter pylori.
  • Várices en el estómago causadas por fallo hepático o por hipertensión portal.
  • Gastropatía.
  • Síndrome de Mallory Weiss que provoca un desgarro en el esófago producto de la presión que se genera al vomitar o toser.
  • Cáncer de páncreas.
  • Inflamación del páncreas. 
  • Úlcera péptica o gástrica.
  • Hipertensión portal.
  • Cáncer de estómago.
  • Vómitos intensos.
  • Úlceras por reflujo.
  • Lesiones causadas por ingesta de cuerpos extraños.
  • Quemaduras.
  • Malformaciones vasculares.
  • Bezoares.
  • Síndrome de hemosuccus pancreaticus.
  • Parásitos como uncinarias.
  • Consumo excesivo de alcohol.
  • Inflamación en el tracto gastrointestinal.
  • Gastroenteritis.
  • Hepatitis viral crónica.
  • Síndrome de Zollinger-Ellison
  • Fístula atrio-esofágico
  • Irritación o pérdida del revestimiento del estómago o esófago.
  • Endoscopias.

Causas de la hematemesis

Si bien se trata de las causas más comunes por las que se produce un vómito sanguinolento, es posible que existan otros factores que la provoquen. En cualquiera de los casos, es necesario que un médico evalúe y solicite pruebas para determinar la causa real de este cuadro clínico.

En el caso de bebés y niños pequeños, es posible que estas sean las posibles causas de los vómitos con sangre:

  • Defectos congénitos o de nacimiento.
  • Trastorno de coagulación de la sangre.
  • Alergia a la leche.
  • Sangre que proviene de la nariz o que se tragó durante el parto.
  • Ingesta de algún objeto.
  • Déficit de vitamina K.

Diagnóstico de hematemesis

El paciente debe ser evaluado por un especialista en gastroenterología. En primera instancia debe ser ingresado ya que se considera un signo de gravedad, pudiendo llegar a ser mortal. Además, debe estabilizarse antes de realizar cualquier tipo de prueba.

Se debe solicitar la realización de analíticas de sangre, así como una endoscopia y radiografías. Dependiendo de la gravedad es posible que sea necesaria una tomografía computarizada o resonancia magnética que permita determinar dónde se encuentra la lesión que provoca el sangrado.

Una vez que ya se ha estabilizado el paciente, se considera que la primera prueba a realizar es la endoscopia. Esta se considera como el método ideal para realizar el diagnóstico correcto, ya que permite localizar y observar la lesión, así como determinar cuál es el pronóstico del paciente ante la misma. Además, dependiendo de la gravedad, es posible detener el sangrado a través de este procedimiento.

En algunos casos en que el diagnóstico no ha dado con resultados concluyentes, se puede solicitar un análisis de sangre para determinar si la causa no es algún trastorno de coagulación.

Tratamiento

El tratamiento que se aplique ante la hematemesis dependerá de la causa subyacente que provoque este tipo de vómitos. Además, la gravedad del cuadro permitirá determinar si se puede atender con medicamentos o es necesario someter al paciente a una cirugía.

Tratamiento de la hematemesis

Es posible que se utilice un tratamiento farmacológico a base de medicamentos antiulcerosos cuando se trate de úlceras estomacales o en el duodeno. Y en el caso de la cirugía, suele estar recomendada ante la presencia de tumores, existe alguna lesión en el aparato digestivo alto o existe un pólipo nasal que provoca el vómito con sangre.

Si se ha perdido mucha sangre o persiste la hemorragia, es posible que sea necesario realizar una transfusión de sangre para recuperar los niveles normales de glóbulos rojos y hemoglobina.

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