Mamas tubulares: qué son, causas y cómo solucionarlo

Las mamas tubulares son un tipo de malformación congénita que produce una forma atípica, la cual no corresponde con una mama normalmente desarrollada. Esta malformación no es hereditaria, pero sí con tendencia al agrupamiento familiar. 

Características de las mamas tubulares

Debido a que no se clasifica como una enfermedad mamaria, la paciente no padece síntomas como tal, lo que se generan son manifestaciones en el aspecto, tales como:

Hipoplasia

Los pechos tubulares son de tamaño pequeño, sin un correcto desarrollo. Por esta razón, la mayoría de pacientes no detectan nada extraño en sus mamas, pues atribuyen la anatomía de las mismas a que no han crecido lo suficiente.

Asimetría

Con frecuencia, existe una asimetría mamaria compleja y bastante notoria entre ambas mamas, ya sea diferencia de tamaño o posición, areolas grandes, dispares y dilatadas, y/o surco submamario a diferente altura. 

Apariencia flácida

Se puede apreciar en una o ambas mamas, debido a un pliegue inferior del seno anormalmente elevado, justamente donde el seno se une con el pecho.

Clasificación de las mamas tubulares

La clasificación más conocida determinada por Grolleau y Cols, incluye el grado de deficiencia del volumen glandular en uno, varios o todos los cuadrantes de los pechos. Esta clasificación presenta tres grados:

Grado I o leve

La falta de desarrollo se limita al cuadrante ínfero-interno. La areola se encuentra desviada hacia abajo y adentro, siendo el volumen de la mama normal o hipertrófico.

Grado II o moderado

Los dos cuadrantes inferiores son deficientes en su desarrollo. En este caso, la areola esta desviada apuntando hacia abajo. Este grado se puede dividir en dos tipos, con suficiente piel en la región sub-areolar, o con insuficiente piel. 

Grado III o severo

Todos los cuadrantes están afectados y son deficientes, la base mamaria se encuentra retraída y la mama tiene un aspecto de tubérculo o tubo. No es el más frecuente, pero suele aparecer en un 20% de los casos de mamas tubulares.

En cualquiera de los tres grados, las mujer que padecen de mamas tubulares tienen la capacidad perfecta para amamantar a sus hijos, sin mayor incidencia de enfermedades del pecho o tumores.

Causas del desarrollo de mamas tubulares

La causa radica en la existencia de una alteración genética del tejido que cubre la glándula mamaria, la cual presenta una rigidez anormal que impide al pecho un desarrollo de forma armoniosa durante la adolescencia. Múltiples estudios demuestran que dicha alteración se relaciona directamente con una falla en la producción de hormonas.

Las mamas tubulares tienen el origen en su base, exactamente en su raíz de crecimiento, donde se unen al músculo pectoral. Allí se ubica un anillo fibroso, una especie de tendón que impide su extensión por todo el tórax. Este anillo delimita su crecimiento circularmente a una pequeña área torácica en cada hemitórax.

Al iniciar el desarrollo, la mama se encuentra estrangulada por este anillo, así que solo puede crecer por dentro del mismo, adquiriendo su característica forma. Fuera de este anillo no existe prácticamente mama, y su apariencia es tal como se vería en un tórax masculino.

Diagnóstico médico

Las mamas tubulares pueden detectarse a través de observación, gracias a síntomas como la asimetría de las dos mamas, falta de crecimiento o forma irregular de los pezones. Se debe esperar hasta el desarrollo de la paciente para saber si padece esta anomalía, pues no es posible detectarla antes del inicio de su vida reproductiva. Este diagnóstico, también se le conoce como mama tuberosa, mama constreñida o pecho caprino.

¿Existe solución para las mamas tubulares? 

No es posible prevenirlas debido a que es una alteración genética, sin embargo, cuando la paciente sea diagnosticada, se puede someter a una intervención quirúrgica para corregir la malformación. El encargado de realizar el tratamiento a las mamas tubulares, es el especialista en cirugía plástica, estética y reparadora.

La técnica quirúrgica que se emplea varía dependiendo del caso, lógicamente en función de las necesidades de cada paciente y del nivel de malformación, para dar al busto volumen y forma redondeada, colocando la areola y el pezón en la posición adecuada. 

La cirugía presentará variantes que persigan los mejores resultados estéticos, variantes que deben tenerse en cuenta en el momento de planificar una cirugía. Si se trata de una anomalía de grado leve, se puede subsanar con la implantación de una prótesis, sin proceder a una remodelación glandular completa, como en el caso de malformaciones graves.

El procedimiento para el caso de malformación leve, se lleva a cabo reduciendo el diámetro de la areola, además, se aplican incisiones alrededor de la misma o de la base de la mama para lograr la distensión de la zona rígida del pecho y la redistribución de la glándula. 

Detalles de la cirugía 

La intervención destinada a la corrección de mamas tubulares, tiene muchas similitudes con una operación de aumento de pecho. Algunos detalles de esta cirugía son:

• La cirugía se realiza bajo anestesia general, y el ingreso hospitalario suele ser de solo una noche.
• Las cicatrices son casi imperceptibles al cabo de un año. La vía de abordaje a través de la areola, conlleva una principal ventaja en este sentido, puesto que el cambio de color entre la areola y la piel del pecho, disimula la presencia de la cicatriz.
• Se debe tener paciencia para notar el cambio, el paso del tiempo ira develando lentamente un pecho cada vez más bonito y proporcionado conforme pasen las semanas. En casos leves, el cambio es notorio con mayor rapidez.
• Los días siguientes a la cirugía, la paciente debe asistir a consulta para la realización de curas y drenajes linfáticos.
• La presencia de dolores o molestias es completamente normal durante los primeros días, sin embargo, deberán controlarse con analgésicos y antiinflamatorios que el médico indique.

Las pacientes podrán volver a hacer su vida normal a la semana o a los quince días tras la intervención, dependiendo del caso y siempre respetando las recomendaciones que el médico indique. Lo principal, es no levantar peso ni hacer ningún tipo de esfuerzo, tampoco realizar actividades deportivas de impacto, durante un tiempo prudencial.

Lipofilling como alternativa más natural y de menor riesgo

Existen casos en los que la paciente no desea ningún tipo de prótesis mamaria, en ese caso el lipofilling es la opción indicada, ya que se usa para rellenar el polo inferior y los cuadrantes afectados. Consiste en la extracción y posterior inyección de grasa en las zonas que lo requieran.

El lipofilling, está asociado a la introducción de prótesis mamaria y se recomienda cada vez más para conseguir excelentes resultados de manera natural, pues al tratarse de grasa procedente de la propia paciente, el riesgo de rechazo tiene un nivel mínimo.

Esta alternativa no solo consigue un resultado estético más interesante, sino que también mejora la calidad de retracción de la piel, y es un aliado estupendo para contribuir con la elasticidad necesaria en la corrección de las mamas tubulares.

En la época previa a los implantes mamarios, existían una serie de técnicas, complejas, pero con resultados inciertos y en general, no muy gratificantes. Esto cambió con la combinación de la mamoplastia de aumento con el tratamiento simultáneo de la tuberosidad.

Actualmente, las mamas tubulares que se operan se realizan generalmente mediante una técnica mixta, combinando los implantes mamarios con la resección del anillo mamario para permitir la liberación de la base mamaria.