Ombligo: qué es, función, problemas y afecciones

Qué es el ombligo

Todas las partes de nuestro cuerpo tienen una función específica, aunque a veces se cree lo contrario, como es el caso del apéndice o del ombligo. Si bien puede haber opiniones encontradas con respecto al primero, nosotros vamos a concentrarnos en el segundo, ese pequeño hoyuelo en el medio de nuestro cuerpo.

Algunos dirán: ¡un momento, mi ombligo está hacia afuera!, y es cierto, la forma del ombligo puede variar, de hecho es interesante analizar cuáles son algunas. Como pocas veces hablamos de esta parte de nosotros, vamos a tratar qué es, cuál es su función y qué tipos de problemas puede tener el ombligo.

Índice
  1. ¿Cómo definimos al ombligo?
    1. Tipos de ombligo
  2. ¿Cuál es la función del ombligo?
  3. Posibles problemas y afecciones que puede tener el ombligo
    1. Onfalitis
    2. Uracosinus
    3. Hernia umbilical
    4. Onfalocele congénito
  4. Cuidados para el ombligo de un recién nacido

¿Cómo definimos al ombligo?

¿Sabías que el ombligo se considera la única cicatriz natural del cuerpo humano?

Y es que el ombligo es la marca que el cordón umbilical deja cuando nacemos, ese tubito blando que transportaba nutrientes de la madre al feto. El cordón umbilical se necesitaba porque mientras el bebé crecía en el vientre, no podía respirar ni comer alimentos, entonces por allí se alimentaba.

Por otra parte, dicho conducto también se lleva los desperdicios orgánicos del cuerpo del feto, ahora bien, al nacer, ya no lo necesita. Después del nacimiento, los médicos realizan una ligadura al cordón umbilical, lo cortan y una parte queda adherida a la pared abdominal del bebé.

Esa ligadura sufrirá un proceso de deshidratación o secado natural que hará que se desprenda entre cinco días y dos semanas después del nacimiento. El ombligo (del latín umbilicus) será la cicatriz que queda después del desprendimiento de ese resto de cordón umbilical en el recién nacido.

De allí sale esa cicatriz en fondo, esa depresión natural en la piel del área abdominal, que suele ser un perfecto agujero que llamamos ombligo. La posición y forma del ombligo dependerá especialmente de la manera como se cierre la pared abdominal durante ese proceso de cicatrización.

Definir el ombligo

Tipos de ombligo

El ombligo se localiza siempre en la línea media del cuerpo, normalmente a la altura del la IV vértebra lumbar, pero su tamaño y forma varía. No solo la posición, también la orografía de la piel, pues aunque la mayoría lo tiene hundido, a otras personas le sobresale o no se le ve.

Algunos de los factores que pueden influir en la forma del ombligo pueden ser las hernias, secuelas de cirugías, grasa abdominal o accidentes. Algunos tipos de ombligo son los siguientes:

Ombligo redondo

Es la forma más habitual que tiene y no es llamativa, a menos que esté en un abdomen trabajado.

Ombligo hundido

Es uno ombligo que no se ve, quizás porque la persona tiene sobrepeso o mucha grasa acumulada en la zona abdominal. Si es delgada, entonces es indicación de que sufre de problemas digestivos o de hinchazón de vientre.

Ombligo salido

Se trata de una protuberancia pequeña que sale hacia afuera, la cual es habitual entre niños y embarazadas, ya que son más propensos al desarrollo de hernias. Por otro lado, se cree que las personas con este tipo de ombligo contraen gripe más fácilmente.

Tipos de ombligo

Ombligo con forma de 'U'

Este aspecto muy característico puede indicar que se tienen problemas de piel, problemas digestivos o del riñón, aunque puede ser algo simplemente estético.

Ombligo con forma de 'T'

Es posible que también se vea hundido, con una diminuta línea por encima y que podría ser señal de que la persona es propensa a dolores musculares. También puede indicar que se sufre de fuertes dolores de cabeza y que le faltan energías o vitaminas como la B.

Ombligo con forma de almendra

Es el que tiene una pequeña protuberancia, pero no se sale del todo, por lo que se ve el fondo. Puede indicar que la persona sufre de dolores musculares, de cabeza o tiene problemas en la estructura ósea.

¿Cuál es la función del ombligo?

Según la ciencia, el ombligo no cumple ninguna función en el cuerpo después de nacer, salvo ser un recuerdo perenne de nuestro origen y concepción. Ahora bien, actualmente el ombligo se utiliza como vía de acceso para realizar procedimientos médicos como laparoscopias, una cirugía mínimamente invasiva en la región abdominal.

Algunas de las intervenciones que se pueden realizar con mucho éxito son para tratar apendicitis, hacer cirugías de riñón o eliminar la vesícula biliar. Por otra parte, desde hace tiempo se considera que mostrar el ombligo o colocarle un arete, especialmente en el caso de las mujeres, tiene una connotación erótica.

Posibles problemas y afecciones que puede tener el ombligo

Afecciones en el ombligo

Debido a que el ombligo queda relegado a ser un recuerdo de nuestros orígenes, muchas veces se nos olvida que también debemos cuidarlo y limpiarlo. La mayoría de las veces solo se le presta atención al recién nacido o cuando se le siente algún tipo de molestia en la zona.

Aunque en pocas ocasiones se oye que una persona tiene problemas asociados al ombligo, es posible que tenga complicaciones, en particular los recién nacidos. El ombligo de por sí no duele, pero si se sienten molestias en la zona, puede ser alguna patología abdominal producto de apendicitis, hernias o estreñimiento.

También pudiera ser señal de que la persona sufre de alguna enfermedad como la celiaca, enfermedad de Chron, parasitosis, tumores o síndrome de colon irritable. En caso de sentir dolor en el área abdominal, lo mejor es ir a un centro médico de confianza y descartar cualquier posible enfermedad subyacente.

Algunas de las enfermedades relacionadas directamente con el ombligo, son las siguientes:

Onfalitis

Se trata de una infección bacteriana que surge en el anillo umbilical y se caracteriza por el enrojecimiento del área, olor nauseabundo y secreciones perjudiciales. Esta afección se relaciona con la falta de buena higiene del ombligo en el caso de los adultos, en el caso de los infantes es por cuidados postoperatorios deficientes.

Los niños pueden infectarse el ombligo por la presencia de gérmenes en los vasos linfáticos y sanguíneos de la zona, como Staphilococcus aureus o Streptococcus beta hemolíticos.

Uracosinus

La uracosinus se trata de una anomalía congénita poco habitual del Uraco, el conducto que comunica la vejiga con el ombligo del feto. Este normalmente se obstruye y cicatriza al nacer, sin provocar complicaciones el resto de la vida, pero puede ocurrir que no cierre completamente y de problemas.

Hernia umbilical

Una hernia umbilical ocurre cuando una parte del intestino sobresale por la abertura de los músculos abdominales cerca del ombligo y es más frecuente en los bebés. Si bien también puede aparecer en adultos y requerir una intervención quirúrgica, en el caso de niños suelen cerrarse solas entre los dos y cinco años.

Onfalocele congénito

Se trata de una protrusión del contenido abdominal que está dentro de la base del cordón umbilical y ocurre porque la cavidad abdominal es muy pequeña. Se resuelve con cirugía lo más pronto posible.

Cuidados para el ombligo de un recién nacido

Durante los primeros días después del alumbramiento, se debe higienizar el muñón umbilical por lo menos unas cuatro veces al día con una solución antiséptica o alcohol. Se debe mantener seco el ombligo, pero al aplicar la solución antiséptica, no debe ser Povidona yodada, pues puede producir algún bloqueo de las glándulas tiroideas.

También se recomienda dejar el ombligo al aire, fuera del pañal; así se evita el contacto con la orina o las heces fecales. De esta manera se evitan posibles infecciones.

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