Cervicitis

Cervicitis

La cervicitis es como se conoce a la inflamación del cuello del útero. Una enfermedad que afecta generalmente a mujeres en edad fértil y que da lugar a una serie de síntomas como flujo amarillento y dolor.

Es un trastorno que tiene cura, por lo que ante la aparición de los primeros indicios se recomienda acudir al especialista para que determine la causa de la cervicitis y establezca el tratamiento más adecuado.

Índice
  1. ¿Qué es?
  2. Cuello del útero
  3. Causas de la cervicitis
    1. Infecciones de transmisión sexual
    2. Reacción alérgica
    3. Vaginosis bacteriana
  4. Factores de riesgo
  5. Síntomas de la cervicitis
  6. Diagnóstico
  7. Tratamiento de la cervicitis
  8. Complicaciones
  9. Consejos para prevenir la cervicitis

¿Qué es?

Se conoce como cervicitis a la inflamación del cuello uterino, localizado en la parte baja del útero y que se comunica con la vagina. Por lo general, la causa directa de este trastorno está en una infección de transmisión sexual, como la gonorrea o la clamidia.

En relación a los síntomas, los cuales explicamos de forma más detallada en apartados posteriores, los más habituales son el sangrado entre periodos menstruales, dolor durante el acto sexual y secreción vaginal maloliente.

Cuello del útero

Se conoce como cuello uterino a la parte inferior del útero. Tiene un papel esencial en el aparato reproductor femenino ya que lleva a cabo una gran selección de funciones.

La más importante es que actúa a modo de canal a través del cual fluye el sangrado menstrual desde el útero hasta la vagina. Además, gracias a su localización entre el útero y la vagina, resulta de gran ayuda para mantener la correcta posición de los órganos pélvicos.

El cuello del útero también cumple un papel muy importante en el ámbito sexual ya que estimula la secreción de determinadas hormonas, así como la producción de moco.

Y, por último, en lo relativo a la fertilidad y el embarazo, el moco cervical presente en el cuello uterino favorece la fecundación del óvulo. Durante el periodo de gestación actúa a modo de barrera de protección entre la vagina y el útero.

Causas de la cervicitis

Las causas de la cervicitis son muy amplias, aunque en un alto porcentaje de casos el trastorno se desarrolla a raíz de una determinada infección de transmisión sexual.

Infecciones de transmisión sexual

Las infecciones bacterianas y virales de transmisión sexual que causan cervicitis con mayor frecuencia son las siguientes.

  • Gonorrea: la gonorrea es una ETS causa por una bacteria. Un trastorno que en muchos casos no da lugar a ningún síntoma; cuando se presentan indicios, los más habituales son flujo vaginal anormal, dolor en la parte inferior del abdomen y sangrado vaginal anómalo.
  • Clamidia: la clamidia es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes a nivel global, y puede infectar tanto a hombres como a mujeres. En función de las relaciones sexuales que se mantengan, la bacteria puede afectar al cuello del útero, al recto o a la garganta. Uno de los síntomas más frecuentes es sensación de ardor al orinar.
  • Tricomoniasis: se conoce como tal a una ETS que está causada por un parásito. El contagio se realiza de persona a persona a través del intercambio de los fluidos. Los primeros indicios suelen aparecer dos semanas después de que se haya producido la infección, los cuales engloban: molestias durante las relaciones sexuales, comenzó en la vagina y olor vaginal desagradable.
  • Herpes genital: otra de las enfermedades de transmisión sexual que se repite con mayor frecuencia tanto entre hombres como entre mujeres. Uno de los principales síntomas es la aparición de ampollas de pequeño tamaño, pero que resultan muy dolorosas.

Reacción alérgica

La cervicitis también puede darse a raíz de una determinada reacción alérgica, por ejemplo a los espermicidas o al látex de los preservativos. También los desodorantes vaginales pueden desencadenar una reacción alérgica que cause esta enfermedad.

Vaginosis bacteriana

La vaginosis bacteriana es un trastorno caracterizado por la alteración del equilibrio de distintos tipos de microorganismos en la vagina. No es considerada una infección como tal, sino una patología endógena.

Se trata de una de las patologías infecciosas que se dan con mayor frecuencia en aquellas mujeres que tienen una vida sexual activa.

El síntoma más frecuente de la vaginosis bacteriana es un flujo vaginal anormal; tiene un aspecto amarillento y, además, desprende mal olor.

Factores de riesgo

Una vez conocidas las causas de la cervicitis, es importante prestar atención a cuáles son los factores de riesgo, los cuales aumentan de algún modo la probabilidad de sufrir esta enfermedad.

Uno de los más relevantes es el hecho de tener conductas sexuales de alto riesgo, entendiendo como tal aquellas en las que no se utiliza ningún tipo de protección. El uso del preservativo es imprescindible para evitar la transmisión y el contagio de enfermedades de transmisión sexual.

Otro de los considerados factores de riesgo de la cervicitis es haber comenzado a tener relaciones sexuales a edades tempranas.

Y, por último, el hecho de tener antecedentes de ETS es otro factor de riesgo a tener en cuenta.

Síntomas de la cervicitis

Síntomas de la cervicitis

Uno de los principales problemas que presenta esta enfermedad es que en sus fases iniciales asintomática. Así, en un alto porcentaje de casos, cuando la mujer acude al médico, la cervicitis se encuentra en etapas más avanzadas, lo que obliga a aplicar un tratamiento más agresivo.

Generalmente, el diagnóstico de la enfermedad se da tras un examen pélvico realizado por cualquier otro motivo.

En el caso de que la cervitis presente una serie de síntomas, los que se dan con mayor frecuencia. En primer lugar, un flujo vaginal que se presenta en mayor cantidad a la habitual y que, además, desprende mal olor; en algunos casos su color no es transparente, sino amarillento.

En segundo lugar, el dolor al orinar es otro indicio propio de la cervicitis. En tercer lugar, el sangrado que se da entre periodos menstruales; por lo general es un sangrado muy leve y de color rojo.

Y, en cuarto y último lugar, este trastorno puede ocasionar dolor durante las relaciones sexuales.

Si se presentan uno o varios de los síntomas mencionados, es esencial acudir al médico a la mayor brevedad posible para que establezca el diagnóstico y determine cuál es el tratamiento más adecuado.

Diagnóstico

Si se presentan los síntomas propios de la cervicitis, es importante acudir al médico para que realice las pruebas diagnósticas oportunas.

En primer lugar realiza la historia clínica de la paciente, teniendo en cuenta los síntomas que presenta; además, ésta deberá responder a una serie de preguntas acerca de si ha mantenido recientemente relaciones sexuales de riesgo, si ha sufrido alguna enfermedad de transmisión sexual con anterioridad...

A continuación, si el especialista sospecha de cervicitis, procederá a realizar un examen de la vagina en el que observará si se han dado cambios patológicos y valorará la presencia de secreciones cervicales. Por lo general, con esta prueba diagnóstica es suficiente para diagnosticar la enfermedad.

Si lo considera oportuno solicitará una prueba bacteriológia de la secreción bacteriológica, una y una prueba de Papanicolau colposcopia para confirmar el diagnóstico.

La colposcopia es una prueba diagnóstica mediante la cual se observa el cuello del útero mediante un instrumento óptico. Gracias a ella el especialista puede observar si existe inflamación, si se dan o no lesiones ulcerosas... En cuanto a la prueba de Papanicolau, también denominada citología vaginal, consiste en la toma de células del cuello uterino para su posterior análisis.

Tratamiento de la cervicitis

Tratamiento de la cervicitis

Una vez confirmada la cervicitis por parte del especialista, es el momento de establecer el tratamiento más adecuado, el cual varía en función de cuál sea la causa de la cervicitis.

Por lo general, el tratamiento consiste en la administración de antibióticos para combatir la inflamación. Si la cervicitis se ha desarrollado a causa del herpes, el tratamiento más adecuado se basa en los antivirales.

Prácticamente el 100% de las mujeres responden bien al tratamiento. En caso de que no sea así, la solución más común es la criocirugía, que consiste en la congelación y posterior destrucción del tejido anormal presente en el cuello del útero.

Complicaciones

Actualmente las complicaciones de la cervicitis no son frecuentes. No obstante, teniendo en cuenta que los síntomas propios de este trastorno aparecen en fases avanzadas de la enfermedad, estos pueden darse.

El cuello del útero actúa a modo de barrera protectora para evitar que los distintos virus y bacterias ingresen en el útero. No obstante, si el cuello uterino está infectado, el riesgo de que dicha infección se traslade al útero es alto.

Así, si no se aplica el tratamiento adecuado existe una cierta posibilidad de que la infección se propague al revestimiento del útero, e incluso a las trompas de Falopio. Una condición de carácter grave que puede dar lugar a problemas de fertilidad.

Además, esta enfermedad puede incrementar el riesgo de que una mujer contraiga el VIH si mantiene relaciones sexuales de alto riesgo con una persona infectada.

Consejos para prevenir la cervicitis

Y, por último, señalar una serie de consejor para evitar en cierta medida el riesgo de sufrir este trastorno.

  • Relaciones sexuales: los expertos aconsejan mantener relaciones sexuales con preservativo, tanto si son con una única pareja sexual, o con varias. Es el único método anticonceptivo que puede frenar el contagio una enfermedad de transmisión sexual.
  • Productos: además, es aconsejable evitar cualquier tipo de producto que pueda causar algún tipo de irritación en la vagina, como los tampones perfumados o las duchas vaginales.

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