Tonsilolitos: que són, síntomas y cómo tratarlos

Tonsilolitos

Los tonsolitos pueden provocar una variedad de síntomas que se pueden confundir con otras afecciones como la amigdalitis. En la mayoría de los casos, generan molestias y dolor al tragar, dificultando el consumo de alimentos y bebidas. Sin embargo, se trata de algo benigno, por lo que no genera ningún problema de salud grave.

Aún así, puede llegar a afectar de manera psicológica a la persona. Y es que uno de los síntomas más comunes que producen estos cálculos es la presencia de halitosis o mal aliento. Si piensas que puedes tener piedras en las amígdalas, aquí te explicaremos cómo se producen y qué hacer para tratarlos.

Índice
  1. ¿Qué son los tonsilolitos?
  2. Causas de los tonsilolitos
    1. Higiene bucodental deficiente
    2. Enfermedades periodontales
    3. Presencia de bacterias en la boca
    4. Tabaquismo y consumo de alcohol
    5. Sequedad bucal
    6. Infecciones
    7. Disminución de los glóbulos blancos
  3. Síntomas
  4. Diagnóstico
  5. Tratamiento
  6. Prevención

¿Qué son los tonsilolitos?

Los tonsilolitos, también conocidos como cálculos amigdalinos, son acumulaciones de material calcificado en las criptas de las amígdalas. Estas son unas pequeñas grietas donde se acumulan microorganismos, restos de comidas, y mucosidad. En algunos casos, cuando todas estas partículas se alojan en estos espacios, se endurecen formando los cálculos.

Tonsilolitos

En general suele ser producto de una acumulación elevada de microorganismos en la boca. Tienen forma similar a una piedra, duras y de color blanquecino o amarillento. Su tamaño es variado, pudiendo encontrar desde trozos muy pequeños hasta cálculos grandes.

Algo muy particular en las personas que padecen tonsilolitos es que suelen tener halitosis, que no es mas que mal aliento o con olor desagradable. Además, esta afección suele producir dolor, molestias al tragar y una sensación de tener algo atascado en la garganta. Debido a que posee síntomas similares a una amigdalitis es posible que se confundan ambos problemas.

Las amígdalas son ganglios linfáticos ubicados a cada lado en la zona posterior de la boca encargadas de ayudar a combatir al cuerpo patógenos que ingresan al organismo. Es posible que cumpliendo su función de defensa se infecten provocando la inflamación del tejido. Como consecuencia se observarán molestias similares a la de los tonsilolitos.

Para diferenciar ambas afecciones hay que aclarar que los cálculos no producen infección, fiebre o dolor de cabeza. Además, las amígdalas no se notan rojas por inflamación. Su agrandamiento es exclusivamente ocasionado por la acumulación de estas deposiciones. Son palpables y se sienten como si se tratara de comida acumulada en la garganta.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que aquellas personas que han padecido de amigdalitis en varias ocasiones son más propensos a que aparezcan tonsilolitos. Sin embargo, no suele ser algo muy frecuente, se calcula que el 10% de los adultos lo han padecido alguna vez.

Causas de los tonsilolitos

Aunque no es común ver personas que sufran de tonsilolitos, existen factores que pueden aumentar la probabilidad de que aparezca esta acumulación de deposiciones en las amígdalas.

Entre las causas más comunes que favorecer su aparición destacan:

Higiene bucodental deficiente

Se considera la causa principal de aparición de cálculos en las amígdalas. Al no realizar una correcta higiene oral, aumenta la acumulación de restos de comida y microorganismo en la zona. Esto a su vez incrementa la cantidad de bacterias que se alojan en la boca. Poco a poco se van endureciendo y calcificando lo que da lugar a la formación de las piedras.

Enfermedades periodontales

Este factor se relaciona estrechamente con la causa anterior. La mayoría de las enfermedades periodontales surgen porque no existe una higiene adecuada de la boca y los dientes. Al existir una afección en la cavidad oral, aumenta la proliferación de bacterias, que si bien suelen acumularse en las encías, pueden trasladarse a la zona de las amígdalas y formar cálculos. Además, en estos casos los tonsilolitos tienden a tener un tamaño grande por la gran cantidad de microorganismos que se acumulan en la boca.

Causas de tonsilolitos

Presencia de bacterias en la boca

Aunque se considera normal que existan bacterias alojadas en la cavidad oral, si se dejan proliferar sin medida puede aumentar el riesgo de padecer cálculos amigdalinos. Además, es posible que esto genere enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis.

Tabaquismo y consumo de alcohol

Estos dos hábitos favorecen un entorno para la proliferación de un mayor número de bacterias en la boca. Además, en el caso del tabaquismo, su consumo excesivo es un factor de riesgo para desarrollar cáncer oral debido a todas las sustancias tóxicas que se consumen al fumar.

Sequedad bucal

Algunas personas padecen de xerostomía, una afección que influye en la producción adecuada de saliva, siendo en menor cantidad. Al mantenerse la boca seca es más fácil que se endurezcan las partículas dando a lugar los cálculos en las amígdalas.

Infecciones

Las amígdalas cumplen una función inmunitaria permitiendo defender al cuerpo de ciertos patógenos, sobre todo aquellos que ingresan por la boca. Cuando se produce amigdalitis, al ser una infección puede ocurrir que se formen tonsilolitos, ya que se acumulan restos en la zona, sobre todo células muertas. Sin embargo, el hecho de padecer esta afección no es indicativo de que aparezcan.

Disminución de los glóbulos blancos

Aunque no es algo común, se han registrado casos de personas que presentaron cálculos amigdalinos con un conteo bajo de leucocitos. Por lo que si tu conteo de glóbulos blancos es bajo, aumentan las probabilidades de su aparición.

Síntomas

Los síntomas que se presentan cuando aparecen tonsilolitos son muy variados y pueden llegar a confundirse con la amigdalitis. Aún así, puede ocurrir que exista una infección cuando se tienen piedras en las amígdalas, aunque la causa no sean estas.

Es necesario poner atención a los siguientes signos:

  • Halitosis: debido a que estas deposiciones sólidas se producen por la acumulación de bacterias, restos de comida y mucosidad, es normal que produzcan un mal olor en el aliento.
  • Dificultad para tragar: cuando se trata, los alimentos entran en contacto con las amígdalas antes de pasar a través de la garganta hacia el estómago. Si hay tonsilolitos entonces puede producir dolor y malestar al momento de tragar alimentos y bebidas.
  • Presencia de piedras en las amígdalas: puede considerarse uno de los síntomas más comunes. Pueden confundirse con manchas blancas pero son palpables. La producción de calcificaciones en esta zona es el signo que logra distinguir este problema.
  • Dolor de oídos y de garganta: la inflamación de los tejidos puede generar malestar en estas dos estructuras del cuerpo. Si se acompaña de fiebre hay que buscar la causa de la infección.
  • Inflamación de las amígdalas: cuando se produce la acumulación de calcificaciones en las amígdalas, estas se inflaman aumentando su tamaño lo que causa algunos de los síntomas anteriormente descritos.

Diagnóstico

Tras identificar algunos de los síntomas asociados a la aparición de tonsilolitos, es necesario acudir a un médico o especialista en la cavidad oral para que determine el diagnóstico. Por lo general se iniciará con una exploración física de las amígdalas para observar la existencia de cálculos en la zona.

Diagnóstico de tonsilolitos

En primera instancia, se observa si se presentan manchas blancas. En caso de no ser así, se palpan las amígdalas para identificar la presencia de masas duras en el tejido. Esto suele hacerse si se nota que existe un agrandamiento y es necesario descartar que las piedras sean la causa.

A su vez, se solicitarán pruebas complementarias para descartar alguna otra afección. En este sentido, el profesional sanitario necesitará que el paciente se realice una radiografía o tomografía computarizada para observar si existen otro tipos de lesiones.

Tratamiento

En primera instancia, el tratamiento aplicado dependerá de cada caso en particular. No existe una forma única de tratarlo, por lo que, en muchos casos, se busca cuál es la causa que los originó para evitar que vuelvan a producirse los cálculos. Además, se tiene en cuenta los síntomas que se presenten y la gravedad de cada cuadro clínico.

Suelen eliminarse solos y aplicando las recomendaciones del médico. Se recetarán antibióticos si lo que causa su aparición es una infección como lo es la amigdalitis.

Las gárgaras también son grandes aliados. Se deberá llenar la boca con líquido, puede ser agua con sal o enjuague bucal. Se lleva la solución al fondo de la boca y se procede a realizar la gárgara. Escupe y vuelve a repetir. Al finalizar, enjuaga con agua. Se recomienda realizar de dos a tres veces al día. Esto es solo para reducir las molestias provocadas por los cálculos. Otra de las soluciones a este problema es toser. Este movimiento provoca la expulsión de las piedras de las amígdalas.

En caso de que su eliminación sea más difícil, un médico puede ayudar a extirparlas. Por lo general se realizará un raspado si su tamaño es mediano o pequeño. Cuando se trata de tamaños más grandes, se procede a realizar una extirpación quirúrgica.

En caso de que sigan apareciendo de manera recurrente, se procederá a extirpar las amígdalas. Esta es la última opción a tener en cuenta, siempre y cuando no exista otra alternativa.

Prevención

Una de las maneras más efectivas para evitar la aparición de tonsilolitos es realizar una correcta higiene bucodental. Esto ayudará a que se eliminen las bacterias y restos de comida que puedan facilitar su formación. No solo hablamos de utilizar el cepillo de dientes. El cepillado debe ser acompañado del uso del hilo dental, además de poder utilizar irrigadores dentales o cepillos interproximales.

Tampoco hay que olvidarse de realizar una limpieza de la lengua ya que en esta zona también se acumulan muchas bacterias. Además, puede lograrse una mejor prevención si se realiza una limpieza dental cada 8 a 10 meses.

Por último, se recomienda llevar una dieta saludable y equilibrada donde se reduzca el consumo de azúcares y alimentos procesados. Sobre todo haciendo referencia a la comida basura.

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