Ganglios inflamados

Ganglios inflamados

La presencia de ganglios inflamados no se considera un problema de gravedad. Este aumento de tamaño se encuentra asociado a un sistema inmunológico actuando para proteger el cuerpo de algún agente dañino. Sin embargo, no en todos los casos se puede considerar como algo benigno.

Aunque es una situación médica que se puede resolver sin ningún tratamiento, quien lo padece debe tener en cuenta algunas señales para determinar si necesita asistencia médica. Si tus ganglios presentan inflamación y te preocupa, a continuación te ofrecemos toda la información referente a este problema de salud.

Índice
  1. ¿Qué son los ganglios linfáticos?
  2. Inflamación de los ganglios
  3. Causas de los ganglios inflamados
  4. Síntomas de una linfadenopatía
  5. Tratamiento
  6. ¿Cuándo debo acudir a un médico?

¿Qué son los ganglios linfáticos?

Se trata de unas pequeñas estructuras en forma de alubias que se ubican en distintas zonas del cuerpo humano. Las mismas intervienen en el funcionamiento del sistema inmunológico, permitiendo que el organismo sea capaz de defenderse ante distintas enfermedades y otras afecciones.

Para poder entender cómo funcionan los ganglios linfáticos, es necesario conocer acerca del sistema linfático, un sistema en el que estás glándulas juegan un papel importante. Estamos hablando de una red compuesta de vasos que recogen el líquido linfático y a su vez lo transporta. Este líquido, conocido como linfa, está conformado por agua, proteínas, minerales y otras sustancias nutritivas. Pero también contiene otros elementos como bacterias, células dañadas, virus y hasta células cancerígenas.

Ganglios linfáticos inflamados

Todo esto es transportado hasta los ganglios, donde se someterán a un proceso de depuración. Con lo cual será posible eliminar las impurezas. Para lograrlo, en estas estructuras se pueden encontrar glóbulos blancos especializados cuya función va dirigida a la destrucción de este tipo de partículas que representan un riesgo para el organismo.

De esta manera, todo este sistema permite eliminar sustancias y partículas dañinas, evitar la aparición de infecciones y enfermedades como el cáncer y lograr una respuesta del sistema inmune.

La mayoría de los ganglios linfáticos se pueden identificar bajo la piel fácilmente. Algunos de los que se pueden palpar se ubican en el cuello, axila y las ingles. Sus medidas suelen variar entre medio centímetro y dos centímetros, siendo los de las ingles los que suelen alcanzar estas dimensiones.

Inflamación de los ganglios

Una de las afecciones más comunes que está relacionada a los ganglios linfáticos es la inflamación, siendo conocida como adenopatía o linfadenopatía. Esto causa un aumento en el tamaño de estas glándulas, que también se ve acompañado de dolor y fácil palpación por la hinchazón. Además, en el caso del dolor, puede presentarse cuando se toca la zona afectada o no.

Los ganglios inflamados suelen ser producto de un exceso de células y partículas infecciosas en estas estructuras. Cuando se acumulan, entonces se produce la inflamación. La misma puede provocar en alguna zona localizada o generalizada. En caso de afectar a los vasos, entonces ya se hablaría de una linfangitis.

En individuos de edad infantil o adolescente es común notar fácilmente los ganglios linfáticos al palpar. Puede que su tamaño parezca aumentado, sin embargo suele ser normal en estas etapas. Sobre todo ya que el cuerpo tiende a presentar una respuesta inmune más intensa.

Causas de los ganglios inflamados

Los resfriados pueden hacer que los ganglios linfáticos se inflamen.
Los resfriados pueden hacer que los ganglios linfáticos se inflamen.

El agrandamiento de los ganglios linfáticos por lo general está asociado a la aparición de una infección, ya sea causada por una bacteria o algún virus. Sin embargo, en su mayoría está relacionado a estas causas:

  • Infecciones comunes: muchos de los casos de ganglios inflamados suelen asociarse a infecciones víricas de tipo respiratoria como el resfriado y la gripe. Otro tipo de infección que puede causar este problema son las de oído y bucodental. Estas afectan directamente a los ganglios del cuello. Mientras que si se trata de la piel, destacan la mononucleosis y la celulitis. Si se trata de una herida en una extremidad, entonces puede que se inflamen los ganglios de la axila, si fue en los brazos. En caso de ser en una pierna, entonces la adenopatía se provocará en las ingles.
  • Infecciones menos comunes: están relacionadas la toxoplasmosis, la tuberculosis, la enfermedad el arañazo del gato y enfermedades de transmisión sexual. Estas últimas ocasionan que los ganglios de las ingles se inflamen.
  • Trastornos inflamatorios: ciertas enfermedades autoinmunes, como el lupus o la artritis reumatoide pueden acusar la inflamación de estas glándulas. Por lo general, se trata de una adenopatía general.
  • Cáncer: patologías como leucemia, linfoma de Hodgkin, linfoma no Hodgkin y otro tipo de tumores se han asociado a linfadenopatía generalizada.

También se han registrado casos de medicamentos que provocan la inflamación de los ganglios linfáticos. En este grupo figuran algunos profilácticos para la malaria, vacuna contra el Tifus y algunos anticonvulsivos. Sin embargo, se tratan de casos aislados y no necesitan tratamiento, por lo que en poco tiempo desaparece por sí sola.

Síntomas de una linfadenopatía

El principal signo que indica que existe una linfadenopatía son los ganglios inflamados. Aun así, esta afección puede venir acompañada de otros síntomas, teniendo en cuenta lo que la está causando. Por lo general, suele ser bastante frecuente presentar sensibilidad y dolor en la zona afectada. Este malestar puede presentarse de manera espontánea o cuando se palpan los ganglios. Cuando la causa es una infección, está se acompaña de fiebre, malestar y fatiga, aunque no siempre sucede.

En el caso de que se trate de una infección de las vías respiratorias altas, pueden aparecer otro tipo de síntomas que se confunden con otras patologías. En este sentido, pueden aparecer secreciones nasales y dolor en la garganta.

Si se habla de adenopatía generalizada, la misma puede estar asociada a otros problemas de salud. Y a su vez, se podría cursar otro síntoma como erupción cutánea, dolor articular y debilidad muscular. Este cuadro se asocia a patologías como: mononucleosis, sarampión, VIH, toxoplasmosis o algunas enfermedades autoinmunes.

Pero si al palpar, el ganglio se siente duro, fijo y aumenta de tamaño con rapidez, es necesario que se descarte un posible cáncer o linfoma.

Tratamiento

Los ganglios inflamados son una afección que, por lo general, no requiere un tratamiento. Solo deberá tratarse lo que está provocando la linfadenopatía. Siendo asociada esta inflamación con un sistema inmune activo que se encuentra combatiendo contra alguna infección o enfermedad.

Tratamiento de los ganglios inflamados

Una vez que la persona se encuentre curada, estas glándulas volverán a su tamaño normal. Sin embargo, será un médico quien determine cuál será el tratamiento a seguir para atacar la causa o mitigar los síntomas que aquejan.

Cuando el cuadro clínico incluye supuración del ganglio, es que se recomendará realizar un drenaje quirúrgico.

¿Cuándo debo acudir a un médico?

Ante todo hay que tener presente que la inflamación de los ganglios es algo bastante común, ya que en su mayoría se trata de una respuesta inmune. De esta manera, se cataloga como una afección benigna ya que suele ceder de manera espontánea. Sin embargo, esto no quiere decir que existan casos donde es necesario acudir a un médico.

Si la persona está cursando una infección, una vez que esta ceda, la inflamación también lo hará. Por lo que, si se desea acudir a un profesional de la salud, la razón debe ser la infección a tratar, sobre todo cuando se trata de algo grave.

Por el contrario, si no existe una causa aparente que provoca la linfadenopatía y está se presenta de manera generalizada, es necesario asistir a consulta médica para evaluar la situación.

Se considera que no es de preocupación si el ganglio inflamado tiene una medida máxima de 2 centímetros. Sin embargo, si supera estas dimensiones, existe supuración y no ha cedido la inflamación en un período de dos a tres semanas, comuníquese inmediatamente con su médico.

Para pacientes de riesgo, que padecen enfermedades como tuberculosis o VIH, es indispensable acudir a consulta médica si presentan sudoración nocturna, fiebre o disminución de peso.

En último caso, cuando existe inflamación de los ganglios inguinales, pero no se observa alguna herida en la zona de las piernas, se recomienda ir al médico. Muchas veces este cuadro se encuentra asociado a una enfermedad de transmisión sexual y permitirá un diagnóstico precoz.

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