Bilirrubina alta

Bilirrubina alta

La bilirrubina es una sustancia de color amarillo que forma parte de la composición de la bilis, el líquido que secreta el hígado para que el organismo procese correctamente las grasas. La bilirrubina se produce en el bazo y es producto de la degeneración de la hemoglobina de los glóbulos rojos. Una vez que el bazo destruye las células sanguíneas y crea la bilirrubina, esta sustancia viaja hasta el hígado y posteriormente se almacena en la vesícula.

Cuando la bilirrubina se acumula en la sangre se sospecha que algo no marcha bien con el hígado, el páncreas o la vesícula, por esta razón son muchas las afecciones asociadas a la bilirrubina alta. ¿Quieres conocer las causas de esta condición? Sigue leyendo este artículo de eSalud y descubre cuáles son sus síntomas y tratamiento.

Índice
  1. Tipos de bilirrubina
  2. Causas de la bilirrubina alta
    1. Bilirrubina directa alta
    2. Bilirrubina indirecta alta
  3. Síntomas de la bilirrubina alta
  4. Examen de bilirrubina en sangre
  5. Tratamiento de la bilirrubina alta
    1. Bilirrubina alta en recién nacidos

Tipos de bilirrubina

  • Bilirrubina directa: no se puede disolver en agua hasta que llega al hígado. Se puede expulsar a través de las excreciones.
  • Bilirrubina indirecta: es la que se produce en el hígado a partir de la bilirrubina directa para viajar hasta la vesícula y formar la bilis.
  • Bilirrubina total: es la suma de la bilirrubina directa y la bilirrubina indirecta.

Causas de la bilirrubina alta

Causas de la bilirrubina elevada

Bilirrubina directa alta

Cuando la bilirrubina directa se encuentra elevada en la sangre se debe principalmente a problemas con el funcionamiento del hígado, tales como:

  • Hepatitis: es la inflamación del hígado producto de un virus o del consumo excesivo de alcohol y ciertos medicamentos. La hepatitis puede ser leve o aguda, esta última, si no se trata correctamente puede conducir a una cirrosis hepática. A veces esta enfermedad desaparece por sí sola, pero existen casos en que la hepatitis persiste durante toda la vida.
  • Cirrosis hepática: es la fase más crónica de la enfermedad hepática y causa la cicatrización del hígado. La cirrosis puede ser causada por enfermedades prolongadas como el alcoholismo, la hepatitis B y la hepatitis C.
  • Obstrucción del conducto biliar: cuando las vías por donde transita la bilis se obstruyen se produce una concentración de bilis y bilirrubina en el hígado que causa hiperbilirubinemia. La obstrucción de los canales biliares puede darse por cálculos en la vesícula o tumores en el páncreas. Dolor abdominal, color amarillento de la piel, fiebre, comezón y heces pálidas son algunos de los síntomas de esta afección.
  • Síndrome de Dubin Johnson: es una enfermedad hereditaria poco común. Esta enfermedad impide el correcto transporte de la bilirrubina desde el hígado hasta la vesícula. Esta condición no representa ningún riesgo para la vida de la persona y en la actualidad no existe ningún tratamiento específico, por lo que la forma de abordar la enfermedad dependerá del caso de cada persona.

Bilirrubina indirecta alta

  • Síndrome de Gilbert: es un trastorno hereditario que afecta la forma en la que el hígado procesa la bilirrubina, permitiendo que su acumulación en sangre cause ictericia, afección que se caracteriza por causar color amarillento en ojos y piel. No existe ningún tratamiento para tratar esta enfermedad y a lo largo de la vida de la persona la ictericia puede aparecer y desaparecer.
  • Anemia hemolítica: la anemia ocurre cuando existe en la sangre deficiencia de glóbulos rojos sanos, células sanguíneas responsables de transportar el oxígeno. En casos normales, los glóbulos rojos duran 120 días en el organismo, pero cuando una persona sufre de anemia hemolítica estas células se destruyen mucho antes. Este tipo de anemia es causada por el mal funcionamiento de la médula ósea debido a un desorden autoinmune, anomalías genéticas, infecciones, exposición a ciertos químicos o trasfusión de sangre de donante incompatible.

Síntomas de la bilirrubina alta

Síntomas de la bilirrubina alta

Si bien los síntomas de la hiperbilirubinemia pueden variar dependiendo de su causa, el exceso de bilirrubina en sangre se manifiesta la mayoría de las veces de la siguiente forma:

  • El síntoma más característico de la bilirrubina alta es la ictericia: coloración amarillenta de la piel y la parte blanca de los ojos.
  • La bilirrubina es la responsable del color amarillento de las heces, por esta razón cuando hay exceso de esta sustancia en sangre las heces suelen ser pálidas, ya que el químico no se está desechando del organismo.
  • Las personas con hiperbilirubinemia suelen presentar orina muy oscura.

Examen de bilirrubina en sangre

Para diagnosticar la hiperbilirubinemia es necesario tomar una muestra de sangre para medir la concentración de bilirrubina en el fluido. La bilirrubina también se puede medir a través de un examen de orina.

Los niveles normales de bilirrubina en sangre son:

  • Bilirrubina directa: 0 - 0.3 mg/dL.
  • Bilirrubina indirecta: 0.2 - 1.2 mg/dL.
  • Bilirrubina total: 0.1 - 1.2 mg/dL.

Tratamiento de la bilirrubina alta

Una vez que la persona es diagnosticada con hiperbilirubinemia es necesario realizar una serie de estudios para determinar el estado de salud del hígado, el páncreas, la vesícula y la médula ósea. El tratamiento de la bilirrubina alta se enfocará principalmente en atender la causa de esta condición, por esta razón no existe una forma púnica de tratar la hiperbilirubinemia.

No obstante, cuando una persona presenta bilirrubina elevada debe prestar mucho cuidado a su hígado en función de evitar que el trabajo de dicho órgano sea aún más forzado y ayudando al organismo a depurar todas esas toxinas que se están acumulando en el cuerpo debido a una disfunción hepática. Por lo tanto, es importante tener muy en cuenta las siguientes recomendaciones para cuidar el hígado:

  • Hidratación: tomar abundante agua durante todo el día es vital para ayudar al organismo a eliminar las toxinas acumuladas. Lo ideal es ingerir al menos 3 litros de agua al día. Comer sopa o beber infusiones son otras formas de mantener el cuerpo hidratado.
  • No tomar bebidas alcohólicas: el alcohol es una de las sustancias que más complica el buen funcionamiento del hígado, pues contiene muchas toxinas y el órgano debe esforzarse más de lo normal más para procesarlo y desecharlo. Además, afecciones como la cirrosis y la hepatitis, ambas asociadas a la bilirrubina alta, empeoran considerablemente cuando no se detiene el consumo de alcohol.
  • Alimentación equilibrada: mantener una dieta balanceada y baja en grasas es esencial para cuidar la salud del hígado. Las grasas y alimentos procesados y ultraprocesados resultan mucho más difíciles de digerir. Además, debemos recordar que cuando hay acumulación de bilirrubina en sangre el cuerpo no puede digerir las grasas de forma eficiente, así que lo mejor es pausar su consumo.
  • Consume vegetales y fibra: los vegetales, especialmente los de hoja verde como el berro o las espinacas, con de gran ayuda para absorber el exceso de grasas en el organismo. La fibra buena, como la de la avena, hace el mismo trabajo y además favorece la desintoxicación del cuerpo y estimula el tránsito intestinal. Incorporar ambos alimentos a la dieta ayudará a promover la salud hepática.
  • Ejercicio: sí, ejercitarse es de gran ayuda para casi todos los problemas del organismo. En este caso, el ejercicio no bajará la bilirrubina, pero ayudará a disminuir el exceso de grasa en el cuerpo.

Bilirrubina alta en recién nacidos

Muchos bebés que nacen prematuros presentan ictericia pocos días después del parto. Esto se debe a que su hígado no se ha desarrollado completamente y no está óptimo para procesar correctamente la bilirrubina. En la mayoría de los casos esta condición suele resolverse por sí sola a medida que el niño crece y el hígado evoluciona. Sin embargo, es muy común que los doctores pidan a los padres que expongan al neonato a la luz solar para que la vitamina D recibida a través de los rayos solares destruya la bilirrubina. En casos muy graves en los que la ictericia no desaparece el pediatra puede recetar fototerapia o transfusión de sangre.

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