Consejos para cuidar la piel en verano y disfrutar del sol

cuidar la piel en verano

Es importante cuidar la piel durante todo el año, pero hay que prestarle una especial atención durante los meses de verano. El sol y las altas temperaturas pueden dañar la epidermis, si no se toman las medidas oportunas.

Para proteger y cuidar la piel en verano, es necesario aplicarse protector solar con SPF en todo el cuerpo, hidratarse bien y vigilar la alimentación. Tan importante es el cuidado facial como el cuidado corporal. Es cuestión de belleza y salud, en general.

Índice
  1. El sol y la piel
  2. Consejos para preparar la piel para el verano
    1. Exfoliación
    2. Piel hidratada
    3. Protección solar
    4. Alimentación
    5. Relajación
  3. El protector solar durante todo el año
    1. Los niveles de protección solar
    2. Bloqueador solar según el tipo de piel
  4. La hidratación en verano
    1. Los alimentos hidratantes
  5. Las cremas faciales
  6. Cuidado con los medicamentos y algunos tratamientos
  7. Las gafas de sol en verano
  8. Cuidar la piel al hacer deporte
  9. Otras cuestiones a tener en cuenta

El sol y la piel

Los seres humanos rigen su vida en torno al sol. Las personas centran su actividad durante el día y duermen de noche, cuando el sol ilumina la otra parte del planeta. Es más, la gente que apenas ve el sol es propensa a padecer determinados trastornos depresivos.

La gran estrella es toda una fuente de energía, salud y vida. Pero -cuidado- también tiene su lado oscuro. Los rayos ultravioletas, UVA y UVB son dañinos para las personas cuando alcanzan las células de la piel, ya que pueden alterar su normal crecimiento y apariencia. La queman, la castigan, la envejecen y la enferman. Son unos factores de alto riesgo.

Aunque la naturaleza humana dispone de un avanzado sistema inmunológico, que permite la constante regeneración de la piel, la protección y el cuidado son indispensables para evitar daños permanentes.

Con los años, la epidermis pierde capacidad de regeneración, de manera que crece el riesgo. Se acelera el envejecimiento, aparecen manchas y el ADN es más vulnerable a ser alterado, lo que puede desencadenar en un cáncer o una lesión considerable.

Consejos para preparar la piel para el verano

A continuación explicamos todos los aspectos a tener en cuenta para preparar la piel para el verano. Son tips muy sencillos pero que resultan de gran ayuda para conseguir una piel cuidada, bronceada y con un aspecto radiante.

Exfoliación

Después de decir adiós a los días grises y tristes del invierno, uno de los primeros pasos para preparar la piel de cara al verano es la exfoliación. Se trata de un ritual muy sencillo que permite eliminar las células muertas acumuladas en la piel. De esta manera, la piel puede respirar muchísimo mejor, luciendo un aspecto más luminoso y radiante.

Y es que, si no eliminas las impurezas y células muertas, los poros se obstruyen y hay una mayor probabilidad de que aparezcan puntos negros y manchas en la piel.

Para que el resultado sea aún mejor, puedes realizar la exfoliación con un guante sisal, el cual activa la circulación sanguínea y reactiva la renovación celular. Así, la piel está mejor oxigenada.

A continuación explicamos cómo exfoliar la piel paso a paso para que no te pierdas nada.

  1. En primer lugar la piel debe estar completamente limpia, tanto de suciedad como de maquillaje.
  2. A continuación, con la piel ligeramente húmeda, aplica exfoliante para rostro y cuerpo. Debes expandir el producto haciendo movimientos circulares, ejerciendo una ligera presión con las yemas de los dedos.
  3. Deja que actúe durante unos minutos y aclara con abundante agua tibia.
  4. Para acabar con el ritual, aplica tu crema hidratante habitual.

Lo ideal es exfoliar la piel una o dos veces por semana; una mayor frecuencia puede dañarla, por lo que no es recomendable.

Piel hidratada

Hidratación de la piel en verano

Una vez la piel está completamente limpia de impurezas y células muertas gracias a la exfoliación, es el momento de hidratarla en profundidad. Y es que el verano es una época especialmente crítica para la salud de la piel; factores como los rayos UVB y UVA del sol, el cloro de la piscina, o la sal del mar tienden a resecarla.

Para que la hidratación de la piel realmente sea efectiva, debes escoger un producto específico para cada zona del cuerpo; rostro, cuerpo, manos y pies. Lo más importante es hidratar la dermis en profundidad, de modo que tenga un aspecto luminoso y una textura suave.

Protección solar

Por supuesto, la protección solar es indispensable durante la época estival, incluso en los días nublados ya que los rayos solares siguen estando presentes. Es más, quizá los días nublados son más peligrosos porque las personas no se dan cuenta del peligro y se quedan más tiempo sin protección.

Debes escoger un protector facial y corporal específico para tu tipo y tono de piel. Aunque la gran mayoría de las personas se olvidan de los labios, son especialmente sensibles a los rayos UVB y UVA del sol, por lo que también es aconsejable aplicar un fotoprotector para esta zona. El protector solar se debe aplicar media hora antes de la exposición y, si esta es prolongada, reaplicar cada dos horas aproximadamente.

Un buen consejo es evitar las horas centrales del día, es decir, entre las 12:00 y las 16:00 ya que los rayos solares son muchísimo más intensos y, por tanto, el riesgo de quemadura es mayor.

Alimentación

Tan importante es cuidar la piel por fuera como por dentro en verano. Seguir una dieta adecuada es un tip fundamental para lucir una piel radiante.

Alimentos como los tomates o las zanahorias estimulan de forma notable la síntesis de melanina, ayudando así a conseguir un bronceado más luminoso y duradero. Dos nutrientes esenciales para la piel durante la época estival son la vitamina A y la vitamina E; así, es aconsejable el consumo de alimentos como el salmón, los aceites vegetales y los cereales.

En la época estival lo mejor es llevar una alimentación fresca y saludable. El consumo de verduras y hortalizas dos veces al día es clave; alimentos como gazpachos o ensaladas son fantásticos para el verano. También la fruta; lo recomendable es tomar dos o tres piezas al día, mejor si son de temporada.

Para evitar cualquier tipo de intoxicación alimentaria, es esencial extremar los hábitos de higiene al manipular los alimentos y lavarse las manos con frecuencia. Esto es importante durante todo el año, pero aún más en verano.

Y, por último, en lo relativo a la hidratación, es clave mantenerte hidratado durante la época estival. Lo ideal es consumir dos litros de agua diarios; puedes acompañarlos de frutas y verduras con un alto contenido en agua, como la sandía o el melón, por ejemplo.

Relajación

Relajación, ideal en verano

El estrés perjudica muchísimo tanto a la salud como al aspecto de la piel por varios aspectos. Por un lado, libera neuropéptidos en determinadas terminaciones nerviosas de la piel, generando así una gran sensación de picazón sin razón aparente. Por otro lado, estimula las glándulas suprarrenales, aumentando las probabilidades de que aparezca acné y dermatitis. Y, por último, el estrés puede dar lugar a un envejecimiento prematuro de la piel, causando arrugas y pérdida tanto de firmeza como de elasticidad.

El protector solar durante todo el año

Crema o protector solar

La piel ha de cuidarse todo el año, pero, en especial, durante la primavera y el verano. La ropa, las gafas y el protector solar juegan un papel fundamental en el cuidado corporal. Entre las diez de la mañana y cuatro de la tarde, el sol es más agresivo. Es aconsejable, por tanto, limitar la exposición durante ese período.

La protección frente a la luz solar es para todas las edades. La piel de los niños es muy sensible y la de los adultos envejece con más rapidez, si no se toman medidas preventivas.

Los niveles de protección solar

En las cremas protectoras se indica su nivel de protección solar (FPS). Normalmente, son de 15, 30 o 50. Cada número representa las veces que tarda en quemarse la piel sin bloqueador. Es decir, si se utiliza uno de 15, significa que tardará quince veces más en abrasar su epidermis que si no utiliza ninguna medida.

Hay algunas marcas que comercializan protector solar para el cuidado facial. La piel de la cara es muy sensible. Por eso, es aconsejable protegerla bien. Es cuestión de salud e imagen, ya que las manchas no tardan en aparecer.

La eficacia de las cremas o aerosoles protectores depende de diversos factores. Los ingredientes activos que contienen estas fórmulas se descomponen con el paso del tiempo. Antes de utilizarlos, hay que asegurarse de que no estén caducados y untarse varias veces al día, en especial, si se está en el mar o la piscina, ya que el agua puede reducir su eficacia.

Bloqueador solar según el tipo de piel

El color de la piel o fototipo está determinado por los genes hereditarios y raciales y pigmentos. El tono de la epidermis se crea por la combinación de cuatro biocromos básicos: el rojo, amarillo, azul y pardo. La melanina es la que define, finalmente, el principal color de la piel.

Para saber cuál es el fototipo de cada persona, hay que tener en cuenta la aparición de pecas durante el verano, el tono de la piel en invierno, el que se adquiere al broncearse y la aparición de ampollas tras la exposición solar. A partir de estas características, se agrupan las pieles en torno a seis fototipos y cada uno de ellos requiere un tipo de factor de protección solar.

El fototipo I o celta se reconoce debido a que la piel es muy blanca y sensible. Normalmente, se identifica en personas con ojos claros y muchas pecas. Su epidermis se quema con facilidad, se enrojece a los diez o doce minutos de tomar el sol, envejece temprano y tiene tendencia a desarrollar tumores, aunque sean benignos. Necesitan un protector solar de factor 80 a 100.

El fototipo II o germánico es similar al I, aunque la piel es un poco menos sensible y precisa el FPS de 50 a 80. En su evolución, el fototipo III o caucásico se presenta en personas de piel blanca que, cuando se broncea, no se quema con tanta facilidad, aunque corren el riesgo de que aparezcan manchas. En este caso, es recomendable un bloqueador de factor 30 a 50.

El fototipo IV es el mediterráneo. Lo presentan las personas de piel un poco más oscura, ojos marrones y cabello negro o castaño. Normalmente, las pieles del fototipo IV no se queman, sino que se broncean y precisan un FPS de 20 a 30. El fototipo V, amerindio o mestizo, lo tienen las personas de cabello muy oscuro. El envejecimiento de su piel es tardío y es muy raro que se queme. Necesitan un FPS de 15 a 20. Y, por último, el fototipo VI aparece en las pieles negras, que, con un FPS 15, se protegen perfectamente.

Es importante que los bloqueadores protejan de las radiaciones ultravioletas A (UVA) y B (UVB) y dispongan de un humectante para evitar la resequedad.

La hidratación en verano

Hidratación, esencial para cuidar la piel

Los dos aliados para proteger la piel durante los meses de verano son el protector solar y la hidratación. Es importante utilizar cremas faciales hidratantes, beber agua y mantener una alimentación equilibrada.

Los alimentos hidratantes

En verano, es mejor optar por una dieta rica en alimentos hidratantes que favorezcan la movilidad muscular y fluidez de la sangre, eviten la retención de líquidos y garanticen el buen funcionamiento de los órganos internos.

Además de tomar agua, hay que incluir antioxidantes en la dieta. El 86 % de la manzana es agua y contiene antioxidantes y fibra, que contribuye a mejorar los procesos gástricos, importantes para mantener la piel hidratada. Otro alimento que no puede faltar es el pepino, que, con un 96 % de agua, es rico en potasio, vitamina C y fibra. La sandía es beneficiosa para el corazón, contiene altos niveles de vitamina C y es muy hidratante. Los cítricos, el tomate, las verduras de hoja verde, el kiwi, la papaya y el pescado también hay que incluirlos en una alimentación saludable que contribuya a cuidar la epidermis y mantener un buen equilibrio interno.

Las cremas faciales

Tanto por el día como por la noche es importante utilizar una buena crema hidratante. Lo aconsejable es una diseñada para dormir y otra para la actividad diaria, puesto que los compuestos de ambas son diferentes. Están pensados para cada momento de su aplicación.

Cuidado con los medicamentos y algunos tratamientos

Algunos fármacos, como las píldoras anticonceptivas, son fotosensibilizantes y, con la exposición solar, se corre el riesgo de que puedan aparecer manchas. Así que el protector es indispensable para las mujeres que tomen estas pastillas.

Otro factor de riesgo es el tratamiento con láser. Si se opta por esta forma de depilación tan cómoda, lo mejor es finalizar las sesiones durante la primavera. En verano, es contraproducente, ya que pueden aparecer manchas en las zonas tratadas.

Las gafas de sol en verano

Los ojos son sensibles a la luz del sol. Hay que utilizar las gafas adecuadas para protegerse de la estrella solar y evitar las arrugas del contorno. Si las lentes cubren parte del rostro ayudan a proteger la piel de las manchas que causan las radiaciones solares. También es importante que dispongan de filtros.

Cuidar la piel al hacer deporte

Cuando se practica deporte, tanto en invierno como en verano, es imprescindible hidratarse bien. Si se practica al aire libre, no puede faltar tampoco el protector solar del factor correspondiente. Existen algunas marcas que disponen de bloqueadores diseñados para la práctica deportiva, que son resistentes al sudor y roce y no irritan los ojos.

También hay que utilizar ropa de fibra sintética y que no se ajuste mucho al cuerpo y limpiar el cutis antes de practicar ejercicio y desmaquillarse. Los geles para la ducha más aconsejables son los de pH neutro o suaves.

Otras cuestiones a tener en cuenta

Durante el verano, son comunes los baños en la piscina o playa. El cloro de la piscina afecta directamente a la epidermis. Por eso, hay que extremar las precauciones y ducharse e hidratarse bien en cuanto acabe el baño.

Por otra parte, el agua del mar es muy beneficiosa para la piel. De hecho, es inmejorable para determinadas afecciones dermatológicas.

La piel es la parte de las personas más expuesta a los factores externos. El cuidado de la epidermis es imprescindible durante todo el año, pero hay que extremar las precauciones durante los meses de primavera y verano. Se viste con menos ropa y el sol es más agresivo. Con una buena dieta y estos consejos, es posible mantener la belleza natural y el cuidado de la piel en verano.

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