Preeclampsia

Preeclampsia en el embarazo

Durante el embarazo existen ciertos riesgos que pueden llegar a poner en peligro no solo la vida del bebé sino también la vida de la madre. Generalmente, este tipo de riesgos pueden presentarse en forma de complicaciones o pueden venir a causa de otras enfermedades que posea la mamá, como la preeclampsia, tal y como veremos a continuación.

Entre estas complicaciones o enfermedades, algunas de ellas pueden darse ya sea durante el tiempo del embarazo o surgir al momento del parto. En algunos casos, el problema puede comenzar como algo leve durante el embarazo y complicarse más al momento del parto; incluso pueden darse situaciones en donde las complicaciones aparecen días después de haber concluido el parto. Sea cual sea el caso, los doctores necesitan aplicar un control para procurar salvar la vida tanto del bebé como de la madre, aunque en ciertos casos esto se vuelve algo muy delicado.

Entre estas complicaciones, una de las más conocidas es la preeclampsia, una enfermedad que afecta a las mujeres embarazadas y que puede llegar a ser bastante grave, afectando tanto la seguridad de la madre como la del bebé antes, durante y después del parto. A lo largo de este texto veremos todo lo referente a este problema que afecta a las madres.

Índice
  1. ¿Qué es preeclampsia?
    1. Preeclampsia en el embarazo
  2. Síntomas de la preeclampsia
    1. Preeclampsia severa
    2. Síndrome de HELLP
    3. Eclampsia
  3. ¿Qué provoca la preeclampsia en el embarazo?
  4. Factores de riesgo de la preeclampsia
    1. Antecedentes familiares
    2. La edad
    3. Obesidad
    4. Hipertensión crónica
    5. Trastornos de coagulación
    6. Otras enfermedades
  5. ¿Cómo se trata la preeclampsia?
    1. Preeclampsia leve
    2. Preeclampsia severa

¿Qué es preeclampsia?

La preeclampsia es una de las complicaciones del embarazo más peligrosas que se ven actualmente; también es conocida con el nombre de toxemia gravídica. Esta condición se caracteriza por causar hipertensión arterial, hinchazón tanto en manos como en pies y pérdida de proteína a través de la orina; también surgen otros problemas con la preeclampsia de los cuales se hablará más adelante.

Se estima que este problema aflige a aproximadamente el 5% de todas las mujeres embarazadas del mundo, lo cual viene siendo un porcentaje relativamente alto y bastante preocupante, ya que, de no ser tratada adecuadamente, pasa a convertirse en una situación bastante grave.

¿Pero cuáles son las consecuencias de la preeclampsia? ¿Por qué es tan grave? La respuesta a ello está en que esta es una de las condiciones más peligrosas para la vida, no solo del bebé, sino también de la madre; pudiendo resultar en la muerte de ambos si no se toman medidas inmediatas. Es justamente debido a ello que pese a afectar solo a un 5% de las mujeres, se considera un porcentaje alto, ya que la toxemia gravídica es delicada y mortal.

Preeclampsia en el embarazo

Preeclampsia en el embarazo
Como se ha comentado, la preeclampsia es una condición que mayormente surge durante el embarazo. Por lo general, suele darse durante el último trimestre del embarazo, sin embargo, esto no es exclusivo; y de hecho ya a partir del inicio del segundo trimestre existe la posibilidad de que la madre presente un caso de preeclampsia; siendo esta una situación bastante complicada, ya que la madre se expone mucho más tiempo a la enfermedad.

Existen casos en los que la madre sufre de preeclampsia postparto; aunque son muy pocas las veces en la que se llega a ver esta situación. De igual forma, durante el parto también es posible que una mujer sufra de esta condición, aunque al igual que la preeclampsia postparto, es muy poco probable.

Existen actualmente dos tipos de preeclampsia, una de ellas es la común y la otra es la determinada preeclampsia severa. La primera de ellas suele ser la que más sucede durante los embarazos en los que se hace presente esta enfermedad; sin embargo, si no es tratada, la toxemia gravídica puede derivar en algo aún más peligroso. esta suele ser más común en casos en dónde la madre sufre los síntomas durante los primeros meses de la segunda mitad del embarazo.

Cabe destacar que también existe otra condición relacionada a la preeclampsia materna que se conoce como síndrome de HELLP. Este síndrome afecta en pocos casos a madres que se encuentran atravesando la enfermedad; aunque, en caso de hacerse presente el síndrome, la condición del embarazo suele complicarse aún más, como si se tratase de una preeclampsia severa.

Síntomas de la preeclampsia

Ahora que ya sabes que es la preeclampsia materna, es hora de profundizar más en el tema y hablar sobre los síntomas de la preeclampsia, así como también cuáles son las complicaciones de la preeclampsia durante el embarazo. Y es que como ya se ha comentado, esta condición se puede complicar aún más, apareciendo así nuevos síntomas de riesgo para la vida de la madre y del bebé.

Los síntomas comunes de esta enfermedad son:

  • Aumento de la presión arterial a 140/90.
  • Hinchazón en manos, pies y tobillos.
  • Un excesivo y repentino aumento de peso; este puede ser de unos 2 kilogramos por semana.
  • Retención de líquidos.
  • Presencia constante de proteína en la orina y otras alteraciones de la función hepática.
  • Náuseas.
  • Molestias leves en la vista.

Estos son los síntomas de la preeclampsia común o preeclampsia leve. Ten en cuenta que algunos de estos síntomas pueden considerarse como comunes durante el embarazo, por lo que es necesario un diagnóstico por parte del médico para determinar si efectivamente se trata de la toxemia gravídica.

Algo que hay que aclarar es que no todas las mujeres que sufren de preeclampsia llegan a subir de peso de forma drástica y, similarmente, no todas las mujeres que suben de peso súbitamente sufren de preeclampsia. En este caso influyen otros factores, como lo puede ser la alimentación o el estilo de vida de la persona.

Lo mismo sucede con las náuseas, una característica común durante el embarazo que muchas mujeres suelen sufrir, y por supuesto, no todas las mujeres embarazadas que presentan sensación de náuseas o incluso vómito sufren de esta enfermedad.

Se podría decir, que uno de los síntomas más decisivos para el diagnóstico de esta enfermedad es el aumento en la presión arterial; siendo este uno de los puntos clave para detectarla.

Preeclampsia severa

Preeclampsia severa

Además de la preeclampsia leve o común, también puede hacerse presente la preeclampsia severa, una versión mucho más peligrosa de la enfermedad y con síntomas bastante más extremos. En estos casos, los síntomas son:

  • Dolor de cabeza crónico e intenso, generalmente suele dificultar realizar cualquier tipo de actividad e incluso el descanso.
  • Alteraciones graves en la vista, desde visión muy borrosa hasta visión doble, en casos muy graves se puede presentar una pérdida temporal de la vista.
  • Dolores en el área abdominal superior, estos dolores suelen intensificarse al tocar el área afectada.
  • Vómito en los últimos meses de embarazo.
  • Problemas respiratorios, principalmente una dificultad al respirar.
  • Confusiones u otros trastornos neurológicos.
  • Dificultad para orinar.
  • Presión arterial de más de 160/110.

Como ves, esta es una versión más severa de la preeclampsia y una en dónde se hacen presente síntomas graves. En caso de que dos o más de estos síntomas se hagan presentes durante el embarazo, es necesario acudir inmediatamente al médico, ya que hay que realizar un diagnóstico inmediato.

En el caso del vómito, e incluso náuseas, hay que tener en cuenta que por lo general este síntoma, pese a ser común durante el embarazo, solo lo es durante los primeros meses. Es por ello por lo que, si aparece con frecuencia ya en una etapa tardía, se convierte en una situación extraña, siendo mejor descartar cualquier posible patología y no solamente la toxemia gravídica.

Síndrome de HELLP

El síndrome de HELLP se suele considerar como una variante de la preeclampsia y puede llegar a afectar a cualquier mujer que padezca de la enfermedad. No tiene una causa específica y sus síntomas son:

  • Hemólisis, o también conocida como destrucción de glóbulos rojos.
  • Elevados niveles de transaminasas.
  • Bajos niveles de plaquetas en la sangre.

El problema que tiene este síndrome es que aumenta los riesgos de sufrir de algunos síntomas de la preeclampsia severa, aún cuando se ha diagnosticado la versión leve de la enfermedad.

Para controlar este síndrome, por lo general los doctores suelen realizar exámenes regulares de sangre y de esta forma estudiar los niveles de glóbulos rojos y de plaquetas en sangre. Una disminución de cualquiera de estos elementos puede resultar en una grave complicación para la salud de la mujer.

Eclampsia

Otro caso que se relaciona a la Preeclampsia es la eclampsia, una versión mucho más agresiva de la enfermedad. La eclampsia muy pocas veces se hace presente, sin embargo, la situación empeora exponencialmente cuando sucede.

La gravedad de esta variante se encuentra en que la madre comienza a sufrir de convulsiones, las cuales son capaces de causar daños severos y que por tanto se deben controlar rigurosamente, ya que podrían ser mortales para la madre y para el hijo que se encuentra en el vientre.

Por lo general, las convulsiones suelen ser precedidas por algunos de los síntomas de la preeclampsia severa. Estos son:

  • Confusión.
  • Dolores muy intensos y prolongados de cabeza.
  • Alteraciones graves de la visión.
  • Fuertes dolores en la parte superior del abdomen y en los costados.

Al hacerse presente estos síntomas, lo mejor es tomar precauciones ya que si sufre de eclampsia, la madre podría comenzar a convulsionar en cualquier momento.

¿Qué provoca la preeclampsia en el embarazo?

Qué provoca la Preeclampsia
En sí, hoy en día aún no se tiene definida una causa para la preeclampsia materna; aun así, se tiene la creencia de que su causa está ligada a la placenta; más específicamente a un problema con el riego de sangre hacia la placenta debido a una incorrecta implantación en el útero.

Se considera que, al no haber una correcta implantación de la placenta en las paredes uterinas, la dilatación de las arterias no ocurre como debería y como consecuencia la placenta no recibe la cantidad de sangre adecuada. Según los resultados de estudios hechos para determinar la causa de la preeclampsia, esta reducción en el riego de sangre hacia la placenta genera una liberación de proteínas provenientes de la placenta hacia el torrente sanguíneo, y en altas cantidades.

Al ingresar estos “residuos” proteicos en el torrente sanguíneo, se pueden observar algunos efectos negativos en el cuerpo, entre los que destacan la constricción de los vasos sanguíneos, alteraciones en la coagulación de la sangre y daños en las paredes de los vasos sanguíneos. Todas estas consecuencias tienen una influencia directa en la aparición de algunos de los síntomas de la toxemia gravídica, como lo son la hipertensión y la aparición de proteínas en la orina, así como también la hinchazón de algunas partes del cuerpo como la cara, las manos, pies y los tobillos.

Aun así, aún no se considera como una causa definitiva para esta complicación, por lo que se siguen realizando estudios con el objetivo de conseguir una respuesta y de esta forma poder determinar métodos preventivos, así como tratamientos efectivos que ayuden a disminuir los riesgos que presenta para la madre y el bebé.

Factores de riesgo de la preeclampsia

Si bien no se ha determinado una causa exacta, si que se han determinado algunos factores de riesgos que, se considera, pueden llegar a aumentar las probabilidades de sufrir de esta complicación durante el embarazo.

Entre los factores de riesgo de la preeclampsia se encuentran:

  • Antecedentes familiares

Aunque aún no se haya determinado con exactitud si una de las causas de la enfermedad es genética, sí que se ha demostrado que en familias con antecedentes de la enfermedad es más común que una madre sufra de preeclampsia. Es por ello por lo que, en caso de tener conocimiento de algún caso de la complicación en tu familia, lo mejor es informarlo a tu doctor.

  • La edad

Si bien parece ser un factor poco determinante, la mayoría de los casos en los que se presenta esta condición suelen ser en mujeres menores de los 20 años y mayores a los 35 o 40 años. En casos de embarazos adolescentes el riesgo aumenta considerablemente más.

  • Obesidad

Es bien sabido que la obesidad es uno de los principales casos de enfermedades como la hipertensión crónica y otros problemas de la circulación. Lamentablemente, también es un factor de riesgo importante para las mujeres embarazadas, ya que es más probable que una mujer con obesidad sufra de preeclampsia, así como también aumenta el riesgo de que la persona sufra de un caso severo.

  • Hipertensión crónica

La hipertensión crónica es una enfermedad considerada como factor de riesgo para esta condición, por lo que, si una mujer sufre de ella, es más probable que sufra de esta o de incluso otras complicaciones durante el embarazo.

  • Trastornos de coagulación

Otras condiciones médicas que pueden llegar a aumentar las probabilidades de contraer la enfermedad son aquellas relacionadas con la coagulación sanguínea, entre las que se encuentra por ejemplo la trombofilia y el síndrome fosfolípido; ambas enfermedades que se caracterizan por la formación de coágulos de sangre en los vasos sanguíneos.

  • Otras enfermedades

Existen algunas enfermedades que incrementan los riesgos de sufrir de esta complicación, entre las más conocidas se encuentran la diabetes y el lupus; incluso también se incluyen como factores de riesgo enfermedades relacionadas con los riñones; por lo que es importante que tu doctor esté al tanto de cualquier tipo de condición médica que puedas tener para así tomar las precauciones necesarias.

¿Cómo se trata la preeclampsia?

Tratamiento de la Preeclampsia

En sí, no hay un tratamiento definitivo para la preeclampsia, es decir, no existe una cura como tal para esta enfermedad, lo cual aumenta la preocupación de los doctores cuando se trata de casos severos. Sin embargo, si que hay “tratamientos preventivos” que lo que buscan es controlar los efectos adversos de la enfermedad para así evitar las consecuencias graves.

Hay que aclarar, que los controles que se aplican sobre la paciente dependerán del tipo de complicación, si se trata de una preeclampsia leve, no habrá tanto control y de hecho se puede hacer incluso desde casa, teniendo ciertas precauciones. En caso de que se trate de un caso de preeclampsia severa, bueno, los doctores necesitarán realizar controles rigurosos sobre la paciente, y lo más probable es que se deba quedar hospitalizada durante lo que quede del embarazo.

Preeclampsia leve

Cuando se trata de preeclampsia leve, por lo general se suelen realizar estudios constantes a la paciente con el objetivo de controlar la hipertensión y otras de las consecuencias. De igual forma, se suelen hacer exámenes de sangre regulares para prevenir la aparición de otras complicaciones como el síndrome de HELLP, y que, en caso de que se haga presente, se puedan tomar las medidas adecuadas.

Mientras se mantenga leve, la madre podrá realizarse el control tranquilamente desde casa, midiendo regularmente los niveles de presión arterial para así asegurarse de que esta no esté subiendo de forma alarmante.

De igual forma, pese a que puede estar en casa, aun así, se recomienda que la madre guarde el mayor reposo posible, evitando salir mucho e incluso delegando cualquier tipo de responsabilidad que pueda tener. Generalmente durante este periodo no se recomienda limpiar ni cocinar, por lo que será trabajo de tu pareja hacerlo, o en caso de que no pueda, necesitarás pedir ayuda de algún amigo o familiar.

Hay que acotar que, pese a que se recomienda el reposo, no se debe guardar reposo absoluto, es decir, estar en cama todo el tiempo, ya que esto puede llegar a producir algunos efectos negativos como lo son la formación de coágulos en los vasos sanguíneos, y esto solo empeoraría la situación.

A discreción del médico, es posible que te manden algunos fármacos para ayudarte a controlar algunos síntomas como la hipertensión, las náuseas o la hinchazón. Esto dependerá completamente de tu doctor y en ningún momento deberás automedicarte.

Preeclampsia severa

Cuando se trata de un caso de preeclampsia severa, la situación cambia por completo, y es que lo más probable es que se deba adelantar el parto tanto como sea posible, de lo contrario, el bebé y la madre podrían fácilmente correr peligro.

Durante un caso severo, se hospitaliza a la madre para mantener un control riguroso sobre su condición, a la vez que se administran medicamentos para reducir los efectos de algunos de los síntomas, así como también prevenir la aparición de síntomas más graves como las convulsiones, las cuales son uno de los mayores peligros.

Si la situación se da luego de las 37 semanas de embarazo, inmediatamente se realiza una cesárea para sacar al bebé y así eliminar los riesgos. Sin embargo, si sucede antes de las 37 semanas, comienza un proceso de desarrollo asistido en el que se utilizan corticoesteroides para estimular el desarrollo pulmonar del bebé y así poder acelerar el parto con cesárea; por lo general se realiza este tratamiento cuando la complicación surge a las 34 semanas o después.

Existen casos en que, si la complicación se trata de un caso muy severo que pueda llegar a poner en peligro la vida del bebé y de la madre, se realiza una cesárea de emergencia. Llegado a este punto, no importa la semana en la que se encuentre el embarazo, de igual forma se realizará la cesárea, siendo esta la única forma de salvar a la madre y al bebé. Debido a esto, se pueden dar casos de nacimientos muy prematuros a causa de la preeclampsia; lo cual pone en riesgo la salud del bebé.

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