Cómo afecta el estrés a la salud

Cómo afecta el estrés a la salud

Tal y como apuntan los expertos, el estrés es una de las principales enfermedades del Siglo XXI, tanto entre los adultos como entre los niños. Según datos aportados por la Organización Mundial de la Salud, el estrés supone el 12% del total de dolencias a nivel global.

No hay que olvidar que el estrés continuado puede tener efectos tanto físicos como mentales a corto y largo plazo. Acerca de las causas que generan la situación de estrés en un número cada vez mayor de personas, se encuentran en la gran mayoría de ocasiones una vida tanto personal como laboral sumamente ajetreada.

Según el 'VII Estudio CinfaSalud. Percepción y hábitos de la población española en torno al estrés', avalado por la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), los factores que más estrés generan en los españoles son los siguientes: problemas familiares, exceso de actividades y falta de tiempo, problemas económicos, cansancio, conflictos laborales y salud.

Índice
  1. Tipos de estrés
    1. Estrés agudo
    2. Estrés agudo episódico
    3. Estrés crónico
  2. Síntomas de estrés
  3. ¿Cómo afecta el estrés a la salud?
    1. El estrés y la salud
  4. Las mejores técnicas de relajación
    1. Respiración
    2. Relajación muscular
    3. Desconecta
    4. Ejercicios de relajación

Tipos de estrés

Podemos definir un total de tres tipos de estrés en función de su duración.

Estrés agudo

Se denomina como tal a aquel tipo de estrés que surge a modo de respuesta ante un acontecimiento que tiene lugar en un determinado punto del tiempo, como por ejemplo la entrega de un proyecto o un viaje. Se da en el corto plazo, por lo que generalmente no causa ningún tipo de daño al organismo.

Los síntomas más habituales del estrés agudo incluyen dolor de espalda y de cabeza, rigidez muscular, acidez de estómago, irritabilidad y ansiedad. Además, pueden aparecer otras señales como dificultades respiratorias o incluso mareos.

Estrés agudo episódico

Este tipo de estrés es muy similar al anterior, con la diferente de que en este caso los episodios de estrés y ansiedad se dan con mayor frecuencia. Es habitual que se de por motivos laborales; profesionales con una gran responsabilidad o que deben hacer frente a una mayor cantidad de trabajo de la que son capaces de asimilar.

Son personas que se caracterizan por presentar casi permanentemente un estado de nerviosismo y tensión. Los síntomas abarcan dolores de cabeza y de pecho, hipertensión y molestias musculares. A nivel emocional, poco a poco la ansiedad se va apoderando de ellas, pudiendo llegar a un punto en el que todo se descontrole por completo.

Estrés y cómo afecta a la salud

Estrés crónico

Es el tipo de estrés que mayores daños causa al organismo, tanto a nivel físico como mental. Se da en personas inmersas en una determinada situación a la que no ven salida; sienten que son completamente infelices y no hacen nada por buscar una solución. Generalmente, surge a raíz de un hecho traumático que ha tenido lugar en el pasado.

Las consecuencias del estrés crónico pueden ser fatales si no se controla, tales como suicidio o violencia con las personas de su entorno. El tratamiento en la gran mayoría de las ocasiones es la medicación.

Síntomas de estrés

Cuando el estrés es agudo, que se da en momentos puntuales, los síntomas más frecuentes son: nerviosismo, distracción, preocupación y migraña.

Si se trata de estrés crónico, los síntomas tanto físicos como emocionales son más graves. La persona siente que está cansada incluso a primera hora del día, nota una presión en el pecho muy intensa que le impide respirar con dificultad y su ritmo cardíaco aumenta.

¿Cómo afecta el estrés a la salud?

Para responder a esta pregunta, en primer lugar es importante saber la forma en la que el organismo reacciona al estrés.

En el caso de que el estrés sea de tipo agudo, la reacción más frecuente es la de lucha o fuga. Ante una situación que genera nerviosismo y ansiedad el cuerpo envía varias hormonas a la circulación sanguínea; de esta manera, dichas hormonas aumentan su concentración, así como su capacidad de reacción, al mismo tiempo que aceleran el ritmo cardiaco. Una vez han hecho frente a la situación de estrés, el cuerpo vuelve a la normalidad.

Cuando se trata de estrés crónico, resulta más complejo. Cuando una determinada persona vive en un estado continuo de nerviosismo, el cuerpo no tiene tiempo de recuperarse. Por lo tanto, las hormonas se acumulan en la circulación sanguínea, pudiendo causar problemas de salud graves en el medio y largo plazo.

El estrés y la salud

Merece la pena destacar que cuando los momentos de estrés son puntuales, estos pueden ser incluso beneficiosos para la salud porque se agudiza la memoria y el ingenio. No obstante, cuando estos momentos se repiten una y otra vez en el tiempo, pueden resultar muy perjudiciales para la salud. Estas son las principales consecuencias.

  • Obesidad: una de las principales reacciones del organismo ante una situación de estrés es el incremento del apetito, lo cual favorece el aumento de peso. Así, en el corto y largo plazo, las probabilidades de sufrir obesidad se disparan. Esta enfermedad puede derivar en otras como la diabetes o determinadas afecciones cardiovasculares, como el infarto de miocardio.
  • Sistema inmune: por supuesto, el estrés debilita de forma significativa el sistema inmunitario. Así, el riesgo de sufrir enfermedades como la gripe o el resfriado son más altas.
  • Sistema cardiovascular: un estrés crónico puede derivar en un aumento de la presión sanguínea y del ritmo cardiaco. Además, también puede elevar el nivel de glucosa en la sangre, sobre todo de noche.
  • Sistema nervioso: el estrés perjudica de forma notable al sistema nervioso. La ansiedad puede generar insomnio y falta de interés en las actividades cotidianas.
  • Cerebro: en relación al cerebro, cuando las situaciones de estrés se repiten de forma continuada en el tiempo, la memoria y la capacidad de atención y decisión pueden verse afectadas.

Las mejores técnicas de relajación

Si sufres estrés, ya sea agudo o crónico, existen una serie de técnicas muy efectivas para luchar contra él. Ya escribimos anteriormente también sobre algunas técnicas para compatir el estrés.

Respiración

Cuando sientas que todo te sobrepasa, tómate unos minutos para respirar y conectar contigo mismo. Coloca tu mano sobre el estómago y respira profundamente; sentirás cómo tu abdomen y pecho se levantan ligeramente. Mientras haces este ejercicio, lo mejor es que estés con los ojos cerrados visualizando una imagen que te ayude a relajarte. Sostén el aire durante dos o tres segundos y luego exhala por la boca. Lo ideal es hacer cinco rondas de respiración profunda. Verás como te sientes muchísimo mejor.

Relajación muscular

Otra buena idea para reducir de manera notable el estrés es relajar el sistema muscular; generalmente, la tensión muscular es uno de los principales síntomas de esta afección.

Simplemente tienes que estirar todos los músculos del cuerpo, tensándolos durante 10 segundos y relajándolos a continuación. Lo mejor es comenzar con los pies y los tobillos y continuar con la cintura, muñecas, brazos, hombros, cuello y cara.

Estrés y salud

Desconecta

Son muchísimas las personas que se encuentran inmersas en una espiral de trabajo y familia en la que no ven salida, lo cual genera un gran estrés.

De vez en cuando tómate un día para tí, para conectar con tu yo interior y liberar todas las preocupaciones. Sin lugar a dudas,  lo mejor es hacer una escapada a la montaña a o a la playa, un lugar en el que estés en contacto con la naturaleza.

Ejercicios de relajación

Otra buena idea para relajarte es apostar por una técnica de relajación, como el tai-chi o el yoga. Son artes orientales que logran generar una gran sensación de bienestar y paz mental. Actualmente en casi todas las ciudades hay centros en los que imparten clases de este tipo de técnicas y que son 100% recomendables para personas que sufren estrés.

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