Tos ferina

Tos ferina

La tos ferina es una infección del sistema respiratorio que afecta sobre todo a bebés lactantes de menos de seis meses de edad. Uno de los principales síntomas de esta enfermedad son los ataques de tos, los cuales son muy intensos.

Actualmente no es un problema de salud pública, a pesar de ser un trastorno grave. Aunque quienes padecen mayormente tos ferina son sobre todo niños, los adultos también pueden sufrir esta enfermedad.

Índice
  1. ¿Qué es?
    1. Diferentes etapas
  2. Síntomas de la tos ferina
  3. ¿Cómo se contagia?
  4. Tos ferina: diagnóstico
  5. Tratamiento de la tos ferina
  6. Pronóstico de la tos ferina
  7. Complicaciones
  8. Vacuna de la tos ferina

¿Qué es?

Se conoce como tos ferina a una infección del aparato respiratorio; se produce por la bacteria conocida como Bordetella pertussis. Su principal característica es que se trata de una infección sumamente contagiosa.

Suelen darse brotes de tos ferina de forma cíclica a lo largo del tiempo. Afecta especialmente a niños y adolescentes menores de quince años, así como a bebés menores de seis meses. Es precisamente entre este segundo grupo de población en el que más fallecimientos se dan a causa de esta enfermedad.

La tos ferina también se puede prestar en ancianos. Se trata de uno de los grupos de población más vulnerables a una infección y, además, en el que más complicaciones pueden darse, como hemorragias cerebrales.

Diferentes etapas

Esta enfermedad se divide en tres etapas, cada una de ellas con sus propias característicase indicios.

  • Catarral: es la primera fase que se da, la cual comienza aproximadamente una semana después de la incubación. Duerante la etapa catarral las bacterias van poco a poco recubriendo diferentes zonas del aparato respiratorio, como la garganta. Los síntomas en la gran mayoría de los casos son de carácter leve, como estornudos o tos nocturna; también se pueden dar otros como lagrimeo o falta de apetito.
  • Paroxística: comienza a los siete días de dar comienzo la etapa catarral. La tos se vuelve muchísimo más frecuente, y también se da durante el día; los ataques de tos son de gran intensidad y en la gran mayoría de los casos se da una gran dificultad respiratoria. Además, como las bacterias taponan la vía aérea, el aire que se inhala pasa silbando, lo cual da lugar a un sonido agudo.
  • Convalecencia: poco a poco los pacientes se van recuperando de los síntomas; comienza cuatro semanasdespués de la incubación. La tos se puede suceder durante varios meses.

Síntomas de la tos ferina

Síntomas de la tos ferina

Los síntomas propios de la tos ferina se agravan de forma progresiva. Esta enfermedad comienza con indicios leves como congestión nasal y tos leve. Entre una y dos semanas después de la incubación, los síntomas comienzan a agravarse: tos muy fuerte, dificultad para respirar, vómitos después de los ataques de tos...

¿Cómo se contagia?

Se trata de una infección muy contagiosa cuya transmisión se da a través de las pequeñas gotículas que se expulsan al toser, estornudar, o hablar. Por lo tanto, la transmisión se da entre personas. A diferencia de otras enfermedades de carácter infeccioso, la transmisión por el contacto directo con objetos contaminados es muy poco frecuente.

Claro que el contacto con un enfermo de tos ferina no implica necesariamente que la persona en cuestión vaya a padecer esta enfermedad. Se estima que en el 10% de los casos la infección no se da a pesar del contacto cercano con una persona enferma.

Tos ferina: diagnóstico

El diagnóstico de tos ferina en su fase inicial puede resultar complejo ya que en muchos casos los síntomas son muy similares a los de un resfriado o una gripe común. En caso de sospecha de tos ferina, el médico toma una muestra de la excreción de la nariz y de la garganta del paciente para su posterior análisis en el laboratorio.

Lo cierto es que el cultivo directo de la bacteria resulta complejo. Además, si se realiza en la etapa final de la tos ferina, puede dar como resultado un falso negativo.

Generalmente, el médico sospecha de esta enfermedad cuando se presentan los siguientes síntomas: proceso catarral que dura más de dos semanas, episodios de tos muy violentos y en ocasiones acompañados de vómitos y ruido ronco de la laringe al tomar aire después de los episodios de tos.

Tratamiento de la tos ferina

Una vez confirmado el diagnóstico de la tos ferina, es esencial determinar el tratamiento adecuado. Lo más habitual es la administración de antibióticos del grupo de los macrólidos, como la azitromicina o la eritromicina.

Además, en función del grado de infección y de los síntomas descritos, los pacientes requieren otras medidas de soporte, sobre todo el tratamiento con oxígeno para mejorar su respiración. Para controlar los ataques de tos y minimizar su intensidad, es frecuente la administración de antitusígenos como la codeína.

Pronóstico de la tos ferina

Aunque la tos ferina es una infección de carácter grave, la gran mayoría de pacientes se recuperan sin complicaciones. No obstante, es importante destacar que el proceso de recuperación es lento, aunque progresivo; la administración de antibióticos y las medidas de soporte son clave.

El pronóstico resulta algo más complejo en niños menores de un año; se estima que en torno al 2% de los pacientes de tos ferina fallecen a causa de las complicaciones surgidas a partir de la infección.

A partir del año de edad, la tos ferina no es una enfermedad grave, ni muchísimo menos mortal.

Complicaciones

Tal y como hemos señalado, las complicaciones surgidas a partir de ina infección por tos ferina no son muy frecuentes, aunque pueden darse. Las más habituales son las que explicamos a continuación.

  • Bronconeumonía: se trata de una enfermedad respiratoria que surge a raíz de ina infección. Es una especie de neumonía que ataca a los bronquios; en ocasiones invade el tejido pulmonar, dando así lugar a una serie de complicaciones.
  • Otitis: una de las enfermedades más comunes entre los más pequeños. Coniste en una inflamación del oído por una infección, cuyos síntomas más habituales son dolor, fiebre y pérdida de audición.
  • Hernia inguinal: una protuberancia en la ingle que ocurre con mayor frecuencia en hombres. Se produce cuando la pared abdominal anterior se rompe en un determinado punto y algún órgano de esta zona sobresale por el hueco. Esta es una complicación que se da por el esfuerzo producido durnate los ataques de tos.
  • Apnea: la apnea es un problema que se da cuando la respiración se detiene. En relación a la tos ferina, ocurre generalmente cuando los episodios de tos son muy intensos y prolongados en el tiempo.

Vacuna de la tos ferina

Vacuna de la tos ferina

A día de hoy, la mejor forma de prevenir esta enfermedad es la vacuna; en España se incluye en el calendario de vacunación oficial. Se conoce como vacuna triple bacteriana; difteria, tétano y pertussis.

Se administra en un total de cinco dosis; a los dos, cuatro, seis y dieciocho meses de edad. La última dosis se administra a los cinco años. En el caso de mujeres embarazadas, es recomendable que se vacunen de tos ferina las mujeres embarazadas entre las 27 y las 36 semanas de gestación. Merece la pena destacar que esta vacuna inmuniza al feto frente a la infección y, además, reduce de forma considerable el riesgo de que el bebé se infecte durante los primeros meses de vida.

Claro que la inmunidad que ofrece la vacuna de la tos ferina no resulta eficaz al 100%. Y es que la protección a esta infección va disminuyendo de forma progresiva a partir de los dos años desde la última administración. Por lo tanto, si la última dosis se administra a los cinco años, a partir de los siete años, la protección frente a la tos ferina es cada vez menor.

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