Curiosidades sobre la historia de la medicina

Historia de la medicina

La medicina ha evolucionado a pasos de gigante a lo largo de la historia. Se trata sin lugar a dudas de uno de los ámbitos científicos que más se ha desarrollado con el paso de los Siglos. Los métodos y las prácticas que se llevan a cabo hoy en día poco o nada tienen que ver con los de hace apenas cincuenta o cien años.

Así, a lo largo de la historia, se han dado prácticas que actualmente resultan de lo más curiosas. Métodos que a día de hoy se consideran una auténtica locura en muchos casos, pero que antiguamente se realizaban con frecuencia.

Índice
  1. Las mayores curiosidades en la historia de la medicina
    1. Sangría
    2. Hospitales
    3. Anestesia epidural
    4. Medidas de higiene
    5. Epilepsia
    6. Plomo en los medicamentos
    7. Barberos
    8. Ambulancia
    9. Oro
    10. Gripe española
    11. Transplantes de heces

Las mayores curiosidades en la historia de la medicina

A continuación señalamos cuáles son algunas de las curiosidades más interesantes de la historia de la medicina.

Sangría

Uno de los métodos más utilizados en la antiguedad para hacer frente al mal humor, así como a determinadas dolencias, era el de realizar una serie de cortes en una de las venas del paciente. Como resulta lógico, se trataba de una práctica sumamente peligrosa, aunque se creía que era muy efectiva para tratar algunos males tanto físicos como mentales. Fue un método que se vino practicando durante varios Siglos. Muchos de los pacientes que se sometieron a él murieron desangrados.

Hospitales

Hospital en la Edad Media

El concepto que se tenía de los hospitales a partir del Siglo XV era muy diferente al que se tiene a día de hoy. Por lo general, las personas que pertenecían a la clase alta de la sociedad fallecían en su propia casa ya que se podían permitir pagar a un médico privado.

Así, sólo las personas más humildes acudían a los hospitales, los cuales se ubicaban en las principales ciudades. La gran mayoría de hospotales se financiaban a través de recaudaciones de la caridad y estaban gestionados por órdenes monásticas.

Las condiciones tanto sanitarias como higiénicas de los hospitales eran muy deficientes hasta bien entrado el Siglo XIX, lo cual favorecía en gran medida la propagación de enfermedades.

Por aquel entonces apenas existían tratamientos para combatir determinadas patologías, por lo que los hospitales se dedicaban casi en exclusiva a prestar ayuda a los pacientes antes de morir.

Anestesia epidural

La anestesia epidural la descubrió un cirujano militar español a principios del Siglo XX. En el año 1921 publicó un artículo en revistas del ámbito sanitario y militar titulado "Anestesia metamérica". En él describía un total de 43 operaciones que habían sido llevadas a cabo utilizando esta anestesia.

Posteriormente surgió una gran polémica. Y es que ambas revistas sólo se publicaban en España. Así, a principios de los años 30 un médico italiano se atribuyó el descubrimiento. No obstante, con el paso del tiempo la comunidad científica internacional reconoció al cirujano militar español como el principal descubridor.

Medidas de higiene

Uno de los datos más curiosos relacionados con la historia de la medicina tiene relación con la higiene. Y es que no fue hasta el Siglo XIX cuando se descubrió que la existencia de los gérmenes durante las operaciones quirúrgicas y la estancia de los pacientes en los hospitales daban lugar a infecciones que resultaban letales.

No fue hasta entonces cuando se comenzó a tomar conciencia de lo importante que resultaba extremar las medidas de higiene en el ámbito médico; los médicos comenzaron a lavarse las manos de manera previa a cualquier operación, se generalizó el hecho de esterilizar los instrumentos quirúrgicos...

Este descubrimiento llegó de la mano de Ignác Semmelweis, quien en 1818 llegó a la conclusión de que un número mayor de mujeres moría en los paritorios cuando no se tomaba ningún tipo de medida higiénica.

Epilepsia

Medicina en la antigüedad

La epilepsia es una enfermedad que ha dado lugar a un amplio abanico de investigaciones y estudios a lo largo de la historia. En la antiguedad quienes la padecían eran señalados como "poseídos por un ser maligno". Por lo general, solían ser marginadas en la sociedad.

Uno de los métodos que se seguía más habitualmente para su tratamiento, aunque sin ningún tipo de efecto, era realizar una trepanación en el cráneo. Se creía que de este modo salían los malos espíritus del individuo.

Un tratamiento que causaba la muerte de la gran mayoría de los pacientes ya que el cerebro quedaba expuesto a los gérmenes y microorganismos.

Plomo en los medicamentos

Desde tiempos antiguos se han desarrollado numerosos estudios que han demostrado los peligros del plomo para la salud de los individuos. Aún así, hasta mediados del Siglo XX, una gran selección de medicamentos lo incluían en su formulación.

Lo cierto es que una pequeña cantidad de plomo no tiene por qué resultar letal, pero si se sigue un tratamiento a base de un medicamento de este tipo, puede causar la muerte en el medio y largo plazo.

Sin ir más lejos, algunos expertos señalan que Beethoven murió a causa de un consumo de plomo excesivo durante un largo periodo de tiempo.

Barberos

Barbero antiguo

Los barberos han estado estrechamente vinculados a la medicina durante varios Siglos. Y es que hasta el Siglo XVIII los cirujanos profesionales brillaban por su ausencia. Así, eran los barberos, quienes tenían una gran experiencia con la cuchilla, quienes se encargaban de realizar las operaciones quirúrgicas.

El por qué apenas había cirujanos tiene una explicación. Hasta el Siglo XVII se creía impuro el hecho de tocar la sangre, por lo que profesionales como los barberos o los carcineros eran marginados.

Los barberos eran por tanto quienes mayor práctica tenían con la cuchilla. No obstante, sus conocimientos médicos erna muy limitados, por lo que la gran mayoría de pacientes que se sometían a una operación morían a causa de infecciones posteriores.

Ambulancia

La primera ambulancia de la historia fue creada en el año 1792, de la mano del médico de Napoléon Bonaparte. El motivo de su construcción fue retirar a los soldados heridos de los campos de batalla de un modo rápido y eficaz. Así, Dominique Jean Larry creó un equipo de conductores, cirujanos y camillas. Las ambulancias se utilizaron por primera vez durante la invasión de Napoleón a Italia, en el año 1796.

Oro

Actualmente, un gesto muy repetido entre deportistas de todos los ámbitos al ganar una medalla de oro es el de morderla. Pues bien, se trata de una tradición que se remonta a varios Siglos atrás.

Se creía que el oro ayudaba a mejorar la salud. Así, las personas más pudientes masticaban láminas de oro, e incluso acompalaban sus platos con polvos de este material. Se dice que el rey Luis XII consumía oro líquido para mantenerse sano.

Gripe española

Gripe española

La pandemia de gripe que tuvo lugar en 1918 fue una de las más letales de la historia, causando un mayor número de víctimas que la peste en la Edad Media. Fue conocida como gripe española, aunque en realidad esta no era su procedencia. Se bautizó con este nombre debido a que España fue uno de los primeros países en informar acerca de la epidemia. Mientras que en otros países se silenció la noticia debido a la censura de la guerra, en España la prensa informaba dirariamente sobre las víctimas.

Todo comenzó a principios del año 1918 cuando el soldado de cocina Albert Gitchell comenzó a sentirse indispuesto, con síntomas propios de una gripe común, como dolor de cabeza, fiebre y tos. No obstante, en sólo una semana 522 jóvenes cayeron enfermos.

Durante la I Guerra Mundial, muchos de los soldados que regresaban a sus casas estaban infectados, diseminando así el virus por todo el mundo. En aquella época no existía ningún tipo de vacuna para la gripe, por lo que el único método para luchar contra ella era evitar el contagio.

La pandemia duró aproximadamente un año, durante el cual murieron entre 50 y 100 millones de personas.

Transplantes de heces

A pesar de que en la actualidad pueda parecer un método sumamente repulsivo, lo cierto es que en tiempos antiguos se consideraba que ingerir las heces de otra persona era uno de los mejores remedios para tratar diferentes enfermedades intestinales.

Durante la II Guerra Mundial, se extendió la costumbre entre los soldados alemanes destinados en África, el consumir heces de camello como remedio natural contra la disentería bacteriana. Sólo existía un requisito, y es que debían ingerirlas cuando todavía estaban calientes. Lo cierto es que los resultados fueron muy buenos debido a las bacterias beneficiosas el estiércol de camello.

 

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