Niflactol

En muchos casos se ha recetado el uso de ácido niflúmico para el tratamiento de patologías reumáticas e inflamatorias. Sin embargo, se trata de un medicamento del que hay que vigilar cuidadosamente su administración. Por lo que es necesario conocer para qué sirve el niflactol y cómo tomarlo de forma segura, para así evitar efectos adversos.

¿Qué es y para qué sirve el niflactol?

El niflactol, también conocido como ácido niflúmico, es un medicamento perteneciente al grupo de los antiinflamatorios y antirreumáticos no esteroides (AINES), aunque también funciona como un antipirético. De esta manera, es recetado para el tratamiento de trastornos reumáticos inflamatorios, siendo su mayor uso en la artritis reumatoide, artritis y espondilitis anquilosante.

Se ha comprobado que suele ser útil en casos donde se presenta inflamación no reumática y dolor asociado a procesos inflamatorios. Además, sus usos se han extendido como un tratamiento efectivo contra la inflamación de garganta, oídos o boca.

Su mecanismo de acción se basa en impedir la síntesis de prostaglandinas y otros prostanoides. Esto es posible ya que tiene un efecto inhibidor de la enzima ciclooxigenasa-2 (COX-2).

El uso de este fármaco es exclusivo para pacientes mayores de 12 años. Y siempre debe administrarse bajo estricta supervisión médica.

¿Cómo tomar niflactol?

Aunque se conozca para qué sirve el niflactol, en ningún momento hay que automedicarse. Por lo que solo puede ser recetado por un médico. La administración del mismo la debe indicar el especialista, teniendo en cuenta cada caso en particular. Para lograr el efecto deseado, se debe tomar siempre a la hora indicada y evitando olvidar alguna toma.

Se recomienda que las tomas de niflactol se hagan durante las comidas y con abundante agua. De manera general suele recomendarse la siguiente posología según la edad del paciente y su condición:

Niños

Las dosis varían de 2 a 3 cápsulas diarias que deben ser administradas a lo largo del día. El tiempo entre una toma y otra es de 8 a 12 horas. Esto quiere decir que el paciente debe consumir de 500 mg a 750 mg de niflactol en 24 horas. En este grupo jamás se debe exceder el máximo recomendado.

Adultos

El tratamiento suele indicarse según la gravedad del cuadro clínico que presenta la persona. Se recomienda administrar una cápsula cada 4 a 6 horas, con un máximo de 1000 mg al día. En caso de que exista inflamación grave, entonces es posible elevar la dosis diaria a 1500 mg para aliviar las molestias. En caso de que las molestias persistan, es necesario comunicarse con el médico y no aumentar la dosis.

Ancianos

Al igual que otros AINES, cuando se administra en ancianos es necesario una supervisión estricta del tratamiento. Este tipo de fármacos en esta población aumenta el riesgo de aparición de alteraciones de la función renal, hepática y cardiovascular.

En primera instancia, se comienza con dosis bajas para observar la reacción del paciente. Si existe buena tolerancia, entonces se aumentará la dosis en cantidades que utiliza la población en general. Esto también puede variar según las necesidades de la persona y si se encuentra administrando otros medicamentos.

¿Qué necesitas saber antes de tomar niflactol?

En primer lugar es necesario seguir las instrucciones del médico aunque se tenga constancia de para qué sirve el niflactol. De la misma manera, debe ser administrado por el tiempo que se indique y no extender su uso. Sin embargo, hay que tener en cuenta otras consideraciones:

¿Cuándo no consumir niflactol?

Este medicamento no puede utilizarse en todas las situaciones, siendo necesario evitar su uso cuando:

• La paciente se encuentra en el tercer trimestre de embarazo.
• Se ha presentado alergias, asma u otra reacción a este medicamento, a otro AINE o a la aspirina.
• Es alérgico al ácido niflúmico u otro de los componentes del fármaco.
• Existen antecedentes de úlceras o hemorragias en el estómago, duodeno o se ha sufrido de una perforación en el aparato digestivo.
• Sufre de alguna patología hepática o del riñón.
• Padece de alguna insuficiencia cardíaca.
• Es menor de 12 años.

Consumir con precaución cuando:

En ciertos casos el uso de niflactol no puede suspenderse o cambiarse, por lo que el paciente deberá administrarlo con seguimiento médico.

• Se ha tenido una úlcera o hemorragia de estómago o duodeno, o se ha producido una perforación en esta zona y no hay otro tratamiento posible. En dosis altas el niflactol puede aumentar el riesgo de padecer estas patologías. El médico puede recetar un protector gástrico.
• Existe alguna enfermedad cardíaca, renal o hepática y es necesario administrar el fármaco.
• Tiene más de 60 años.
• El tratamiento debe realizarse de manera prolongada.
• Existe una infección en curso.

Notifique al médico

Antes de someterse a un tratamiento con niflactol, es necesario notificar al médico ciertas situaciones ya que es posible que el medicamento provoque o complique ciertos cuadros clínicos. Por lo que se debe comunicar que:

• El paciente se encuentra en tratamiento a base de medicamentos que afectan la coagulación o que aumentan el riesgo de padecer hemorragias.
• Padece de la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, ya que el fármaco puede complicar estas patologías.
• Existen antecedentes de alteraciones gastrointestinales.
• Padece de alguna patología renal, hepática o cardíaca.
• Es asmático.
• Se ha realizado o se va a realizar alguna intervención cardíaca.

Efectos secundarios

El niflactol puede producir reacciones o efectos adversos así como cualquier otro medicamento, siendo posible que se presente los siguientes síntomas:

Gastrointestinales

Suele ser los efectos secundarios de mayor recurrencia en los pacientes, sobre todo en la población anciana. Es común observar la aparición de úlceras y hemorragias. En casos más graves puede provocar perforaciones en el aparato digestivo. Otras reacciones observadas son:

• Náuseas.
• Vómito.
• Diarrea.
• Estreñimiento.
• Acidez estomacal.
• Dolor abdominal.
• Sangre en heces.
• Gastritis.

Cardiovasculares

Existe riesgo de probabilidad de que el paciente sufra de un infarto cardíaco o cerebral. Esto suele presentarse mayormente en aquellos casos donde se utilizan dosis altas y el tratamiento se aplica de manera prolongada. También es posible que aparezca retención de líquido en aquellas personas que sufren de hipertensión.

Cutáneos

Si bien se trata de efectos secundarios no tan comunes, es posible que algunos pacientes pueden sufrir de ampollas. Esto suele estar asociado al Síndrome de Stevens Johnson y la Necrolisis Epidérmica Tóxica.

Hepáticos

Es posible que el niflactol afecte al funcionamiento del hígado, lo cual puede provocar que la persona presente coloración amarilla en la piel y los ojos. Esto también puede acompañarse de fiebre y sensibilidad en la parte superior del abdomen.

Otros efectos adversos

• Alteraciones óseas tras aplicar tratamientos prolongados con dosis altas.
• Pruebas de laboratorio alteradas.
• Aparición de manchas violetas en la piel.
• Malestar general.
• Disminución de la presión arterial.
• Cansancio.
• Somnolencia.
• Dolor de cabeza.
• Pérdida del apetito.
• Vértigo.

Riesgos y contraindicaciones

Se ha comprobado que el uso de niflactol durante el embarazo puede causar alteraciones en el feto a nivel renal y hepático. Si es estrictamente necesario su administración, esta debe realizarse solo durante los primeros seis meses de la gestación y en dosis mínimas. En el último trimestre se debe suspender su uso ya que puede causar complicaciones al feto y durante el parto.

Cuando se trata de la lactancia, hay que tener en cuenta que este medicamento se excreta por la leche, por lo que se desaconseja como tratamiento en este periodo. Y al causar somnolencia y vértigo, es recomendable que no se maneje maquinaria en caso de presentar estos efectos secundarios.