Pericarditis

Pericarditis

El corazón está rodeado por una membrana de doble capa que tiene forma de saco y se llama pericardio. La pericarditis es la inflamación o irritación del pericardio, condición que se caracteriza por causar dolor agudo en el pecho cuando las capas de la membrana rozan entre sí. Se manifiesta mayormente de forma repentina, no se considera una afección de alto riesgo y por lo general evoluciona sin necesidad de tratamiento.

Cuando la pericarditis se manifiesta de forma gradual y los síntomas persisten en el tiempo se considera que es de tipo crónica. Si la condición empeora puede que sea necesario la ingesta de medicamentos. Diagnosticar a tiempo esta afección cardíaca es vital para prevenir complicaciones en el futuro y evitar que la persona tenga que someterse a una cirugía. En este artículo de eSalud te explicamos detalladamente en qué consiste esta enfermedad.

Índice
  1. Tipos de pericarditis
    1. Aguda
    2. Crónica
    3. Subaguda
  2. Síntomas de la pericarditis
  3. Causas de la pericarditis
  4. ¿Se puede complicar?
    1. Pericarditis constrictiva
    2. Taponamiento cardíaco
  5. Diagnóstico de la pericarditis
  6. Tratamiento y pronóstico de la pericarditis

Tipos de pericarditis

Dependiendo de sus síntomas y duración la pericarditis puede ser:

Aguda

Se produce de forma repentina y puede causar la inflamación de la cavidad pericárdica o derrame pericárdico. Asimismo, es posible que la hinchazón se extienda al miocardio epicárdico.

Crónica

Es una inflamación del pericardio que se ha mantenido por más de 6 meses.  

Subaguda

Es la que aparece tiempo después de algún factor desencadenante. Por lo general esta condición es consecuencia de la pericarditis aguda.

Síntomas de la pericarditis

La pericarditis aguda puede durar menos de tres semanas, la subaguda no más de tres meses y la crónica más de seis meses. En el caso de la aguda, el dolor en el pecho se considera el síntoma más característico. Dicha  molestia puede localizarse del lado izquierdo del cuerpo o detrás del esternón y a menudo se describe como una presión que varía de intensidad.

El dolor del pecho también puede irradiarse al brazo izquierdo y al cuello. Este síntoma empeora cuando la persona está acostada, tose o respira de forma profunda y suele mejorar cuando permanece sentada o inclina el cuerpo hacia adelante. Muchas personas suelen confundir el dolor de la pericarditis con el de un infarto en el corazón.

La pericarditis crónica se manifiesta a través de una inflamación prolongada que puede derivar la aparición de líquido en el corazón, afección que se conoce como derrame pericárdico. Las personas que tienen este tipo de pericarditis también experimentan el dolor de pecho de la pericarditis aguda. Además, esta afección puede causar otros síntomas, tales como:

  • Dificultad para respirar al reclinar el cuerpo hacia adelante.
  • Latidos del corazón acelerados.
  • Debilidad, fatiga y náuseas.
  • Hinchazón del abdomen y las extremidades.
  • Tos.

Causas de la pericarditis

Causas de la pericarditis

El pericardio contiene normalmente una pequeña cantidad de lubricante entre sus dos capas. Cuando se presenta la pericarditis, la inflamación de las membranas y el roce de las mismas causan el característico dolor en el pecho. ¿Por qué sucede esto? En la actualidad aún se desconoce la causa específica de esta enfermedad y a falta de una causa idiopática, hay quienes sospechan que se trata de una infección viral.  

También existen casos en que la pericarditis aparece poco después de un ataque cardíaco debido a los daños que sufre el corazón durante el infarto. A esta condición se le denomina Síndrome de Dressler, Síndrome de infarto postmiocardial o Síndrome de lesión poscardíaca. Otras situaciones asociadas como causas son:

  • Trastornos inflamatorios que tiene lugar en el organismo por causa de enfermedades como el lupus y la artritis.
  • Cualquier lesión que haya sufrido el corazón.
  • Enfermedades que afectan la salud cardiovascular como la insuficiencia renal, el SIDA, cáncer, tuberculosis.
  • Consumo de ciertos medicamentos.

¿Se puede complicar?

Aunque suele ser poco frecuente, las personas con pericarditis recurrente pueden presentar las siguientes complicaciones:

Pericarditis constrictiva

Cuando la pericarditis es crónica se puede complicar con contracción, engrosamiento o cicatrización del pericardio, convirtiendo la membrana en una especie de cobertor rígido que cubre el corazón y evitando que el músculo funcione de forma normal.Los síntomas de esta afección con inflamación de las extremidades y el abdomen y dificultad para respirar.   

Taponamiento cardíaco

Ocurre cuando se acumula demasiado líquido lubricante del pericardio que ejerce una presión sobre el corazón e impide que el músculo funcione de forma correcta. Esta afección impide que la sangre fluya correctamente del corazón y causa baja presión arterial. Tratar esta condición a tiempo es vital para prevenir la muerte.

Diagnóstico de la pericarditis

Diagnóstico de la inflamación del pericardio

Lo primero que la persona debe hacer ante la presencia de síntomas de pericarditis es acudir inmediatamente al médico, recordemos que el malestar de esta condición es similar al de un ataque cardíaco. Una vez en el centro de atención médica el especialista auscultará el corazón y, si se trata de una pericarditis, escuchará un ruido anormal que se conoce como el roce pericardio. Cuando el trastorno se considera que es grave, el médico también encontrará disminución de ruidos respiratorios, líquido en los pulmones y crepitación pulmonar.

Entre los exámenes que se realizan para examinar el pericardio resaltan:

  • Resonancia magnética de tórax.
  • Radiografía de tórax.
  • Ecocardiografía.
  • Electrocardiograma.
  • TAC del corazón.
  • Gammagrafía.

También será necesario descartar cualquier año en el miocardio realizando anlíticas sanguíneas como antyicuerpo antinuclear, HIV, hemocultivo, conteo sanguíneo total, proteína C reactiva, factor reumatoideo, prueba cutánea de tuberculina y eritrosedimentación.  

Tratamiento y pronóstico de la pericarditis

Antes de recetar cualquier tratamiento el médico deberá descartar que sea consecuencia de otra afección, en dicho caso, el tratamiento consistirá en atacar primero la causa de la inflamación del pericardio.

Cuando la pericarditis es causada por una infección la persona deberá consumir medicamentos antibióticos o antimicóticos, dependiendo del patógeno que haya causado la afección.

También pueden ser recetados diuréticos que ayuden a drenar el exceso de líquido, antiinflamatorios como el ibuprofeno, corticoesteroides y medicinas analgésicas para calmar el dolor en el pecho.

Cuando la pericarditis ha comprometido el funcionamiento correcto del corazón el tratamiento puede incluir:

  • Agujero en el corazón para que el líquido del pericardio circule hacia la cavidad abdominal
  • Una  pericardiocentesis para drenar el líquido dentro del saco. El médico lleva a cabo este tratamiento utilizando una  aguja y guiado a través de una ecocardiografía.

La pericarditis puede ser una condición leve y pasajera, pero también puede ser crónica y causar daños en el corazón debido a la acumulación de líquido que puede generar. Sin embargo, cuando esta enfermedad es tratada a tiempo el pronóstico de cura exitosa es bastante alto, de hecho, la mayoría de las personas se recupera antes de los 3 meses.

La inflamación puede volver a ocurrir y cuando esto sucede se considera que la persona sufre de pericarditis recurrente o crónica. Las personas con este tipo de afección corren mayor riesgo de padecer complicaciones que deriven una insuficiencia cardíaca. En conclusión, ante cualquier síntoma de pericarditis lo mejor será acudir inmediatamente al médico y cumplir el tratamiento recetado al pie de la letra.

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