¿Para qué sirve la clindamicina y cómo administrarla?

Para qué sirve la clindamicina y cómo administrarla

La clindamicina es un medicamento de acción antibacteriana utilizado como último recurso cuando otros antibióticos no han tenido efectividad sobre la infección. También es recomendable su uso cuando el paciente es alérgico a las penicilinas. Aunque no es efectivo contra bacterias gramnegativas, mostrando estas resistencia a sus efectos.

Se trata de un fármaco que no puede ser usado en todos los casos ya que presenta efectos adversos que pueden comprometer otras patologías. Por lo que hay que tener especial cuidado en aquellas personas que presentan trastornos del hígado y de los riñones. Aquí conocerás todo lo que necesitas saber para administrar clindamicina de manera segura.

Índice
  1. ¿Para qué sirve la clindamicina?
  2. Presentaciones y dosificación
    1. Cápsulas y gránulos orales
    2. Inyectable
    3. Vaginal
    4. Tópica
  3. Efectos secundarios
  4. Precauciones

¿Para qué sirve la clindamicina?

La clindamicina es un antibiótico derivado de la lincomicina perteneciente al grupo de medicamentos macrólidos y lincosamidas. Se utiliza para combatir infecciones causadas por bacterias en distintas partes del organismo. Es efectivo como tratamiento ante la presencia de anaerobios. Además, sirve como tratamiento alternativo para personas que son alérgicas a las penicilinas.

Clindamicina

Además, una de las cosas para qué sirve la clindamicina es que ayuda a controlar el crecimiento de bacterias grampositivas aerobias cuando otros tratamientos no han funcionado. También es recetado ante la presencia de infecciones causadas por estafilococos y estreptococos, teniendo una actividad antibacteriana similar a la de la eritromicina. 

En la actualidad, se considera efectivo para tratar la encefalitis causada por toxoplasma. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no debe ser utilizada en el tratamiento de infecciones meníngeas ya que la clindamicina tiene una baja penetración en el líquido cefalorraquídeo disminuyendo su efectividad. De la misma manera, no debe ser utilizado cuando se está en presencia de una infección por un virus. Será el último recurso a implementar cuando otros antibióticos no han mostrado ningún efecto.

Suele recomendarse su uso en los siguientes casos:

  • Infecciones graves de las vías respiratorias y de los pulmones, como la bronquitis y la neumonía.
  • Infecciones cutáneas, siendo recomendada para tratar el acné.
  • Infecciones pélvicas y genitales femeninas, siendo usado mayormente para el tratamiento de la vaginosis bacteriana.
  • Infecciones de los huesos y las articulaciones.
  • Septicemia.
  • Infecciones intraabdominales y de los tejidos blandos.

Su mecanismo de acción consiste en inhibir la síntesis de proteínas al unirse a las subunidades S50 de los ribosomas bacterianos. Sin embargo, la clindamicina puede funcionar como un bactericida o de manera bacteriostática dependiendo de la concentración con que se administre o la sensibilidad de la bacteria al fármaco.

Presentaciones y dosificación

Las presentaciones varían según la forma de administración, siendo de esta manera utilizada por vía oral, tópica, vaginal o inyectable. Y dependiendo de lo que se trate, se elegirá una vía para el tratamiento. Además, la dosis será recomendada por el médico según la gravedad de la infección.

Cápsulas y gránulos orales

Se ha  comprobado que la clindamicina puede causar irritación en el esófago, por lo que para evitar este efecto, lo mejor es que cada toma sea administrada con suficiente agua. 

Las dosis recomendadas para adultos son:

  • Infecciones graves: de 150 mg a 300 mg cada 6 horas.
  • Infecciones muy graves: 300 mg a 450 mg cada 6 horas.

Las dosis recomendada para niños son:

  • Infecciones graves: se inicia con 3 mg a 6 mg por kilogramo. Se puede aumentar de 8 mg a 16 mg por kilogramo divididas en 3 a 4 dosis iguales al día.
  • Infecciones más graves: de 16 mg a 20 mg por kilogramo divididas en 3 o 4 dosis iguales al día.

Si la infección es causada por estreptococos beta-hemolíticos, es necesario que se mantenga el tratamiento durante 10 días con el fin de prevenir la aparición de fiebre reumática o glomerulonefritis postestreptocócica.

Las misma dosis se mantienen en el caso de usar gránulos ya que estos son recomendados para aquellas personas que tienen dificultad para tragar las cápsulas.

Dosis clindamicina

Inyectable

La clindamicina inyectable puede ser administrada de manera intravenosa o intramuscular, siendo preferiblemente usada cuando son casos muy graves. Sin embargo, el médico puede recetar en cuadros no tan graves.

Las dosis recomendadas en adolescentes mayores de 16 años y adultos son:

  • Infecciones moderadamente graves: de 1,2 g a 1,8 g divididas en 2, 3 o 4 dosis iguales.
  • Infecciones graves: de 2,4 g a 2,7 g divididos en 2,3 o 4 dosis iguales.
  • Infecciones muy graves o mortales: aunque el límite recomendado de clindamicina es 2,7 g al día, es posible aumentar la dosis hasta 4,8 g al día de ser estrictamente necesario.

Cuando se trata de niños y bebés, hay que tener especial cuidado ya que esta presentación contiene en su composición alcohol bencílico y no se recomienda que se administre en menores de 3 años. Sin embargo, si no existe otro tratamiento alternativo, se administra con estricta vigilancia médica. 

Las dosis recomendadas en niños y bebés son:

  • Recién nacidos: de 15 mg a 20 mg por kilogramo dividido en 3 o 4 dosis iguales. En el caso de prematuros, será de 15 mg por kilogramo.
  • Bebés de más de un mes, niños y adolescentes menores de 16 años: de 20 mg a 40 mg por kilogramo dividido en 3 o 4 dosis iguales. 

Vaginal

Puede administrarse en forma de crema o supositorios. La crema vaginal viene con un aplicador, el cual debes rellenar completamente, siendo equivalente a 100 mg de clindamicina. El tratamiento debe ser administrado de 3 a 7 días dependiendo de lo que indique el médico.

En el caso de los supositorios, debe ser introducido uno en la vagina cada noche antes de ir a dormir durante tres días consecutivos. Esto equivale a 100 mg de clindamicina.

Tópica

Se puede encontrar en presentaciones de gel, solución y loción, y en su composición debe contener 1% de clindamicina. Es recomendado para el tratamiento del acné. Cuando se trata de la solución o la loción, esta debe ser aplicada sobre el área afectada dos veces al día. Mientras que el gel se debe aplicar una vez al día.

Efectos secundarios

Como cualquier otro medicamento es posible que la clindamicina genere algunos síntomas molestos tras su administración. Sin embargo, no es indicativo de que sea necesario suspender el tratamiento, siempre y cuando se presente de manera leve. Si se agravan, hay que informar al médico.

Efectos secundarios clindamicina

Estos son los efectos secundarios que pueden aparecer:

  • Digestivos: náuseas, vómitos, diarrea, dolor de estómago e irritación del esófago. En raras ocasiones puede producir esofagitis.
  • Cutáneos: erupción, urticaria, picor y síntomas similares al síndrome Steven-Johnson. Dos síntomas que muy rara vez se presentan es la dermatitis exfoliativa y erupciones vesiculoampollosas.
  • Sistema nervioso: puede generar actividad inhibidora neuromuscular, aunque es poco frecuente.
  • Trastornos de la sangre: rara vez puede producir neutropenia transitoria, agranulocitosis y trombocitopenia.
  • Hepáticos: ictericia y alteración en analíticas para comprobar la función hepática, sobre todo transaminasas alteradas.
  • Otros síntomas: vaginitis y rara vez poliartritis.

Precauciones

No se debe consumir si se es alérgico a alguno de los componentes de la fórmula, incluyendo casos donde el paciente es intolerante a la lactosa ya que esta sustancia forma parte de su composición.

Se sabe que la clindamicina puede pasar a través de la placenta, por lo que si queda embarazada durante el tratamiento, debe comunicarse con su médico. A partir del segundo trimestre es seguro administrar el fármaco. De la misma manera pasa a través de la leche, por lo que si está lactando el médico será quien decida si utilizar o no el medicamento dependiendo del riesgo.

También se debe tener especial cuidado en estas situaciones:

  • Se trata de un paciente con patologías del hígado o riñón, las dosis deben ser más bajas o ajustadas a cada caso en particular. 
  • Es necesario suspender el tratamiento si aparece diarrea persistente, con sangre o moco en las heces, llegando a evolucionar a colitis aguda. Puede aparecer tras haber terminado el tratamiento. Informe de inmediato a su médico.
  • Se está bajo un tratamiento prolongado siendo necesario monitorear la función renal y hepática. Además, se realizarán analíticas para comprobar los niveles séricos de clindamicina.
  • No se debe administrar en conjunto con otros antibióticos macrólidos o aminoglucósidos.
  • Se ha presentado reacción a otros antibióticos.

Cuando se haya olvidado alguna toma o aplicación, administre apenas lo recuerde. Si la próxima dosis está próxima, no administre la toma olvidada y siga con el tratamiento. Tampoco deberá administrar dobles dosis para compensar la olvidada. 

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