Rotura de menisco: causas, síntomas y ejercicios

Rotura de menisco (Menisco roto)

Los meniscos de rodilla son unas estructuras en forma de almohadilla semicircular compuestas por fibrocartílago. Tienen la importante misión de mejorar el funcionamiento de la articulación, distribuyendo las fuerzas que actúan sobre ella. Amortiguan la presión que ejerce nuestro peso corporal y nos proporcionan estabilidad al andar.

Por todo ello, la rotura de menisco es una patología importante que puede bloquear el movimiento de la articulación de forma total o parcial. Además, produce un dolor agudo e hinchazón de la zona.

Te contamos todo sobre la rotura de menisco y cómo debes tratarlo para recuperar cuanto antes la función de la rodilla.

Índice
  1. ¿Qué es el menisco?
    1. Menisco medial o interno
    2. Menisco lateral o externo
  2. Causas frecuentes de la rotura de meniscos
  3. Síntomas de la rotura de menisco
  4. Diagnóstico de una rotura meniscal
  5. Tratamientos de la rotura de menisco
    1. Tratamiento médico para la rotura de menisco
  6. Artroscopia de rodilla
    1. Sutura menistal
    2. Menisectomía parcial
  7. Ejercicios recomendados si has sufrido rotura de menisco
    1. Ejercicios para realizar durante las tres primeras semanas
    2. Ejercicios para realizar a partir de la cuarta semana
    3. Ejercicios para hacer a partir de la séptima semana
  8. Ejercicios que NO debes realizar si tienes rotura de menisco
  9. ¿Es bueno andar con el menisco interno roto?

¿Qué es el menisco?

En realidad, debemos hablar de los meniscos en plural, ya que cada articulación de rodilla cuenta con dos de estas estructuras. Son los meniscos internos o mediales y los externos o laterales.

Menisco medial o interno

Tiene una longitud de algo más de 3 cm y forma de media luna. Ocupa el área interna de la articulación, representando un 60% aproximadamente de toda la zona de contacto. Este menisco está unido a la tibia por su parte anterior, concretamente por delante de los ligamentos cruzados.

En caso de rotura del menisco medial notarás un dolor agudo en la cara interna de la rodilla, que se puede irradiar hasta el músculo poplíteo. Dependiendo de la gravedad de la lesión también puede aparecer dolor en la parte externa de la rodilla.

Menisco lateral o externo

Es una estructura casi circular más pequeño que el menisco interno, aunque con más movilidad, ya que no está unido al ligamento. Ocupa aproximadamente el 80% del total de la superficie de rozamiento lateral de la rodilla.

Si te lesionas el menisco lateral notarás, pasadas unas horas, dificultad para flexionar y extender la rodilla. La deambulación se vuelve dolorosa y puede aparecer hinchazón en la zona.

Causas frecuentes de la rotura de meniscos

Rotura de menisco interno

Estas lesiones son muy frecuentes en las personas que practican determinados deportes como fútbol, baloncesto, esquí alpino y rugby. Pero cualquiera de nosotros puede sufrir una rotura de menisco al realizar de forma poco adecuada alguno de estos movimientos:

  • Giros repentinos del cuerpo manteniendo los pies fijos en el suelo.
  • Flexión de rodillas por tiempo prolongado sin calentamiento previo.
  • Realizar actividades en cuclillas: buscar algún objeto, limpiar la parte baja de un mueble, ordenar las baldas inferiores de una estantería. Ya ves que son actividades cotidianas y que nos pueden producir una lesión si no las realizamos con cuidado.

También se pueden producir por caer de forma incorrecta después de un salto o por un golpe. La edad influye negativamente sobre nuestros meniscos y a medida que envejecemos las posibilidades de sufrir una rotura son mayores. Esto es debido a que la estructura va perdiendo colágeno y, como consecuencia, se vuelven menos elásticos. Se producen entonces las llamadas roturas degenerativas.

Síntomas de la rotura de menisco

El primer síntoma es el dolor al hacer giros con la pierna, que puede aparecer inmediatamente o al cabo de unas horas. Si la rotura es grave notarás un chasquido en la rodilla y la sensación de que no controlas totalmente la articulación.

Si te has producido una rotura como consecuencia de un traumatismo notarás un dolor agudo y localizado. En el caso de las roturas degenerativas el dolor no es tan intenso y está más difuminado por toda la rodilla.

Además, aparecen otros síntomas, dependiendo de lo severa que sea la lesión:

  • Bloqueo de la rodilla. Es el síntoma más característico de la rotura de menisco. Sentirás que no puedes apoyar la pierna y que la articulación no responde cuando quieres caminar.
  • Hinchazón de la zona con derrame sinovial.
  • Dificultad para flexionar y extender la rodilla.
  • Imposibilidad para caminar o dolor agudo al hacerlo.
  • Derrame articular. Este síntoma no es específico de la lesión de menisco, ya que puedes tener una rotura de ligamentos y sufrir también un derrame.

Diagnóstico de una rotura meniscal

Si tienes los síntomas que hemos mencionado anteriormente debes acudir cuanto antes a tu médico para que te examine la pierna y determine el tipo de lesión que sufres. La exploración, haciendo presión suave en los espacios entre los huesos, el tipo de dolor que tú describas y las pruebas de imagen determinarán cuál es el problema.

Para diagnosticar con total certeza que la lesión producida es una rotura de menisco el traumatólogo te realizará radiografías y una resonancia magnética de la rodilla. Los rayos X van a descartar otras patologías como condrocalcinosis o artrosis. Con la resonancia magnética observará el estado del cartílago para establecer qué tratamiento es el más adecuado.

Tratamientos de la rotura de menisco

Rodilleras como tratamiento para el menisco roto

La primera medida que debes adoptar, incluso antes de acudir al especialista, es aplicar frío local. El frío contribuye a calmar el dolor y a disminuir la hinchazón. Lo puedes aplicar en seco o en húmedo, utilizando bolsas de gel específicas de venta en farmacias.

Si no tienes utiliza una bolsa casera llena de agua hasta la mitad y colocada en el congelador de forma horizontal. O las famosas bolsas de guisantes congelados, que se adaptan a la forma de la rodilla para permitir que el frío llegue a toda la superficie.

Tratamiento médico para la rotura de menisco

Podemos considerar dos tipos de tratamiento para el caso de una rotura meniscal.

  • Tratamiento conservador

Se aplica en lesiones y roturas de tipo degenerativo que aparecen a una edad avanzada. En este caso el tratamiento pasa por controlar la inflamación y el dolor con fármacos antiinflamatorios y analgésicos, durante el tiempo necesario.

También se emplean rodilleras ortopédicas de compresión para evitar los movimientos rotatorios y de flexión de la rodilla hasta que cure. En algunos casos será necesario el uso de muletas durante unas semanas.

Si tu lesión no ha sido muy severa podrás realizar las actividades de la vida cotidiana, siempre con precaución. Moverte con moderación evitará la pérdida del tono muscular y favorecerá el proceso de recuperación.

Cuando desaparezcan el dolor y la inflamación tendrás que seguir un programa de rehabilitación fisioterapéutica con electroestimulación. Así aumentarás progresivamente la movilidad de la articulación.

  • Tratamiento quirúrgico

Las operaciones de menisco se realizan en casos de lesiones graves producidas por un traumatismo. También en los casos en que las medidas conservadoras no den como resultado una evaluación favorable.

Una vez valorado por el equipo médico la necesidad de una cirugía reparadora se opta por una de las siguientes técnicas (o una combinación de varias de ellas):

Artrocentesis o retirada de líquido sinovial.

Infiltraciones intraarticulares con ácido hialurónico, plasma rico en plaquetas o corticosteroides.

Artroscopia de rodilla

En la mayoría de los casos las cirugías de menisco se realizan por artroscopia. Es una técnica de mínima invasión que reduce considerablemente las complicaciones de la cirugía tradicional. Además, permite una recuperación más rápida del paciente, que solo necesita pasar en la clínica uno o dos días.

La artroscopia se realiza utilizando una cámara en la articulación para valorar de forma precisa el problema.

Las dos técnicas más utilizadas en la cirugía de rodilla son la sutura menistral y la menisectomía parcial. Desde hace muchos años los médicos especialistas no aconsejan la extirpación total de la estructura meniscal, ya que favorece el desarrollo de la artritis de rodilla.

Sutura menistal

Es la opción preferida por la mayoría de los traumatólogos, ya que permite conservar íntegro el menisco. En este caso se sutura el desgarro producido por el traumatismo con anestesia local o raquídea.

Con la sutura meniscal se consigue una fijación estable del menisco a la cápsula de la articulación por su parte periférica. En un plazo aproximado de un mes estarás en condiciones de comenzar el proceso de rehabilitación de la rodilla. El éxito de la operación dependerá de la edad y de la zona que esté afectada por la lesión.

Menisectomía parcial

Se opta por esta operación en los casos de roturas parciales del menisco por su borde libre. Siempre conservando la mayor parte del menisco para evitar un desarrollo de artrosis con el paso del tiempo. El cirujano extraerá la menor parte posible del menisco, aunque debe retirar todos los fragmentos y los bordes que hayan quedado dañados. En este caso la anestesia suele ser general.

Ejercicios recomendados si has sufrido rotura de menisco

Si te han diagnosticado una rotura de menisco, pero el médico no cree necesaria una intervención quirúrgica,, es el momento de realizar determinados ejercicios que fortalezcan la articulación. Los que te proponemos a continuación te ayudarán a tonificar todo el complejo muscular de la rodilla.

También te recomendamos que acudas a un fisioterapeuta para que determine los ejercicios que debes realizar, según el tipo de lesión que hayas sufrido.

Ejercicios para realizar durante las tres primeras semanas

Están enfocados a disminuir el dolor y bajar la hinchazón.

  • Isométrico de cuádriceps I

Colócate en posición tumbada con una toalla enrollada debajo de la rodilla. Realiza presión durante 10 o 12 segundo, sin sobrepasar el 70 % de intensidad. Realiza 3 series con 10 repeticiones cada una.

  • Isométrico de cuádriceps II

En la misma posición eleva la pierna varios centímetros del suelo y mantén durante 10 segundos. Realiza el ejercicio dos o tres veces cada vez, ya que es más intenso que el anterior.

  • Isométrico de isquiotibiales I

En posición tumbada apoya los pies en el suelo y eleva los glúteos contrayendo el abdomen. Aguanta durante 10 segundos y repite 3 veces.

  • Isométrico de isquiotibiales II

Siéntate erguido en una silla y cruza las piernas, haciendo que la pierna lesionada pase por delante y aguanta 10 segundos. Descruza y relaja durante un momento. Repite 3 veces.

Ejercicios para realizar a partir de la cuarta semana

A los ejercicios anteriores puedes sumar los siguientes:

  • Concéntrico de cuádriceps

En posición de sentado ata un extremo de una banda elástica a una pata trasera de la silla y el otro al pie. Realiza ejercicios de extensión de la rodilla aumentando progresivamente la tensión de la banda.

  • Sentadillas

Colócate apoyando la espalda sobre una pared y flexiona ambas rodillas. Aguanta durante 10 segundos y repite.

  • Ejercicios de glúteos

Túmbate de lado y extiende el brazo que está en contacto con el suelo, apoyando la cabeza. La otra mano puedes colocarla frente al estómago para que te dé estabilidad. Sube la pierna un máximo de 45º del suelo y repite varias veces el ejercicio.

Ejercicios para hacer a partir de la séptima semana

  • Sentadillas

Realiza las sentadillas sin apoyarte en la pared. Haz 3 series de 10 repeticiones cada una.

  • Ejercicios de gemelos

Sitúate de pie con las piernas abiertas a la altura de las caderas. Ponte de puntillas y aguanta en esa posición 10 segundos. Descansa y repite 3 veces más.

Ejercicios que NO debes realizar si tienes rotura de menisco

Determinados ejercicios y movimientos son muy perjudiciales si te han diagnosticado rotura meniscal. Estos son los que están totalmente desaconsejados:

  • Cambios bruscos al andar, tanto de dirección como de velocidad.
  • Saltos y ejercicios de alto impacto.
  • Flexiones intensas de rodilla. Al hiperflexionar la rodilla sometemos a un estrés considerable la parte posterior del menisco.
  • Ejercicios que precisen torsión de las rodillas.
  • Maniobras de pivotaje: rotar el cuerpo manteniendo los pies fijos. Esto ocurre con frecuencia durante los bailes tipos swing o rock and roll.

¿Es bueno andar con el menisco interno roto?

En principio sí se puede andar si tienes una rotura meniscal interna, aunque debes tener en cuenta algunas consideraciones.

Empieza con paseos pequeños diariamente, al mismo tiempo que realizas los ejercicios que hemos comentado anteriormente. Esto te ayudará en la recuperación y evitará que pierdas en exceso tono muscular.

Deja que el dolor guíe tus pasos. Si notas cierta incomodidad o un leve dolor durante tus paseos podrás seguir realizándolos hasta que te recuperes totalmente. Si, por el contrario, el dolor es agudo e insoportable,, debes esperar a que el tratamiento prescrito por el médico haga su efecto para poder caminar.

Si tienes una rotura de menisco debes seguir siempre las indicaciones del especialista para recuperarte en el menor tiempo posible. Aplicar frío durante las primeras horas, evitar movimientos bruscos y realizar pequeños paseos te ayudará a volver cuanto antes a tu vida normal.

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