Copa menstrual

Copa menstrual

La copa menstrual ocupa ya un lugar destacado entre las opciones de las mujeres para hacer frente a las consecuencias de la menstruación. También conocida como fleurcup, por la marca francesa que fabrica uno de los modelos más populares, este producto se puede comprar online o en supermercados y farmacias sin necesidad de receta.

Quienes las han usado, dicen que consiguen que nos olvidemos de los inconvenientes de la regla, que son cómodas, salen baratas y también son beneficiosas, en términos de conservación del medio ambiente, porque no generan tanta basura como el uso de tampones.

De hecho, una copa puede usarse durante un periodo de unos dos años, mientras que otros productos femeninos para la menstruación deben reponerse mucho más a menudo.

Estos artículos existen en el mercado desde hace más de 20 años, pero ha sido más recientemente cuando han comenzado a hacerse un hueco en las estanterías de los establecimientos. Desde entonces, se han producido varios modelos, fabricados a partir de diferentes sustancias, que van desde el caucho hasta la silicona.

En general, la publicidad que se hace de ellas es muy escasa y la mayoría de las mujeres que las usan, las conocen a través de Internet o por el boca a boca.

Índice
  1. Ventajas de la copa menstrual
  2. Inconvenientes
  3. ¿Cómo se usa la copa menstrual?
    1. ¿Qué notamos una vez la hemos insertado?
    2. ¿Cómo sabemos que se ha insertado correctamente?
  4. ¿Cómo la sacamos?
  5. ¿Cada cuánto tiempo debemos limpiarla?
    1. ¿Qué hacer en caso de atasco?
    2. ¿Puede alguna vez caerse por sí misma?
    3. ¿Debemos cambiarla cada vez que vamos al baño, como un tampón?
  6. ¿Cómo saber el tamaño correcto?
  7. Conclusión

Ventajas de la copa menstrual

A modo de resumen, indicamos las principales ventajas de este producto íntimo de la mujer:

  • Es ecológica y económica. Hay marcas reutilizables que cuestan entre 20 y 40 euros. Pueden durar hasta diez años, aunque normalmente se cambian cada dos. Eso significa menos desperdicio en los vertederos y menos dinero gastado.
  • Duración prolongada. Podemos dejarla puesta durante 12 horas. Los tampones deben cambiarse cada 4 u 8 horas, dependiendo del flujo. Pero las copas pueden permanecer más tiempo, por lo que son buenas para la protección durante la noche. Y una vez que nos familiarizamos con la forma de inserción, no es necesario usar una almohadilla de respaldo o forro.
  • Mayor capacidad. Pueden contener 28,5 mililitros de flujo, aproximadamente el doble de la cantidad de un tampón o compresa súper absorbente. La diferencia puede ser una mayor comodidad en los días de más regla.
  • Podemos practicar sexo sin problemas. Aunque la mayoría de las de silicona y de goma se deben quitar antes del acto sexual, las suaves y desechables están diseñadas para no ser incompatibles con él. Parecen un diafragma, tienen forma de cúpula (no como la campana habitual). Nuestra pareja no puede sentirlas y no hay nada de qué preocuparse, aunque pese a todo, muchas parejas prefieren quitarlas cuando van a tener relaciones sexuales.
  • Menos olor. La sangre menstrual puede comenzar a oler cuando está expuesta al aire, pero la copa forma un sello hermético.
  • Seguridad. Según algunos expertos, es más segura que un tampón, porque tiene un menor riesgo de infección bacteriana. Y en comparación con una compresa, no hay posibilidad de rozaduras o sarpullido.
  • Más conocimiento del propio cuerpo. Las mujeres tendemos a desconocer muchas cosas sobre nuestros genitales. Lo cierto es que la vagina está en el interior de nuestros cuerpos y es normal que, en parte, sea un poco desconocida para nosotras. Por eso, usar una de estas soluciones es una buena experiencia, no solo por una cuestión práctica y de comodidad, sino también porque nos hace mucho más conscientes de nuestro propio organismo.

Cada mujer es diferente y algunas pueden necesitar copas más blandas para aliviar los calambres, o una más dura si tienen músculos pélvicos fuertes. Podemos solucionar esto probando varias marcas y modelos diferentes.

Inconvenientes

Vaciar la copa puede ser molesto. Si estamos en un baño público, por ejemplo, puede resultar dificultoso, para después levantarse los pantalones, lavarla en el fregadero y luego volver a meternos en el baño para insertarla.

También debemos hacer un cierto seguimiento de dónde la tenemos cuando no la estamos usando. Si estamos acostumbradas a tener siempre tampones y toallas en el bolso, en el armario del baño, en el coche, en la bolsa de deporte y en cualquier otro lugar, puede ser un poco angustioso saber que solo tenemos una copa y es mejor que sepamos dónde está. Por supuesto, podemos guardar también algunas compresas y tampones por si acaso.

¿Cómo se usa la copa menstrual?

Cómo se usa la copa menstrual

Lo primero que debemos hacer es lavarnos las manos para asegurarnos de que las bacterias no entran en contacto con nuestro organismo.

La copa está hecha de una silicona flexible, por lo que deberíamos poder doblarla para colocarla. El más común es el pliegue en C, donde la doblamos por la mitad, o la perforación, donde la doblamos en su base para insertarla.

Luego, la insertamos suavemente hasta que sintamos que se abre. La copa crea un sello contra las paredes de la vagina, para que no se filtre la sangre y vaya directamente al vaso.

¿Qué notamos una vez la hemos insertado?

No deberíamos notar nada. La copa debe permanecer completamente dentro de la vagina, pero si el cuello uterino está bajo y el tallo de la copa es un problema, podemos cortarlo para ajustarlo a la medida más cómoda.

¿Cómo sabemos que se ha insertado correctamente?

La copa menstrual se coloca ligeramente más baja que un tampón, justo debajo del cuello uterino para atrapar la sangre.

El cuello uterino, a veces, se puede mover o hinchar durante el ciclo, por lo que la copa debe ajustarse en consecuencia. Una vez que está colocada, generalmente podemos escucharla al abrirse.

Si no escuchamos el sonido de cuando se abre, podemos usar los dedos para sentir sus paredes y asegurarnos de que hayan entrado en contacto con las de nuestra vagina. En el caso de que no lo hayan hecho, podemos girarla, ajustarla o simplemente sacarla y volver a insertarla.

¿Cómo la sacamos?

Una vez que el vaso se haya llenado, tomamos el tallo para tirar de él hacia abajo, pero no tiramos completamente por el tallo, para evitar posible suciedad, daños o molestias. Una vez que sintamos la base, debemos usar dos dedos para pellizcar suavemente las paredes de la copa, permitiendo que entre aire y elimine la succión.

La sacamos, vaciamos la sangre y la enjuagamos en el fregadero, la limpiamos con un pañuelo y ya podemos plegarla nuevamente para volver a insertarla.

¿Cada cuánto tiempo debemos limpiarla?

En estos casos, más higiene significa más seguridad. No obstante, si en el momento de sacarla nos encontramos fuera de casa, basta con lavarnos bien las manos antes de vaciarla y volver a insertarla. No obstante, es recomendable llevar toallitas a mano o limpiarla con un pañuelo de papel.

Pero si no se dispone de estos productos, se puede volver a insertar directamente, porque en realidad la copa solo ha estado en contacto con las manos limpias, por lo que no hay bacterias en ella.

Cuando hayamos terminado el ciclo, debemos limpiarla y enjuagarla por completo para desinfectarla. Podemos ponerla en agua hirviendo y dejar reposar durante unos minutos.

¿Qué hacer en caso de atasco?

Cuando no hay forma de sacarla, lo mejor es tratar de que no cunda el pánico. Si dejamos que eso ocurra, nuestros nervios y músculos se tensan, nos contraemos y esto puede incluso empeorar la situación. Así que debemos respirar profundamente y tratar de relajarnos.

A continuación, debemos tirar del tallo hacia abajo. Podemos intentar usar los músculos del estómago o los del suelo pélvico para ayudar en el proceso.

¿Puede alguna vez caerse por sí misma?

Afortunadamente, no. No debemos temer que eso ocurra, ni siquiera cuando hacemos algún tipo de ejercicio físico. Este aparato se ajusta dentro del cuerpo con fuerza y gracias a la succión que ejerce sobre las paredes de la vagina, no es posible que se caiga. Incluso si usamos el baño, permanece fijo.

¿Debemos cambiarla cada vez que vamos al baño, como un tampón?

No necesariamente. Aun así, se recomienda hacerlo cuando todavía estamos empezando a usarla. Pero en realidad, se aloja completamente dentro de la vagina y no entra en contacto con ninguna de las demás funciones corporales.

¿Cómo saber el tamaño correcto?

Qué es una copa menstrual

La mayoría de las marcas ofrecen dos tamaños, recomendando el más grande para las mujeres que son mayores o que han tenido uno o más bebés. Pero todas tienen una forma diferente, por lo que estas pautas no siempre nos llevan al tamaño correcto.

No hay una forma garantizada de saber cuál escoger, ni ninguna dimensión que podamos medir para estar seguras. Pero si hemos probado una y nos sienta demasiado larga, ancha o estrecha, podemos usar eso como referencia para comparar.

En algunas marcas, los diferentes tamaños están hechos con diferentes materiales. La cuestión es probar y encontrar una que se adapte a nuestra vagina, de tal forma que nos olvidemos de ella cuando la llevemos y podamos hacer una vida lo más ajena posible a los problemas y complicaciones de nuestro periodo menstrual.

Conclusión

En el transcurso de su vida, la mujer promedio produce 28,3 kilogramos de desechos debido a su menstruación, como compresas o tampones. Con una copa menstrual o fleurcup, sin embargo, no llena la basura con cientos de productos desechables y contaminantes. La solución de las copas no es solo más beneficiosa para el medioambiente, sino que al poder usarse durante varios años el mismo producto, solo hay que hacer un gasto puntual en ese periodo, lo que supone un importante ahorro.

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