Fortecortin: qué es, cómo administrar y efectos secundarios

En la actualidad se ha considerado que el uso de Fortecortin, conocido también como dexametasona, es bastante efectivo ante una gran diversidad de patologías, incluyendo el tratamiento de ciertos cuadros alérgicos. Sin embargo, se considera que es un medicamento que requiere una exhaustiva supervisión médica ya que puede causar efectos adversos de gravedad.

Durante la pandemia por COVID-19, se comprobó que tenía grandes efectos positivos sobre los pacientes que padecían esta enfermedad. Llegando a considerar un coadyuvante en aquellos que presentaban cuadros complicados requiriendo administración de oxígeno. Si bien no funciona como una cura, reduce el riesgo de muerte.

¿Qué es Fortecortin?

Fortecortin es el nombre comercial de un medicamento cuyo principio activo es la dexametasona. Este fármaco pertenece al grupo de los glucocorticosteroides, el cual se obtiene a partir de la cortisona, teniendo un funcionamiento similar a esta hormona secretada por la glándula suprarrenal. De esta manera, se usa como sustituto en casos donde no es producida en cantidades suficientes. 

Interviene en distintos procesos metabólicos del organismo, además de contar con propiedades antiinflamatorias, antialérgicas e inmunosupresoras. Se trata de un medicamento con efectos muy fuertes, por lo que suele ser recetado en dosis altas por periodos cortos de tiempo.

¿Para qué sirve?

Los usos terapéuticos que se le dan al Fortecortin son variados. Es así como es utilizado para tratar las siguiente patologías:

• Suele funcionar como tratamiento ante la presencia de procesos inflamatorios a causa de tumores o abscesos cerebrales donde existe acumulación de pus. También puede usarse cuando se ha producido un traumatismo craneoencefálico, meningitis bacteriana o cirugía a nivel del sistema nervioso central.
• Cuando se presentan lesiones producto de un traumatismo o shock traumático.
• Crisis de asma grave aguda.
• Se utiliza como tratamiento inicial ante la presencia de enfermedades graves de la piel.
• Es utilizado para tratar enfermedades autoinmunes como lo es el lupus eritematoso sistémico. 
• Funciona ante ciertos tipos de artritis, ayudando a aliviar los síntomas que se producen durante episodios agudos o cuando estos se han agravado.
• Puede utilizarse como tratamiento complementario en algunos casos de enfermedades infecciosas severas.
• Es un tratamiento complementario durante la quimioterapia para aliviar las náuseas y vómitos consecuencia de este procedimiento. También cuando las náuseas son producto de una intervención quirúrgica.
• Se ha demostrado que es un tratamiento efectivo ante el COVID-19 en cuadros de dificultad respiratoria donde se requiere administrar oxígeno. Solo puede ser aplicado en pacientes mayores de 12 años.
• Se suele aplicar de manera intraarticular cuando existe inflamación persistente en las articulaciones, siendo administrada en la zona afectada. Se considera un tratamiento efectivo en casos de inflamación articular crónica, episodios de artrosis activada y en lesiones de las articulaciones del hombro.
• También se aplica en modo de infiltración cuando se cursan cuadros de tenosinovitis, tendinitis y bursitis no bacteriana.

Dosis y administración

El Fortecortin puede adquirirse en presentaciones de comprimidos o solución inyectable. Será decisión del médico, y según la gravedad de la enfermedad, la manera en que se aplique y la dosis recomendada. Así mismo sucederá con el tiempo que dure el tratamiento. Igualmente, hay que tener en cuenta que este fármaco suele ser aplicado en períodos cortos de tiempo con gran efectividad.

Si bien se aplica un tratamiento personalizado, por lo general se recomienda la siguiente administración:

• En el caso de aplicarse por vía intramuscular o intravenosa, la dosis dependerá de la gravedad de la patología. La misma se ajustará según la evolución del paciente.
• Para pacientes de COVID-19, se deberá administrar 7,2 mg del fármaco por vía endovenosa. La pauta será una vez al día y el tratamiento debe efectuarse por 10 días. En niños y adolescentes se recomienda que la dosis sea de 6 mg.
• Para los tratamientos vía intraarticular se considera cirugía abierta, por lo que será suficiente aplicar una dosis. En caso de ser necesario administrar otra dosis, esta deberá aplicarse de tres a cuatros semanas tras la primera aplicación. Las dosis varían de 0,2 a 6 mg dependiendo del tamaño de la articulación. En este caso se necesitará la estricta supervisión médica.
• Las dosis para niños y adolescentes varía entre 0,08 mg y 0,3 mg por kilogramo de peso. Esta cantidad puede variar según la patología y gravedad de la misma. 

¿Cómo administrar?

Si el tratamiento es a base de comprimidos, estos deben ser administrados sin picar y pueden tomarse durante o fuera de las comidas con suficiente agua. Se suele recetar una sola toma al día, y se recomienda que sea en la mañana durante o después del desayuno. En caso de tratarse de dosis altas, esta se reparte a lo largo del día en varias tomas. La misma puede ajustarse según la reacción y evolución del paciente.

El tratamiento debe cumplirse en el tiempo que considere adecuado el médico. No suspendas la administración del fármaco por tu cuenta y tampoco de manera abrupta. Antes de acabar el tratamiento se empezará a reducir las dosis hasta que se retire completamente.

En caso de que consideres que el efecto de la medicación es muy fuerte o muy débil, es necesario que notifiques al médico para que evalúe y realice el ajuste adecuado.

Efectos secundarios

Al igual que otros medicamentos, es posible que durante el consumo de Fortecortin aparezcan ciertas molestias que se consideran recurrentes en esta medicación. Sin embargo, en el momento en que se consideren graves o que interfieran en la realización de actividades cotidianas, es necesario comunicarse con el médico de inmediato.

Estos son algunos de los efectos secundarios relacionados con reacciones alérgicas que pueden aparecer durante el tratamiento:

• Hinchazón de la cara y los labios.
• Inflamación de la lengua y la garganta.
• Dificultad para respirar.
• Erupción cutánea.

También se consideran reacciones alérgicas graves los siguientes síntomas:

• Alteraciones de la presión sanguínea.
• Pulso débil.
• Broncoespasmo.
• Paro cardiaco.
• Problemas circulatorios.

Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran:

• Mareos.
• Dolor de cabeza.
• Retención de líquidos.
• Aumento del apetito.
• Malestar estomacal.
• Náuseas.
• Vómitos.
• Trastornos del sueño.
• Ciclo menstrual irregular o ausencia de la menstruación.
• Cambios de humor.
• Aumento de la sudoración.

Otros efectos adversos que se pueden observar son:

• Flacidez muscular.
• Depresión severa.
• Alteración de las células en la sangre, siendo más común en los niveles de los glóbulos blancos.
• Hemorragia nasal.
• Problemas de la visión.
• Tos con sangre.
• Puede provocar síndrome de Cushing exógeno.
• Problemas de cicatrización.
• Hemorragias gastrointestinales.
• Úlceras pépticas.
• Pancreatitis.
• Aumento de peso.
• Complicación de cuadros infecciosos.
• Debilidad muscular.
• Niveles bajos de potasio, desarrollando síntomas como: calambres en las piernas, estreñimiento y latidos del corazón irregulares.
• Diabetes mellitus.
• Aumento del azúcar en sangre.
• Niveles de colesterol y triglicéridos elevados.
• Retraso del crecimiento en niños.
• Impotencia sexual.
• Coágulos sanguíneos.
• Acné y otras afecciones de la piel.
• Epilepsia o convulsiones.
• Cuando se empieza a disminuir la dosis es posible que aparezcan dolores y malestares musculares y de las articulaciones.

Precauciones y contraindicaciones

El uso de fortecortin puede producir insuficiencia adrenocortical inducida, algo común que puede presentarse en tratamientos a base de glucocorticoides. La misma puede durar de meses hasta un año tras la suspensión del tratamiento. Para reducir este riesgo se recomienda ir bajando la dosis hasta suspender.

El sistema inmune puede verse afectado dejando vulnerable al organismo ante infecciones. Es posible que se reactiven infecciones latentes, como es el caso de la hepatitis B.

En la mayoría de los casos se recomienda un tratamiento de dosis altas y de corta duración. Aun así, puede ocurrir sea necesario extender el tiempo de administración de la dosis, por lo cual será estrictamente bajo supervisión médica, llevando controles cada cierto tiempo. Además, deberán realizarse revisiones oftalmológicas periódicas.

Si estás tomando fluoroquinolonas mientras mantienes un tratamiento con Fortecortin, es posible que aumente el riesgo de padecer alteraciones de los tendones. Además, si mientras te administras este fármaco sufres de fiebre, un accidente, eres sometido a operaciones o tuviste un parto, es posible que el médico aumente la dosis temporalmente.

Este medicamento puede causar reacciones alérgicas graves y puede complicar el cuadro clínico de una miastenia gravis existente.

Si usted es paciente con dosis altas de dexametasona, deberá administrar suplementos de potasio y reducir el consumo de sodio en su dieta, siendo necesario realizar controles periódicos para verificar los niveles de potasio. Así mismo, se podrá observar una reducción en el ritmo cardíaco de la persona.

Aunque se considera de gran ayuda en pacientes de COVID-19 que requieren recibir oxígeno, no debe ser administrado en bebés prematuros que tengan problemas respiratorios.

¿Cuándo no administrar?

Este medicamento no debe ser administrado durante el embarazo a menos que sea una recomendación estricta del médico para la maduración pulmonar del feto. En la lactancia tampoco se recomienda su administración. Se debe suspender la lactancia o el tratamiento según se considere el caso. Mientras que, si se trata de un tratamiento para niños, deben realizarse evaluaciones periódicas ya que puede interferir en el crecimiento.