Vitamina K

Vitamina K

La vitamina K es un nutriente presente en las verduras de hojas verdes, como el brócoli o las espinacas. Además, se hace uso de él para tratar problemas relacionados con la coagulación de la sangre.

Es uno de los nutrientes más importantes para garantizar el buen estado de salud del organismo. Juega un papel muy importante en la coagulación de la sangre y el mantenimiento de los huesos.

Índice
  1. ¿Qué es la Vitamina K?
  2. ¿Para qué sirve la Vitamina K?
    1. Coagulación de la sangre
    2. Metabolismo óseo
  3. Alimentos con vitamina K
    1. Deficiencia de la vitamina K

¿Qué es la Vitamina K?

La vitamina K es una vitamina liposoluble, cuya principal función está vinculada con el mantenimiento del sistema de coagulación de la sangre. Se encarga por lo tanto de evitar las hemorragias.

Pero además este nutriente tiene otras muchas funciones esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Tiene un papel protagonista en el metabolismo del sistema óseo.

Existen dos tipos de vitamina K.

  • K1: también denominada filoquinona, es un tipo de vitamina K que se encuentra en un amplio abanico de alimentos de origen vegetal, como las acelgas, las espinacas, las coles de bruselas, etc. Una de sus principales funciones en el organismo es la de regular la coagulación en la sangre, por lo que resulta muy importante mantener unos niveles adecuados de vitamina K1.
  • K2: más conocida como menaquinona, esta vitamina es producida por las bacterias presentes en el estómago. No obstante, también se puede encontrar en determinados alimentos fermentados como el tempeh. Un nutriente esencial ya que fortalece el sistema óseo y reduce el riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares.

¿Para qué sirve la Vitamina K?

Para qué sirve la Vitamina K

Coagulación de la sangre

Son muchas las personas, sobre todo adultas y de edad avanzada, que por diferentes motivos médicos, deben tomar anticoagulantes. Este tipo de medicamentos, tal y como su propio nombre indica, se utilizan tanto para prevenir coágulos de sangre como para tratar aquellos que ya se han formado.

Ante el consumo de anticoagulantes, es importante reducir el consumo de alimentos ricos en vitamina K. No se trata de eliminarlos de la dieta, ya que la gran mayoría de ellos son ricos en otros nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo, pero sí de controlar la cantidad en que se consumen.

Lo más importante en estos casos es que el consumo de alimentos con vitamina K sea estable. De este modo el médico puede ajustar de manera más sencilla el medicamento de acuerdo al consumo.

Metabolismo óseo

La vitamina K tiene un papel muy importante en el metabolismo de los huesos. La razón es que la osteocalcina, una proteína ósea, necesita de la vitamina K para su maduración. Algunas investigaciones recientes han señalado que este nutriente es de gran ayuda para aumentar la densidad de los huesos, minimizando así el riesgo de osteoporosis y fracturas, sobre todo en personas mayores.

Alimentos con vitamina K

Alimentos con vitamina K

Hay alimentos que destacan especialmente por su alto contenido en vitamina K.

  1. Coles de Bruselas: las coles de Bruselas son ricas en vitamina C, potasio, manganeso y hierro, entre otros nutrientes. En cuanto a la vitamina K, una taza de coles de Bruselas aporta el 45% de la cantidad diaria recomendada de este nutriente.
  2. Brócoli: el brócoli es un alimento que si se consume de manera regular ayuda a cuidar la salud del sistema nervioso. Aporta zinc, calcio, potasio, vitamina C y vitamina K. Sólo la mitad de una taza de brócoli proporciona más de la cantidad diaria recomendada de vitamina K.
  3. Espinacas: las espinacas son uno de los tipos de verdura de hoja verde. Se pueden consumir tanto crudas como cocidas. Aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales, como la vitamina K. También son ricas en antioxidantes, por lo que previenen el envejecimiento prematuro tanto de la piel como de las células.
  4. Col rizada: la col rizada es un alimento muy nutritivo, con un alto contenido en vitaminas A y C, así como hierro y calcio. En cuanto a la vitamina K, una taza de col rizada aporta el 700% del total de la dosis diaria recomendada.
  5. Apio: el apio es una de las hortalizas más consumidas a nivel global. Su consumo proporciona aproximadamente el 15% de la cantidad diaria recomendada para una persona adulta. Además, es un alimento muy rico en nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo como antioxidantes, calcio y potasio. Otro punto a favor del apio es que su aporte calórico es mínimo.
  6. Arándanos: los arándanos son uno de los alimentos más saludables que existen. Una taza de arándanos aporta aproximadamente el 36% del valor diario recomendado. Se pueden consumir de diferentes formas, como acompañando un yogur o una ensalada, por ejemplo.

Deficiencia de la vitamina K

Deficiencia de la vitamina K

La deficiencia de vitamina K puede darse tanto en adultos como en niños.

En el caso de los adultos es un trastorno raro ya que este nutriente está presenta en un amplio abanico de alimentos que se consumen de manera frecuente. Además, la presencia de vitamina K2 sintetizada por las bacterias intestinales y la reserva de vitamina K que existe en el hígado evitan la carencia de este nutriente. Las personas susceptibles a sufrir deficiencia son aquellas que están tomando determinados medicamentos, como anticoagulantes o antibióticos, así como aquellas que sufren alguna enfermedad que altera de algún modo la absorción de grasas: obstrucción biliar, celiaquía, colitis ulcerosa, pancreatitis crónica, etc.

Es mucho más probable que ocurra deficiencia de vitamina K en bebés recién nacidos, sobre todo si son prematuros. La leche materna tiene un contenido muy bajo de este nutriente. A esto hay que sumarle que los intestinos de los recién nacidos todavía no sintetizan vitamina K2. A este trastorno también se le conoce como enfermedad hemorrágica del recién nacido y tiene lugar durante los cinco primeros días de vida. Los síntomas más habituales son la presencia de sangre en las heces y alrededor del cordón umbilical.

Causas

En un plan de alimentación saludable, con un consumo adecuado de verduras y frutas, no tiene por qué darse una deficiencia de vitamina K. La gran mayoría de alimentos de origen vegetal son ricos en este nutriente, por lo que este trastorno no es demasiado frecuente.

No obstante, la deficiencia de vitamina K sí puede darse en aquellas personas que siguen un tratamiento a base de antibióticos. La razón es que estos eliminan gran parte de bacterias saludables presentes en el cuerpo, impidiendo así que puedan producir vitamina K de manera correcta. Es por ello que ante el consumo de antibióticos se proteja la flora intestinal con alimentos tanto probióticos como prebióticos.

La carencia de vitamina K también es relativamente común en bebés recién nacidos. Cuando nacen su flora intestinal está completamente libre de microorganismos, de modo que no tienen el proceso de síntesis de este nutriente.

Síntomas

Los problemas por falta de vitamina K se dan cuanto los indicios propios de esta carencia comienzan a aparecer. Prácticamente el 100% de las personas nota que aparecen hematomas en cualquier parte de su cuerpo con mucha mayor facilidad; el más mínimo golpe es suficiente para que aparezcan moretones.

Otro síntoma habitual son las hemorragias. En la gran mayoría de los casos se dan por la nariz, aunque en ocasiones también se puede observar la presencia de sangre en las heces. En el caso de las mujeres, las menstruaciones pueden ser mucho más abundantes de lo normal.

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