Fractura de cadera

Fractura de cadera

Es la factura del fémur, el hueso más largo de la pierna, que va desde la cadera hasta la rodilla. En este caso, la fractura corresponde a la parte más próxima a la cadera, a la cabeza del fémur.

Índice
  1. ¿Por qué se produce?
  2. Síntomas de la fractura de cadera
  3. ¿Cómo se diagnostica?
  4. Tratamiento de la fractura de cadera
  5. ¿Cómo evitar la fractura de cadera?

¿Por qué se produce?

La causa más frecuente de fractura en las personas mayores es la caída. Otro tipo de traumatismos (por ejemplo, un accidente de tráfico), son más frecuentes en personas jóvenes.

Si además se asocian otros factores de riesgo, como la osteoporosis, aumenta el peligro de sufrir esta fractura ante una caída.

La asociación de otras enfermedades (Parkinson, demencia, accidentes cerebrovasculares...) y la toma de ciertos medicamentos (hipotensores, diuréticos, benzodiacepinas...) pueden predisponer a la persona mayor a caerse.

Síntomas de la fractura de cadera

Cuando la persona se cae no es capaz de incorporarse, y si lo hace, no puede apoyar la pierna afectada. Excepto en la fractura impactada de la cabeza del fémur, que permite a la persona incorporarse.

Los síntomas que pueden aparecer en cualquier factura de cadera son:

  • Suele aparecer dolor, sobre todo en la zona de la ingle.
  • Deformidad.
  • La pierna aparece rotada y el pie girado, ambos hacia el exterior.
  • La pierna está separada y acortada algunos centímetros.

Pero esta fractura puede provocar una serie de complicaciones, bien por sí misma o por su origen, que generalmente es una caída.

Otras manifestaciones que aparecen en la fractura de cadera son:

  • Lesiones secundarias a la caída (hematomas, pérdidas de sangre, otras fracturas...)
  • Hipotermia(disminución de la temperatura corporal), por permanecer demasiado tiempo en el suelo.
  • Síndrome postcaída: aparece en personas que han sufrido una caída, y que tras su recuperación, el miedo ante otra futura caída hace que su marcha se vuelva más inestable, disminuyan sus salidas y se llegue a un estado de inmovilización en su casa, en su cama o incluso a la pérdida de la marcha, teniendo que usar una silla de ruedas para sus desplazamientos.

¿Cómo se diagnostica?

Esta fractura se diagnostica por la exploración clínica de la extremidad afectada, acompañada generalmente por una radiografía de cadera en la que se ve la línea de fractura del hueso.

Diagnóstico de la fractura de cadera

Tratamiento de la fractura de cadera

Dependiendo de la gravedad y de la localización de la fractura, existen distintos tratamientos:

Conservador

Se evita la operación quirúrgica, inmovilizando y fijando la fractura. Se administran fármacos analgésicos para disminuir y evitar el dolor, e incluso se pueden prescribir antiinflamatorios y relajantes musculares en caso de que sea necesario. Con este tratamiento se pretende una movilización precoz de la fractura.

Quirúrgico

También en este apartado hay diferentes técnicas, cada una con sus indicaciones, según el tipo de fractura:

  • Puede optarse por intentar una unión de los extremos, usando placas o clavos, este procedimiento se denomina ostesíntesis (osteo = hueso; síntesis = unir).
  • Si la cabeza del fémur queda muy dañada, es posible que necesite ser reconstruida o sustituida por una prótesis, operación que se llama artroplastia.

¿Cómo evitar la fractura de cadera?

Para prevenir estas fracturas, la mejor medida es prevenir su origen, y el más frecuente es la caída.

Además de intentar prevenir los accidentes domésticos, la persona mayor se puede encontrar ante otros problemas que precipiten la caída, como pueden ser:

  • Deformidades o dolores en los miembros inferiores.
  • Uso de un calzado inadecuado, o con una suela que no sea antideslizante.
  • Alteraciones de la marcha y del equilibrio, mareos, hipotensión, desmayos...
  • Alteraciones de los órganos de los sentidos (mala visión o audición), que no hayan sido corregidos.
  • Problemas de incontinencia urinaria, o hábito de orinar por las noches.
  • Uso de ciertos fármacos como antieméticos, diuréticos, hipotensores (antiparkinsonianos, antihipertensivos, cardiotónicos), psicotrópicos (tranquilizantes, antidepresores, antipsicóticos). Debe consultar a su especialista cuando tome alguno de estos fármacos.

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