Polaquiuria

Polaquiuria

La orina, o de manera más específica, el tracto urinario es uno de los sistemas del organismo que presenta más problemas de ejecución, ya sea por infecciones urinarias, enfermedades y otros factores, como la polaquiuria. Si es tu caso, pero no tienes todos los detalles, te lo mostramos a continuación en mayor profundidad.

Orinar es una de las acciones naturales más realizadas por el ser humano, al igual que relajante; sobre todo si se han aguantado las ganas o falta mucho para estar frente al inodoro. Además, de ser un método de limpieza normal del organismo para eliminar las toxinas y bacterias por esta vía. Por lo tanto, la salud en este aspecto juega un papel determinante.

Índice
  1. ¿Qué es polaquiuria y definición?
  2. Causas de la polaquiuria
  3. ¿Cuáles son los síntomas de la polaquiuria?
    1. ¿Cómo es el diagnóstico?
  4. Tratamiento de la polaquiuria
    1. ¿Los niños pueden padecer de polaquiuria?
    2. Poliuria y polaquiuria

¿Qué es polaquiuria y definición?

¿Eres de las personas que visita muchas veces el baño para orinar? Si la respuesta es positiva, podrías estarte enfrentando a una polaquiuria, que no es más que la necesidad de orinar en repetidas oportunidades, durante todo el día. Pero, con la diferenciación que los volúmenes de orina suelen ser normales o menores a lo que regularmente expulsas. Lo alarmante de esta patología es que la secreción de orina generalmente viene acompañada de una sensación de urgencia casi inaguantable.

Causas de la polaquiuria

Los motivos o razones que pueden llevar a un organismo a padecer de polaquiuria pueden ser muy varios según sea el caso de cada paciente. Pero, en la mayoría de los casos se trata de trastornos del tracto urinario inferior, así como la inflamación de la vejiga o cuando la uretra causa una sensación de orinar incontrolable, la cual no se detiene después de la micción, sino que persiste en el paciente afectado incitándolo para seguir orinando aún en pequeñas cantidades.

Estas son las causas más comunes que generan la polaquiuria:

  1. Infecciones urinarias: Se trata de algún foco infeccioso que mediante las bacterias realiza una presión o alteración del funcionamiento normal de todo el sistema urinario, ocasionando un desnivel en el número de micciones al día. Una vez que se diagnostica y se realizan exámenes rutinarios en un laboratorio, es común que se detecte la presencia de algunas bacterias, entre otros detalles regulares.
  2. Cistitis: No es más que un proceso inflamatorio de la vejiga, la cual puede contener algún tipo de infección y se considera como uno de los motivos más comunes que ocasionan la polaquiuria.
  3. Enfermedades prostáticas: Puede tratarse de varias afecciones urológicas, como es el caso de infecciones, inflamaciones de algunos órganos del tracto urinario, el ensanchamiento de la próstata, por ejemplo, o tumores cancerígenos en la próstata, y cualquier de ellas pueden ser responsables de que padezcas de polaquiuria.
  4. Diabetes: Ante una enfermedad como esta, la polaquiuria es el síntoma más rápido en aparecer, y por ende la primera razón por la que muchos deciden acudir a un chequeo médico. Generalmente se diagnostica primero como poliuria, pero luego se transforma en polaquiuria por problemas en la filtración de la orina.
  5. Embarazo: Las mujeres en proceso de gestación presente muchas ganas orinar durante la mitad del embarazo en adelante, esto debido a la fuerza que genera el feto sobre los órganos del sistema urinario, por lo que incita a visitar el baño varias veces al día.
  6. Alteraciones del sistema nervioso: Enfermedades cerebrovasculares, isquémicas o hemorrágicas pueden contribuir con la aparición de polaquiuria. Esto se debe los posible daños celulares en áreas del encéfalo, encargadas de la producción y liberación de hormonas y neurotransmisores que manejan el proceso de la micción. Al igual que otras patologías como la ansiedad y depresión.

Causas de la polaquiuria

También es posible que se genere por otras circunstancias como las siguientes:

  • Cistocele.
  • Consumo de algunos medicamentos o bebidas como cafeína, alcohol y diuréticos.
  • Prostatitis.
  • Artritis reactiva.
  • Cistitis por radiación.
  • Lesión de la médula espinal.
  • Hiperactividad del detrusor vesical.
  • Estenosis uretral.

¿Cuáles son los síntomas de la polaquiuria?

Como la mayoría de afecciones urinarias, puedes encontrarte con síntomas que servirán de alerta para proceder a un diagnóstico oportuno y visitar al especialista lo más pronto posible. Ahora, cabe destacar que, la polaquiuria como tal es un síntoma, pues forma parte de los elementos de patologías ya mencionadas. Pero, existen algunos aspectos importantes que pueden indicarte que algo anda mal. Alguno de ellos son los siguientes:

  • Aumento de la frecuencia miccional: Se presenta de manera notoria un incremento en el número de micciones, por lo que algunos médicos consideran que ir al baño 8 veces al día o más, para orinar, se trata inmediatamente de un caso de polaquiuria.
  • Disminución de la diuresis: Aunque hay un aumento de la cantidad de veces que se acude al baño para orinar, no quiere decir que las cantidades de orín son sumamente excesivas en litros; sucede todo lo contrario. Esto se debe a que es poco el orín que se libera en las repetidas idas al baño.
  • Nocturnidad: Otro aspecto llamativo que generalmente incomoda mucho a los pacientes, es que las micciones se presentan con más frecuencia en las noches. Por ello, a esta condición se le conoce como polaquiuria nocturna.
  • Concomitantes: La polaquiuria suele venir acompañada de otros síntomas urinarios como la expulsión dolorosa de la orina, la necesidad urgente de orinar aún y cuando ya ha vaciado la vejiga. También puede existir la presencia de sangre en la orina, fiebre alta, escalofríos y dolor abdominal.

¿Cómo es el diagnóstico?

Antes de aplicar un tratamiento, es importante realizar un diagnóstico exhaustivo que permita determinar las causas principales del problema para luego atenderlo con efectividad. El paso a paso de este diagnóstico lo verás a continuación:

  • Conocer antecedentes de alguna enfermedad actual

Es necesario que se tenga un control registrado de las cantidades de líquidos que se han consumido y aquellas que han sido desechadas mediante la orina, pues de esta manera se podrá diferenciar entre la polaquiuria o poliuria.

En caso de presentar el primer caso, el paciente debe dar a conocer si el problema apareció de manera repentina o fue paulatinamente, si existen síntomas irritables o de obstrucción como la dificultad para iniciar la micción o contar con un chorro de orina débil, así como el contacto sexual que haya realizado.

  • Revisión de síntomas

Conocer la presencia de síntomas notorios que pudieran sugerir una causa, como fiebre, dolor lumbar o inguinal, infecciones, ausencia del ciclo menstrual, tumefacción mamaria, estado de gestación, artritis o artritis reactiva.

Diagnóstico de la polaquiuria

  • Antecedentes personales

Es relevante conocer si el paciente sufre de alguna enfermedad prostática, se ha realizado algún tratamiento con radioterapia o cirugía de la pelvis. Igualmente, registrar si el paciente se encuentra con una medicación actual o si mantiene una dieta específica para detectar posibles motivos que causan aumento de la diuresis, como es la ingesta de diuréticos, bebidas alcohólicos o con cafeína.

  • Examen físico

Esta evaluación se realiza específicamente en el aparato urogenital, en esa visualización debe notarse alguna secreción o lesiones que puedan corresponder a enfermedades de transmisión sexual. En el caso de los hombres, el examen de tacto rectal podrá determinar el tamaño y la consistencia de la próstata. Y para las mujeres, la evaluación ginecológica debe buscar la presencia de cistocele.

Además, es muy beneficioso efectuar una palpación de la fosa lumbar para conocer si existe una sensibilidad o dolor en la zona, así como el examen abdominal para notar la presencia de masas. También, puede realizarse una evaluación neurológica para registrar la debilidad o pérdida de sensibilidad de los miembros inferiores.

Para reforzar cada una de estas pruebas médicas, es necesario que todos los pacientes con amenaza de polaquiuria sean estudiados con análisis de orina y urocultivos, los cuales son sumamente prácticos de realizar y permiten detectar infecciones de manera casi inmediata.

Tratamiento de la polaquiuria

Debes tener muy claro que el tratamiento médico que se emplee dependerá primeramente del diagnóstico, por lo que puede variar de un paciente a otro, ya que las causas son diversas. Y aunque la polaquiuria no se trata de manera específica y particular, sino su etiología, existen tratamientos terapéuticas generales que permiten aliviar las alteraciones de orina.

  1. Antibióticos: Por ser las infecciones urinarias las principales causas de polaquiuria, es evidente que al tratarlas directamente, habrá una mejoría en los síntomas. Los gérmenes que se involucran en este tipo de infecciones del tracto urinario suelen ser bacterias, las cuales responden positivamente con la ingesta de antibióticos debidamente recetados por el especialista.
  2. Tratamientos farmológicos: Mantener un control minucioso de la glicemia en pacientes diabéticos es fundamental para evitar la polaquiuria. Por ende, la insulina es un medicamento útil para controlar esta condición.
  3. Cirugía: Suele recurrirse a ella ante la presencia de algunos tipos de cáncer de próstata cuando la respuesta a la terapia primaria es inadecuada o cuando forma parte del protocolo oncológico de la enfermedad.
  4. Prácticas o ejercicios: Cuando se trata de la vejiga hiperactiva puede ser manejada con medicamentos, como tolterodina o imipramina, pero también es muy importante el reentrenamiento vesical, que es donde el paciente debe aprender a orinar nuevamente.

¿Los niños pueden padecer de polaquiuria?

Realmente sí, no sólo los adultos, los niños también pueden sufrir de polaquiuria y generalmente se presenta en infantes con edades 4 y 8 años de edad, quienes siempre le manifiestan a sus padres la necesidad urgente de ir al baño a orinar, sin importar el lugar o la hora. Esto sin duda alguna afecta su desarrollo social en las actividades diarias y hasta en el rendimiento escolar.

Aunque las causas pueden variar entre un niño y otro, muchos especialistas adjudican las causas a razones psicológicas, las cuales salen a flote ante la posible presión que ejercen muchos representantes mientras enseñan a los niños a ir al baño y controlar sus esfínteres. Por ende, el tratamiento se basa en terapia conductual, entrenamiento adecuado y cese de las presiones sobre el infante.

Poliuria y polaquiuria

En la mayoría de los casos estos 2 términos suelen confundirse, pero resultan ser todo lo contrario. Ya conoces que la polaquiuria trata directamente de la necesidad de orinar en repetidas oportunidades, durante el día o la noche. Pero, con la diferenciación que los volúmenes de orina suelen ser normales o muy inferiores a lo que regularmente expulsas. Lo alarmante de esta patología es que la secreción de orina generalmente viene acompañada de una sensación de urgencia casi inaguantable.

Problemas de polaquiuria

Ahora, la poliuria se define brevemente como la excreción abundante y excesiva de orina durante un día, donde esas cantidades de orina pueden sobrepasar los 2,5 litros. Sin embargo, esto puede variar y depender de cuánto líquido se consuma o los niveles de agua que tenga el organismo.

Así que, se trata de un problema completamente diferente a tener que ir al baño muy seguido. Incluso, el hecho de padecer polaquiuria y orinar muy seguido, no quiere decir que al culmina el día se hayan liberado más de 2 litros de orina; sino todo lo contrario, las cantidades de orín son muy inferiores.

La similitud de una patología con la otra se presenta por cómo lo detectan las personas afectadas, pues regularmente sucede cuando deben levantarse durante la noche para ir al baño. Ahora, lo que diferenciará cada problema será el tipo de micción que se tenga, si es muy abundante será una poliuria, pero si se trata de un chorro débil y en cantidades pequeños, estarías frente un caso de polaquiuria.

En el caso de la poliuria, las causas más comunes son las siguientes:

  1. Diabetes insípida.
  2. Diabetes mellitus.
  3. Beber cantidades excesivas de agua.

Por ser las infecciones urinarias una de las causas principales: ¿Cómo evitarlas? Presta atención y estas son las cosas que no debes hacer:

  1. No lavar tus genitales con jabón: Los genitales tanto femeninos como masculinos realizan su propia limpieza de manera independiente y automática, además que disponen de un pH exclusivo y diferente al resto del cuerpo, por lo que al incluir jabón se estaría modificando su pH y abriendo las puertas a una posible infección urinaria. Debe realizarse el lavado sólo con agua o con jabones especializados.
  2. No propiciar la humedad: Esto debe ser una normal, no sólo después de bañarte, sino también cuando vas al baño, ya que cuando queda algo de humedad en tus genitales son más las posibilidades de que se aglomeren más bacterias de las que normalmente existen y ocasionen un foco infeccioso.
  3. No limpiarse correctamente: Todos los genitales disponen de bacterias, propias del organismo que quedan luego de expulsar algunas en una micción. Pero, el ano tiende a ser un centro de bacterias que vienen del intestino, las cuales podrían tocar tus genitales si realizas una limpieza incorrecta, de adelante hacia atrás, por ejemplo.
  4. No ingerir agua: Se recomienda tomar hasta 3 litros de agua al día, pues esto contribuirá a la eliminación de las toxinas y desecharlas posteriormente mediante la orina. Una de los métodos que te ayudarán a verificar que lo estás haciendo bien, es chequear el color de tu orina, si esta en un tono claro o transparente, te estás hidratando correctamente.
  5. No ir al baño después del acto sexual: Si tomas la iniciativa de orina después de tener relaciones sexuales, permitirás que durante la micción el orín arrastre todos desechos y bacterias que hayan podido adentrarse a tu organismo.
  6. No usar ropa íntima de tela sintética y apretada: Este tipo de telas, como la licra, son tejidos que atraen mucha humedad, y también la absorben con facilidad, por lo que deben evitar para alejar a las bacterias, y por ende a las infecciones. Igualmente deben tomarse las mismas medidas con la ropa que queda muy apretada o ajustada.

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