Yoga y pilates: diferencias y similitudes

Yoga y pilates: diferencias y similitudes

Hacer ejercicio es una buena manera de mantener el cuerpo sano y de conservar la agilidad y la juventud durante más tiempo. Algunas disciplinas, además de ejercitar el cuerpo, ayudan a conseguir un buen equilibrio mental, a relajarse y a armonizar ambas partes del organismo. El yoga y el pilates son dos buenas prácticas para conseguir estirar el cuerpo y relajarse al mismo tiempo, ambas disciplinas tienen tantas similitudes como diferencias. A continuación, analizaremos ambas.

Índice
  1. ¿Qué diferencias hay entre el yoga y el pilates?
    1. Qué es el yoga
    2. ​Qué es el pilates
    3. Diferencias prácticas

¿Qué diferencias hay entre el yoga y el pilates?

Si bien son dos disciplinas que se engloban dentro del mismo estilo de ejercicio, ambas poseen sobradas diferencias como para ser únicas por sí mismas. El enfoque de cada una, así como su manera de desarrollar los ejercicios, e incluso los objetivos que se buscan son ciertamente diferentes. Por ello, deben conocerse en profundidad sus características antes de decantarse por una o por otra práctica.

Qué es el yoga

El yoga y sus beneficios para la salud

Se trata de una disciplina originaria de la India, que está relacionada con las prácticas de meditación del hinduismo, del budismo y del janismo. Significa unión, unión entre el cuerpo y la mente, la búsqueda del equilibrio entre ambos, del alma individual con la colectiva, o divinidad (Shiva, Kali, Brahman, Visnú etc...)

Existen diferentes tipos de esta disciplina oriental, algunos más centrados en la realización de posturas y otros más enfocados a la práctica de la meditación. Aunque suele definirse esta disciplina, en su totalidad, como un conjunto de prácticas de concentración que se realizan para conseguir un buen control físico y mental, es cierto que hay diferencias muy marcadas entra cada uno de sus estilos. Entre los más comunes se encuentran el Raja, Hatha, Bikram, Kundalini, Iyengar, Nidra, o Sivananda, cada uno con su propia manera de poner en práctica, aunque todos con el mismo objetivo.

Los beneficios que aporta su práctica son numerosos, además de los comentados anteriormente, también mejora el conocimiento de uno mismo, lo que aumenta la confianza en las propias capacidades y favorece las relaciones interpersonales. Además, ayuda a perder peso y mejora el sistema inmune. Es una práctica excelente para reducir y prevenir el estrés y la ansiedad, así como para aprender a controlarlo en momentos de alta tensión.

​Qué es el pilates

Pilates o yoga

El pilates es un conjunto de ejercicios que, al igual que la anterior, busca conseguir un equilibrio entre el cuerpo y la mente para mantener ambos fuertes y sanos. Su creador, Joseph Hubertus Pilates, lo inventó combinando diferentes características de la gimnasia tradicional con el yoga y la traumatología, así como con el control mental, la relajación y ejercicios musculares.

Esta práctica se basa en desarrollar los músculos para conseguir un buen equilibrio del cuerpo y para dotar a la columna vertebral de firmeza y estabilidad. Es muy útil para sanar y prevenir los dolores de espalda, así como ciertos dolores musculares, que mejoran gracias a sus estiramientos.

El pilates se ha popularizado notablemente gracias a que muchas celebridades han hecho pública su práctica, así como por los rápidos y notables resultados que aporta.

Diferencias prácticas

Aunque ambas prácticas comparten similitudes y tienen muchos beneficios, las dos son perfectas para fortalecer el cuerpo, conseguir una reeducación postural efectiva y aumentar la flexibilidad, cuentan con diferencias notables. Tanto la meditación como el pilates se centran en el control de la respiración para realizar los ejercicios, aunque el uso que hacen de la misma difiere. Así mismo, las dos son muy beneficiosas para la salud del suelo pélvico, muy recomendado para mujeres de todas las edades, sobre todo después de haber sido madres o entrando en su madurez.

En la disciplina oriental, la parte física del ejercicio no es más que un mínimo aspecto de toda su práctica. Se utiliza el cuerpo para armonizar la mente y el espíritu. Mientras que en el pilates, los ejercicios sí buscan fortalecer el cuerpo y trabajar la musculatura, tanto de la espalda como del resto del cuerpo.

El yoga y el pilates pueden realizarse en una colchoneta en un centro, gimnasio o en casa. Sin embargo, una de las modalidades del pilates incluye algunas máquinas para su práctica, con lo que se relaciona más con un trabajo de pesas que con el de la técnica oriental. La versión con máquinas debe realizarse en un centro especializado, ya que es complicado poder tener ese equipamiento en casa; los ejercicios con aparatos de pilates no acortan los músculos, como ocurre con las pesas tradicionales.

Podría pensarse que la meditación de la práctica oriental es una técnica mucho más estática y suave que el pilates, sin embargo, dependiendo del estilo que se realice, puede llegar a ser un ejercicio de intensidad considerable. Aunque esta práctica no busque la fuerza muscular, sino calmar la mente para iniciarla en el camino de la meditación, se ha demostrado que sus posturas y movimientos ayudan a desarrollar la musculatura y a ganar en fuerza de manera notable.

Practicar yoga es una actividad mucho más completa, ya que repercute tanto en el cuerpo como en el aspecto mental de la persona, es una actividad de trabajo profundo y de introspección para conseguir conocerse a uno mismo. Practicar pilates, por su parte, tal vez no sea tan completo como hacer yoga, pero cuenta con la ventaja de que mejora notablemente el estado físico, haciendo especial hincapié en la zona del abdomen y en la zona pélvica. Con el yoga, el practicante se embarca también en un viaje espiritual, incluso religioso; el pilates, sin embargo, es mucho más prosaico y se basa únicamente en la realización de sus ejercicios, dejando de lado la profunda reflexión e introspección de la disciplina oriental.

Sea cual sea la elección, ambas prácticas aportan numerosos beneficios para la salud, ayudan a enfrentar el día a día con mayor energía y mitigan el estrés que conlleva la rutina. El yoga y el pilates son dos muy buenas opciones para mantener el cuerpo sano y lograr un equilibrio y armonía con la mente, gracias a su práctica continuada y constante.

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