Esclerodermia

Esclerodermia

Al hablar de enfermedades misteriosas, poco comunes y extrañas, no podemos omitir mencionar la esclerodermia. Esta patología que puede aparecer en distintas etapas de la vida, puede causar daños irreversibles en nuestro organismo. a lo largo de este artículo, te hablaremos sobre qué es la esclerodermia, así como cuáles son sus síntomas, tratamientos, factores de riesgo y causas.

Índice
  1. ¿Qué es la esclerodermia?
  2. Tipos de esclerodermia
    1. Esclerodermia localizada
    2. Esclerodermia sistémica
    3. Esclerodermia donde se presenta el fenómeno Raynaud
  3. Causas de esclerodermia
    1. Evolución de la enfermedad
  4. Síntomas de la esclerodermia
  5. ¿Cómo puede diagnosticarse la esclerodermia?
    1. Tratamientos para la esclerodermia
  6. Recomendaciones a tener en cuenta en caso de sufrir esclerodermia
    1. Aumenta los cuidados de tu piel
    2. Intenta mantener tus articulaciones y músculos en movimiento
    3. Evita al máximo los productos nocivos para tu salud
    4. No consumas alimentos que irriten tu estómago
    5. Evitar exponerte a temperaturas bajas
    6. Intenta llevar un estilo de vida tranquilo y sin estrés
    7. Consume agua de manera regular
    8. Asiste a grupos de apoyo
  7. No olvides realizarte chequeos médicos de manera frecuente

¿Qué es la esclerodermia?

Como puede intuirse por su nombre, la esclerodermia es una enfermedad que afecta principalmente a la piel. Sin embargo, ésta también puede afectar algunos otros órganos del cuerpo, así como a los vasos sanguíneos. Esta enfermedad, en la actualidad es considerada como una de las más raras que existen, siendo poco común.

Además, la patología guarda una pequeña similitud con el proceso de regeneración de la piel. Ya que, la misma se caracteriza por acumular tejido de manera excesiva. Dicho tejido con el transcurrir del tiempo se endurece, formando capas gruesas. Estas capas, son las causantes de una gran cantidad de afecciones y molestias para los que padecen esta patología.

Cabe destacar, que esto sucede tanto de manera interna así como externa, causando daños irreparables en las células. Lo peor de todo, es que esta enfermedad es autoinmune, siendo considerada como una enfermedad reumática.

Lo curioso de la esclerodermia, es que puede aparecer en cualquier momento de la vida. Aunque el factor de riesgo incrementa entre las edades comprendidas de los 30 a los 50 años. Además, los casos de esta patología suelen presentarse más en las mujeres que en los hombres. Sin embargo, el factor de riesgo sigue siendo igual de elevado para ambos sexos.

Tipos de esclerodermia

Esclerodermia o fenómeno Raynaud

Existen principalmente tres tipos de esclerodermia, donde cada una de estas, afecta distintas partes del cuerpo. A continuación, te hablaremos un poco sobre ellas para que así puedas diferenciarlas.

Esclerodermia localizada

También llamada ‘Esclerodermia Morfea’, ésta puede considerarse entre los tipos de esclerodermia que existen como la menos grave. La esclerodermia localizada, en la mayoría de los casos afecta tan solo el área cutánea. Cabe destacar, que la misma suele afectar mayormente la zona del pecho, así como las extremidades.

Sin embargo, no se descarta la posibilidad de que la misma se propague a otras zonas del cuerpo, tales como:

  • Los huesos.
  • Las articulaciones.
  • Los músculos.
  • Las manos.
  • La cara.

Esclerodermia sistémica

La esclerodermia sistémica puede considerarse como una evolución crónica de la enfermedad. Afectando en este caso, tanto la piel, así como algunos órganos internos del cuerpo, tales como los pulmones, los vasos sanguíneos, y los riñones. Además, la misma se subdivide en dos categorías que definen qué tan grave puede llegar a ser. Siendo éstas, las siguientes:

  • Esclerodermia sistémica difusa.
  • Esclerodermia sistémica limitada.

En el primer caso, la patología puede ser bastante crónica afectando en mayor proporción, a diferencia de los individuos que padecen esclerodermia sistémica limitada.

Esclerodermia donde se presenta el fenómeno Raynaud

También es conocida como Esclerosis sistémica sin esclerodermia, y a diferencia de las anteriores, ésta sólo produce daños internos. Esto hace, que no exista síntomas o afecciones presentes en el área cutánea.

Causas de esclerodermia

Como sucede con una gran cantidad de enfermedades autoinmunes, se especula que la esclerodermia aparece por un ‘error’ de nuestro organismo. Nos referimos a un error, ya que el organismo se ataca a sí mismo detectando una falsa amenaza. Esto origina como resultado en lugar de un beneficio, efectos perjudiciales para la salud y el cuerpo.

Sin embargo, hasta el momento se desconoce la causa exacta de la esclerodermia. Aunque, se sospecha sobre lo que pueden ser ‘factores de riesgo’. Encontrándose entre algunos de ellos los siguientes:

  • La exposición al polvo de sílice.
  • La exposición al policloruro de vinilo.
  • Factores relacionados con la genética.
  • Factores relacionados con el ambiente.

No debe descartarse el hecho de que la esclerodermia también puede aparecer junto a otras patologías autoinmunes. Cuando esto sucede, suele considerarse como síndrome de superposición. Encontrándose entre algunas de las patologías autoinmunes que pueden aparecer en conjunto a la esclerodermia, las siguientes:

  • Poliomielitis
  • Enfermedades derivadas del Lupus

Evolución de la enfermedad

En la mayoría de casos, la esclerodermia suele empeorar con el transcurrir del tiempo, avanzando como cualquier otra enfermedad generativa. Esta enfermedad al ir empeorando con el tiempo, puede desencadenar afecciones, tales como:

  • Insuficiencia renal y cardíaca.
  • Cicatrización en algunos órganos internos.
  • Diferentes tipos de cáncer.
  • Dificultades para nutrirse correctamente con la alimentación.

Cabe destacar, que los individuos que presentan esclerodermia localizada, tienen un mejor pronóstico que aquellos afectados por el fenómeno Raynaud. No olvidemos que cada caso de esclerodermia es particular. Pudiendo esta enfermedad empeorar de manera distinta en cada paciente.

Síntomas de la esclerodermia

Las principales señales de alerta con esta enfermedad, suelen verse con la acumulación de tejido o colágeno en la zona cutánea. Sin embargo, también existen otro tipo de señales, siendo algunos de los síntomas más comunes de esclerodermia, los siguientes:

  • Cambio de color en los dedos de las manos o de los pies (por lo general suele presentarse una coloración blanquecina o azul).
  • Cambios anormales en el color de la piel.
  • Endurecimiento de la zona afectada.
  • Dificultad para realizar movimientos en la zona afectada.
  • Dolor e inflamación de las articulaciones.
  • Diarrea o estreñimiento.
  • Arritmia cardíaca.
  • Sensación de agotamiento constante.
  • Disminución anormal de peso.

Como se mencionó anteriormente, existe una variación de esta patología en donde no se presentan síntomas en la piel, causando directamente el daño internamente. A esta variación de la patología se le conoce como Esclerodermia con fenómeno Raynaud. Siendo ésta, más difícil de detectar a simple vista, al no presentar una sintomatología externa.

¿Cómo puede diagnosticarse la esclerodermia?

Diagnóstico de la Esclerodermia

Al ser una enfermedad poco frecuente que puede afectar a cualquier parte del cuerpo, resulta difícil su diagnóstico. Sin embargo, la misma puede detectarse a través de estudios médicos dependiendo del tipo de esclerodermia que se presente. Algunas de las pruebas que se realizan para diagnosticar la esclerodermia, son las siguientes:

  • Exámenes de sangre y de orina.
  • Radiografía en la zona del tórax.
  • Biopsias del área cutánea en donde se presente la enfermedad.
  • Ecocardiografía y electrocardiograma.

Por lo general, suelen llevarse a cabo pruebas a través de una capilaroscopia para detectarla. Sin embargo, en casos en donde se ven afectados los órganos internos, pueden hacerse exploraciones a través de endoscopias para confirmar la presencia de esta patología.

Para esto, es recomendable visitar a un reumatólogo capacitado que pueda evaluar de manera precisa el caso de esclerodermia.

Tratamientos para la esclerodermia

Como se mencionó antes, nos encontramos ante una enfermedad autoinmune que hasta el momento resulta incurable. Aunque un diagnóstico en etapas temprana podría ayudar de manera considerable a sobrellevar esta patología con menor dificultad.

Entre algunos de los tratamientos que existen para tratar la esclerodermia en la actualidad, se encuentran principalmente los siguientes:

  • Tratamientos a base de medicamentos capaces de inhibir los efectos del sistema inmunitario.
  • Tratamientos llevados a cabo con células madres.
  • Terapias para evitar el engrosamiento de la piel.

Cabe destacar, que el tratamiento puede variar considerablemente dependiendo del área que resulte afectada por esta enfermedad. Sin embargo, los procesos llevados a cabo para tratar esta patología suelen enfocarse en el empleo de los siguientes medicamentos:

Medicamentos que sirvan como inmunosupresores

Este tipo de fármacos pueden inhibir algunas funciones del sistema inmunitario, reduciendo de manera considerable su actividad. Recordemos que la esclerodermia al ser una enfermedad autoinmune, hace que el organismo se ataque a sí mismo. Al verse disminuida la actividad del sistema inmunitario, se retrasa el desarrollo y degeneración producidos por esta patología.

Medicamentos que funcionen como vasodilatadores

Estos medicamentos suelen utilizarse principalmente en los casos en donde se produce la esclerodermia con fenómeno de Raynaud. Los fármacos empleados como vasodilatadores permiten que exista una mejor circulación en el sistema sanguíneo. Esto hace, que puedan disminuir en gran porcentaje las contracciones musculares producidas por la enfermedad.

Medicamentos Anti Fibróticos

Los fármacos empleados con esta función, son unos de los más importantes para tratar los casos de esclerodermia. Estos, evitan que se produzca el colágeno en exceso. Siendo ésta, la causa principal de distintas afecciones producidas por esta enfermedad.

No olvidemos que al producirse en exceso el colágeno, se forman capas en la piel que van limitando la movilidad de las articulaciones.

Recomendaciones a tener en cuenta en caso de sufrir esclerodermia

Debe tenerse en cuenta, que ante sospechar del padecimiento de esta enfermedad, resulta de vital importancia acudir con un profesional de la salud. Solo un médico debidamente capacitado, puede evaluar tu caso de manera específica e indicarte el tratamiento a seguir para tratar esta enfermedad.

También existen algunas recomendaciones adicionales que pueden tenerse en cuenta para mejorar la calidad de vida ante el padecimiento de esta patología. Siendo alguna de estas, las siguientes:

Aumenta los cuidados de tu piel

Al ser la esclerodermia una enfermedad que afecta principalmente el área cutánea, resulta importante dedicar especial atención a ésta. Intenta mantener tu piel hidratada regularmente, y evita la exposición solar durante periodos de tiempo prolongados.

cuidado de la piel ante la Esclerodermia

Intenta mantener tus articulaciones y músculos en movimiento

Ante la presencia de enfermedades reumáticas, es importante intentar no perder la movilidad de los músculos y las articulaciones. Para esto, se recomienda practicar de manera moderada algunos ejercicios en donde puedas estirar tus músculos.

Se recomienda acudir con un médico o reumatólogo que pueda indicarte los tipos de ejercicios que puedes llevar a cabo para combatir los efectos de esta enfermedad.

Evita al máximo los productos nocivos para tu salud

Es vital que quienes padezcan esta enfermedad cuiden al máximo su salud, en especial la bucal. Se recomienda evitar el consumo tanto de bebidas alcohólicas, así como el cigarrillo y tabaco. Ya que, estas pueden afectar tanto la salud de nuestra boca, así como nuestro organismo.

No consumas alimentos que irriten tu estómago

Se recomienda llevar a cabo una dieta balanceada en donde se consuman alimentos que contengan fibra. Descarta completamente las comidas que puedan irritar tu estómago, tales como:

  • El café.
  • Alimentos con altas cantidades de grasas.
  • Bebidas gaseosas.
  • El Chocolate.

Evitar exponerte a temperaturas bajas

Como es bien sabido, quienes padecen esta enfermedad suelen experimentar dolores e hinchazón en las extremidades, especialmente en los dedos. Las temperaturas bajas, pueden contribuir a que se acentúan los dolores o hinchazón causados por esta patología. Intenta mantener una temperatura adecuada en tu hogar. Si sales, procura abrigarte lo suficiente.

Intenta llevar un estilo de vida tranquilo y sin estrés

Los niveles elevados de estrés así como el desequilibrio emocional, tan solo contribuyen a empeorar los síntomas de esta enfermedad. Intenta llevar un estilo de vida en donde tu tranquilidad no suela verse afectada. Puedes practicar ejercicios de meditación para esto. También, es recomendable que procures hablar sobre el tema con tus seres queridos.

Consume agua de manera regular

Beber agua para la Esclerodermia

Tal como se mencionó antes, ante la presencia de esta enfermedad, resulta bastante importante mantenerse hidratado. El consumo regular de agua, es bastante importante para nuestro cuerpo. Encontrándose entre algunos de sus beneficios principales, para tratar esta enfermedad, los siguientes:

  • Hidrata nuestro cuerpo.
  • Purifica el organismo.
  • Disminuye el riesgo de complicaciones gástricas e intestinales que pueden producir esta enfermedad.
  • Facilita la ingestión de alimentos.

Asiste a grupos de apoyo

Como se ha mencionado antes, es importante hablar sobre este tema con las personas que te rodean. Existen grupos de apoyo, en donde acuden personas que padecen esta patología buscando conocer otros casos y exponer sus experiencias. Esta es una buena alternativa para que no te sientas solo contra la enfermedad y te motives a luchar contra la misma.

No olvides realizarte chequeos médicos de manera frecuente

Como se ha visto, la esclerodermia es una enfermedad poco común, y a pesar de que existen distintos factores de riesgo que pueden ocasionarla, actualmente se desconocen con exactitud sus causas. El pronóstico de esta patología puede ser bastante difuso, por lo que se recomienda acudir periódicamente al médico y realizarse los respectivos chequeos de rutina.

De esta manera, mantendrás un control regular sobre tu salud. Y en caso de sospechar sobre la aparición de algún tipo de esclerodermia, podrás empezar a realizar un tratamiento de manera temprana que te permita sobrellevar esta enfermedad de la manera más adecuada.

También te podría interesar...