Incontinencia urinaria

Incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria es una afección que se da sobre todo en mujeres adultas. Según datos actuales, alrededor del 30% de las mujeres sufren de pérdida involuntaria de orina.

Si bien ocurre con mayor frecuencia a medida que se envejecen, no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Si afecta tus actividades diarias, no dudes en consultar a un médico.

Índice
  1. ¿Qué es?
  2. Tipos de incontinencia urinaria
    1. De urgencia
    2. De esfuerzo
    3. Por rebosamiento
    4. Por causa neurológica
  3. Causas
  4. Síntomas de la incontinencia urinaria
  5. Diagnóstico de la incontinencia
  6. Tratamiento de la incontinencia urinaria
    1. Bolas chinas
    2. Ejercicios de Kegel
  7. Complicaciones
  8. ¿Cómo prevenir esta afección?
  9. Incontinencia urinaria en personas mayores

¿Qué es?

La incontinencia urinaria consiste en la pérdida de orina de forma involuntaria. Las personas afectadas por este trastorno sienten una necesitas repentina de orinar, pero son incapaces de retener la micción.

Los escapes de orina se pueden producir al llevar a cabo actividades cotidianas y hábitos tan sencillos como estornudar, reír, o realizar cualquier tipo de esfuerzo físico.

Aunque en la gran mayoría de los casos es una alteración que no reviste gravedad desde el punto de vista médico, la incontinencia urinaria supone un problema tanto social como psíquico de quienes padecen este trastorno. Así, en muchos casos su calidad de vida se ve seriamente perjudicada.

Este trastorno se puede presentar en personas de todas las edades, aunque resulta más común entre las mujeres postmenopáusicas, así como entre niños y ancianos. Los estudios actuales señalan que la incontinencia urinaria afecta a aproximadamente el 15% de las personas mayores de 65 años.

Tipos de incontinencia urinaria

Tipos de incontinencia urinaria

En el ámbito médico se diferencian distintos tipos de inconteninencia.

De urgencia

Este tipo de incontinencia urinaria se caracteriza porque surge una necesidad repentina y urgente de orinar, de modo que quien sufre esta afección es consciente de sus deseos de miccionar.

De esfuerzo

Se conoce como tal a aquella que, tal y como su propio nombre indica, se produce al realizar cualquier tipo de esfuerzo físico. No tiene por qué ser necesariamente un movimiento o una actividad que requiere de un gran impulso; puede tratarse de algo tan simple como ponerse en pie o estornudar, por ejemplo.

Este tipo de incontinencia urinaria afecta principalmente a mujeres y la causa directa se da en la uretra. A raíz del esfuerzo físico realizado se incrementa la presión en el abdomen y en la vejiga, pero no se traslada a la uretra, dando así como resultado el escape de orina de forma involuntaria.

Por rebosamiento

La pérdida de orina involuntaria se da porque la vejiga se encuentra obstruida y, por tanto, el vaciado resulta imposible. Una de las principales causas de este tipo de afección es el tumor de próstata, el cual impide el paso de la orina a través de la vejiga.

Por causa neurológica

La incontinencia urinaria por causa neurológica engloba a todas aquellas alteraciones que tienen su origen en el sistema nervioso, como la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple, entre otras.

Causas

Existen una gran selección de causas que dan lugar a la incontinencia urinaria. A continuación señalamos algunas de las más frecuentes.

  • Alimentación: hay una serie de alimentos y bebidas que ejercen un efecto diurético en el organismo, estimulando así la vejiga e incrementando el volumen de la orina. Es el caso del alcohol, la cafeína, el chocolate, los alimentos picantes, los refrescos gaseosos...
  • Infección de orina: determinadas enfermedades como la infección orina pueden causar irritación el la vejiga, y, en ocasiones, incontinencia.
  • Estreñimiento: el recto y la vejigan comparten varios nervios. Así, cuando una persona padece estreñimiento, las heces compactadas en la zona rectal provocan la activación en exceso de dichos nervios, aumentando con ello la frecuencia de la micción.
  • Enfermedades neurológicas: hay determinados trastornos de origen neurológico, como la enfermedad de Parkinson o una lesión medular que pueden dañar las señales nerviosas vinculadas con el control de la vejiga.
  • Embarazo: la incontinencia urinaria es una afección muy común en mujeres embarazadas debido a los cambios hormonales y al incremento de peso del feto durante el periodo de gestación.
  • Menopausia: la menopausia da lugar a una gran selección de cambios en el organismo de la mujer. Uno de los más destacados es que produce menos estrógeno, la hormona que ayuda a mantener en buen estado de salud la membrana que recubre tanto la vejiga como la uretra.
  • Cáncer de próstata: en el caso de los hombres, el cáncer de próstata es una de las causas potenciales de la incontinencia urinaria.

Síntomas de la incontinencia urinaria

Síntomas de la incontinencia urinaria

Hay una serie de síntomas asociados a esta afección que resulta interesante conocer. El primero de ellos y que afecta al 100% de las personas que sufren incontinencia urinaria es el escape de la micción de forma involuntaria, el cual puede darse en cualquier momento y lugar.

Además, en algunos casos se da la incapacidad de orinar, la cual se vincula con la retención de orina; una alteración que da lugar a dolor localizado en la pelvis y en la parte inferior del abdomen.

El aumento de la frecuencia al orinar es otro indicio común. También la infección de vejiga, sobre todo en personas de edad avanzada.

Diagnóstico de la incontinencia

Ante la sospecha de incontinencia urinaria es importante acudir al médico. Los principales indicios son los siguientes: pérdidas involuntarias de orina varias veces seguidas, necesidad urgente y/o frecuente de orinar, poca cantidad de micción, presencia de sangre en la orina o sensación de dolor al miccionar.

Una vez el paciente acude al médico, este en primer lugar realiza un historial clínico, teniendo en cuenta los síntomas presentados, así como su edad y género. Además, toma en consideración los antecedentes personales, así como si se ha sometido previamente a intervenciones que hayan afectado de algún modo al sistema urinario, así como al abdomen o a la pelvis.

Por lo general, el médico solicita una analítica sanguínea. Además, puede recomendar la realización de pruebas complementarias como la urografía intravenosa para comprobar si las vías urinarias altas están funcionando correctamente.

También la pielografía intravenosa, la cual permite visualizar tanto los riñones como las vías urinarias para detectar potenciales lesiones.

Esta es una afección que requiere de la realización de diversas pruebas para dar tanto con la causa como con el tipo de incontinencia urinaria de que se trata.

Tratamiento de la incontinencia urinaria

Tratamiento de la incontinencia urinaria

El tratamiento de la incontinencia urinaria depende en gran medida de la causa, así como del tipo de que se trata. Así, si por ejemplo la incontinencia se debe a la realización de cualquier tipo de esfuerzo físico, el tratamiento en un alto porcentaje de casos es una intervención quirúrgica. Lo mismo ocurre con la incontinencia por rebosamiento.

Mientras, la incontinencia de urgencia se puede tratar con determinados medicamentos. En cuanto a aquella en la que la causa es el estrés, el entrenamiento de la musculatura de la pelvis mejora la afección en un 60% de los casos totales.

Bolas chinas

Las bolas chinas son un tratamiento casero que ofrece muy buenos resultados a la hora de tratar la incontinencia urinaria. La razón es que, al contraer la musculatura para evitar que se salgan, se fortalece la zona.

Se introducen en la vagina y permiten realizar las actividades cotidianas con total normalidad. Los expertos recomiendan utilizarlas a diario durante seis semanas para que los resultados comiencen a notarse.

Ejercicios de Kegel

Los ejercicios de Kegel están orientados al fortalecimiento del suelo pélvico. El proceso es el siguiente.

  • En primer lugar hay que identificar los distintos músculos que componen el suelo pélvico. Para ello, en el momento de orinar se interrumpe la micción de forma voluntaria. Si se logra, significa que los músculos han sido encontrados del modo adecuado.
  • Lo ideal es realizar los ejercicios de Kegel en posición acostada. Se contraen los músculos del suelo pélvico manteniendo la contracción durante cinco segundos, y luego se relajan durante cinco segundis. Se recomienda repetir cuatro o cinco veces seguidas.
  • Es importante contraer únicamente los músculos del suelo pélvico para obtener los mejores resultados, evitando contraer los del abdomen, los muslos o los glúteos.

Los expertos recomiendan hacer que los ejercicios de Kegel formen parte de la rutina diaria.

Complicaciones

Tal y como hemos señalado, la incontinencia urinaria en la gran mayoría de los casos es una afección que no se relaciona con ningún trastorno médico de carácter grave. No obstante, puede dar lugar a diversas complicaciones en el medio y largo plazo si no se trata de la forma adecuada.

Una de las complicaciones más frecuentes es el desarrollo de trastornos en la piel debido a que ésta permanece húmeda de forma constante. Así, existe un cierto riesgo de que aparezcan llagas y erupciones. La infección de las vías urinarias es otra de las complicaciones potenciales.

Y, por supuesto, todo lo relativo a las relaciones tanto sociales como laborales y personales. La incontinencia urinaria puede en ocasiones provocar rechazo, de modo que quienes la padecen comienzan poco a poco a aislarse de su entorno. Una situación que puede dar lugar a enfermedades graves como la depresión.

¿Cómo prevenir esta afección?

No existe ningún método 100% infalible para prevenir esta afección. No obstante, hay una serie de pautas y medidas que minimizan en gran medida las probabilidades de sufrirla.

  • Peso adecuado: hay que tener en cuenta que la obesidad y el sobrepeso aumentan la presión en los músculos de la pelvis, lo cual favorece la pérdida de orina de forma involuntaria.
  • Evitar el estreñimiento: los esfuerzos continuados en el tiempo a la hora de evacuar son otra de las potenciales causas de la incontinencia urinaria. Es por ello que se recomienda seguir una dieta saludable y equilibrada, haciendo especial hincapié en los alimentos ricos en fibra que favorecen el tránsito intestinal.
  • Orinar cuando sea necesario: aguntar las ganas de orinar acaba produciendo distensión de la vejiga en el largo plazo. Por lo tanto, se aconseja orinar siempre y cuando sea necesario.
  • Alimentación: un plan de alimentación adecuado es esencial para evitar ciertos trastornos como la incontinencia urinaria. Lo ideal es minimizar el consumo de aquellas sustancias que irritan la vejiga como los cítricos, los alimentos picantes, las bebidas gaseosas y el alcohol.

Incontinencia urinaria en personas mayores

Esta afección se da en el 25% de las personas mayores de 65 años. Es más frecuente en mujeres; la prevalencia es del 70% frente al 30% de los hombres. Existen una serie de razones que explican por qué este problema de salud es más frecuente en ancianos.

En primer lugar, porque este grupo de población es más propenso a sufrir diversos problemas de salud al mismo tiempo: trastornos óseos y articulares, procesos neurológicos... En segundo lugar, debido al deterioro funcional debido a la edad. Y, en tercer lugar, por el eleveado número de medicamentos que toma.

La incontinencia urinaria es un trastorno con un pronóstico muy favorable en el medio y largo plazo si se aplica el tratamiento adecuado.

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