El juego ha sido identificado como un componente vital para el desarrollo cognitivo normal de los niños. El mismo se considera necesario para lograr un desarrollo normal físico, social y cognitivo.
Mediante el juego el niño puede desplayar su imaginación, manipular información percibida y poner a funcionar su mente de manera extraordinaria.
El juego, permite a los niños crear, deshacer y darle el valor que ellos creen a personajes u objetos dentro de su mundo de juegos; esto puede depender de su estado de ánimo o de la relación que éste tenga con el objeto o personaje creado. También es una herramienta de gran utilidad que les permite practicar la resolución de conflictos.
Forma de juego según la edad
De acuerdo con Piaget y su teoría del desarrollo cognitivo, los niños atraviesan diferentes etapas de juego dependiendo de su edad.
De 3 a 36 meses: Juego solitario
Un niño de hasta tres años de edad presentará un juego de tipo egocéntrico, espontáneo, que tiende más que nada a investigar el objeto; el sentido de realidad en esta etapa es más subjetivo, por lo tanto representará en el jugar aquello que quiere.
A los bebés generalmente les gusta jugar por su cuenta. Explorar todos los aspectos de su entorno y conocer el mundo que los rodea – un mundo completamente nuevo y lleno de sorpresas-. Hasta los 18 meses el bebé continúa asombrándose con el sonido de su propia voz, observan todo con gran curiosidad, les gusta tirar cosas, chupar y sonar cualquier objeto que se les presente.
A partir de los 18 meses hasta los 36 meses el bebé ya ha desarrollado otras facetas que le permiten comunicarse y ser parte de su entorno. En esta etapa les gusta construir, dibujar, pintar, inventar personajes, jugar a imitar las tareas que realiza mamá o papá.
De 4 a 7 años: Juego paralelo
De los cuatro a los siete años se da una mayor aproximación a lo real, debido al proceso de socialización el cual permite ver al otro como alguien distinto. Y ya a partir de los siete hasta los once años tendremos que observar la aparición o no del juego reglado.
En esta etapa los niños ya pueden comunicarse con claridad y socializar con los demás. Es una etapa de interacción donde se busca jugar con otros niños. Pueden participar en actividades similares o actividades totalmente diferentes, pero les gusta estar con otras personas de su misma edad.
Comienza el juego interactivo, donde pueden compartir ideas y juguetes. A través de esta modalidad de juego, los niños comienzan a desarrollar habilidades sociales como compartir, colaborar, conocer reglas y esperar turnos.
A partir de 7 años: Etapa cooperativa
Esta etapa consiste en realizar actividades organizadas que se encuentran caracterizadas por roles sociales.
Luego de los 7 años, a los niños les interesan más los juegos interactivos, generalmente con niños de su misma edad, mayores o adultos. Es posible que dejen de lado sus muñecos y comiencen a jugar con objetos de su entorno, por ejemplo: jugar a realizar las tareas del hogar.
A esta edad, algunos niños ya prefieren ver la tele o jugar video-juegos en vez de salir a jugar al aire libre. Como padres debemos evitar que esto ocurra, pues el niño todavía se encuentra en plena etapa de desarrollo y el juego es un factor indispensable que ayuda a estimular el buen desarrollo cognitivo del niño.
Proceso de psicodiagnóstico en niños
Si nos encontramos frente a un proceso de psicodiagnóstico vamos a tener como herramienta a la hora de jugar la caja de juegos, pero como padres también se puede observar ciertos elementos cuando sus hijos se disponen a jugar.
En primer lugar hay que observar como el niño se acerca a la caja o a los juguetes en general. Dicha observación tanto en el caso del psicólogo como de los propios padres debe ser aproximada pero a distancia, es decir, sin participación activa, tratando de tomar distancia del mundo interno del niño y preguntándonos, a su vez, si para poner en marcha la función lúdica el niño:
- Espera que el entrevistador o los padres lo motiven, lo que daría cuanta de un rasgo de dependencia.
- Se aproxima lentamente, tomando distancia de los juguetes, evitando el juego.
- Toma los juguetes dubitativamente pero los deja sin saber que hacer.
- Toma los materiales bruscamente, dando cuenta de una acción caótica o impulsiva.
- El juego presenta un principio, un desarrollo y un final, o sea, una lógica temporal, una unidad coherente para su edad.
- Genera un acercamiento previo representando en su mente lo que hay, lo que le permitiría estructurar el campo previamente para luego desarrollar una actividad.
Otro de los elementos básicos a analizar cuando un niño juega es si el niño tiene una preferencia a el juego solitario. Si bien el juego solitario es necesario para el conocimiento de sí mismo y la estimulación cognitiva; el niño a partir de los 4 años sentirá la necesidad de compartir su juego e interactuar con otras personas. Si esto no ocurre y el niño siempre juega solo, podemos estar ante un problema de desarrollo.