Diarrea amarilla

Diarrea amarilla

La diarrea amarilla es una afección relativamente común que se da cuando las heces pasan a gran velocidad por el intestino. Así, el organismo no es capaz de absorber las grasas de forma adecuada, de modo que estas se eliminan en las heces. De ahí el color amarillo característico.

Aunque en la gran mayoría de los casos responde a un problema de salud de carácter leve que desaparece pasadas 24 o 48 horas, en otros puede ser un síntoma de enfermedades graves: intestino irritable, infección intestinal, disminución de la bilis, etc.

Índice
  1. ¿Cuáles son las causas de la diarrea amarilla?
    1. Estrés
    2. Intestino irritable
    3. Disminución de la bilis
    4. Fibrosis quística
    5. Infección en el intestino
    6. Medicamentos
  2. Síntomas de la diarrea amarilla
  3. Tratamiento para la diarrea amarilla
    1. Alimentación
    2. Soluciones caseras
  4. Diarrea amarilla en bebés
    1. ¿Cuándo consultar al médico?
  5. Color de las heces y significado

¿Cuáles son las causas de la diarrea amarilla?

Cuáles son las causas de la diarrea amarilla

Estrés

Son muchos los expertos que señalan que el estrés es una de las enfermedades más comunes en el Siglo XXI, y una de las principales causas del color amarillento de la diarrea. El estrés provoca un envío masivo de sangre a las piernas, de modo que la concentración en el aparato digestivo es considerablemente menor a lo habitual. Esto dificulta en gran medida la digestión e impide la correcta absorción de las grasas. Así, ante situaciones de gran estrés puede darse una descomposición de este tipo. En la gran mayoría de casos mejora pasados un par de días.

Intestino irritable

El intestino irritable es una enfermedad crónica del aparato digestivo. Los síntomas más comunes de este trastorno son los siguientes: dolor e hinchazón abdominal, y diarrea amarilla.

Seguir una alimentación saludable y equilibrada ayuda a prevenir esta enfermedad. Lo más recomendable es evitar las comidas grasas y optar por aquellos alimentos ricos en fibra y proteínas. Por supuesto, la hidratación es clave, de modo que se aconseja beber entre 1,5 y 2 litros diarios.

Disminución de la bilis

La bilis es una sustancia que tiene un papel protagonista en el proceso digestivo ya que ayuda a la degradación de las grasas que contienen los alimentos ingeridos. Así, ayuda al intestino a absorber estas grasas. Por lo tanto, cuando la cantidad de bilis se reduce de forma drástica, las grasas pasan a ser eliminadas en las heces, haciendo que estas sean de color amarillo y más líquidas.

Cuando la causa de la diarrea amarilla es la falta de bilis normalmente se dan otros síntomas: orina más oscura, cansancio y fatiga sin razón aparente, temperatura corporal alta y pérdida de peso.

Son varios los problemas de salud que pueden dar lugar a la disminución de la bilis.

  • Cirrosis: la cirrosis es un trastorno de carácter grave que se caracteriza por la cicatrización del hígado a raíz de otras enfermedades como la hepatitis. Los síntomas más comunes son: cansancio, pérdida de apetito, vómitos, ictericia y enrojecimiento de las palmas de las manos.
  • Cáncer de hígado: por lo general el cáncer de hígado no se diagnostica hasta etapas avanzadas de la enfermedad. Los síntomas que se repiten con más frecuencia son: pérdida de peso, masa debajo de las costillas en uno de los lados, ictericia y sensación de llenura después de las comidas.
  • Cálculos biliares: una de las causas más comunes por las que los niveles de bilis se reducen es por la presencia de cálculos biliares. Se trata de depósitos sólidos que se forman en el interior de la vesícula biliar.

Fibrosis quística

La fibrosis quística es una enfermedad hereditaria que se caracteriza por la acumulación de moco de gran espesor en los pulmones y en el tubo digestivo, además de otras zonas del cuerpo humano. Entre los síntomas vinculados con la función intestinal, la diarrea amarilla es uno de ellos. Además, se dan otros como dolor abdominal, náuseas, vómitos y pérdida de peso.

Infección en el intestino

La infección intestinal puede darse por el consumo de alimentos sin cocinar o agua contaminada, lo que provoca la inflamación del revestimiento del intestino. Así, a este órgano le resulta más complicado absorber la grasa de los alimentos, lo que conlleva a que las heces tengan un color amarillento. Se trata de un tipo de infección leve, que se puede tratar en casa manteniendo reposo y aumentando la ingesta de líquidos.

Medicamentos

Otra de las posibles causas de esta afección es el tratamiento con Orlistat, también denominado Xenical. Un fármaco que se utiliza habitualmente en programas de pérdida de peso y en personas que sufren colesterol alto. Impide que el intestino absorba las grasas de los alimentos ingeridos, provocando con ello que las heces sean amarillas y menos sólidas.

Síntomas de la diarrea amarilla

Además de las heces con un color amarillento, hay otros síntomas que se dan: calambres, fatiga sin razón aparente, debilidad... Por lo general, la diarrea consiste en las evacuaciones acuosas y sueltas varias veces al día durante unos pocos días. Sin embargo, hay casos crónicos en los que esta dura varias semanas.

Tratamiento para la diarrea amarilla

Tratamiento para la diarrea amarilla

Si la diarrea amarilla dura más de unos pocos días, es recomendable acudir al médico para que realice un diagnóstico y establezca el tratamiento más adecuado. En cualquier caso, es importante evitar el consumo de alimentos con un alto contenido en grasa, así como bebidas alcohólicas o con cafeína.

Uno de los principales riesgos de la diarrea es la deshidratación. Es por ello que resulta tan importante beber abundante agua. También se pueden tomar alimentos ricos en agua, como la sandía o el melón, además de infusiones caseras.

Alimentación

Para acelerar el proceso de curación y que el intestino vuelva a funcionar de manera normal, la alimentación es muy importante. Durante los primeros días de diarrea, es recomendable seguir una dieta de líquidos claros para evitar que el intestino tenga que hacer un esfuerzo excesivo.

Poco a poco puedes ir introduciendo en la dieta alimentos como el pollo, el pavo y el arroz hervido. Es muy importante que consumas los alimentos siempre en pequeñas cantidades para no cargar en exceso el aparato digestivo.

A medida que pasan los días y la enfermedad va remitiendo, hay que comenzar una dieta moderada, introduciendo alimentos como pescados y sopas. Los lácteos, las legumbres y los colores es mejor dejarlos para cuando el cuerpo se haya recuperado por completo.

Soluciones caseras

  • Manzanilla: cualquier infusión es buena para la diarre amarilla, aunque la manzanilla es una de las más recomendadas. Prepara una infusión con un puñado de flores de manzanilla. Luego, deja que repose durante unos minutos, cuela y toma dando pequeños sorbos.
  • Zumo de limón: si sufres cualquier tipo de problema digestivo, el zumo de limón es un excelente remedio casero. Tiene propiedades astringentes que evitan la pérdida de líquidos del intestino y, además, favorece la hidratación del organismo. Tan solo tienes que añadir el zumo de dos limones y una cucharadita de bicarbonato en un litro de agua.
  • Suero casero: la diarrea provoca la deshidratación del cuerpo, además de la pérdida de azúcares, minerales y sales. Para evitar problemas de salud graves, puedes preparar tu propio suero casero. Añade una cucharada de sal, una de azúcar y una de bicarbonato en un litro de agua.

Diarrea amarilla en bebés

Durante los primeros seis meses de vida, la diarrea es algo completamente normal en bebés. Estos se alimentan generalmente de leche, que contiene cantidades elevadas de agua.

El color amarillo es común ya que el intestino de los más pequeños funciona a mayor velocidad que el de los adultos, de modo que la absorción de determinadas grasas es complicada. Esto se da especialmente cuando los bebés se alimentan de leche materna, cuya cantidad de grasa es superior a la de la leche de fórmula.

Por lo tanto, los padres solo deben preocuparse y acudir al pediatra cuando las heces tengan restos de sangre o sean de color negro.

¿Cuándo consultar al médico?

Hay una serie de síntomas que pueden alertar a los padres. Es importante acudir al médico a la mayor brevedad posible si el niño se encuentra decaído, pasa la mayor parte del día durmiendo o apenas responde a los estímulos.

También si las heces tienen restos de sangre, la diarrea es muy frecuente y voluminosa, o el niño no orina durante varias horas.

Color de las heces y significado

Color de las heces y significado

Del mismo modo que la orina, las heces pueden tener una amplia gama de colores. Todos los tonos de marrón y verde son considerados normales. Es importante conocer que solo en contadas ocasiones el color de las heces es síntoma de una enfermedad intestinal de carácter grave.

En muchos casos el color de las deposiciones está directamente vinculado con los alimentos ingeridos. Ante cualquier cambio preocupante, como por ejemplo la presencia de sangre en las heces, es importante consultar al médico.

  • Verde: cuando las heces son de color verde, la causa es que los alimentos pasan muy rápido por el intestino grueso, de modo que la bilis no se puede descomponer por completo. Lee nuestro artículo sobre las heces verdes.
  • Blanco: el color blanco en la gran mayoría de casos indica una obstrucción de las vías biliares, probablemente a causa de un cálculo. Lee nuestro artículo sobre las heces blancas.
  • Amarillo: aunque el color amarillo en las heces no es muy frecuente, puede darse. Se be a un exceso de grasa en las deposiciones debido a problemas con la proteína gluten.
  • Negro: si el color de las heces es negro, significa que existe un sangrado en la parte superior del aparato digestivo, probablemente en el estómago.
  • Rojo: y, por último, el color rojo brillante, que indica un sangrado en la parte inferior del aparato digestivo. Aunque pueda resultar alarmante, en la gran mayoría de ocasiones se debe a la presencia de hemorroides.

Si sufres de diarrea amarilla, es importante que no fuerces la alimentación. Recuerda que tu aparato digestivo debe descansar y recomponerse. Por lo tanto, durante unos días toma alimentos que sean suaves y fáciles de digerir, como batidos, cremas, sopas o purés. Evita comidas picantes, así como el alcohol y las bebidas con cafeína.

También te podría interesar...