Herpes genital: qué es, síntomas y tratamiento

Herpes genital qué es síntomas y tratamiento

El herpes genital es una infección de transmisión sexual de fácil contagio, siendo de mayor prevalencia en la población femenina. Si bien se trata de una enfermedad que puede llegar a causar muchas molestias, en muchos casos puede pasar desapercibida, lo cual aumenta el riesgo de infección hacia otras personas.

Aunque afecta principalmente la zona genital con la aparición de lesiones ulcerosas, es posible que estas también aparezcan en la boca o labios. Por tal razón se recomienda nunca tocar estas llagas para evitar su propagación. A continuación, te explicamos qué es este virus y cómo tratarlo.

Índice
  1. ¿Qué es el herpes genital?
  2. ¿Cómo se transmite?
  3. Síntomas del herpes genital
  4. Diagnóstico
  5. Tratamiento

¿Qué es el herpes genital?

Se considera una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes y de mayor propagación ya que puede contagiarse aunque no se presenten síntomas. Esta enfermedad destaca por la presencia de lesiones ulcerosas en la piel y mucosas de la zona genital, generando ampollas o llagas que contienen líquido.

Herpes genital

El herpes genital puede pasar periodos sin presentar síntoma alguno, lo cual impide que la persona se de cuenta que está infectada. Sin embargo, existen los brotes donde aparecen las lesiones, generan dolor y picor. En realidad, suele ser bastante molesto, ya que afecta a la actividad normal de la persona, no solo a nivel sexual.

Una vez que aparecen por primera vez las llagas, el virus pasa a estar inactivo alojándose en los ganglios nerviosos. Cuando se activa de nuevo, emerge a partir de esta zona, volviendo a aparecer las lesiones. En muchos casos, a medida que se dan nuevos brotes, las molestias van disminuyendo. Puede ocurrir que se active el virus y no aparezcan los síntomas, lo que hace más fácil su contagio hacia otra persona.

Aunque puede aparecer tanto en hombres como mujeres, es en esta última población donde más casos se suelen observar. Al tratarse de una enfermedad que no tiene cura, el protocolo se centra en aplicar un tratamiento que busque prevenir o disminuir las molestias causadas por los brotes.

¿Cómo se transmite?

El proceso de transmisión se da durante las relaciones sexuales y solo es posible la infección si se encuentra activo el virus. El mismo se segrega a través de las secreciones de las mucosas, o si existen lesiones que supuran líquido. Esto, al entrar en contacto con la piel de la otra persona hace posible la infección.

Una mujer embarazada con herpes genital puede contagiar al feto o bebé. Esto es posible debido a que el virus puede transmitirse a través de las secreciones de la vagina o durante el parto.

Existen dos tipos de cepas del virus que pueden causar este herpes:

  • VHS-1: aunque está mayormente asociado a la aparición de lesiones en la boca y labios, también existe probabilidad que estas se generen en los genitales. También puede transmitirse a esta zona cuando una persona infectada practica sexo oral.
  • VHS-2: aunque puede afectar las mismas zonas que el VHS-1, suele afectar en su mayoría a la zona genital. Su contagio se produce a través del contacto de piel o secreciones. Esta cepa suele afectar más a las mujeres que a los hombres.

Hay que tener en cuenta que el uso del preservativo no es suficiente para que no se transmita el virus. Es posible que, aunque se utilice, exista una probabilidad de que se contagie al haber contacto de piel con piel en otras zonas más allá de los genitales.

Síntomas del herpes genital

Una vez que una persona se contagia, el virus pasa a tener periodos de latencia. Por lo que ocurrirán periodos de brote donde se presente o no sintomatología. Esto solo indica que el virus se encuentra activo y existe riesgo de transmisión.

Muchas veces las molestias son mínimas, llegando a presentar cuadros más graves en bebés recién nacidos o personas con un sistema inmune debilitado. Puede crear un cuadro preocupante en pacientes de VIH.

Síntomas del herpes genital

Los primeros síntomas pueden llegar a aparecer dos días tras el contagio o hasta dos semanas después. En la mayoría de las personas es posible que nunca aparezca algún síntoma y pase desapercibido.

Por lo general, destaca la aparición de ampollas alrededor del pene o de la vagina. Estas lesiones suelen ser dolorosas y causan comezón. También puede afectar zonas como el cuello del útero, el ano y hasta los glúteos. Puede ocurrir que antes de que aparezcan se sienta ardor o comezón donde se van a formar las ampollas.

Si estas llegan a romperse forman llagas ulcerosas que suelen sanar lentamente. Es posible que tarden hasta tres semanas en sanar y desaparecer. Entre otros de los síntomas que suelen estar presentes se encuentran:

En cada brote esta sintomatología suele ser más leve o incluso llegar a desaparecer. También, dependiendo del estado del sistema inmune de la persona, puede variar cómo aparecen los brotes. En quienes mantienen un sistema inmune fortalecido es posible que no presente síntomas o los brotes sean infrecuentes. Por el contrario, si se encuentra debilitado, los brotes llegan a ser regulares y con síntomas bastante molestos, pudiendo ser graves. Es posible que se presenten cada una a cuatro semanas.

Diagnóstico

En primera instancia, si se sospecha de un posible herpes genital, se deberá acudir lo más pronto posible al médico. El especialista examinará las lesiones y hará preguntas para conocer la sintomatología que ha presentado el paciente. Tras esto, se procederá a solicitar exámenes de laboratorio que permitan confirmar el diagnóstico:

  • Cultivo de la lesión: suele ser la prueba más recomendada cuando se trata de personas recién infectadas o que presentan su primer brote. Si bien puede dar un resultado negativo, no quiere decir que la persona no esté infectada. Puede ser indicativo de que el virus está inactivo. Para que el resultado sea positivo, el virus debe estar activo en el momento en que se toma la muestra.
  • Reacción de Cadena de la Polimerasa (RCP): se considera una prueba de mayor sensibilidad. Permite determinar si existe presencia de virus en la muestra tomada.
  • Anticuerpos séricos: se trata de una examen donde se extrae una muestra de sangre para determinar si existe presencia de anticuerpos contra las cepas del herpes VHS-1 o VHS-2. Esto suele ser recomendado en personas que ya han presentado esta enfermedad. Hay que tener en cuenta que en muchos casos deben pasar hasta tres meses para obtener resultados positivos en esta prueba.

Tratamiento

El herpes genital es una enfermedad que no tiene cura, por lo que el tratamiento está enfocado a aliviar los síntomas que se presentan en cada brote. Por lo general se pautarán antivirales que ayudarán a reducir las molestias, sobre todo el dolor y el picor. Además, las lesiones curarán mucho más rápido.

Tratamiento del herpes genital

El uso de este tipo de medicamentos también ayuda a prevenir o reducir el tiempo que dura cada brote. Cuando se trata de brotes esporádicos, se recomienda una administración de 7 a 10 días. Por el contrario, si los brotes son recurrentes, se recomendará una administración diaria. Los fármacos también reducirán el riesgo de transmisión lo que ayuda a llevar una vida sexual sana y segura.

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