10 beneficios de dejar de fumar

El cigarrillo es un hábito bastante común en un porcentaje alto de personas. Y es que es posible encontrar fumadores en casi cualquier rincón o espacio. Sin embargo, cada día se difunden aun más los efectos negativos que puede ocasionar el tabaco, llegando a instar a esta población a dejar de fumar.

Se ha comprobado que no solo puede afectar negativamente a quien fuma, sino que puede incidir en la salud de aquellas personas alrededor del fumador ya que pueden inhalar el humo que despide el cigarrillo. Si tú fumas y quieres dar el primer paso para dejar ese hábito, a continuación te mostramos los beneficios que disfrutarás al dejar de lado este mal hábito.

Favorece la salud respiratoria

Uno de los mayores beneficios que aporta el dejar de fumar, es un mejor funcionamiento del sistema respiratorio. El hecho de no consumir cigarrillos ayuda a evitar que se produzcan enfermedades respiratorias. De esta manera se puede lograr:

• Desaparecen molestias o malestares como la tos, la flema y la dificultad al respirar.
• Previene la aparición de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, mejor conocida como epoc. Para quien lo padece, desaparecen algunos de los síntomas ocasionados por este padecimiento y reduce su progresión.
• Reduce el riesgo de aparición de infecciones a nivel respiratorio.
• Ayuda al tratamiento de enfermedades como el asma, y reduciendo la probabilidad de que se agrave el cuadro clínico de esta patología.
• Favorece la función pulmonar. Esto se traduce en lograr una mejor respiración mientras que, a su vez, los pulmones recuperan su capacidad para limpiarse.
• Al lograr respirar mejor, es posible realizar mayor actividad física ya que no se produce tanto cansancio. Para quien desee ejercitarse, podrá establecer una rutina de ejercicios, lo cual también ayuda a la salud respiratoria.
• Se reduce el riesgo de padecer cáncer de pulmón.

Muchos de estos beneficios suelen observarse a la semana de haber dejado el cigarrillo. Por lo general, el primer síntoma en desaparecer es la dificultad respiratoria.

Previene la aparición de enfermedades cardiovasculares

Aunque muchos de los problemas por fumar se han asociado al sistema respiratorio. Sin embargo, el corazón y todo el sistema circulatorio puede verse afectado con su consumo. No solo hablamos de la aparición de enfermedades, sino de otras patologías que intervienen en la circulación de la sangre y el transporte de nutrientes a través de esta, destacando de esta manera:

• Se reduce el riesgo de padecer hipercoagulabilidad, lo que a su vez se traduce en una menor probabilidad de aparición de trombosis. De esta manera, los tiempos de coagulación vuelven a sus niveles normales.
• Los niveles de colesterol bueno aumentan, con lo cual se ayuda a eliminar otras formas de colesterol y se reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
• La probabilidad de morir por un ataque cardíaco se reduce considerablemente.
• Previene la aparición de aterosclerosis subclínica. Y para quien lo padece, frena la progresión de esta patología así como reduciendo su sintomatología, logrando mejorar considerablemente la calidad de vida del paciente.
• Reduce el riesgo de padecer cardiopatía coronaria, y esta probabilidad aumenta con el pasar de los años, permitiendo un buen flujo de sangre a través de las arterias principales del corazón, evitando que estas se obstruyan.
• La posibilidad de que se produzca una aneurisma aórtico abdominal son menores. Así mismo sucede con la probabilidad de que se origine la enfermedad cerebrovascular. Este riesgo se va reduciendo con los años siempre que no se vuelva a retomar el hábito del cigarrillo.

Ayuda a evitar la aparición de distintos tipos de cáncer

Aunque afecta en su mayoría a los pulmones, su consumo se ha asociado a la aparición de distintos tipos de cáncer. Se ha comprobado que las sustancias químicas contenidas en el tabaco pueden favorecer la proliferación de células malignas. Y es que, cuando se inhala el humo, todas las toxinas pasan a transportarse a través del torrente sanguíneo. Esto permite que sea distribuido por todo el organismo, favoreciendo la aparición de cáncer en cualquier parte del cuerpo.

Sin embargo, el hecho de fumar no quiere decir que se vaya a padecer de esta enfermedad crónica. No importa que se lleve demasiado tiempo fumando. Al dejar de fumar, todos estos riesgos se reducen, permitiendo gozar de una mejor salud. Pero para que estas probabilidades disminuyan realmente, es indispensable que no se retome este hábito ya que los riesgos vuelven a aumentar.

Las personas de tu entorno no se enfermarán

Si bien quien tiene mayor riesgo de sufrir los efectos nocivos del cigarrillo es el fumador activo, la realidad es que las personas que se mantienen a su alrededor también se verán afectadas. Y es que son capaces de inhalar el humo que despide el cigarrillo mientras se fuma.

Esto se conoce como fumador pasivo. Y es igual de nocivo como si se fumara directamente el cigarrillo, sobre todo cuando se trata de niños, quienes se consideran los mayores afectados en estos casos. Si se fuma alrededor de ellos, es posible que las infecciones respiratorias aparezcan de manera regular y aumenta la probabilidad de que estos padezcan cáncer de pulmón en un futuro.

Aumenta tus años de vida

Nadie conoce en qué momento va a morir pero, aun así, se conoce que el hecho de fumar aumenta la probabilidad de muerte, sobre todo mientras se duerme. En estos casos, al verse afectada la función respiratoria, es posible que se deje de respirar en algún momento, aumentando el riesgo de muerte súbita causada por un paro cardíaco.

Además, al reducir el riesgo de padecer múltiples enfermedades, se asegura disfrutar una vida más plena y saludable. Y de la misma manera, algunos estudios declaran que al dejar de fumar antes de los 30 es posible gozar de 10 años más de vida. A su vez, la persona logrará disfrutar de una mejor salud, traduciéndose en mejor calidad de vida.

Mejora la apariencia de tu boca

Se sabe que los dientes de aquellas personas que fuman suelen adquirir un color amarillento. Esto es el resultado de que la nicotina y el alquitrán entren en contacto con el esmalte de las piezas dentales. En algunos casos también es posible observar manchas marrones. Si bien resulta difícil devolver su aspecto blanco, es posible mejorar su apariencia al dejar de fumar.

Otras de las razones por las cuales se recomienda evitarlo es porque se reduce el riesgo de padecer periodontitis. Pero además de esto, el cigarrillo puede provocar halitosis, que se conoce mejor como mal aliento. Al evitar este hábito, con los días este olor en la boca desaparecerá, lo cual no solo favorece a la persona, sino también a quienes lo rodean.

Goza de una mejor piel

Se ha comprobado que fumar puede acelerar el envejecimiento de la piel. Se puede observar que con el pasar del tiempo aparecen arrugas y la coloración de la piel puede cambiar. Todo esto se encuentra relacionado con el hecho de que al fumar se reduce el oxígeno transportado a través de la sangre.

Sin embargo, no termina ahí. La producción de colágeno, proteína que le otorga elasticidad a la piel. Las sustancias químicas del tabaco llegan a descomponer esta proteína, lo que a su vez provoca que la piel pierda su firmeza.

Mejora tu fertilidad

Uno de los mayores enemigos de la fertilidad es el cigarrillo, sobre todo en las mujeres. En este caso la calidad ovocitaria podrá mejorar y el endometrio crecerá a un buen tamaño así como se podrá ovular en el momento correcto. también es posible que desaparezcan algunas molestias premenstruales tras dejar su consumo. En los hombres, la calidad del esperma mejora en gran nivel así como se reducen la cantidad de espermatozoides con problemas morfológicos o de velocidad.

Siente mayor energía

Como ya se mencionó, cuando se fuma la sangre transporta menos oxígeno. Esto provoca que el organismo no funcione correctamente pero sobre todo, afecta la vitalidad del fumador. Por lo general, las personas tienden a sentirse sin ánimo de realizar actividad física, agotadas y desganadas.

Una vez que se deja de fumar, a los pocos días se podrá notar mayor energía en el cuerpo. Esto permitirá poder realizar mayor actividad física así como mayor proactividad al momento de ejecutar cualquier tarea. Esto también podrá incidir en el libido, ya que se sentirá mayor deseo sexual, lo que a su vez podrá transformarse en una mejor vida sexual.

Ahorra mucho más dinero

Aunque parezca un gasto mínimo, es mucho el dinero que se llega a invertir en este mal hábito. Todo también dependerá del tipo de cigarrillo que se fume y la cantidad. Se calcula que una persona puede llegar a gastar más de 900 euros al año por consumir tabaco.