Coronas dentales: qué son, para qué sirven y cuándo las necesitas

que son las coronas dentales para que sirven y cuando las necesitas

Para muchos, una sonrisa en buenas condiciones forma parte de la carta de presentación de una persona. Es por ello que, en la odontología, se han desarrollado prótesis con el fin de alcanzar objetivos tanto estéticos como funcionales para las personas. Es así como las coronas dentales se han convertido en uno de los procedimientos más habituales dentro de este ámbito.

Son de gran utilidad cuando se ha sufrido algún tipo de daño accidental, el color de tus dientes no sea el adecuado o si se ha desarrollado algún tipo de malformación en algún momento. Estas prótesis son una de las alternativas más versátiles a las que puedes optar en estos y en muchos otros casos más. A continuación te mostramos todo lo que necesitas saber acerca de las coronas dentales.

Índice
  1. ¿Qué son las coronas dentales?
  2. ¿Para qué sirven las coronas dentales?
  3. ¿Cuáles son los tipos de coronas dentales?
  4. ¿Cuál es su duración estimada?
  5. ¿Cuáles son los riesgos de este procedimiento?
  6. Recomendaciones y consideraciones a tener en cuenta tras el procedimiento

¿Qué son las coronas dentales?

Las coronas dentales se caracterizan por ser prótesis dentales fijas. Una vez colocadas, no es posible retirarlas con facilidad cuando se desee realizar la limpieza o su reemplazo.

Para ponernos un poco más en contexto, es necesario entender que los dientes poseen distintas porciones. Cada una de estas se identifican como: la corona, el cuello y la raíz. En el caso específico de la corona, esta vendría siendo la superficie que se va a hallar en contacto con los alimentos, es decir, la parte con la que estos son masticados. De allí que sea una de las porciones más susceptibles a agresiones o daños.

Qué son las Coronas dentales

Lo que se busca con las coronas dentales artificiales es, precisamente, suplantar esta superficie. Se coloca como un implante, buscando simular la pieza deteriorada del diente.

Los expertos en el área indican que las coronas dentales forman parte del tratamiento adecuado para recuperar la apariencia de la sonrisa. Su colocación debe ser limpia, otorgando un aspecto natural al diente afectado. Sin embargo, es indispensable que otorgue un mejor soporte y una dureza más competente para hacerlo completamente funcional.

Habitualmente, las piezas dentales más afectadas son los premolares o molares, siendo los dientes de la masticación y trituración por excelencia. De modo que son estos los que, con mayor frecuencia, pudieran requerir un tratamiento a base de estas prótesis.

¿Para qué sirven las coronas dentales?

Existen múltiples escenarios donde las coronas dentales van a ser la mejor opción terapéutica. Algunas de las más comunes son:

  • Cuando el diente posee una cavidad muy grande para un relleno.
  • Si el diente se encuentra muy desgastado, debilitado o fisurado.
  • Cuando el diente ha disminuido su dureza y estabilidad.
  • En casos de malformaciones o decoloraciones.

Cuando se trata de un diente debilitado, evidentemente, labores tan habituales como ingerir alimentos sólidos, se vuelve un genuino desafío. Es por ello que, en estos casos, la necesidad imperante de reforzar dicho diente, es prioridad.

En estos escenarios, cuando es la corona dental natural la que se encuentra afectada, la solución pasa por colocar una corona dental artificial. Esto ayudará a darle una mayor estabilidad y dureza a la pieza dental.

Es muy común encontrarnos con escenarios similares en casos de traumatismos. También cuando se realiza una endodoncia en un diente y, por desgracia, esta haya debilitado severamente al diente.

Otro caso relativamente común donde las coronas dentales son empleadas, es cuando se coloca un implante dental. Y es que, cuando se pierde una pieza, lo más lógico y adecuado es cubrir esta cavidad con un implante. La falta de un diente puede conllevar consigo todo tipo de alteraciones en la salud bucodental, más allá de lo estético.

Para que sirven las coronas dentales

De modo que, una vez colocado dicho implante, se procede a colocar una corona dental sobre el mismo.

En cuanto a los motivos estéticos que pueden impulsar la utilización de las coronas dentales, lo más común es en aquellos casos de malformaciones o decoloraciones.

¿Cuáles son los tipos de coronas dentales?

Cuando se realiza la clasificación de las coronas dentales, se las agrupa por el tipo de material con el cual están hechas. Aquí destacan:

  • Metal: constituidas por oro, níquel o platino. Su principal ventaja es que, al tratarse de metales, otorgan a la pieza dental una mayor dureza y estabilidad. Lo malo: no son estéticamente atractivas a la vista, por lo que no son las de primera elección hoy día.
  • Porcelana: otorgan al diente un aspecto bastante natural, además de una buena resistencia. Este material puede ser utilizado con frecuencia en los dientes delanteros debido a su alto índice estético y a su bajo índice de resistencia.
  • Metal y porcelana: consiste en una ingeniosa combinación entre estos dos componentes, conservando la dureza del metal y la esteticidad de la porcelana. En estos casos, la base de la corona es metálica, mientras que la parte más superficial es a base de porcelana.
  • Circonio: viene siendo la opción más costosa debido a que se trata de la que mejores resultados ofrece con respecto a la relación resistencia-estética. Este material, además, ofrece resultados óptimos en cuanto a transparencia se refiere. Logra conferir al diente un aspecto muy natural y parecido al del esmalte.
  • Composite: se trata de una de las opciones más baratas y temporales, ya que se fabrican a base de materiales sintéticos mezclados con los que se cubre el diente afectado. Por desgracia, son las menos resistentes, por lo que tienden a desgastarse con gran facilidad.

¿Cuál es su duración estimada?

Las coronas dentales, dependiendo del material del que estén hechas y del cuidado que se les dé, pueden ser conservadas en óptimo estado durante alrededor de 30 años. Aunque, por lo general, las estadísticas nos indican que su duración media es de entre 15 y 20 años.

Independientemente de la naturaleza del material del cual esté compuesta la corona, las indicaciones que nos otorgan los odontólogos para su cuidado son muy claras.

Y es que, si abusamos de ellas adoptando medidas higiénicas inadecuadas y consumiendo alimentos de alta dureza de forma indiscriminada, lo más probable es que terminemos dañando nuestra prótesis.

Asimismo, es recomendable acudir periódicamente a citas odontológicas para llevar a cabo las revisiones pertinentes. De esta manera, se puede prevenir cualquier desperfecto o afección que pueda alterar el implante.

¿Cuáles son los riesgos de este procedimiento?

Los riesgos que pueden surgir a raíz de la colocación de las coronas dentales dependen tanto de la técnica de colocación como del mismo cuidado que la persona les dé. Entre los riesgos más comunes, están los siguientes:

  • Restos de caries bajo la corona: es una condición perfectamente evitable siempre y cuando se adopten medidas de higiene bucal apropiadas, las cuales puedes consultar con tu odontólogo.
  • La corona puede desprenderse: dicho evento puede tener lugar en aquellos casos donde el diente que sostiene la corona carece de la resistencia y estabilidad necesaria. Para ello, tu odontólogo debe ser capaz de diagnosticar apropiadamente la situación y adoptar las medidas que sean necesarias para conferir la estabilidad suficiente a la pieza dental afectada.
  • Astillas o fisuras: es posible que estas situaciones surjan ya sea por la escasa dureza del material utilizado o por un mal cuidado a la corona dental en cuestión. Ante ello, no dudes en acudir lo más pronto posible a tu odontólogo.
  • Sensibilidad: puede que durante un tiempo permanezca esa sensibilidad excesiva ante los estímulos calientes y frío. Si esta condición tan molesta y dolorosa persiste, es posible que necesites un procedimiento de tratamiento de canales o tratamiento de conducto.

Recomendaciones y consideraciones a tener en cuenta tras el procedimiento

Es necesario asegurar la integridad de tu corona dental y de evitarte así más momentos incómodos. Estas son algunas de las recomendaciones y consideraciones que podemos darte:

Durante los primeros días posteriores al procedimiento:

  • Al momento de utilizar hilo dental, deslízalo hacia afuera en lugar de hacia arriba. De esta última manera puedes terminar desprendiendo por accidente la corona.
  • Evita ingerir alimentos pegajosos como goma de mascar, ositos de goma, caramelos, rosquillas, entre otros más.
  • De ser posible, intenta masticar del lado contrario se encuentra la corona.

Recomendaciones corona dental

No dudes en llamar a tu dentista en caso de:

  • Empeorar la inflamación.
  • Notar que la mordida no es la adecuada.
  • Si se afloja la corona o se desprende parcialmente.
  • En caso de que el dolor no ceda.

Otras consideraciones que debes tener en cuenta:

  • La sensibilidad extrema ante el calor y el frío puede permanecer por un tiempo. Si persiste, no dudes en acudir nuevamente a tu odontólogo.
  • Debes tener paciencia y esperar a que tu diente y tu mordida se acostumbren a la corona dental artificial.
  • Mantén medidas de higiene bucal adecuadas en todo momento.
  • Evita consumir alimentos que sean demasiado duros.

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