¿Cómo saber si tengo COVID, gripe o un constipado?

Desde que la COVID-19 se convirtiera en pandemia a principios del año 2020, la incertidumbre que surge cada vez que alguien presenta síntomas respiratorios, se ha vuelto el pan de cada día en la sociedad. Siendo la COVID y la gripe o constipado enfermedades que, en principio, pudieran poseer muchas similitudes, es normal que estas dudas surjan en cualquier momento, sobre todo en épocas como otoño e invierno.

Lo cierto es que, a medida que han venido surgiendo variantes del COVID mucho más contagiosas, esta tendencia de contagios sospechosos no ha hecho más que aumentar. Ya sea que estés pasando por un cuadro gripal o que estés sospechando que tal vez estés contagiado con COVID, esta información es importante que la manejes. Esto es lo que debes saber para diferenciar la COVID de una gripe o constipado común.

¿Cuáles son los síntomas del COVID-19?

Los síntomas de la COVID, mientras más han sido investigados, más hemos logrado ver lo variopintos que pueden llegar a ser. Se ha demostrado que esta patología puede afectar muchos sistemas de forma simultánea. Aunque esto dependerá, en esencia, de la gravedad de la misma y, por lo tanto, del sistema inmunológico de la persona en cuestión.

Inicialmente, es muy complicado diferenciar la COVID de cualquier cuadro viral común, debido a lo inespecíficos que pueden ser los síntomas. Estos pueden ser tos, congestión nasal, agencia o pérdida del gusto, anosmia o pérdida del olfato, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, diarrea y poco más. Esto correspondería a un estadio leve de esta enfermedad. Cuando hablamos de COVID moderado, tendríamos que anexar a este cuadro clínico la disnea o cansancio en las labores habituales.

Esto sucede a expensas de diversos procesos de coagulación vascular diseminada a nivel pulmonar, lo cual disminuye levemente la saturación de oxígeno. Usualmente estos pacientes pueden llegar a requerir un tratamiento especial para evitar que su condición empeore y avance hacia estadios más graves.

En cuanto al COVID grave y severo, podríamos estar en presencia de afecciones neurológicas, como parálisis, cambios de la sensibilidad, alteraciones neurocognitivas y más. Estos últimos requieren de soporte continuo en el área de terapia intensiva, con oxigenación y un tratamiento específico para revertir la condición de la persona en cuestión.

¿Cuáles son los síntomas de la gripe común?

La gripe común, en cambio, es producida por etiologías distintas. Esto quiere decir que, cada gripe que contraemos, proviene de virus distintos. De modo que, si bien los síntomas suelen ser casi siempre los mismos, alguna que otra vez pueden variar. El cuadro clínico de una gripe común suele abarcar tos, fiebre, dolores musculares y articulares, raramente diarrea, dolor de cabeza, congestión nasal, dolor de garganta y poco más.

Como verás, este cuadro clínico se asemeja mucho con lo que veríamos en personas con COVID leve. De allí que el poder diferenciar una enfermedad con otra, sea tan complicado a simple vista.

Por suerte, y como ya todos sabemos, la gripe suele ser autolimitada, es decir, que suele curarse por sí misma al cabo de unos días siempre y cuando nuestro sistema inmune sea competente.

¿Cómo diferenciar la COVID de la gripe o constipado?

Diferenciar un episodio de COVID con un cuadro gripal o un constipado puede llegar a ser una tarea titánica si no se cuenta con estudios de laboratorio especializados. Sin embargo, la clave está en lograr hacer un poco de memoria para poder encontrar, en la medida de lo posible, la causa de nuestro contagio. Por esto es muy importante que determines si, por mera casualidad, has estado en contacto con alguien que presente síntomas respiratorios. En caso de no ser así, puedes ir pensando que se puede tratar de un resfriado común, sobre todo si te encuentras en épocas de otoño o invierno, que son las épocas con mayor prevalencia de gripe.

Algunos suelen hacer énfasis en dos síntomas específicos muy particulares de la COVID, como es el caso de la ageusia o pérdida del gusto y la anosmia o pérdida del olfato. Si bien es cierto que estos síntomas pueden presentarse en cualquier otra patología, de igual forma esto puede ser un indicativo de que, en efecto, puedes estar contagiado con COVID. Otro aspecto importante a resaltar aquí tiene que ver que la aparición de síntomas como el cansancio o la disnea, siendo estos asociados al COVID y no a la gripe. Por lo que, si ya venías presentando ciertos síntomas respiratorios y eventualmente has empezado a sentirte cansado, esto debe representar una alerta para ti que te haga ir al médico lo antes posible.

¿Qué debes hacer en caso de presentar síntomas respiratorios?

Independientemente de la época del año donde te encuentres, si recién has empezado a presentar síntomas respiratorios leves, sin importar cuál pudiera ser tu posible diagnóstico, por seguridad lo más recomendable es aislarte. Este aislamiento debe durar, como mínimo, 7 días desde la aparición de los primeros síntomas. Durante este tiempo, debes procurar acudir a los entes competentes para que se te realicen las pruebas diagnósticas necesarias para descartar que estés contagiado con COVID.

En caso de estar contagiado, debes seguir el tratamiento que tu médico considere más adecuado a tu situación. Si por alguna razón no puedes obtener un diagnóstico sobre tu situación, lo más recomendable es que te mantengas es casa y que sigas un tratamiento adecuado para combatir los síntomas que pudieras estar presentando. Si se llega a presentar disnea o cansancio, no dudes en acudir a un médico lo antes posible.