¿Qué indica el VPM alto y cómo disminuir este valor?

El valor plaquetario medio es un estudio que permite determinar el tamaño de las plaquetas. Estas células sanguíneas cumplen una labor importante para mantener la sangre dentro de los vasos sanguíneos. Por lo que, si se evidencian valores de VPM alto, puede existir un mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares.

En muchos casos se ha utilizado los índices de VPM elevado para diagnosticar procesos inflamatorios. Sin embargo, dependiendo del valor arrojado, es posible que esté asociado a patologías de mayor gravedad. Se trata de un estudio que ofrece poca información, por lo que suele solicitarse en conjunto con un recuento de plaquetas o hemograma completo. 

¿Qué es el volumen plaquetario medio o VPM?

Para entender en qué consiste esta prueba de laboratorio, es necesario conocer qué son las plaquetas. También conocidas como trombocitos, son células sanguíneas encargadas de lograr la coagulación de la sangre. De esta manera, al ocurrir una lesión o herida, impide que ocurra una pérdida significativa de sangre.

Estas células circulan a través del torrente sanguíneo. En el momento en que se produce la herida, ellas se aglomeran en el sitio ayudando a sellar el vaso sanguíneo. Esto impide que se produzca el escape de sangre.

Cuando un médico solicita un VPM busca conocer el estado de las plaquetas. A través de este estudio es posible tener una idea del tamaño de estas células. Esto no debe ser confundido con las pruebas que miden la cantidad de plaquetas presentes en sangre. La obtención de este valor se logra al observar el tamaño que ocupan todas las plaquetas en una muestra pudiendo determinar el tamaño promedio que ocupa cada una.

Se considera que una persona posee una valor normal de VPM siempre que el resultado se encuentre entre 9 fl y 12 fl (femtolitros). Si supera estos valores, se considera VPM alto. Mientras que, si suele ser inferior al límite, se considera bajo. También hay que tener en cuenta que estos valores pueden variar según el laboratorio donde se realiza el estudio.

En general suele formar parte de un hemograma completo. Si bien puede solicitarse de rutina, es más común que sea recomendado cuando la persona presenta:

• Sangrado que no se detiene tras haber sufrido una herida o lesión.
• Hemorragias nasales recurrentes.
• Aparición de manchas rojas o purpurinas en la piel.
• Presencia de moretones sin explicación o razón aparente.

¿Cómo utilizarlo en diagnósticos?

El VPM debe siempre realizarse complementario a otras pruebas para lograr un diagnóstico certero. Esta prueba no arroja datos por sí sola. Sin embargo, puede servir para detectar que existe algún problema en la producción de plaquetas. Es por eso que se recomienda hacer en combinación con un conteo de plaquetas. Si el VPM está elevado y existe un aumento en la producción de estas células, puede inferirse que existe algún trastorno de la médula espinal o un problema en la destrucción de las plaquetas.

Si los niveles se encuentran ligeramente elevados, oscilando entre 12 fl y 13 fl, se considera que no es un cuadro de preocupación. En muchos laboratorios el rango suele variar hasta los 13 fl, por lo cual muchos médicos lo toman como un valor dentro de lo normal.

Sin embargo, cuando se habla de niveles mayores a 13 fl, es un resultado no tan frecuente siendo necesaria atención médica inmediata para encontrar la causa de esta variación. Es aquí cuando se plantea solicitar el conteo de plaquetas. Mientras mayor sea el valor arrojado, la causa puede estar relacionada con patologías genéticas hereditarias.

Causas de un VPM alto

Muchos asocian la presencia de VPM alto con algún problema de salud severo. Si bien esto puede ser cierto, en primera instancia hay que estudiar si la razón porque este valor se encuentra elevado no esté relacionado con:

• Estrés.
• Consumo de tabaco o bebidas alcohólicas.
• Intoxicación por toxinas en el ambiente.
• Malos hábitos alimenticios.
• Problemas relacionados con el sueño.

En otros casos, existen situaciones médicas que pueden provocar un aumento de este valor:

• Extirpación del bazo.
• Hemorragias.
• Prótesis valvulares cardiacas.
• Ciertos medicamentos como la eritropoyetina.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que en general se encuentra elevado cuando existe una producción y destrucción de plaquetas elevadas. Y pueden presentarse tres cuadros distintos:

VPM alto y plaquetas bajas

Cuando el VPM se muestra alto y se está en presencia de plaquetas bajas o trombocitopenia es posible que el paciente se encuentre en recuperación tras haber sufrido una hemorragia severa. También suele observarse en casos de púrpura trombocitopénica inmune (PTI).

Si este valor se encuentra elevado, y el tamaño de las plaquetas es similar al de los glóbulos rojos mientras se mantienen bajas, entonces se presume de un caso de trombocitopenia congénita. Cuando el trastorno se hereda de manera autosómica dominante puede tratarse de los siguientes síndromes: May-Hegglin, Epstein, Fechtner o Sebastian. Si por el contrario es autosómica recesiva, es posible que la persona padezca del síndrome de Bernard Soulier.

También se ha observado esta combinación de factores en mujeres con preeclampsia, cuadros de sepsis, diabetes o afecciones del corazón.

VPM alto y plaquetas normales

Si se presenta un VPM alto en conjunto con un recuento de plaquetas normales, es posible que el paciente padezca de alguna de las siguientes patologías:

• Hipertiroidismo: existe un aumento de la función de la glándula tiroides. Esto se traduce en un aumento de la producción de hormonas tiroideas.
• Leucemia mieloide crónica (LMC): un tipo de cáncer de sangre que afecta a la médula ósea provocando que aumente la producción de granulocitos, un tipo de glóbulo blanco.

VPM alto y plaquetas altas

En los casos donde se muestre un VPM alto con recuento plaquetario alto, es posible que la persona se encuentre ante un cuadro infeccioso o inflamatorio. Sin embargo, también puede asociarse a algún trastorno de la médula ósea que haya un aumento de la producción de plaquetas.

Hay que tener en cuenta que los valores elevados de VPM no se deben tomar a la ligera ya que pueden aumentar el riesgo de padecer problemas a nivel cardiovascular.

¿Cómo reducir los valores de VPM?

Para lograr disminuir los valores de VPM en sangre es necesario tratar el trastorno o patología causante de esta alteración. En el caso de las hemorragias no asociadas a ninguna enfermedad de coagulación, una vez que se recupera la hemostasia, este valor suele subir por sí solo. 

Sin embargo, existen ciertas pautas a seguir para lograr mejorar este cuadro:

• Mantener una alimentación saludable: es necesario evitar el consumo de comidas procesadas, gluten, harinas e hidratos. Tampoco se recomiendan las bebidas alcohólicas, gaseosas y azucaradas. Se considera esencial consumir grasas saludables como el caso del aceite de oliva extra virgen o el aguacate. Se debe incluir en la dieta alimentos ricos en omega 3.  Para los casos de plaquetas altas, se debe añadir alimentos antiagregantes plaquetarios para evitar la formación de coágulos y reducir el consumo de aquellos ricos en vitamina K ya que pueden interferir en los efectos de los fármacos anticoagulantes.
• Lograr sueño nocturno de calidad, permitiendo dormir de 7 a 8 horas seguidas.
• Evitar situaciones de estrés.
• Realizar actividad física al menos una hora al día. Los ejercicios deben estar enfocados a fortalecer el sistema cardiovascular.
• Aumentar el consumo de vitamina D, ya que se ha asociado el déficit de este nutriente a un VPM alto.
• Evitar el estrés oxidativo, siendo un cuadro que favorece la liberación de plaquetas inmaduras y aumenta el VPM.

Descripción: La presencia de un VPM alto puede considerarse como una situación de preocupación cuando los valores son muy elevados, pudiendo asociarse a trastornos severos.

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