Concepto de salud-enfermedad en la Edad Media

Concepto de salud y enfermedad en la edad media

La Edad Media fue una época en la que tanto la iglesia como la superstición influyeron fuertemente en la cultura, lo que a su vez ahogó el desarrollo de diversas áreas, entre ellas la salud. Uno de los campos que permaneció más estancado durante la época medieval fue el de la medicina.

La conceptualización que se tenía en la Edad Media acerca de la salud y la enfermedad, de determinadas teorías y procedimientos que ocurrían en el abordaje del fenómeno mental era la demonología. Estaba todo concentrado en función de la construcción teológica, hasta el Renacimiento.

Índice
  1. La salud en la Edad Media
  2. La enfermedad en la Edad Media
  3. Enfermedades de la Edad Media
  4. El exorcismo: un rito místico medieval

La salud en la Edad Media

La salud en la Edad Media se vio amenazada por la falta de higiene y la falta de conocimientos médicos básicos. La causa subyacente de muchos de los problemas y enfermedades de la Edad Media se debió a la falta de saneamiento, especialmente en las grandes ciudades o ciudades como Londres, donde no había agua corriente y se utilizaban juncos para cubrir los pisos, lo que resultó ser otro terrible peligro para la salud de la Edad Media.

Por lo general,  los médicos solo se podían encontrar en las grandes ciudades, y las personas de bajos recursos o quienes vivían en áreas rurales tenían que viajar largas distancias para poder buscar tratamiento que quizás, ni siquiera sería efectivo. En aquellas áreas sin acceso a los médicos, a menudo había un monasterio o jardinero de hierbas que se encargaba de la atención médica utilizando plantas medicinales.

En la época medieval, las personas podían estudiar en pequeñas comunidades con otros médicos de la época, pero dicha educación era pobre y limitada y, por lo general, inexacta. Para determinar qué le sucedía a un paciente, los médicos se enfocaban principalmente en los fluidos corporales, llamados "humores". Cada uno de los cuatro fluidos corporales (bilis amarilla, bilis negra, sangre y flema) correspondían a los principales elementos del universo, fuego, tierra, aire y agua.

La teoría de los cuatro humores se centró en mantener un equilibrio dentro del cuerpo; se creía que en ciertas épocas del año, un humor u otro tenían una mayor presencia en el cuerpo.

La enfermedad en la Edad Media

Las enfermedades medievales fueron similares a las enfermedades de la Edad Moderna. La salud durante la Edad Media era pobre y las tasas de mortalidad después de las enfermedades eran muy elevadas.

Este fue un período de Cruzadas, batallas por el poder y guerras interminables. Las guerras de sitio y las batallas constantes fueron la norma en la Edad Media. Caballeros y soldados sufrían frecuentemente varios problemas de salud como huesos rotos, heridas, abscesos y fracturas. Estos eran tratados en ambientes insalubres, lo que empeoraba su condición. La única cura para el dolor de muelas era que le sacaran el diente, sin anestesia, lo mismo ocurría con otros malestares. Los cirujanos realizaban amputaciones terribles y los muñones eran cauterizados con brea.

La inmundicia era un hecho de la vida para todas las clases en la Edad Media. Los pueblos y ciudades estaban sucios, las calles con alcantarillas abiertas; no había agua corriente y el conocimiento de la higiene era prácticamente inexistente. El estiércol, la basura y los cadáveres de los animales feran arrojados a los ríos y acequias, envenenando el agua y las áreas vecinas. Las pulgas, las ratas y los ratones florecían en estas condiciones. Este era el entorno perfecto para la propagación de enfermedades infecciosas y las pestes, como la peste negra que mató a más de la mitad de la población de Inglaterra entre 1347 y 1352.

Como no existía conocimiento sobre gérmenes ni de cómo se diseminaban las enfermedades en la Edad Media, la Iglesia explicó que la enfermedad era una "retribución divina" por llevar una vida pecaminosa. Por este motivo, la enfermedad era considerado como algo malo y transgresor. El padecer una enfermedad era sinónimo de culpa y castigo de los dioses por los pecados cometidos.

Las enfermedades comunes en la Edad Media incluían disentería, tuberculosis, artritis, lepra y "enfermedad del sudor" (influenza) . La mortalidad infantil era alta y el parto era sumamente riesgoso tanto para la madre como para el niño.

Enfermedades de la Edad Media

Entre las enfermedades que marcaron la Edad Media podemos destacar: la peste, lepra y tuberculosis.

La peste era una enfermedad causada por un bacilo -una bacteria con forma de barra- negativo, anaerobio, facultativo y patógeno primario, conocido como Yersinia pestis. La misma era producida por las ratas y se transmitía a los humanos a través de picaduras de pulgas infectadas.

Lepra era una enfermedad infecciosa causada por una infección crónica de la bacteria Mycobacterium leprae. La misma podía surgir de condiciones sucias y la falta de higiene y puede ocasionar lesiones en la piel que pueden dañar permanentemente la piel, los nervios, los ojos y las extremidades.

La tuberculosis era una enfermedad infecciosa que generalmente afectaba los pulmones. La evidencia de tuberculosis de los ganglios linfáticos cervicales o los ganglios linfáticos del cuello encontrada en la Edad Media fue denominada escrófula, y se lo calificó como el "mal del rey" pues se creía ampliamente que los reyes de Inglaterra y Francia podían curar la escrófula simplemente tocando a los afectados. Hoy en día se siguen encontrando casos de tuberculosis y es la segunda causa de muerte a nivel mundial.

El exorcismo: un rito místico medieval

El exorcismo: un rito místico medieval

El exorcismo por ejemplo está vinculado a la demonología, a la posesión  demoníaca, es decir, espíritus que poseían al sujeto. En determinadas situaciones se llegó a manifestar el procedimiento, el fenómeno de posesión a través del sonambulismo o de situaciones de conciencia alterada. El sujeto va a ser consciente de que está poseído y en estados de sonambulismo se expresaba este espíritu, el cual tenía determinada autonomía.

Para sacar los espíritus se utilizaban metodologías como por ejemplo la sangría, los goles, que el sujeto sintiera lo repugnante para que así el espíritu saliera, ruidos, depositación en otros sujetos o en animales, el conjuro, el exorcismo o a través de oraciones e invocaciones.

Este fenómeno fue el que tuvo  lugar preponderante durante toda la Edad Media,  pero la pregunta significativa es: ¿en qué momento esta concepción teológica imperante va a sufrir una transformación?, ¿En qué momento pasa a haber otra explicación, otra teoría acerca del fenómeno de la enfermedad mental?

Contestando la pregunta, la construcción teológica comienza a perder vigencia en la Ilustración , en donde florece una concepción totalmente positivista de la ciencia: cuyo lema era que todo lo que no se puede agarrar con una pinza o medir con una regla es mera fantasía; una concepción de experimentación, basada en la razón, en lo empírico.

 

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