Mocos verdes: causas, síntomas y tratamientos

Mocos verdes qué son y cómo eliminarlos

La presencia de mocos verdes puede generar mucha preocupación en las personas. Muchos logran asociar este signo a dolencias de gravedad. Sin embargo, ver mucosidad de este color es el resultado de un sistema inmune activo que se encuentra combatiendo una enfermedad.

Este tipo de mocos puede indicar que el cuerpo está a punto de acabar con una infección. Aunque, si se acompaña de otros síntomas, puede ser indicativo de que existe un cuadro clínico más complicado. Si estás presentando mucosidad de este tipo, a continuación te ofrecemos toda la información que debes conocer.

Índice
  1. ¿Qué son los mocos?
    1. ¿Por qué cambian de color?
  2. ¿Qué puede causar mocos?
  3. Tipos de mocos
  4. ¿Qué necesitas saber sobre los mocos verdes?
  5. Síntomas asociados a los mocos verdes
    1. Congestión nasal y dificultad para respirar
    2. Dolor de cabeza y/o facial
    3. Fiebre y malestar general
    4. Tos con expectoración
    5. Fatiga y debilidad
    6. Pérdida del apetito
    7. Otros síntomas específicos según la causa subyacente
  6. ¿Cómo tratar los mocos verdes?
    1. Remedios caseros para los mocos verdes

¿Qué son los mocos?

También conocidos como mucosidad nasal, se trata de una sustancia viscosa, de consistencia espesa que es producida por la mucosa de la nariz, garganta, senos paranasales y otras vías que componen el sistema respiratorio. Esto incluye a los pulmones. En su mayoría, se encuentran compuestos de agua, sales y proteínas que le confieren ese aspecto de gel pegajoso.

Qué son los mocos verdes

Aunque en muchos casos resultan molestos, tienen una gran función para proteger al cuerpo de agentes externos que puedan comprometer la salud. Se encargan de evitar que cualquier microorganismo o partícula llegue a los pulmones. De esta manera, se previene que ocurra alguna infección. Todo esto es posible debido a que los mocos contienen en su composición proteínas inmunológicas que le permiten combatir los gérmenes que entran al organismo.

Es así como se puede afirmar que esta sustancia actúa como un filtro. Sin embargo, no siempre logra defender al cuerpo, por lo que surgen las enfermedades respiratorias. De suceder, como método de defensa, se empezará a producir mucha más mucosidad, permitiendo eliminar cualquier partícula que se considere de riesgo a través de la expulsión de mocos.

¿Por qué cambian de color?

El color de los mocos puede cambiar debido a diversos factores. Por lo general, los mocos son claros y acuosos, pero en algunas situaciones pueden volverse más espesos y cambiar de color. Aquí te explicamos las razones principales por las que esto puede ocurrir:

Infecciones bacterianas: Cuando hay una infección bacteriana, los neutrófilos, un tipo de célula del sistema inmunitario, liberan una enzima llamada mieloperoxidasa para combatir las bacterias. Esta enzima contiene hierro, que al reaccionar con otros componentes en los mocos, puede hacer que los mocos adquieran un color verde.

Infecciones virales: Aunque los mocos verdes se asocian comúnmente con infecciones bacterianas, también pueden aparecer en infecciones virales. La inflamación y el aumento en la producción de moco durante una infección viral pueden causar cambios en la textura y el color de los mocos.

Alergias: Las alergias pueden provocar una mayor producción de mocos y una inflamación de las vías respiratorias. Estos mocos, aunque generalmente son claros, también pueden volverse más espesos y cambiar de color debido a la presencia de partículas alergénicas y otros contaminantes.

Contaminantes ambientales: La exposición a contaminantes ambientales, como el humo del tabaco, el polvo o la contaminación del aire, puede hacer que los mocos atrapen partículas y adquieran un color más oscuro, que puede variar desde un tono verdoso hasta marrón o gris.

Es importante tener en cuenta que el color de los mocos por sí solo no es un indicador definitivo de la causa subyacente. Si experimentas mocos verdes persistentes o síntomas adicionales, es aconsejable consultar a un médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

¿Qué puede causar mocos?

Si bien el cuerpo produce mucosidad constantemente, cuando aumenta la cantidad de secreciones nasales es posible que el organismo se esté enfrentando a una patología respiratoria. Esto genera molestias y provoca dificultad para respirar. En la mayoría de los casos suele desaparecer al poco tiempo, pero es necesario estudiar la causa para evitar cualquier complicación.

Algunas de las razones por la que se puede producir mucho más mocos son:

  • Resfriados: una de las causas más comunes relacionada con el exceso de mucosidad. Suele presentarse durante los cambios de estación, sobre todo en invierno. Cuando ingresa algún patógeno al organismo, se producirá mayor mucosidad para lograr expulsarlo mucho más rápido.
  • Infecciones respiratorias: el desarrollo de una infección puede desencadenar una producción excesiva de mocos para poder frenar el avance de la misma. Esto ocurre porque el cuerpo busca eliminar el patógeno que compromete la salud. Y, al tratarse de las vías respiratorias, solo podrá hacerlo a través de la nariz o la boca. Si este síntoma persiste, lo más probable es que evolucione a un estado crónico, necesitando atención médica inmediata.
  • Alergias: puede considerarse una de las causas más comunes. Es una reacción a agentes que entran en contacto con el organismo, que si bien no representan un riesgo, lo siguen considerando una amenaza. Para proteger al cuerpo, se empieza a producir mucosidad. En muchos casos puede llegar a ser crónico, obstruyendo así las vías respiratorias.
  • Asma: se trata de una enfermedad que provoca la inflamación de las vías respiratorias y los pulmones, dificultando respirar. En algunos pacientes provoca la aparición de mocos, sobre todo en la garganta.
  • Tabaquismo: es un hábito que afecta gravemente el sistema respiratorio ya que el humo tiene una acción agresiva sobre la mucosa y otros tejidos, favoreciendo la producción de mocos. Además, suele acompañarse de tos y carraspera. La única manera de combatir esta causa es dejando de fumar.

Tipos de mocos

Teniendo claro las distintas causas de los mocos, debes saber que pueden haber diferencias en el aspecto de unos y otros. Y esto incluye cambios en la coloración. Por lo que siempre es necesario conocer sus características para saber qué está pasando en nuestro cuerpo:

  • Mocos transparentes: este se considera el color normal de los mocos, con una consistencia muy líquida. Sin embargo, cuando aumenta su producción, puede que se esté en presencia de una alergia. Además, puede ir acompañado de goteo nasal.
  • Mocos blancos: suele ocurrir cuando existe falta de agua, y por lo general propiciado por alguna enfermedad o infección. Esto es indicio de que el sistema inmune ha empezado a combatir aquello que aqueja al cuerpo. Su consistencia es más espesa debido a la falta de agua, y adquiere un color más turbio. Para facilitar su expulsión se recomienda una mayor hidratación.
  • Mocos amarillos: se dice que el cuerpo se encuentra combatiendo ante una infección. Es denso debido a que ha perdido su contenido de agua. Y su color se debe a que el cuerpo expulsa las células inmunitarias muertas a través del moco. Mientras permanezca presente, se habla de una infección activa pero ligera.
  • Mocos verdes: al igual que el caso anterior, es una infección activa pero severa. También puede ser provocado por sinusitis. Por lo que su aparición no siempre indica gravedad. Su coloración es producto de la eliminación de células inmunitarias con lactoferrina.

Mocos verdes

  • Mocos rojos o rosados: indica la presencia de un sangrado activo. Puede ser causado por traumatismo o no. Si no existe causa aparente, se recomienda acudir al médico.
  • Mocos café o naranja: es sangre vieja expulsada a través de los mocos. En algunos casos puede estar relacionada a una enfermedad como la neumonía.
  • Mocos negros: puede deberse a la expulsión de ciertas partículas inhaladas. En los fumadores es común debido al humo. Aunque también puede ser producto de la presencia de mocos en la cavidad nasal.

¿Qué necesitas saber sobre los mocos verdes?

Aunque existen distintas coloraciones de mocos, los mocos verdes suelen ser una de las mayores causas de preocupación en las personas. Muchos asocian este color a que se cursa una enfermedad de gravedad.

No siempre es así, pero sí es el resultado de una infección. Al inicio podrá notarse un aumento de la mucosidad transparente, llegando a congestionar las vías respiratorias, impidiendo el flujo de aire. Luego pasará a tornarse blanquecina y después amarillas. Hay que destacar que, por lo general, suelen observarse otras coloraciones antes de llegar al verde.

En este punto, las células sanguíneas conocidas como neutrófilos se encuentran combatiendo la infección. Son ellas las que, al morir, logran que se produzcan mocos verdes. Esto se debe a que poseen una enzima rica en hierro.

Una vez que la mucosidad se vuelve de este color, se considera que ya la infección no es tan contagiosa como al inicio. Sin embargo, son indicativos de que se encuentra localizada mucosa nasal o seno paranasal.

También debes tener presente que su aparición puede darse hasta en el resfriado común. Por lo que no debe considerarse como un síntoma de preocupación. Sin embargo, es necesario prestar atención ante cualquier otro signo como la fiebre o los dolores de cabeza. En estos casos, se recomienda asistir a un médico para un mejor diagnóstico.

Síntomas asociados a los mocos verdes

Además de la presencia de mocos verdes, pueden aparecer otros síntomas dependiendo de la causa subyacente. A continuación, se describen los síntomas comunes asociados a los mocos verdes:

Congestión nasal y dificultad para respirar

La inflamación y la acumulación de moco en las vías respiratorias pueden causar congestión nasal, dificultando la respiración y la capacidad para oler y saborear.

Dolor de cabeza y/o facial

La presión y la inflamación en los senos paranasales pueden provocar dolor de cabeza o dolor facial, especialmente alrededor de la frente, las mejillas y los ojos.

Fiebre y malestar general

La fiebre y el malestar general pueden ser indicativos de una infección bacteriana o viral, que puede estar causando los mocos verdes.

Tos con expectoración

La producción excesiva de moco puede desencadenar una tos productiva, en la que se expulsa moco verde o amarillo al toser.

Fatiga y debilidad

La infección y la inflamación en el cuerpo pueden provocar fatiga, debilidad y una sensación general de agotamiento.

Pérdida del apetito

Los problemas respiratorios y la congestión nasal pueden afectar el apetito y hacer que sea difícil disfrutar de la comida.

Otros síntomas específicos según la causa subyacente

Además de los síntomas mencionados, pueden aparecer otros síntomas dependiendo de la causa específica de los mocos verdes, como estornudos frecuentes en caso de alergias, o escalofríos y sudoración en caso de infecciones bacterianas más graves.

Si experimentas mocos verdes acompañados de estos síntomas, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

¿Cómo tratar los mocos verdes?

En primera instancia debe conocerse la causa que ha producido este tipo de mucosidad.

Según lo que valore el médico, más las pruebas realizadas, se puede indicar los siguientes tratamientos:

  • Antibióticos: serán recetados en aquellos casos donde la causa de la infección es una bacteria. Se deberá administrar el medicamento por el tiempo indicado aunque exista mejoría.
  • Expectorantes: son utilizados para ayudar al cuerpo a expulsar la mucosidad y flemas verdes. Esto permitirá que la persona pueda respirar mejor.
  • Mucolíticos: suelen ser administrados a través de nebulizaciones. Ayudan a diluir los mocos y expulsarlos.
  • Analgésicos: servirán para aliviar los síntomas de la infección como la fiebre o dolores que se presenten.

Tratamiento mocos verdes

Remedios caseros para los mocos verdes

Si bien no podrían considerarse como un tratamiento efectivo, si pueden ayudar a aliviar los síntomas causados por la infección, así como la congestión nasal:

  • Se recomienda beber mucha agua para hidratar lo suficiente el cuerpo, lo cual diluirá los mocos y será más sencillo expulsarlos.
  • Realizar gárgaras de agua tibia con sal para eliminar los gérmenes alojados en la garganta. También será efectivo en la expulsión de flemas.
  • Hacer lavados nasales cuando las vías respiratorias se encuentran congestionadas.
  • Dormir de manera erguida para favorecer el flujo de la mucosidad verde.
  • Realizar inhalaciones de vapor para ayudar a diluir los mocos.

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