Cáncer de páncreas

Cáncer de páncreas

El cáncer de páncreas o adenocarcinoma de páncreas es un tumor de desarrollo lento, cuyo diagnóstico precoz es muy difícil por la pobreza e inespecificidad de los síntomas que presenta en su fase inicial.

En los estadios avanzados en que suele diagnosticarse tiene muy mal pronóstico. Su supervivencia a los 5 años es sólo de 1-2% y la mortalidad en el primer año es del 85%.

Constituye la segunda causa de muerte por tumores del tracto gastrointestinal. Su incidencia ha aumentado en las últimas décadas en casi todos los países.

Es más frecuente en pacientes de edad avanzada y algo más común entre los varones. La media de edad se encuentra alrededor de 60 años en los hombres y casi 70 en las mujeres. La enfermedad suele afectar más a los hombres, pero con excepciones, como en España, donde la mujer parece ser algo más susceptible.

Índice
  1. Causas del cáncer de páncreas
  2. Síntomas del cáncer de páncreas
  3. ¿Cómo se diagnostica?
  4. ¿Cómo puedo evitarla?

Causas del cáncer de páncreas

Su causa permanece desconocida, existiendo una serie de factores de riesgo de padecer la enfermedad, de los cuales sólo ha podido ser demostrado su relación causal con el tabaco y la pancreatitis crónica.

Hay mayor prevalencia en trabajadores del metal e industrias químicas con sustancias alquilantes, benzidina y asbesto, sobre todo en personas con más de diez años de exposición a las mismas.

El consumo de abundantes productos ricos en proteínas vegetales como las lentejas, guisantes, judías y algunas frutas, reducirán significativamente el riesgo de padecer esta enfermedad.

El alcohol y el café también se han relacionado con la aparición de la enfermedad.

Existen enfermedades que se asocian con la aparición de cáncer de páncreas:

  • Diabetes mellitus.
  • Litiasis biliar.
  • Antecedente de colecistectomía.
  • Pancreatitis crónica.
  • Pancreatitis calcificante tropical.
  • Mutaciones genéticas.

Se origina en el epitelio ductal en el 90% de casos (adenocarcinoma de células ductales), y en el 10%, en células acinares, endocrinas o tejido conectivo. El tamaño de la lesión en el momento del diagnóstico varía según su localización, pudiendo llegar a 5 cm en cabeza y a más del doble en el cuerpo y cola del páncreas. Los de localización cefálica terminan produciendo estenosis del conducto pancreático y de la vía biliar.

Causas del cáncer de páncreas

La localización de la lesión por orden de frecuencia es: cabeza, cuerpo y cola.

El cistoadenocarcinoma, segundo tipo tumoral en importancia, se localiza preferentemente en cuerpo y cola. Su situación retroperitoneal favorece la extensión directa a otras estructuras tales como colédoco, vena porta, cava, aorta, etc. La invasión por continuidad del duodeno puede provocar obstrucción.

La diseminación por sistema linfático ocurre precozmente produciendo metástasis ganglionares.

Su diseminación perineural es muy frecuente, lo que explicaría en parte el dolor abdominal en estos enfermos.

La diseminación a distancia, por sangre, ocurre en el 90% de casos (hígado, peritoneo, pulmón, suprarrenal, bazo o riñón).

Síntomas del cáncer de páncreas

El cáncer de páncreas es un tumor de desarrollo insidioso, cuyo diagnóstico precoz es muy difícil por la pobreza e inespecificidad de los síntomas que presenta en su fase inicial.

Los síntomas que producen van a variar según la localización del tumor y las estructuras afectadas por él.

La pérdida de peso suele ser el síntoma más constante y precoz.

El dolor abdominal, presente en el 80% de los enfermos, es variable en su intensidad y localización, aunque lo más frecuente es su localización en epigastrio con irradiación a ambos hipocondrios y espalda. Suele ser de carácter fijo, pero también puede presentarse como un dolor cólico.

Los tumores de cabeza de páncreas suelen presentarse en el 70% de los pacientes por una pigmentación cutáneo-mucosa amarillenta, de curso progresivo y a menudo indoloro, provocado por la obstrucción paulatina del colédoco en su porción pancreática. Picor que produce un gran malestar. Otros síntomas menos frecuentes son: anorexia, astenia, dispepsia, vómitos y trastornos de comportamiento.

Hay enfermedades que pueden sumarse a la clínica tumoral, entre ellas está diabetes, pancreatitis aguda, síndrome ulceroso o hemorragia digestiva.

Entre los hallazgos físicos más frecuentes tenemos la ictericia, lesiones de rascado, aumento del hígado, dolor a la palpación.

En situaciones evolucionadas podemos encontrar aumento del tamaño del bazo por trombosis de la vena esplénica o aumento de líquido peritoneal por carcinomatosis peritoneal o trombosis portal. En un 10% puede haber signos de tromboflebitis. Más raramente manifestaciones sistémicas como poliartritis, paniculitis, etc.

¿Cómo se diagnostica?

En la actualidad se dispone de una gran batería de procedimientos diagnósticos, cuya utilización se debe ajustar a los criterios de máxima efectividad y exactitud diagnóstica con el mínimo coste económico y de morbimortalidad( daño y muerte).

Ante la sospecha clínica, el primer paso debe ser la ecografía abdominal complementado con una punción-aspiración con aguja fina.

Si la sospecha continúa, el siguiente paso es la realización de una tomografía axial computerizada, aunque en caso de existir pigmentación amarillenta cutáneomucosa se debería pasar directamente a la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica.

Si ECO y TAC no son concluyentes, deberemos recurrir a CPRE y colocación de prótesis biliar si existe ictericia obstructiva, como método de preparación preoperatoria o incluso como tratamiento definitivo en casos inoperables e irresecables. En caso de fracasar la CPNN recurriremos a la colangiografía transparietohepática.

El único tratamiento definitivo del cáncer de páncreas es la resección quirúrgica.

El tratamiento puede ser:

  • Curativo: la técnica generalmente aceptada es la resección del duodeno y de la cabeza del páncreas en los cánceres de cabeza y la resección de cuerpo y cola en los de cuerpo y cola de páncreas. A veces se realiza resección total del páncreas.
  • Paliativo: la cirugía es el método más completo de tratamiento paliativo, pero también el que presenta una mayor morbimortalidad. Sus objetivos son la derivación biliar y digestiva, y el tratamiento del dolor mediante alcoholización del plexo celíaco. Esta cirugía estaría indicada en casos de duda diagnóstica preoperatoria, cuando la irresecabilidad se establece en el quirófano, cuando exista compromiso del tránsito digestivo y cuando fallan otros procedimientos de drenaje biliar (endoscópico o percutáneo).

La radioterapia se ha utilizado tanto en la fase preoperativa como intra y postoperiatoriamente. Solamente tras cirugía de resección parece tener alguna mejora en la supervivencia sin aumentar la morbimortalidad.

La quimioterapia ha registrado respuestas positivas en cuanto a la reducción de masa tumoral, pero la supervivencia y la calidad de vida no mejora significativamente en los enfermos tratados tanto con monoterapia (5-fluoracilo) como con combinaciones de poliquimioterapia.

¿Cómo puedo evitarla?

Para prevenir el cáncer de páncreas se debe evitar:

  • Tabaco.
  • Alcohol.
  • Café.
  • Trabajar con metales y sustancias alquilantes, benzidina y asbesto.

Seguir controles por especialistas en digestivo si se tiene:

  • Diabetes mellitus.
  • Litiasis biliar.
  • Antecedentes de resección de vesícula biliar.
  • Pancreatitis crónica.
  • Antecedentes familiares de cáncer de páncreas.

El consumo de abundantes productos ricos en proteínas vegetales reduce el riesgo de presentar cáncer de páncreas.

El cáncer de páncreas tiene un mal pronóstico condicionado por el retraso en su presentación clínica. Generalmente, su crecimiento intrapancreático y la invasión linfática son indetectables clínicamente y sólo la invasión de estructuras adyacentes suele ser sintomática.

Se debe acudir al médico cuando aparezcan diversos síntomas como:

  • Pérdida de peso.
  • Dolor abdominal persistente.
  • Pigmentación amarillenta mucocutánea, etc.

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