Coprocultivo: qué es y cuándo se realiza

Coprocultivo qué es y cuándo se realiza

El coprocultivo es una prueba de laboratorio que suele solicitarse cuando una persona presenta diarrea severa y otros síntomas que se asocian a enfermedades o infecciones gastrointestinales. Se trata de un método no invasivo donde se toman muestras de las deposiciones del paciente.

A través de este estudio se busca identificar la presencia de bacterias patógenas que sean causantes del cuadro clínico. Sin embargo, existen casos donde es producido por una aumento de ciertas bacterias de la flora gastrointestinal normal.

Índice
  1. ¿Qué es el coprocultivo?
  2. ¿Qué se analiza durante la prueba?
  3. Síntomas de una infección bacteriana
  4. ¿Cómo se realiza esta prueba de laboratorio?
  5. ¿Cómo interpretar los resultados?
  6. ¿Cuándo se recomiendan pruebas complementarias?

¿Qué es el coprocultivo?

También conocido bajo el nombre de cultivo de heces, es una prueba de laboratorio donde se analiza una muestra de heces para determinar la presencia de bacterias patógenas que puedan ocasionar alguna infección del tracto intestinal.

Coprocultivo

A través de esta prueba se busca diferenciar las bacterias que pueden provocar una infección de aquellas que son propias de la flora intestinal normal. El médico procederá a solicitar esta prueba cuando se padece de una diarrea persistente y severa que no remite. Y en algunos casos, será necesario realizar pruebas complementarias para lograr un mejor diagnóstico.

¿Qué se analiza durante la prueba?

Para entender un poco cómo se realiza esta prueba, es necesario entender la flora bacteriana del intestino. Cuando se realiza un coprocultivo, a través de la muestra de heces es posible conocer el tipo de bacterias que habitan en el tracto intestinal. Las mismas tienen una función esencial en el proceso de digestión de los alimentos. Además, ayudan a controlar la presencia de otras bacterias que pueden desencadenar alguna enfermedad.

Cuando se está administrando un tratamiento a base de antibióticos de amplio espectro, es muy probable que el porcentaje de flora intestinal normal disminuya. Esto quiere decir que existe un mayor riesgo de crecimiento de bacterias patógenas.

Por el contrario, si se trata de una bacteria patógena, esta suele introducirse al organismo a través de la ingesta de alimentos o bebidas contaminadas, sobre todo si estos se encuentran crudo y no han sido higienizados adecuadamente.

Entre las bacterias más comunes que se suelen estudiar a través del coprocultivo se encuentran: Campylobacter, Salmonella y Shigella.

Síntomas de una infección bacteriana

Una persona que presenta una infección gastrointestinal suelen presentar algunos de los siguientes síntomas:

  • Diarrea persistente o con sangre.
  • Presencia de mocos en las heces.
  • Dolor abdominal.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Fiebre

Cuando la diarrea dura muchos días puede desencadenar deshidratación y pérdida de electrolitos, dos condiciones que pueden ser de gravedad en niños y ancianos. En el caso de la infección por E. coli, es muy común en esta población así como en personas con sistema inmune debilitado.

La aparición de estos síntomas no siempre requiere realizar un cultivo de heces. En muchos casos suelen resolverse con los días y siguiendo recomendaciones de contención. Esto siempre que el paciente tenga un sistema inmune estable y no pertenezca a la población de riesgo.

Será necesario que se solicite un coprocultivo si la persona:

  • Los síntomas persisten después de varios días.
  • Se desarrollan cuadros de deshidratación o existe pérdida de electrolitos.
  • Es un niño, anciano o tiene un sistema inmune debilitado.
  • Los tratamientos administrados no hacen ningún efecto.
  • Los síntomas aparecen durante o después de un viaje a un país del extranjero.
  • Se han ingerido alimentos que puedan estar contaminados.
  • Otras personas se han enfermado al mismo tiempo tras ingerir los mismos alimentos.

¿Cómo se realiza esta prueba de laboratorio?

Se trata de un procedimiento donde se realiza un cultivo de bacterias. Para esto, será necesario suministrar una muestra de heces que servirá para realizar el estudio. Esta debe ser depositada en un recipiente estéril y debe ser manipulada adecuadamente. Como recomendación, en el momento de la recolección se debe usar guantes.

Toma de muestra fecal

Además, debe evitarse a toda costa que las heces se contaminen con orina, agua del retrete o papel higiénico. Antes de tomar la muestra no se debe utilizar ningún tipo de laxante por al menos 72 horas previas.

El procedimiento para almacenar adecuadamente las heces es el siguiente:

  • Puedes realizar la toma de muestra desde la comodidad de tu casa o en un laboratorio. Es necesario lavar bien las manos con agua y jabón, y de preferencia usar guantes.
  • Se recomienda colocar en el inodoro un plástico para evitar que las heces entren en contacto con el agua.
  • Abre el envase y con la cuchara recolectora incorpore la muestra y llene hasta donde se indique.
  • Tapa el envase, lávate las manos nuevamente y procede a enviar al laboratorio.

Cuando se trate de bebés, toma la muestra del pañal cuando sean deposiciones recientes y el pañal no haya absorbido nada. En caso de ser diarrea, utilice un recipiente de recolección debidamente higienizado y trate de que el niño haga sus deposiciones en él para obtener la muestra.

¿Cómo interpretar los resultados?

En el momento que el laboratorio haga entrega de los resultados agenda una cita con tu médico. Será él o ella quien dé el diagnóstico y determine cuál es el tratamiento más adecuado para cada caso. Una persona con un coprocultivo de valores normales tendrá los siguientes resultados:

  • Concentración de bacterias gramnegativas: del 50% al 70%.
  • Concentración de bacterias grampositivas: del 30% al 50%.
  • Ausencia de glóbulos blancos.
  • Ausencia de glóbulos rojos.
  • No se presencian bacterias patógenas en las muestras.

Hay que tener en cuenta que los rangos pueden variar según los métodos aplicados por cada laboratorio.

¿Cuándo se recomiendan pruebas complementarias?

Si bien el coprocultivo puede ayudar a determinar e identificar la presencia de bacterias en el tracto gastrointestinal, en algunos casos es recomendable realizar otras pruebas que permitan lograr un diagnóstico más exacto.

Cultivo de heces

En casos donde se presenta un aumento de la bacteria Clostridium difficile se recomiendan estudios de detección de toxinas A y B en las heces. Este es un microorganismo que, si bien puede estar presente en cantidades mínimas en el intestino, es resistente a la acción de los antibióticos y que se encuentra en la microbiota intestinal. Por lo que, en menor número no suele ocasionar ninguna complicación. Cuando su población aumenta, es posible que aparezcan síntomas como diarrea y dolor abdominal.

Al notificar esto al médico es posible lograr un mejor diagnóstico y entender las causas del malestar. De esta manera, tendrá una idea de lo que se espera del cultivo de heces y si es necesario realizar pruebas complementarias.

También es posible que se presenten síntomas si existe aumento de la presencia de Escherichia coli, otra bacteria común de la flora intestinal. Generalmente suele causar cuadros de diarrea breve, y suele mejorar al pasar los días. Para estudiar esta bacteria, se recomienda realizar PCR o pruebas de antígenos.

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