¿Qué es la paruresis y cómo tratar este trastorno?

que es la paruresis y como tratar este trastorno

La paruresis o síndrome de vejiga tímida se produce cuando existe una dificultad para orinar en baños públicos o fuera de casa. Se considera un trastorno psicológico relacionado con la ansiedad. Este tipo de emociones pueden causar un impacto negativo sobre el organismo impidiendo la relajación de los músculos. Como consecuencia, la orina no fluye causando retención. Es posible que aunque sea capaz de orinar no se produzca un vaciado completo.

Estas personas suelen sentir incomodidad y vergüenza al momento de la micción, por lo que no solo afecta a nivel fisiológico. Puede incidir sobre sus relaciones sociales al evitar sitios fuera de casa. Esto incluso puede extenderse al entorno laboral, dificultando el cumplimiento de sus responsabilidades. Por lo que, al aumentar el riesgo de problemas del tracto urinario, se considera necesaria la atención médica inmediata.

Índice
  1. ¿Qué es la paruresis?
  2. ¿Quién puede sufrir de paruresis?
  3. Causas de la paruresis
  4. Síntomas de la paruresis
  5. ¿Cómo se diagnostica?
  6. Tratamiento
  7. Pronóstico de la paruresis

¿Qué es la paruresis?

La paruresis, también conocida de manera coloquial como síndrome de vejiga tímida, se trata de un trastorno psicológico catalogado como un tipo de ansiedad o fobia social. Quien lo padece presenta una dificultad o imposibilidad para orinar en baños públicos o bajo la mirada de otros. Esto provoca que surjan problemas al momento de estar fuera de su casa.

Paruresis

No importa la urgencia o necesidad de orinar, se cohíben y les cuesta mucho ir a un baño que no es el de su casa. En algunos casos logran orinar, pero se sienten muy incómodos al momento de realizarlo. Por otra parte, es posible que decidan retener o aguantar la orina, retrasando este momento todo el tiempo posible. Lo que no saben es que pueden estar provocando un daño grave a su vejiga y organismo.

Los profesionales de la salud también suelen reconocer este trastorno con otros nombres:

  • Paruresis evitativa.
  • Fobia al pis.
  • Retención urinaria psicógena.
  • Urofobia.

Este término fue descrito por primera vez en el año 1954, una teoría expuesta por los psicólogos Griffith Williams y Elizabeth Degenhardt. Para su investigación, utilizaron a 1.400 individuos. Las personas que lo padecen, a pesar de no tener ningún problema fisiológico para orinar, tienden a tensar los músculos de su esfínter producto de un cuadro de ansiedad o de vergüenza incontrolable. Solo ocurre en determinadas situaciones o lugares, sobre todo en baños públicos, impidiendo el flujo de orina.

Cuando la paruresis se agrava puede tener un impacto muy negativo sobre la calidad de vida de la persona. Muchos suelen evitar viajes, ir al trabajo o reuniones familiares o con amigos. Esto incide sobre sus relaciones sociales y su autoestima. Se considera que llega a afectar al menos al 14% de la población mundial, aunque es solo una estimación.

¿Quién puede sufrir de paruresis?

Es una afección psicológica que tiene mayor probabilidad de desarrollarse durante la pubertad, aunque puede afectar a personas de cualquier edad, sexo y condición. Algunos estudios aseguran que el 5% de los hombres tienden a padecer paruresis. Sin embargo, les resulta mucho más difícil pedir apoyo o ayuda. En general, muchos desconocen que sufren este trastorno.

Aunque poco se conozca este dato, se ha reconocido como una condición muy común. También se ha considerado como un factor detonante el hecho de que alguno de los progenitores haya sufrido del síndrome de vejiga tímida. Lo mismo sucede en casos de personas que sufren de algún tipo de trastorno de ansiedad, aumentando el riesgo de padecerlo.

Es de esta manera que se afirma que el siguiente grupo de personas suelen ser más propensas de tener paruresis:

La gravedad del cuadro puede verse condicionada por otros factores como la ansiedad, el miedo o las emociones. En algunos casos se ha demostrado que puede verse acompañado de dificultad para defecar en baños públicos o cerca de otras personas, siendo conocido esto como parcopresis. 

Una recomendación general para cualquier persona que sufra este trastorno es buscar atención psicológica inmediata en el momento que se sospeche de los síntomas. Esto evitará que se agrave la condición, debido a que orinar resulta una necesidad indispensable. De no hacerlo correctamente puede provocar que se retenga orina o no se vacíe apropiadamente la vejiga ocasionando síntomas como fiebre, dolor, escalofríos, entre otros.

También hay que tener en cuenta que no se puede prevenir. En caso de sufrir de algún otro trastorno relacionado con la ansiedad, se recomienda buscar ayuda profesional para abordar el cuadro con un tratamiento que ayude con la gestión de las emociones.

Causas de la paruresis

Hasta el momento no existe una causa determinada de por qué se produce la vejiga tímida. Se reconoce que es de origen psicógeno, por lo cual está relacionado con un trastorno adquirido. De esta manera, se ha asegurado que es muy común que aparezca en personas que sufren de trastorno de estrés postraumático, o que lo han sufrido. En muchos casos se ha considerado que uno de los detonantes son abuso o acoso sexual.

También se habla de personas que han sido molestadas en baños públicos, así como otros que han sufrido de bullying, lo que genera una constante sensación de ansiedad, estrés y malestar, así como destacan por ser muy inseguros y tímidos. En general se trata de un trauma infantil.

Vejiga tímida

Todo este cuadro provoca que la persona tienda a sentirse incómoda y cohibida al momento de orinar en un lugar público o ante otros. Esto puede relacionarse con el hecho de que sienten preocupación de que otros escuchen el sonido que se produce al orinar o el propio olor del líquido.

Las emociones pueden llegar a afectar el flujo de orina, llegando incluso a provocar que no se produzca su salida. Esta situación, a su vez, puede provocar ansiedad haciendo que la persona se ponga mucho más tensa. Todo esto puede ser desencadenado por las siguiente situaciones: 

  • Hay personas cerca al momento de orinar.
  • Sentirse presionado o apurado por orinar.
  • No existe un espacio privado para orinar, como un cubículo con puerta.

Es posible que esto se potencie debido a que alguno de los progenitores, o ambos, tenían tendencia a avergonzar al niño. Sin embargo, no en todos los casos puede desarrollarse el síndrome de vejiga tímida, siendo necesario evaluar factores sociales, emocionales y físicos.

Síntomas de la paruresis

Como se presenten los síntomas estará relacionado con la gravedad de cada caso. Algunos pueden llegar a orinar con incomodidad, otros deciden retrasar el momento. Incluso se ha observado situaciones donde la persona necesita estar sola en casa para poder orinar.

Es posible que quienes presenten paruresis leve tengan oportunidad de vaciar su vejiga en público. En el caso de los hombres puede ocurrir que si decide hacer en un urinario, tarde en iniciar el flujo de orina si está solo. Aun así logra orinar.

Obligar no ayuda a mejorar la situación, por lo que es común que estas personas desarrollen los siguiente síntomas o comportamientos:

  • Evitan beber líquidos antes de salir de casa y mientras permanecen fuera de esta, lo cual ayuda a que se reduzcan las ganas de orinar.
  • Presentan síntomas de ataques de pánico, siendo común observar: sudoración excesiva, temblores, desmayos, taquicardia, sequedad de boca y mareos.
  • Encontrar baños donde no haya nadie así sea necesario caminar mucho.
  • Utiliza algunos trucos que ayuden a iniciar el flujo de orina como abrir el grifo para escuchar el sonido del agua.
  • No viajan o evitan al máximo tener que salir de casa, hasta es posible que decidan no asistir a reuniones o eventos sociales.
  • Tienen mayor tendencia a desarrollar agorafobia, aumentando la necesidad de no querer salir de casa para evitar todo tipo de sitios o situaciones.

Todo esto puede incidir en sus relaciones sociales de manera negativa, aumentando el riesgo de aislamiento social. También desarrollan una actitud evitativa lo que fortalece el miedo y los cuadros de ansiedad. Muchos niegan la existencia de un trastorno o de los síntomas, asegurando que todo se debe a una dificultad para iniciar el flujo de orina. Al no hablar de esta situación, creen que son los únicos que lo padecen.

¿Cómo se diagnostica?

Solo se podrá diagnosticar la paruresis si el paciente acude a consulta médica. El profesional de salud evaluará los síntomas y determinará si se padece este trastorno. Puede considerarse un caso de vejiga tímida si puedes ir al baño con normalidad en su casa pero surgen dificultades e incomodidad en baños públicos u otros domicilios. Para lograr un diagnóstico certero es necesario ser atendido por un psicólogo o urólogo. 

En primera instancia se examina al paciente para determinar si no existe alguna afección que esté provocando retención de orina. Se evalúa si no existe algún daño a alguna estructura o nervios, una infección o una obstrucción. Todos estos casos pueden originar dificultad para orinar. Teniendo en cuenta esto, es posible que se realice un examen físico así como se solicitan ciertos análisis como analítica de orina, hemograma completo o una ecografía para observar el estado de la vejiga.

Además, se realizará una historia clínica teniendo en cuenta los antecedentes familiares y propios. Es necesario informar al médico de cualquier medicación que se esté tomando ya que algunos fármacos pueden afectar el proceso de micción. 

Tratamiento

Una vez que se diagnostica la paruresis, se procede a abordar el tratamiento. Este varía en torno al especialista y cada caso. Cuando se está bajo el cuidado del urólogo es posible que recomiende:

  • Usar un baño privado donde haya cubículo.
  • Sugerir cambios para el hábito de orinar.

Tratamiento de paruresis

También pueden enseñar autocateterismo, algo puede mejorar la calidad de vida del paciente y evita complicaciones por retener la orina. Se introduce una sonda que permite vaciar la vejiga. Se considera un método seguro y con pocos riesgos, suponiendo la paruresis un cuadro que provoca mayores complicaciones. 

El urólogo también deberá remitir al paciente para atención psicológica o psiquiátrica según se considere necesario. En este sentido, se puede abordar de la siguiente manera:

  • Terapia cognitivo-conductual: a través de este tratamiento el paciente será capaz de tener conciencia de sus emociones y sentimientos, permitiendo cambiar su conducta con respecto a la ansiedad.
  • Hipnoterapia: se realizan sesiones guiadas de relajación mientras la mente está en calma. Será capaz de abordar la ansiedad, lo cual también puede reducir el pánico a los baños públicos pudiendo orinar en estos sitios sin problema.
  • Terapia de exposición gradual: es un proceso de exposición progresiva donde la persona intentará orinar en baños fuera de casa, teniendo el apoyo de una persona, pudiendo ser su propio terapeuta. A medida que pasen las semanas se aumentará la exposición hasta que la persona se sienta cómoda de ir al baño.
  • Psicoterapia: se asiste a terapia para encontrar y tratar la causa de la ansiedad y el trastorno de vejiga.
  • Ejercicios de meditación: ayuda a controlar la mente y la respiración para lograr reducir la ansiedad y poder relajar el esfínter para que fluya la orina.

El profesional de la salud podrá indicar alguna medicación para tratar la ansiedad y reducir sus síntomas. Es posible que también se recurra a la inyección de toxina botulínica en el esfínter, permitiendo controlar la actividad muscular.

Pronóstico de la paruresis

Se ha considerado que tras el uso de psicoterapia y medicamentos se obtiene un alivio considerable del trastorno, pudiendo desaparecer todos los síntomas. Algunos estudios afirman que el 80% de los pacientes que han sido sometidos a terapia cognitivo conductual, hipnoterapia y terapia de exposición gradual lograron orinar sin dificultad en los baños públicos tras finalizar el tratamiento. Les permitió abordar y hacer frente a la ansiedad, logrando cambiar su comportamiento.

En los casos donde el síndrome de vejiga tímida no es tratado existe el riesgo de sufrir infecciones recurrentes, daño a los músculos de la vejiga que originan incontinencia urinaria y en cuadros de gravedad la vejiga puede sufrir daños, incluso ruptura.

También te podría interesar...