Atorvastatina

Atorvastatina qué es y efectos secundarios

Son muchos los medicamentos que se utilizan para controlar los niveles de lípidos en la sangre. Sin embargo, la Atorvastatina figura como un fármaco bastante efectivo cuando se busca mantener estable los niveles de colesterol y triglicéridos. Siendo también recomendado en casos donde la persona puede llegar a padecer alguna enfermedad cardiaca.

Aunque parece ser bastante seguro, se ha comprobado que no es un medicamento que deba usarse en persona con problemas en los riñones o de hígado. Si deseas saber como administrarlo de manera segura, a continuación compartimos toda la información relevante sobre la atorvastatina.

Índice
  1. ¿Qué es la atorvastatina?
  2. ¿Cómo se administra la atorvastatina?
  3. Efectos adversos que se pueden presentar
    1. Efectos secundarios frecuentes (afecta 1 de cada 10 pacientes)
    2. Efectos secundarios poco frecuentes (afecta 1 de cada 100 pacientes)
    3. Efectos secundarios raros (afecta 1 de cada 1.000 pacientes)
    4. Efectos secundarios muy raros (afecta 1 de cada 10.000 pacientes)
  4. Advertencias y precauciones
  5. Reacción de la atorvastatina con otras sustancias
  6. ¿Cuándo no tomar este medicamento?

¿Qué es la atorvastatina?

Se trata de un fármaco perteneciente al grupo de las estatinas, cuyo uso está destinado a la regulación de las grasas en el cuerpo. La atorvastatina se utiliza como tratamiento en aquellos casos donde las dietas bajas en grasas y un estilo de vida saludable no ayudan a mantener en niveles normales el colesterol y los triglicéridos.

Atorvastatina

También se recomienda su administración en casos de pacientes con riesgo de enfermedad cardiovascular, aun cuando el colesterol se encuentre en niveles normales. Además, se debe acompañar con una dieta baja en colesterol. La manera en que este medicamento actúa es inhibiendo la síntesis de este lípido, lo cual permite controlar sus niveles en la sangre. Todo esto permite que sea posible prevenir enfermedades como hipercolesterolemia, anginas de pecho, infartos del miocardio, entre otras.

¿Cómo se administra la atorvastatina?

Las presentaciones de atorvastatina varían entre 10 mg a 80 mg. Por lo general el tratamiento se inicia con 10 mg cada 24 horas y se irá aumentando según se considere necesario. Este cambio se deberá realizar tras haber pasado 4 semanas o más de iniciar el tratamiento. Además, pueden realizarse varios ajustes hasta lograr la dosis necesaria. No se deberá exceder más de 80 mg al día.

Se trata de una dosis única que podrá tomarse a cualquier hora del día, durante las comidas, después de estas o con el estómago vacío. A su vez, se indicará una dieta bajas en grasas y cambios en el estilo de vida. Todo esto en conjunto ayudará a obtener los resultados esperados.

Este fármaco no puede administrarse sin supervisión médica. Por lo que no puede administrarse por cuenta propia. Evite ante todo la automedicación ya que un médico deberá evaluar cada caso y medicar de manera personalizada. Sin embargo, será el paciente quien notificará los cambios para determinar si es necesario realizar un cambio en el tratamiento.

En caso de que se haya olvidado tomar alguna dosis, ésta debe administrarse lo más pronto posible. Si se acerca la próxima dosis, omite esta toma y continúa con el tratamiento normal. No intentes compensar la dosis olvidada.

Efectos adversos que se pueden presentar

Así como cualquier otro medicamento, cuando se toma atorvastatina es posible que el paciente presente algunos efectos secundarios. Ante todo, lo primero que se debe hacer es suspender su administración y comunicarse con el médico acerca de los síntomas que se presentan. 

Los efectos asociados a este fármaco son:

Efectos secundarios frecuentes (afecta 1 de cada 10 pacientes)

  • Náuseas.
  • Mareos.
  • Dolor abdominal
  • Diarrea.
  • Estreñimiento.
  • Indigestión.
  • Gases.
  • Cefalea.
  • Debilidad.
  • Fatiga.
  • Insomnio.
  • Dolor muscular.
  • Entumecimiento de los dedos de manos y pies.
  • Edema de tobillos.
  • Dolor articular.
  • Alergias.
  • Eczema.
  • Sarpullido.
  • Dolor de espalda.
  • Sensibilidad disminuida al dolor o tacto.

Efectos secundarios poco frecuentes (afecta 1 de cada 100 pacientes)

  • Vómitos. 
  • Aumento de peso.
  • Erupción cutánea.
  • Pérdida de apetito.
  • Hemorragia.
  • Hematomas.
  • Calambres en los músculos.
  • Zumbidos en los oídos.
  • Amnesia.
  • Caída del cabello.
  • Urticaria.
  • Pancreatitis.
  • Indisposición.
  • Subidas y bajadas de los niveles de azúcar.

Efectos secundarios raros (afecta 1 de cada 1.000 pacientes)

  • Dolor muscular al tacto.
  • Hepatitis.
  • Ictericia.
  • Rabdomiólisis.

Efectos secundarios muy raros (afecta 1 de cada 10.000 pacientes)

  • Edema angioneurótico.
  • Síndrome Steven-Johnson.
  • Aparición de manchas rojas en la piel.
  • Sentido del gusto alterado.
  • Problemas de visión.
  • Insuficiencia hepática.
  • Problemas de audición.
  • Aumento de las mamas tanto en hombres como mujeres.
  • Daños en los tendones.

También es posible que el paciente presente síntomas asociados al consumo de otras estatinas, como lo son:

  • Amnesia.
  • Trastornos del sueño.
  • Disfunción sexual.
  • Dificultad respiratoria.
  • Tos persistente.
  • Fiebre.
  • Depresión.

Estatinas

Además, al ser un medicamento que puede alterar los niveles de azúcar, se requiere supervisión constante del médico cuando se trate de un paciente diabético. De la misma manera sucederá cuando se trate de una persona con problemas de sobrepeso, niveles altos de lípidos en la sangre y presión arterial alta.

Advertencias y precauciones

Antes de iniciar la administración de atorvastatina, debes notificar al médico que:

  • Tienes más de 70 años.
  • Presentas o has presentado problemas hepáticos.
  • Sufres de hipotroidismo.
  • Presentas problemas de riñones.
  • Tienes niveles de azúcar y grasas elevados.
  • Padeces de dolores musculares sin razón aparente o algún familiar lo ha padecido.
  • Consumes alcohol regularmente.
  • Has presentado reacciones musculares causadas por otras estatinas.
  • Sufres de sobrepeso.
  • Estás embarazada o planeas estarlo.
  • Te encuentras en periodo de lactancia.

Además de esto, es necesario que notifiques si te has administrado ácido fusídico, ya sea vía oral o inyectado, se recomienda que no se use maquinaria pesada, ya que este medicamento puede afectar la capacidad de conducción. Lo mismo se aplica a otro tipo de herramientas donde las habilidades de la persona se vean afectadas por el consumo de este fármaco.

En cualquiera de estos casos, el médico solicitará exámenes de sangre para controlar el funcionamiento de los riñones, hígado y niveles de colesterol.

Reacción de la atorvastatina con otras sustancias

En el momento de ser recetada la atorvastatina, hay comunicar al profesional qué otros medicamentos te encuentras tomando. Al haber interacción entre ambos fármacos, puede verse disminuido el efecto de alguno. También puede aumentar el riesgo de padecer efectos adversos o llegar a ser graves. Esta información permitirá al médico recetar una dosis adecuada de atorvastatina.

Notifica a tu médico si te encuentras tomando:

  • Medicamentos que afectan el funcionamiento del sistema inmune.
  • Fármacos destinados al tratamiento de hepatitis C
  • Antibióticos.
  • Antifúngicos.
  • Medicamentos que regulan los niveles de grasas.
  • Medicamentos para regular el ritmo cardiaco.
  • Benzodiacepinas para tratar ansiedad y afecciones similares.
  • Inhibidores de la proteasa en pacientes con VIH/SIDA.
  • Anticonceptivos orales.
  • Warfarina.
  • Fenitoína.
  • Antiácidos.

Si consumes zumo de pomelo, se recomienda tomar máximo dos vasos pequeños al día, ya que en grandes cantidades puede disminuir los efectos de la atorvastatina.

¿Cuándo no tomar este medicamento?

Existen casos donde no es posible administrar este medicamento, ya que puede incidir gravemente en la salud del paciente. Evita su consumo si:

  • Eres alérgico a la atorvastatina o alguno de los componentes del fármaco.
  • Padecse o has padecido alguna enfermedad hepática.
  • Las analíticas de sangre alguna vez han reflejado alguna anomalía en la función hepática.
  • Te encuentras embarazada o planeas estarlo.
  • Estás en periodo de lactancia.
  • Eres una mujer en edad fértil y no utilizas ningún método anticonceptivo fiable.
  • Sufres de miopatía.
  • Te encuentras tratando hepatitis C con la combinación de los fármacos glecaprevir y pibrentasvir.

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