Parkinson

Primeros síntomas del parkinson

La enfermedad de Parkinson es un trastorno crónico nervioso y degenerativo que se produce cuando las neuronas no generan la cantidad suficiente de dopamina, una sustancia química muy importante que se encuentra en el cerebro.

Se trata de una enfermedad mucho más presente en hombres que en mujeres y suele aparecer entre los 50 y los 60 años, aunque puede aparecer antes, en un inicio temprano del trastorno.

Índice
  1. ¿Es hereditario el Parkinson?
  2. Causas del parkinson
  3. Factores de riesgo
  4. Síntomas de la enfermedad de Parkinson
    1. ¿Cuáles son los primeros síntomas del parkinson?
  5. El diagnóstico del Parkinson
  6. Tratamiento del Parkinson
  7. Complicaciones
  8. ¿Cómo vivir con la enfermedad de parkinson?

¿Es hereditario el Parkinson?

Si bien existen pacientes que han adquirido la enfermedad genéticamente, la mayoría de los casos de Parkinson no se da entre miembros de una misma familia.

Según estudios recientes, únicamente un 10 % de los enfermos de Parkinson han heredado la enfermedad, frente a un 90 % de casos en los que la causa de su aparición no es genética.

Se ha comprobado, además, que en la mayoría de los pacientes que adquieren la enfermedad de forma hereditaria, sus síntomas aparecen más tarde, a partir de los 50 años, mientras que quienes no presentan ninguna carga genética, a menudo desarrollan el trastorno al menos una década antes.

Que un familiar directo padezca Parkinson aumenta en un 20 % las posibilidades de padecerlo, algo que ocurre en un porcentaje muy bajo de los casos.

Actualmente, existen numerosas hipótesis que relacionan la aparición de la enfermedad con algunos factores medioambientales, como la sobreexposición a algunos pesticidas y contaminantes químicos.

Causas del parkinson

Causas del parkinson

Las causas de la enfermedad de parkinson pueden ser muy variadas. En líneas generales, este trastorno se desarrolla cuando un conjunto de neuronas cerebrales mueren de forma gradual. Así, muchos indicios propios de esta enfermedad tienen su origen en la pérdida de neuronas, dando lugar a la producción de dopamina. Cuando los niveles de dopamina descienden, la actividad cerebral se altera, dando lugar a los síntomas propios del parkinson.

A continuación hemos recogido algunas de las principales causas de esta enfermedad.

  • Genética: algunos estudios han revelado que algunos genes son los causantes de este trastorno. No obstante, señalan que son poco frecuentes, excepto en algunas ocasiones en las que varios familiares sufren parkinson.
  • Factores ambientales: la exposición durante un periodo de tiempo prolongado a determinadas toxinas o compuestos químicos pueden aumentar de forma notable el riesgo de sufrir este trastorno.

Factores de riesgo

Existen una serie de factores de riesgo de la enfermedad de parkinson que es importante conocer.

  • Edad: por lo general, este trastorno afecta a personas mayores de 60 años. En adultos jóvenes ocurre en muy raras ocasiones.
  • Factores hereditarios: tener un familiar cercano con parkinson aumenta en cierta medida las probabilidades de contraer la enfermedad. No obstante, el riesgo es muy bajo.
  • Sexo: en cuestión de géneros, los hombres presentan mayores probabilidades de padecer esta enfermedad que las mujeres.
  • Toxinas: la exposición continua a determinadas toxinas y compuestos químicos implica un cierto riesgo de contraer parkinson.

Síntomas de la enfermedad de Parkinson

Los síntomas de esta enfermedad son lentos en su aparición y aumentan paulatinamente. Con frecuencia, comienzan en un solo lado del cuerpo y, con el tiempo, se extienden al otro lado.

Dentro de los signos más frecuentes de la enfermedad, se encuentran:

  • Lentitud y dificultades en el movimiento. El Parkinson se caracteriza por la hipertonía muscular en la que los músculos se encuentran excesivamente rígidos. Esta rigidez, que se extiende por el tronco y las extremidades, causa dolor al paciente y le impide realizar movimientos precisos y rápidos.

Suele presentarse un encorvamiento de la espalda que indica el inicio de la enfermedad.

  • Pérdida del olfato. Los cambios en el olfato cuando no existe un resfriado pueden ser síntoma de Parkinson.
  • Cambios en el volumen de la voz. Un signo de Parkinson es la bajada del volumen de la voz del paciente.
  • Temblores en la cara, en las manos, en la mandíbula y en las extremidades. Se dan cuando el paciente se encuentra en reposo y no pretende realizar ningún movimiento.
  • Pérdida de equilibrio y falta de coordinación en los gestos.

Como consecuencia de los síntomas anteriores, se produce muy a menudo en los enfermos de Parkinson trastornos del sueño y depresión por perder el control de los movimientos, entre otros síntomas secundarios, como la hipersalivación.

La dopamina es, además, una sustancia encargada de regular el estado de ánimo, por lo que la depresión en los pacientes se suele dar de forma aguda y con mucha frecuencia.

El Parkinson progresa lentamente y de forma constante. Cuando los síntomas aparecen, la enfermedad ya lleva años instalada en el paciente.

Según avanza, los síntomas empeoran y la autonomía de quien la padece se va viendo reducida, al tener dificultades para realizar tareas simples y cotidianas de la rutina diaria.

Las dificultades para comer y para caminar forman parte de las consecuencias más graves del trastorno.

¿Cuáles son los primeros síntomas del parkinson?

A continuación señalamos cuáles son los primeros síntomas del parkinson. Es importante que ante la presencia de los mismos se acuda al médico para que realice el diagnóstico y establezca el tratamiento oportuno.

Temblor

Uno de los primeros indicios de esta enfermedad es un temblor incontrolable, el cual se da generalmente en los dedos, las manos y las piernas. Un síntoma temprano que se repite en prácticamente el 100% de los casos.

Estreñimiento

El estreñimiento es una enfermedad del aparato digestivo relativamente frecuente, tanto entre niños como entre adultos. Puede estar causada por múltiples factores, como el estrés o una alimentación pobre en fibra.

No obstante, cuando el estreñimiento se repite con demasiada frecuencia, es recomendable acudir al médico porque puede ser un signo temprano de parkinson.

Voz baja

El cambio en el volumen de la voz es otro de los indicios tempranos de la enfermedad. Además, en algunos casos, un volumen de voz más bajo se acompaña de ronquera. Si esta condición no desaparece con el paso de los días, es aconsejable consultar al médico.

Pérdida del olfato

Aunque no es conocido por muchos, la pérdida del olfato es otro indicio común de este trastorno. Esta condición puede darse durante un resfriado o una gripe debido a la congestión de la nariz; no obstante, los olores deben regresar una vez la persona se mejore. No ocurre así con el parkinson; un indicio precoz de la enfermedad es presentar problemas para oler determinados alimentos como los plátanos o la canela.

Problemas para dormir

Otro síntoma al que hay que prestar muchísima atención tiene que ver con los problemas para dormir. Por lo general, quienes padecen parkinson en su etapa más temprana se mueven muchísimo en la cama, pudiendo incluso a dar patadas o puñetazos. Las caídas de la cama también son habituales.

Este tipo de movimientos repentinos durante el sueño pueden ser signos precoces de la enfermedad de parkinson.

Dificultad de movimiento

Este es otro de los indicios que se repite en un alto porcentaje de individuos que padecen este trastorno. De forma progresiva sienten su cuerpo cada vez más rígido, sobre todo los brazos y las piernas.

Encorvamiento de la espalda

Otro de los indicios que se repiten con mayor frecuencia como signo temprano de la enfermedad de parkinson es el encorvamiento de la espalda, el cual se da cuando el individuo se encuentra de pie.

Mareos

Los mareos pueden estar vinculados con la presión arterial baja, la cual puede estar relacionada con esta enfermedad. En líneas generales, todo el mundo ha tenido un momento en el que se ha levantado de forma brusca y se ha sentido mareado. No obstante, si esta situación se repite con frecuencia es importante consultar con el médico.

Ausencia de expresión facial

Es lo que se conoce como "aspecto máscara" y representa un síntoma temprano de la enfermedad de parkinson. El rostro carece de cualquier tipo de expresión, independientemente del estado de humor del individuo.

El diagnóstico del Parkinson

Parkinson

Si bien, no existe una prueba de diagnóstico específica para esta enfermedad, los médicos utilizan el historial del paciente y realizan un examen neurológico para detectarla.

Concretamente, su diagnóstico se realiza a partir de la aparición de al menos dos de los síntomas anteriormente descritos. Las repentinas caídas y la lentitud y dificultad en los movimientos son los dos principales signos que orientan a diagnosticar un síndrome de Parkinson.

En el campo de la medicina todavía quedan muchos aspectos de esta enfermedad por descubrir y existen diversas investigaciones en las que se trabaja para abordarla.

Tratamiento del Parkinson

Aunque no existe todavía un tratamiento que cure el Parkinson, se utilizan medicamentos para paliar los síntomas. Estas medicinas se encargan de aumentar la presencia de dopamina en el cerebro con el fin de corregir las consecuencias de su déficit. Asimismo, se administran como alternativa medicamentos encargados de frenar la degradación de la dopamina.

La estimulación cerebral profunda es una técnica empleada en aquellos casos en los que el paciente no obtiene ninguna mejora con el uso de los medicamentos. Consiste en la estimulación de ciertas partes del cerebro mediante la implantación quirúrgica de electrodos.

Esta intervención se realiza bajo estrictas condiciones y se aplica en un porcentaje muy bajo enfermos de Parkinson. Permite la corrección de algunos de los síntomas y frena la pérdida de neuronas.

Para retrasar el avance de los síntomas, se realizan también ejercicios, generalmente con la ayuda de terapia física y del lenguaje.

Es preciso vigilar el estado de salud general tanto de uno mismo como permanecer atento a posibles síntomas en parientes con el fin de realizar diagnósticos tempranos dentro de lo posible.

Complicaciones

Del mismo modo que otros trastornos médicos, el parkinson puede dar lugar a una serie de complicaciones.

  • Demencia: a medida que la enfermedad avanza y un número cada vez mayor de neuronas cerebrales mueren, los individuos pueden presentar una serie de problemas cognitivos. Les resulta cada vez más complicado pensar, disminuyendo así su capacidad tanto de atención como de concentración. Por lo general, esta complicación se presenta en las últimas etapas de la enfermedad.
  • Cambios emocionales: otra de las complicaciones frecuentes de este trastorno son los cambios emocionales que presentan los individuos.
  • Problemas para tragar: también se pueden manifestar problemas para tragar a medida que la enfermedad avanza. El tragar más lento tanto los alimentos como las bebidas provoca la acumulación de saliva en la boca, dando así lugar al babeo.
  • Insomnio: a menudo, las personas que sufren la enfermedad presentan graves problemas para dormir durante la noche.
  • Trastornos en la vejiga: en las últimas fases de la enfermedad, los individuos presentan problemas para controlar la orina.
  • Depresión: además de las complicaciones a nivel físico, también se dan algunas relacionadas con la salud mental, como la depresión. Es habitual que personas que padecen la enfermedad de parkinson experimenten depresión; se sienten tristes de manera continua y creen que su vida ya no tiene sentido.

¿Cómo vivir con la enfermedad de parkinson?

¿Cómo vivir con la enfermedad de parkinson?

Una vez diagnostica la enfermedad, tal y como hemos señalado, no existe cura para la misma. No obstante, hay una serie de hábitos muy sencillos que se pueden llevar a cabo para aliviar en gran medida los síntomas y, de este modo, mejorar la calidad de vida.

En lo relacionado con la alimentación, se recomienda consumir alimentos con un alto contenido en fibra. Además, es importante hidratarse correctamente. Todo ello con el objetivo de evitar el estreñimiento, una de las complicaciones más habituales de este trastorno.

Por supuesto, es muy importante practicar ejercicio físico con frecuencia para aumentar la fuerza muscular, así como la flexibilidad y el equilibrio. El ejercicio también ayuda a que los individuos sientan una mayor fortaleza tanto a nivel físico como mental. Hay algunas actividades muy beneficiosas para esta enfermedad.

  • Yoga: en yoga los movimientos y las posturas pueden ayudar a mejorar tanto la flexibilidad como el equilibrio. Una opción fantástica para mejorar el estado físico de quienes sufren parkinson.
  • Tai-chi: una de las mejores opciones ya que utiliza movimientos lentos que mejoran la flexibilidad y el equilibrio, además de potenciar la fuerza muscular. Algunos estudios han demostrado los beneficios del tai-chi en pacientes con la enfermedad de parkinson, sobre todo para evitar las caídas.

Además, es indispensable llevar a cabo una serie de hábitos para evitar las caídas; en las fases finales de la enfermedad de parkinson el riesgo de caídas aumenta de forma notable. Así, se recomienda distribuir el peso de forma uniforme entre los dos pies y evitar cargar objetos mientras se camina.

En muchos casos, los primeros indicios de la enfermedad de parkinson pasan desapercibidos ya que se vinculan con otros trastornos, como los mareos o el estreñimiento. No obstante, es importante prestar la máxima atención, sobre todo si se dan varios de ellos al mismo tiempo y de forma recurrente. Ante la más mínima sospecha de este trastorno, es recomendable acudir al médico para que establezca el tratamiento más oportuno para cada caso concreto.

También te podría interesar...