Urografía

Urografía

La urografía es un examen diagnóstico que utiliza material de contraste para la evaluación de diferentes trastornos y condiciones que afectan al sistema urinario: piedras alojadas en los riñones o en la vejiga, presencia de sangre en la orina...

Gracias a la urografía se puede analizar tanto la morfolofía como la función del aparato urinario. Esta prueba proporciona una imagen detallada de los riñones y las vías urinarias. Y, además, ofrece información muy precisa sobre la depuración de los riñones.

Índice
  1. ¿Qué es la urografía?
    1. Historia y evolución
  2. ¿Por qué se hace la urografía?
    1. Cólico renal
    2. Malformación de las vías urinarias
    3. Pérdida de sangre
    4. Estenosis uretral
    5. Tumores
    6. Planificar una intervención
  3. ¿Cómo se hace una urografía?
    1. Preparación
    2. Procedimiento
  4. Complicaciones de la urografía
  5. Resultados
    1. Conclusión

¿Qué es la urografía?

La urografía es una prueba diagnóstica basada en los rayos X para el estudio del aparato urinario en su conjunto: riñones, uréteres, vejiga y uretra. En líneas generales, el examen consiste en la inyección de un medio de contraste por vía intravenosa, el cual se difunde por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo y se filtra por los riñones para pasar a la orina. De este modo, mediante los rayos X se pueden observar las vías urinarias "dibujadas" en la imagen.

La urografía está contraindicada en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. En el caso del embarazo, la exposición a los rayos X, así como el contraste radiológico, pueden dañar al feto. En relación a la lactancia, no se trata de una contraindicación directa, aunque se recomienda evitar la prueba hasta que finalice este periodo.

Tampoco está indicada en aquellos pacientes que presentan una enfermedad cardíaca de carácter grave, así como alergia al yodo.

Historia y evolución

El origen de la urografía se sitúa en Alemania a principios de los años 20 gracias a los importantes avances realizados en los contrastes radiológicos yodados. Así, durante sus primeros años de vida la urografía fue una prueba ampliamente extendida, que se utilizaba para el diagnóstico de prácticamente cualquier trastorno relacionado con el aparato urinario, incluido el cáncer de vejiga, por ejemplo.

A día de hoy la urografía ha sido desplazada en ocasiones por otras pruebas diagnósticas menos invasivas como la ecografía o la tomografía computarizada. No obstante, continúa siendo muy importante en casos de cólicos nefríticos o de estudiar una determinada cirugía del aparato urinario.

¿Por qué se hace la urografía?

¿Por qué se hace la urografía?

En relación a los motivos que llevan al médico especialista a solicitar una urografía, se pueden agrupar en dos grandes categorías. Por un lado, razones puramente diagnósticas para confirmar un determinado trastorno del aparato urinario. Y, por otro lado, planificar una intervención ya que la urografía permite observar las vías urinarias con gran precisión. A continuación señalamos algunas de las condiciones más frecuentes por las que se realiza esta prueba médica.

Cólico renal

El cólico renal se da cuando las sales disueltas en la orina forman piedras que obstruyen las vías urinarias y, por tanto, el paso de la orina. Se caracteriza por producir un intenso dolor a quien lo padece, localizado generalmente en la parte inferior de la espalda y en el costado.

En un alto porcentaje de casos, el dolor se da acompañado de otros síntomas, como molestias al orinar, náuseas y vómitos, o incluso fiebre en los casos más graves.

Malformación de las vías urinarias

La urografía permite visualizar de forma integral y detallada las vías urinarias, pudiendo observar su forma y tamaño de manera precisa. Así, esta prueba médica puede detectar una falta de desarrollo de alguna de las parte que componen las vías urinarias.

Pérdida de sangre

La presencia en la orina es una condición que se da de manera relativamente frecuente en la población adulta. Aunque en la gran mayoría de las ocasiones su origen no se encuentra en una enfermedad de carácter grave, es importante dar con la causa.

Así, mediante el contraste yodado se puede observar en qué zona de las vías urinarias se está produciendo el sangrado. De este modo, se puede diagnosticar y tratar de forma previa a que la sangre se filtre por los riñones.

Estenosis uretral

La estenosis uretral es el estrechamiento de los uréteres, lo cual puede originar el alojamiento de cálculos renales en un determinado punto de las vías urinarias, o incluso impedir el paso de la orina. Por lo general, es un trastorno congénito, aunque en ocasiones también puede estar provocado por alguna infección o intervención.

Tumores

Mediante la urografía se pueden detectar tumores tanto malignos como benignos. Esto se debe a que su circulación sanguínea presenta una serie de irregularidades, siendo así diferente a la del riñón.

Planificar una intervención

Tal y como hemos señalado, en ocasiones la urografía es de gran utilidad en la planificación de intervenciones ya que permite conocer con detalle la forma y el tamaño del aparato urinario.

¿Cómo se hace una urografía?

La urografía es una prueba diagnóstica que se realiza de forma ambulatoria, por lo que no es necesario el ingreso hospitalario. No obstante, después de la prueba el paciente debe quedarse algunas horas en observación.

Por supuesto, de manera previa a la realización de la prueba es importante comunicar el médico todos los medicamentos que se toman ya que algunos pueden interferir con los resultados. En determinados casos el médico recomienda la administración de laxantes para que el colon esté completamente limpio durante la urografía, de modo que los riñones se puedan observar sin dificultad.

Y, por último señalar, que se aconseja permanecer en ayunas ocho horas antes de la realización de la prueba.

Preparación

Preparación de la urografía

De manera previa a la realización de la urografía, se realizan una serie de pruebas básicas.

  • Electrocardiograma: el electrocardiograma es una prueba diagnóstica que se utiliza para evaluar el ritmo y la función cardiaca. Se trata de un examen indoloro, en el que la actividad eléctrica se recoge mediante unos electrodos que se pegan a la piel de la parte anterior del pecho, así como en brazos y piernas.
  • Analítica sanguínea: una de las pruebas médicas más utilizadas. Consiste en la extracción de una pequeña muestra de sangre para evaluar diferentes elementos: glóbulos rojos, leucocitos... Permite valorar el estado general del paciente.

Procedimiento

Una vez el paciente acude al hospital debe cambiarse de ropa y ponerse un batín. A continuación, el médico procede a medir la tensión arterial, colocando para ello un manguito en el brazo.

El paso siguiente es la colocación de una vía venosa en el otro brazo y la inyección del contraste yodado. En el momento de la inyección, es normal sentir una gran sensación de calor en el brazo, así como sofocos y un sabor metálico en la boca. Es una reacción frecuente, y que no dura más de unos pocos segundos.

Durante la realización de las radiografías el paciente debe permanecer completamente inmóvil; de lo contrario, saldrán borrosas, lo que obligará a repetir la prueba. La prueba dura varios minutos, hasta que la totalidad del contraste se ha filtrado por los riñones, y ha sido expulsado a través de la orina.

Una vez finalizada la urografía, el paciente debe permanecer en observación unas horas. Durante ese periodo de tiempo debe beber una gran cantidad de líquido para limpiar el organismo y así evitar un daño renal agudo.

Antes de dar el alta definitiva al paciente, éste debe orinar para que el médico compruebe si el aspecto y color de la orina son normales.

Complicaciones de la urografía

Complicaciones de la urografía

La urografía, al igual que cualquier otra prueba médica, tiene una serie de complicaciones que resulta interesante conocer. Merece la pena destacar que estas son muy poco frecuentes.

  • En determinadas ocasiones el contraste yodado da lugar a una sensación de malestar, caracterizada por náuseas y vómitos. Algunos pacientes presentan dolor de cabeza, e incluso pérdidas de conciencia.
  • También puede darse una reacción alérgica al medio de contraste radiológico.
  • Otra de las complicaciones de la urografía tiene que ver con las alteraciones de la glándula tiroides. Se trata de una glándula en forma de mariposa ubicada en el cuello, la cual se encarga de la producción de hormonas y del control del ritmo de un amplio abanico de actividades y funciones del organismo.
  • Y, por último, en un porcentaje de casos mínimo se da un fallo renal agudo. Se da cuando los riñones no son capaces de filtrar los productos de desecho del torrente sanguíneo. Así, pueden acumularse altos niveles de residuos en el organismo, lo cual requiere de asistencia médica de manera urgente.

Resultados

Una vez realizada la urografía, el paciente debe regresar pasados unos días a recoger los resultados de la misma.

Los resultados de esta prueba diagnóstica se obtienen en una serie de etapas. En primer lugar, un filtrado inicial para el estudio de los riñones. En segundo lugar, el análisis exhaustivo de los riñones, así como de los uréteres. A continuación, la evaluación del paso del contraste por los uréteres. Y, en cuarto y último lugar, la retención de la orina en la vejiga.

Conclusión

La urografía es una prueba diagnóstica ampliamente extendida en el ámbito médico actual. Permite estudiar de manera detallada y precisa la totalidad del aparato urinario, de modo que se utiliza para el diagnóstico de determinadas enfermedades, así como para la planificación de cirugías e intervenciones.

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