Desmayo

Desmayo

El desmayo no es una enfermedad como tal, sino que se trata de un síntoma que alerta de la presencia de un determinado trastorno de salud. Aunque en la gran mayoría de los casos no reviste gravedad, es importante conocer las causas y síntomas que lo provocan, así como el modo en el que hay que actuar.

Índice
  1. ¿Qué es el desmayo?
  2. Desmayo y mareo
  3. Causas de un desmayo
    1. Trastornos cardiovasculares
    2. Hipotensión ortostática
    3. Golpe de calor
    4. Estrés
    5. Dolor
    6. Hiperventilación
    7. Ejercicio físico de alta intensidad
    8. Hipoglucemia
    9. Esfuerzo en la defecación
    10. Embarazo
  4. Síntomas de un desmayo
  5. Desmayo: diagnóstico
  6. ¿Cómo evitar un desmayo?
  7. Desmayo: primeros auxilios
  8. Qué no se debe hacer ante un desmayo

¿Qué es el desmayo?

Se conoce como desmayo a la pérdida temporal de consciencia por la disminución del flujo sanguíneo al cerebro. En la gran mayoría de casos el episodio dura apenas unos minutos, tras los cuales el paciente se recupera de forma rápida.

El desmayo es un problema que se da con mucha frecuencia en la población. Estudios recientes señalan que alrededor del 20% de los adultos ha padecido un síncope en algún momento de su vida. La prevalencia es similar entre hombres y mujeres.

Las causas que que provocan la pérdida de consciencia pueden ser muchas: falta de oxígeno, alimentación deficiente, bajada de los niveles de azúcar en sangre, etc.

Desmayo y mareo

Aunque hay quienes tratan el desmayo y el mareo como iguales, lo cierto es que son dos afecciones diferentes.

El desmayo se refiere a un síncope, en el que se produce una disminución del flujo sanguíneo al cerebro, lo que produce la pérdida del conocimiento de forma momentánea. Aparece de manera repentina y por lo general no dura más de unos pocos minutos o segundos. El paciente se recupera de forma espontánea.

En cuanto al mareo, se presenta como la combinación de un conjunto de síntomas, siendo el más notorio el vértigo. Los pacientes sienten que todo lo que hay a su alrededor gira y da vueltas, al tiempo que se muestran confusos y aturdidos.

Causas de un desmayo

Causas de un desmayo

Son muchas las causas por las que una persona puede desmayarse. En la gran mayoría de casos, la afección no reviste ninguna gravedad.

Trastornos cardiovasculares

Una de las principales causas de desmayo, sobre todo en personas de avanzada edad, son las enfermedades cardiovasculares.

El trastorno más frecuente es el infarto de miocardio. Se produce cuando muere una determinada zona del músculo cardíaco por la obstrucción de una arteria coronaria. Así, esta enfermedad se produce cuando un coágulo de sangre obstruye la arteria.

Hay una serie de factores que aumentan el riesgo de que alguna arteria se obstruya: niveles altos de colesterol en sangre, hipertensión, obesidad, diabetes, etc.

Hipotensión ortostática

Otra de las razones por las que se puede producir un desmayo, tanto en adultos como en niños, es la hipotensión ortostática. Se trata de una bajada brusca y repentina de la tensión arterial, generalmente debido a un cambio brusco de postura; por ejemplo pasar de estar tumbado a estar de pie, sin pasar unos segundos sentado.

Golpe de calor

Durante el verano, el golpe de calor se convierte en la principal causa de desmayo, sobre todo en personas adultas y de avanzada edad. Tal y como su propio nombre indica, es un trastorno ocasionado por la exposición prolongado a las altas temperaturas.

Requiere de tratamiento médico de forma urgente ya que puede causar daños irreversibles en órganos vitales como el cerebro, el corazón y los riñones. De no recibir asistencia en el corto plazo, el riesgo de muerte aumenta de forma notable.

Estrés

Tal y como señalan los expertos, el estrés es una de las principales enfermedades del Siglo XXI, tanto entre adultos como entre niños. Pues bien, ante picos muy acentuados de estrés se puede producir un desmayo.

Dolor

Cuando el dolor que siente una persona es muy acentuado, también se puede producir un desmayo. No obstante, es una situación que no es demasiado frecuente ya que los niveles de dolor deben ser extremos.

Hiperventilación

La hiperventilación se produce cuando la respiración de una persona es demasiado acelerada, lo cual provoca la disminución de los niveles de CO2 en sangre. Una situación que puede causar el desmayo de una persona.

Ejercicio físico de alta intensidad

Aquellas personas que realizan ejercicio físico de alta intensidad, sobre todo si no están lo suficientemente preparadas para ello, también pueden sufrir un desmayo. El síncope es relativamente frecuente en determinados eventos deportivos, como por ejemplo maratones.

Hipoglucemia

Se denomina hipoglucemia a los bajos niveles de azúcar en sangre. Para el buen funcionamiento del cerebro es importante que tenga un suministro de azúcar constante. Las personas diabéticas pueden desarrollar hipoglucemia y desmayarse si en algún momento se exceden en la dosis de medicamento, aunque también puede darse por no alimentarse adecuadamente.

Esfuerzo en la defecación

En personas que sufren de estreñimiento crónico, el hecho de hacer un esfuerzo intenso durante la defecación también puede producir esta afección.

Embarazo

El desmayo es relativamente común en mujeres embarazadas. Durante el periodo de gestación el cuerpo experimenta un amplio abanico de cambios, como los que se dan en el sistema circulatorio. Algunos de estos cambios provocan un descenso en la tensión arterial, lo cual puede producir esta afección.

Además, las mujeres embarazadas necesitan de mayores cantidades de líquido para que su organismo funcione de manera adecuada. Así, es necesario que beban más agua para no desmayarse.

Síntomas de un desmayo

Síntomas de un desmayo

Existen varios síntomas a los que hay que prestar especial atención ya que se presentan de forma previa al desmayo. Por lo tanto, pueden alertar tanto al propio paciente como a las personas que hay a su alrededor de que está a punto de desmayarse.

Para el propio paciente es relativamente fácil sentirlos. Uno de los más frecuentes es la debilidad en las extremidades, especialmente en las piernas. Además, se presenta un malestar general, con náuseas y sudoración fría. Otro de los indicios más comunes es la palidez, así como la alteración visual y el zumbido en los oídos.

Las personas que están junto a la persona que va a desmayarse pueden percibir que la persona comienza a palidecer y que tiene la mirada perdida.

Desmayo: diagnóstico

Si los desmayos se producen de forma repetida en el tiempo, es recomendable acudir al médico para que realice un diagnóstico y determine el tratamiento más adecuado.

En primer lugar el médico realiza un historial clínico del paciente, prestando atención a sus síntomas, así como a otros factores: edad, estado de salud, etc.

En función de cuál crea que sea la causa que está provocando los desmayos, el médico solicita la realización de ciertas pruebas. Una de las más habituales es el electrocardiograma para determinar si existe algún problema cardiovascular. También el análisis sanguíneo para comprobar los niveles de azúcar en sangre, así como de hierro.

El tratamiento depende fundamentalmente de cuál sea la causa.

¿Cómo evitar un desmayo?

Si con los síntomas indicados una persona cree que está a punto de desmayarse, hay una serie de medidas que debe tomar en cuenta para evitarlo.

Lo primero que debe hacer es recostarse para favorecer el riego sanguíneo al cerebro. Es importante mantenerse acostado hasta que realmente se encuentre mejor. Cuando sea así, hay que evitar ponerse de pie de forma brusca.

Otro modo de favorecer el riego sanguíneo al cerebro es sentarte y bajar la cabeza, colocándola entre las rodillas. Cuando los síntomas mejoren y el paciente se encuentre recuperado, debe ir levantando la cabeza hasta enderezar la espalda.

Por supuesto, es fundamental beber líquidos para evitar que el organismo se deshidrate. Esta situación puede ser crítica ya que si se da una deshidratación, los órganos pueden empezar a fallar.

Una última medida para evitar el desmayo es mantener siempre un correcto flujo sanguíneo. Si por motivos laborales hay que permanecer sentado o de pie durante mucho tiempo, un buen consejo es tensar de forma periódica los músculos de las piernas.

Desmayo: primeros auxilios

Desmayo: primeros auxilios

Ante un desmayo, es importante actuar a la mayor brevedad posible.

  1. En primer lugar, es importante colocar al paciente en un lugar en el que se encuentre seguro y tranquilo. Si el síncope se ha producido por un golpe de calor, lo primero es llevar al paciente hasta un lugar a la sombra.
  2. A continuación hay que revisar las vías aéreas para comprobar que respira adecuadamente.
  3. Para favorecer el flujo sanguíneo desde el corazón hacia el cerebro, se deben levantar ambos pies por encima del nivel del corazón.
  4. Para mejorar la afección y que el paciente se encuentre más cómodo, hay que aflojar la ropa apretada.
  5. Si el paciente vomita, es fundamental colocarle en posición lateral. Es más seguro para evitar que pueda atragantarse con su propio vómito.
  6. Por lo general el desmayo presenta una recuperación muy rápida. Hasta que el paciente esté completamente recuperado, es importante mantenerle en reposo y tranquilo.
  7. Cuando se produzca la recuperación, es esencial que la incorporación se realice de forma pausada para evitar que el paciente se maree. Lo primero es colocarle en posición sentada y que permanezca así unos segundos. A continuación, se puede poner de pie poco a poco.
  8. Por supuesto, si pasados unos minutos no recupera la consciencia, se debe llamar a los servicios de emergencia de manera urgente.

Qué no se debe hacer ante un desmayo

Hay una serie de errores que se cometen con mucha frecuencia ante un desmayo. Uno de los más frecuentes es tratar de reponer al paciente demasiado rápido. Tal y como hemos señalado, es esencial que permanezca tumbado hasta que se encuentre recuperado por completo.

Tampoco hay que dar pequeñas bofetadas con el objetivo de que el paciente recupere la consciencia. Los expertos señalan que golpearle no sirve de nada. Tan sólo hay que ponerle en el suelo tranquilamente y dejarle espacio a su alrededor.

Tampoco es una buena idea que se pongan demasiadas personas en torno al paciente. Con la asistencia de una o dos es suficiente para que se recupere.

El desmayo es un trastorno muy común entre la población adulta, aunque también puede darse en niños. Es importante prestar especial atención a los síntomas y saber cómo actuar ante ellos.

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