Punción lumbar

Punción lumbar

La punción lumbar, también conocida como punción medular, es una prueba diagnóstica en la que se extrae líquido cefalorraquídeo. El LCR riega el sistema nervioso central, evitando así que el cerebro y la médula espinal tengan roce alguno con el hueso a la hora de realizar cualquier tipo de movimiento; además, se encarga del intercambio de sustancias para mantener en buen estado las neuronas.

La prueba se realiza mediante la inserción de una aguja en la columna vertebral hasta llegar a lo que se denomina canal raquídeo.

Índice
  1. ¿Por qué se realiza?
    1. Meningitis
    2. Hemorragia subaracnoidea
    3. Esclerosis múltiple
    4. Hidrocefalia
  2. ¿La punción lumbar duele?
  3. ¿Cómo se realiza la punción lumbar?
    1. Procedimiento
    2. Después de la prueba
  4. Resultados de la punción lumbar
  5. Punción lumbar: riesgos y complicaciones

¿Por qué se realiza?

La punción lumbar es una prueba diagnóstica mediante la cual se extrae líquido cefalorraquídeo, el cual riega el sistema nervioso central, compuesto por el cerebro y la médula espinal. El médico puede solicitar la realización de la prueba si sospecha de alguna de las siguientes afecciones.

Meningitis

Una enfermedad que surge a raíz de la inflamación de las meninges, las membranas que rodean el cerebro por una bacteria o un virus; se da especialmente en niños y personas jóvenes. La punción lumbar permite diagnosticar esta afección.

Hemorragia subaracnoidea

Se conoce como espacio subaracnoideo al espacio en el que se aloja el líquido cefalorraquídeo. Así, en el caso de rotura de un determinado vaso sanguíneo, el líquido extraído mediante la punción lumbar tiene un color rojizo.

Esclerosis múltiple

La punción lumbar permite establecer el diagnóstico concreto de esta enfermedad. La esclerosis múltiple es una afección degenerativa y crónica del sistema nervioso central, dando lugar a síntomas como debilidad muscular, alteraciones en la visión, entumecimiento de las extremidades y dificultad tanto de atención como de concentración.

Hidrocefalia

Aunque la punción lumbar en sí misma es una prueba diagnóstica, también se utiliza como tratamiento de hidrocefalia. La hidrocefalia es una enfermedad que se caracteriza por la acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro, ejerciendo una gran presión sobre el mismo. Por lo tanto, la punción lumbar se puede utilizar de forma puntual para extraer el LCR y aliviar cierta presión.

¿La punción lumbar duele?

¿La punción lumbar duele?

Si debes someterte a esta prueba diagnóstica, seguro que una de las principales preguntas que tienes en mente es si duele o no.

Pues bien, lo cierto es que la punción lumbar resulta una prueba un poco dolorosa; claro que todo depende del paciente y de su grado de tolerancia al dolor, así como del propio doctor. En manos expertas y en pacientes con un peso corporal adecuado y sin ningún tipo de enfermedad como artrosis o escoliosis resulta muy poco dolorosa; hay quienes señalan que incluso menos que una inyección intramuscular.

En el caso de pacientes obesos, en quienes no resulta tan sencillo alcanzar la columna, puede resultar una prueba algo más dolorosa. Lo mismo ocurre con pacientes con artrosis de columna.

¿Cómo se realiza la punción lumbar?

Esta prueba tiene una duración aproximada de entre 15 y 20 minutos; el procedimiento en sí mismo no lleva más de un minuto, de modo que el resto de tiempo se toma para la preparación del paciente. La punción lumbar se realiza de forma ambulatoria y es recomendable ir acompañado ya que después de su realización es habitual sentir algo de dolor en la zona, así como estar mareado.

Respecto a la alimentación durante las horas previas a la prueba, no es necesario acudir en ayunas. No obstante, se recomienda evitar las bebidas con cafeína y el alcohol.

Procedimiento

Para dar comienzo a la prueba al paciente se le coloca una vía venosa en el brazo, por la cual se introduce el fármaco relajante que le va a permitir permanecer tranquilo durante la punción lumbar; no siempre es necesario, pero sí resulta aconsejable en pacientes con aversión a las agujas o que no sean muy tolerantes al dolor.

El paciente debe tumbarse en una camilla en posición fetal, con las rodillas dobladas hacia el pecho; de esta manera, la espalda queda ligeramente curvada, dejando espacio entre las vértebras para el paso de la aguja.

Una vez el paciente se encuentre preparado para la punción, el médico procede a limpiar y desinfectar la piel. A continuación inyecta un anestésico y, una vez éste haya hecho efecto, introduce una aguja larga para extraer el líquido cefalorraquídeo; es habitual sentir una gran presión en la espalda. Aún así, es importante que el paciente se muestre tranquilo y permanezca quieto durante la prueba.

Cuando el médico haya extraído el LCR, procede a retirar la aguja con sumo cuidado. Una vez finalizada la prueba, el paciente debe permanecer tumbado durante aproximadamente una hora.

Después de la prueba

Una vez finalizada la punción lumbar, algunos pacientes presentan dolor de cabeza; se trata de uno de los efectos secundarios más comunes. Además, en ocasiones se acompaña de náuseas, vómitos y mareos; también es habitual sentir un gran dolor y sensibilidad en la parte inferior de la espalda, el cual puede afectar a las piernas y, por tanto, al movimiento.

Resultados de la punción lumbar

Una vez finalizada la prueba, el paciente debe esperar algunos días para obtener los resultados de la misma. Para establecer el diagnóstico, se tienen en cuenta una gran selección de factores en relación al líquido cefalorraquídeo.

Por un lado, la presión de salida, cuyos valores deben oscilar entre los 70 y los 180 mm H20. Valores por encima de lo establecido implica un tumor o cualquier tipo de anomalía que afecte al cerebro y/o a la médula espinal. Por otro lado, el aspecto del LCR debe ser transparente; si se muestra turbio corresponde a una infección y, si tiene un color rojizo, implica la rotura de uno o varios vasos sanguíneos.

Además, la gamma globulina, una proteína que se estudia en aquellos casos en los que se sospecha de esclerosis múltiple; sus valores normales oscilan entre el 3 y el 12 por ciento de las proteínas totales. Y, por último, los glóbulos blancos y rojos; respecto a los primeros, en condiciones normales debe haber entre cero y cinco por campo, y, en cuanto a los glóbulos rojos, en el líquido cefalorraquídeo no debe haber ninguno.

Punción lumbar: riesgos y complicaciones

Punción lumbar: riesgos y complicaciones

La punción lumbar, a pesar de ser una prueba muy segura en manos expertas, no deja de ser un examen invasivo. Por lo tanto, aunque no se dan con demasiada frecuencia, existen complicaciones; la gran mayoría de ellas se presentan durante la punción lumbar, aunque también hay otras que se pueden dar varias horas después de la prueba.

  • Una de las complicaciones de la punción lumbar es la salida del líquido cefalorraquídeo por el punto de punción una vez finalizada la prueba. En este caso es importante acudir a urgencias.
  • También puede presentarse una infección local si la zona en la que se ha realizado la punción no se ha limpiado y/o desinfectado adecuadamente.
  • Durante la realización de la prueba el paciente puede presentar una reacción alérgica a la anestesia.
  • Y, por último, puede darse un daño en la médula espinal, aunque si la punción lumbar la realiza un médico con formación y experiencia en el ámbito, resulta muy improbable.

La punción lumbar es una de las pruebas médicas más comunes, tanto entre niños como entre adultos y mayores. Y es que permite diagnosticar una gran selección de infecciones graves que afectan al sistema nervioso central, así como otros trastornos del cerebro y la médula espinal. El LCR obtenido se analiza en el laboratorio.

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