Colonoscopia

Colonoscopia

La colonoscopia es un procedimiento médico que utiliza un tubo largo y flexible para observar el interior del intestino grueso. Esta prueba puede mostrar tejido inflamado e irritado, así como úlceras, pólipos o cualquier tipo de cuerpo extraño.

Índice
  1. ¿Qué es el colon?
  2. ¿Qué es la colonoscopia?
  3. ¿Por qué se realiza la colonoscopia?
    1. Cáncer de colon
    2. Sangre en las heces
    3. Enfermedad inflamatoria intestinal
  4. Contraindicaciones
  5. ¿Cómo se realiza?
    1. Preparación
    2. Procedimiento
  6. Posibles complicaciones
  7. Resultado de la colonoscopia
  8. Conclusión

¿Qué es el colon?

El colon, también conocido como intestino grueso, es la parte final del sistema digestivo. Es un tubo largo y huevo en el cual el organismo produce y almacena las heces.

Existen una gran variedad de trastornos que afectan al colon, como el cáncer colorrectal, pólipos, colitis ulcerosa, diverticulitis y síndrome del intestino irritable.

¿Qué es la colonoscopia?

La colonoscopia es una prueba médica que, tal y como su propio nombre indica, tiene como principal objetivo el diagnóstico y tratamiento de determinadas enfermedades del colon. La prueba se realiza mediante un instrumento conocido como colonoscopio, el cual se introduce por el ano y avanza hasta el colon; tiene una cámara de video en su extremo que permite ver el interior del intestino en su totalidad.

Además del diagnóstico de afecciones relacionadas con el colon, la colonoscopia también puede ser utilizada como tratamiento para algunas patologías. El colonoscopio tiene varios canales en los que se pueden introducir diferentes instrumentos que permiten por ejemplo extirpar pólipos alojados en el intestino.

¿Por qué se realiza la colonoscopia?

Razones de una colonoscopia

Los motivos para realizar esta prueba médica pueden ser muy amplios y diversos.

Cáncer de colon

Una de las causas más frecuentes para solicitar la realización de una colonoscopia es el cribado del cáncer de colon, especialmente en personas con antecedentes familiares de este tipo de tumor, así como en aquellas mayores de 50 años.

El cáncer de colon se desarrolla cuando varios tumores malignos se forman en el revestimiento del intestino grueso. Los síntomas más habituales son los siguientes: estreñimiento, sensación de que el intestino no se vacía por completo cuando se evacúa, sangre en las heces que puede tener un color rojo brillante o negro, dolores abdominales y fatiga.

En la gran mayoría de los casos, este tipo de cáncer comienza con un conjunto de células benignas denominadas pólipos adenomatosos. A medida que pasa el tiempo, estos pólipos pueden convertirse en malignos. Generalmente, en un inicio no causan ningún síntoma. Es por ello que resulta tan importante la realización de la colonoscopia para el diagnóstico y extirpación de pólipos benignos.

Sangre en las heces

Otro de los motivos por los que habitualmente se solicita una colonoscopia es la presencia sangre en las heces.

En la gran mayoría de los casos, el sangrado no se debe a ninguna causa de gravedad; no obstante, siempre resulta esencial consultar con el médico. Si la sangre es alquitranosa y hace que las heces tomen un color negruzco, las causas pueden ser muy diversas, como úlcera sangrante en el estómago, gastritis o traumatismo.

En el caso de que la sangre presente en las heces sea de un color rojo brillante, puede deberse a determinadas enfermedades como hemorroides, fisuras anales o diverticulosis.

Enfermedad inflamatoria intestinal

La colonoscopia también se realiza para diagnosticar determinadas enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.

  • Enfermedad de Crohn: es un proceso inflamatorio crónico del tracto intestinal. Algunos de los síntomas propios de esta dolencia son cólicos, dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso sin razón aparente e hinchazón abdominal.
  • Colitis ulcerosa: es una afección que genera inflamación y úlceras en la membrana exterior del recto y el colon. Los síntomas de la colitis ulcerosa son: cansacio y fatiga, pérdida de apetito, hemorragia rectal y dolor en las articulaciones.

Contraindicaciones

Si un paciente sufre alguna de las siguientes patologías, la colonoscopia no es una prueba recomendable para él.

  • Colon irritable
  • Hipotensión
  • Trastornos muy graves de la coagulación
  • Segundo y tercer trimestre de embarazo:  por regla general, la colonoscopia es una prueba que debe evitarse durante el periodo de gestación. No obstante, en ocasiones puede solicitarse; en estos casos, es importante que se realice con la mínima sedación posible. En cuanto a la lactancia, lo cierto es que no existe ningún tipo de contraindicación con la realización de esta prueba.

¿Cómo se realiza?

A continuación vamos a explicar de forma detallada cómo se realiza la colonoscopia.

Preparación

Tal y como hemos señalado, la colonoscopia tiene como fin observar el colon en su totalidad. Por lo tanto, para poder realizar la prueba correctamente, es esencial que el colon se encuentre totalmente limpio. El periodo de preparación comienza entre uno y dos días antes del procedimiento.

Es el médico quien indica los pasos a seguir; el paciente debe tomar laxantes, ya sea por via oral o a través de enemas. Además, 48 horas antes de la prueba debe comenzar una dieta muy pobre en residuos, sin el consumo de determinados alimentos como las verduras o las patatatas. 12 horas antes de la realización de la colonoscopia el paciente debe comenzar una dieta líquida.

Es importante seguir estas instrucciones al pie de la letra. De lo contrario, el médico puede verse obligado a suspender la prueba.

Procedimiento

Colonoscopia: cómo se hace

La colonoscopia tiene una duración de entre 30 y 45 minutos. No obstante, el tiempo puede ser mayor si se detecta algún tipo de pólipo o cuerpo extraño que obliguen a su extirpación o a la realización de una biopsia.

La prueba la lleva a cabo un médico especialista en el aparado digestivo. En primer lugar toma una vía intravenosa en el brazo, por la cual se administra un medicamento que seda al paciente; de ésta manera, este se siente relajado durante la colonoscopia.

A continuación, el paciente debe tumarse en una camilla recostado sobre su lado izquierdo; las rodillas deben estar dobladas hacia el pecho. Para comenzar con la prueba, el médico realiza un tacto rectal para explorar el orificio anal; se trata de un método prácticamente indoloro, aunque en algunas personas puede causar una ligera molestia.

Una vez realizado el tacto rectal, comienza la colonoscopia propiamente dicha. El médico introduce el colonoscopio lubricado por el orificio anal, un tubo flexible de entre 122 y 183 centímetros de largo, que avanza hasta el colon. Gracias a la cámara que el colonoscopio tiene integrada en uno de sus extremos el médico puede ver el interior de esta zona del aparato digestivo desde su pantalla en tiempo real.

Se trata de una prueba indolora, aunque el paciente puede sentir algunos calambres abdominales. También es habitual sentir una necesidad urgente de defecar o de expulsar gases; es algo completamente normal, por lo que no hay que sentirse incómodo. Hay que tener en cuenta que a través del colonoscopio se introduce aire para relajar el colon y así facilitar su exploración. Durante la prueba lo mejor es respirar lenta y profundamente para así relajar los músculos del abdomen.

Si durante la exploración del colon el médico observa cualquier tipo de cuerpo extraño, como por ejemplo pólipos, debe proceder a eliminarlos; para ello incorpora herramientas como micropinzas o microtijeras en uno de los canales del colonoscopio. De la misma manera, si sospecha de un posible tumor, puede aprovechar la prueba para tomar muestras para una biopsia.

Una vez finalizada la colonoscopia, se extrae el colonoscopio cuidadosamente, lo cual genera una gran sensación de alivio en el paciente, y se limpia la zona anal. El paciente debe estar entre una y dos horas en observación mientras se recupera del efecto del sedante.

Durante las doce horas posteriores a la prueba no es recomendable conducir ni manejar ningún tipo de maquinaria peligrosa. Es el médico quien debe indicar cuándo puede comenzar su actividad normal y qué dieta debe llevar durante los días posteriores.

Posibles complicaciones

La colonoscopia es una prueba médica sumamente segura. Los efectos secundarios son muy extraños, se dan en contadas ocasiones. Durante la prueba el paciente puede sentir alguna molestia abdominal, aunque muy ligera porque previamente se administran sedantes y analgésicos.

Una vez finalizado el procedimiento es habitual sentir somnolencia y fatiga durante unas horas, así como distensión abdominal. Además, si durante la colonoscopia el médico ha extirpado uno o varios pólipos, o ha tomado muestras para una biopsia, durante los días siguientes a la prueba es habitual la presencia de sangre en las heces.

Las complicaciones de una colonoscopia únicamente se dan cuando el colonoscopio daña la superficie de la mucosa, originando un sangrado rectal.

Resultado de la colonoscopia

Colonoscopia

La colonoscopia es una prueba médica que permite explorar la totalidad del intestino, de forma que permite diagnosticar una gran selección de patologías. Una vez relizada la colonoscopia, el paciente redacta un informe escrito en el que detalla los potenciales hallazgos, como pólipos o cuerpos extraños.

Si el médico ha tomado muestras para una biopsia, éstas deben ser estudiadas y analizadas por medio de un microscopio; un procedimiento que realiza un patólogo y del que también se elabora un informe.

Conclusión

La colonoscopia es una de las pruebas médicas más completas que existen; permite detectar una gran selección de patologías del intestino grueso. Además, en el caso de los pólipos, permite extraerlos para que éstos no se conviertan en malignos y den lugar a un cáncer colorrectal.

 

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