Colposcopia

Colposcopia

La colposcopia es una prueba médica que permite visualizar el cérvix, la superficie del cuello del útero; se trata de la zona más baja del útero, la cual conecta este órgano con la vagina. Para la realización de esta prueba se utiliza un instrumento denominado colposcopio.

Un examen muy frecuente en las mujeres ya que permite identificar en su fase más temprada determinadas anomalías precursoras de un tumor maligno. Además, gracias a la colposcopia el médico puede extraer muestras de tejido para posteriormente analizarlas en el laboratorio.

Índice
  1. ¿Para qué se realiza?
  2. Preparación y realización de la prueba
    1. Antes de la prueba
    2. Durante el examen
    3. Después de la prueba
    4. Contraindicaciones, embarazo y lactancia
    5. ¿Duele?
  3. Resultados de la colposcopia
  4. Cáncer cervical

¿Para qué se realiza?

Generalmente, la colposcopia es la segunda prueba que se solicita en la detección del cáncer de cuello de útero; se realiza cuando la citología de cérvix, también conocida como test de Papanicolau, ha detectado una serie de células anormales que podrían ser precursoras de un tumor maligno, o incluso cancerosas. En estos casos, se solicita una colposcopia para confirmar el diagnóstico.

El ginecólogo también puede solicitar esta prueba si tiene alguna sospecha tras una revisión de que pueda haber ina inflamación o pólipos en el cérvix (ver: aparato reproductor femenino). La colposcopia también es una prueba frecuente en mujeres que alguna vez hayan padecido el virus del papiloma humano.

Preparación y realización de la prueba

Ahora vamos a explicar paso a paso en qué consiste la colposcopia.

Antes de la prueba

La colposcopia no requiere de ningún tipo de preparación previa; no es necesario tomar ningún tipo de medicamento para su realización, ni tampoco es necesario ir en ayunas. La prueba se realiza de forma ambulatoria y tiene una duración aproximada de 15 minutos; si el médico detecta alguna anomalía, como por ejemplo pólipos en el cérvix que requieren ser extraídos, el examen se puede alargar.

Durante el examen

Tal y como hemos señalado, esta prueba médica se realiza mediante un instrumento conocido como colposcopio; gracias a él, el médico puede observar el cuello del útero de forma nítida y ampliada.

Para la realización de la prueba la mujer debe tumarse boca arriba en una camilla con ambas piernas separadas. A continuación, el médico procede a la colocación de un espéculo para separar las paredes vaginales. Luego, aplica una serie de líquidos para resaltar aquellas zonas en las que pudiera haber células anormales.

Prueba colposcopia

Si lo considera conveniente, puede tomar muestras para su posterior análisis en el laboratorio; en ocasiones puede incluso realizar el tratamiento durante la colposcopia, extirpando una determinada lesión presente en la zona.

Las complicaciones de la colposcopia no son en absoluto frecuentes. El único riesgo posible de esta prueba médica es una infección en el cérvix, pero se da en contadas ocasiones.

Después de la prueba

Una vez finalizado el examen, se puede hacer una vida completamente normal inmediatamante después. Si durante la colposcopia se ha tratado alguna lesión, es conveniente evitar las relaciones sexuales durante una semana, así como levantar pesos o realizar deportes de alta intensidad.

Contraindicaciones, embarazo y lactancia

No es conveniente realizar esta prueba médica durante la menstruación ya que la presencia de sangre puede interferir de alguna manera la exploración, impidiendo ver de manera nítida el cuello del útero. Además, no se pueden tener relaciones sexuales durante las 24 horas previas a la prueba, así como tampoco realizarse duchas vaginales.

La colposcopia no está contraindicada en mujeres embarazadas ni en periodo de lactancia; la prueba se puede realizar sin ningún riesgo para la madre y para el bebé.

¿Duele?

Una de las preguntas más habituales entre las mujeres que deben someterse a una colposcopia es si la prueba resulta dolorosa. Pues bien, lo cierto es que no; la única molestia puede venir dada por la introducción del espéculo, pero es una ligera molestia que nada tiene que ver con el dolor.

Sí es habitual sentir un ligero escozor cuando el médico aplica determinados productos en el cuello del útero para resaltar aquellas zonas en las que pueda existir una lesión. Además, si durante la prueba el médico toma una muestra, se puede sentir un pellizco muy leve.

Resultados de la colposcopia

Una vez realizada la colposcopia, los resultados acerca de la misma suelen estar disponibles en dos o tres semanas. Estos se clasifican en una serie de categorías.

  • Hallazgos normales: no se ha localizado ninguna lesión ni anormalidad durante el examen. El cuello del útero se encuentra en perfecto estado y no hay sospecha alguna de cáncer.
  • Hallazgos anormales: en los resultados aparece especificada la zona en la que se han detectado dichos hallazgos, así como de qué se trata: lesiones, vasos anormales...
  • Hallazgos diversos: este tipo de resultados se relacionan con una inflamación, una úlcera o cualquier otra patología que afecte al cérvix pero que nada tenga que ver con el cáncer.
  • Sospecha de cáncer: la colposcopia ha determinado que existe una lesión sospechosa de tumor maligno.

Es el médico el encargado de aportar los resultados de la prueba. Además, es él quien debe prescibir el tratamiento en caso de que sea necesario, así como si resulta necesario realizar un examen adicional.

Cáncer cervical

Uno de los principales fines de la coloposcopia es el diagnóstico de un tumor en el cuello uterino. Se trata de un tipo de tumor que en la gran mayoría de los casos puede tardar varios años en manifestarse; por lo tanto, su diagnóstico suele darse en fases avanzadas de la enfermedad.

Es el virus del papiloma humano, una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes a nivel mundo, la causa de este tipo de tumor maligno. Existen más de cien tipos diferentes de VPH; la gran mayoría de ellos no son dañinos y desaparecen sin dejar rastro. No obstante, algunos de ellos pueden permanecer en el organismo durante años y, en ocasiones, provocar cáncer cervical.

Los síntomas más habituales de un tumor maligno en el cuello del útero son tres. Por un lado, un sangrado vaginal anormal, el cual se da generalmente entre periodos mensutruales. Por otro lado, una secreción vaginal fuera de lo habitual, la cual puede contener algo de sangre. Y, por último, dolor intenso durante las relaciones sexuales.

Cuando una mujer presenta alguno de estos síntomas, el médico puede solicitar la prueba de Papanicolau. Si este examen detecta una serie de células anormales, entonces se realiza la colposcopia.

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