Alternativas naturales al azúcar refinado

Alternativas naturales al azúcar refinado

El azúcar blanco (¡y el azúcar moreno!), tan consumido habitualmente, no es un alimento. Es un producto sintético elaborado artificialmente y que no aporta a nuestro organismo ningún nutriente, tan solo calorías vacías. Además de ser altamente adictivo, su consumo produce efectos negativos, ya que requiere, para su asimilación, vitamina B2 y calcio de nuestro organismo.

En consecuencia, si optamos por seguir una alimentación saludable, debemos sustituir el azúcar blanco por otro tipo de endulzantes naturales.

Índice
  1. Alternativas naturales al azúcar refinado
    1. Miel
    2. Stevia
    3. Sirope de ágave
    4. ​Panela
    5. Azúcar de coco

Alternativas naturales al azúcar refinado

Miel

Miel: alternativa natural al azúcar

La miel de abejas es un edulcorante natural de sobra conocido. Rica en nutrientes esenciales y minerales, es una excelente sustituta del azúcar, pero también tiene propiedades terapéuticas, pues refuerza nuestro sistema inmunológico y es un excelente antiviral.

Stevia

Stevia: un endulzante alternativo

​La stevia es una planta originaria de Paraguay y caracterizada por sus propiedades endulzantes y terapéuticas. Entre sus principios activos, podemos destacar su aportación de vitaminas A y C y algunos minerales como el hierro, fósforo, calcio, potasio y zinc.

Su principal característica es que, pese a su capacidad de endulzar, no aporta ninguna caloría. Entre sus muchos beneficios, destacan su acción diurética y digestiva y capacidad para reducir la ansiedad y controlar la fatiga.

Se puede consumir infusionando directamente las hojas de la planta que le da nombre, aunque lo más práctico es utilizarla en sus diferentes formatos comercializados (en polvo o líquido). La stevia es perfecta para aquellos hábitos cotidianos que requieran una dosis de dulce, como, por ejemplo, tomar café o té, dado que no aporta calorías, aunque puede utilizarse para cocinar, repostería o cualquier uso habitual del azúcar.

Sirope de ágave

Sirope de ágave

El sirope de ágave es el jugo que se extrae de las hojas de la planta del ágave. Su aspecto es similar, en color y densidad, a la miel.

El sirope de ágave se compone, fundamentalmente, de fructosa y glucosa, por lo que es un potente endulzante. Sin embargo, a diferencia de la stevia, que no supone una aportación de calorías, resulta ser más calórico que el propio azúcar. Sin embargo, se diferencia de este en su origen natural y que, además, el sirope posee un bajo índice glucémico, por lo que evita un drástico aumento de los niveles de glucosa en sangre, tan característico del azúcar común.

El sirope de ágave es un excelente potenciador de los aromas y sabores, por lo que es un gran aliado en nuestra cocina. Cuando se hornea, produce una ligera capa grasa encima de lo cocinado, por lo que es aconsejable diluirlo previamente con los líquidos de nuestra receta (leche, aceite y mantequilla). Requiere un horneado a baja temperatura, puesto que es bastante pegajoso. Por lo demás, el sirope de ágave es un excelente edulcorante para cualquier uso que queramos darle.

​Panela

La panela, un endulzante natural

La panela es la máxima expresión del azúcar integral de caña. Su consumo nos aporta todos los nutrientes esenciales de la caña de azúcar, en su versión más pura, sin procesos de refinamiento.

Entre sus muchos beneficios, se encuentran ser una fuente de energía natural; la aportación de vitaminas de los grupos A, B, C, D y E; minerales como el fósforo, calcio, hierro, magnesio, zinc y cobre; y pequeñas cantidades de proteínas. Es, fundamentalmente, una fuente de carbohidratos como la sacarosa, glucosa y fructosa.

La panela se comercializa en una especie de bloque duro. Para utilizarla, se ralla una pequeña cantidad sobre la bebida o el alimento que vayas a endulzar. También la podemos encontrar ya molida y utilizar como si se tratase de azúcar común. La panela es muy útil para edulcorar infusiones, productos lácteos, batidos, zumos o refrescos.

Azúcar de coco

Azúcar de coco

El azúcar de coco se obtiene del néctar que se extrae de las flores de la palmera cocotera. Esa savia vegetal se cocina de forma que el agua se evapore y se obtenga una sustancia marrón oscura que cristaliza.

El azúcar de coco se diferencia del azúcar blanco en su bajo índice glucémico. Además, el azúcar de coco es una fuente de potasio, magnesio, zinc y hierro; y vitaminas B1, B2, B3, B6 y C. Asimismo, uno de sus principales beneficios es que contiene la mayor parte de ácidos esenciales, siendo la glutamina el que se encuentra en su mayor cantidad. Gracias a ella, nuestro organismo mantiene el equilibrio ácido-alcalino, que evita el impulso de la ingestión de dulce.

El azúcar de coco tiene un sabor excepcional, que combina a la perfección con cualquier postre, batido, lácteo o infusión.

En definitiva, los expertos en nutrición recomiendan sustituir el azúcar blanco por otras alternativas más naturales y nutritivas, como las que acabamos de ver. Si bien es cierto que el azúcar blanco está presente en, prácticamente, todos los alimentos que consumimos ya procesados, una alimentación saludable será aquella en la que consigamos eliminarlo casi por completo de nuestra dieta. Su nula aportación nutricional y sus efectos perjudiciales son unos buenos argumento para despedirnos de él por siempre.

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