¿Qué hay que observar cuando un niño juega?

que hay que observar cuando el nino juega

El juego ha sido identificado como un componente vital para el desarrollo cognitivo normal de los niños. El mismo se considera necesario para lograr un desarrollo normal físico, social y cognitivo.

Mediante el juego el niño puede desplayar su imaginación, manipular información percibida y poner a funcionar su mente de manera extraordinaria.

El juego, permite a los niños crear, deshacer y darle el valor que ellos creen a personajes u objetos dentro de su mundo de juegos; esto puede depender de su estado de ánimo o de la relación que éste tenga con el objeto o personaje creado. También es una herramienta de gran utilidad que les permite practicar la resolución de conflictos.

Índice
  1. Forma de juego según la edad
    1. De 3 a 36 meses: Juego solitario
    2. De 4 a 7 años: Juego paralelo
    3. A partir de 7 años: Etapa cooperativa
  2. Proceso de psicodiagnóstico en niños

Forma de juego según la edad

De acuerdo con Piaget y su teoría del desarrollo cognitivo, los niños atraviesan diferentes etapas de juego dependiendo de su edad.

De 3 a 36 meses: Juego solitario

Un niño de hasta tres años de edad presentará un juego de tipo egocéntrico, espontáneo, que tiende más que nada a investigar el objeto; el sentido de realidad en esta etapa es más subjetivo, por lo tanto representará en el jugar aquello que quiere.

A los bebés generalmente les gusta jugar por su cuenta. Explorar todos los aspectos de su entorno y conocer el mundo que los rodea - un mundo completamente nuevo y lleno de sorpresas-. Hasta los 18 meses el bebé continúa asombrándose con el sonido de su propia voz, observan todo con gran curiosidad, les gusta tirar cosas, chupar y sonar cualquier objeto que se les presente.

A partir de los 18 meses hasta los 36 meses el bebé ya ha desarrollado otras facetas que le permiten comunicarse y ser parte de su entorno. En esta etapa les gusta construir, dibujar, pintar, inventar personajes, jugar a imitar las tareas que realiza mamá o papá.

De 4 a 7 años: Juego paralelo

De los cuatro a los siete años se da una mayor aproximación a lo real, debido al proceso de socialización el cual permite ver al otro como alguien distinto. Y ya a partir de los siete hasta los once años tendremos que observar la aparición o no del juego reglado.

En esta etapa los niños ya pueden comunicarse con claridad y socializar con los demás. Es una etapa de interacción donde se busca jugar con otros niños. Pueden participar en actividades similares o actividades totalmente diferentes, pero les gusta estar con otras personas de su misma edad.

Comienza el juego interactivo, donde pueden compartir ideas y juguetes. A través de esta modalidad de juego, los niños comienzan a desarrollar habilidades sociales como compartir, colaborar, conocer reglas y esperar turnos.

A partir de 7 años: Etapa cooperativa

Esta etapa consiste en realizar actividades organizadas que se encuentran caracterizadas por roles sociales.

Luego de los 7 años, a los niños les interesan más los juegos interactivos, generalmente con niños de su misma edad, mayores o adultos. Es posible que dejen de lado sus muñecos y comiencen a jugar con objetos de su entorno, por ejemplo: jugar a realizar las tareas del hogar.

A esta edad, algunos niños ya prefieren ver la tele o jugar video-juegos en vez de salir a jugar al aire libre. Como padres debemos evitar que esto ocurra, pues el niño todavía se encuentra en plena etapa de desarrollo y el juego es un factor indispensable que ayuda a estimular el buen desarrollo cognitivo del niño.

Proceso de psicodiagnóstico en niños

Si nos encontramos frente a un proceso de psicodiagnóstico vamos a tener como herramienta a la hora de jugar la caja de juegos, pero como padres también se puede observar ciertos elementos cuando sus hijos se disponen a jugar.

En primer lugar hay que observar como el niño se acerca a la caja o a los juguetes en general. Dicha observación tanto en el caso del psicólogo como de los propios padres debe ser aproximada pero a distancia, es decir, sin participación activa, tratando de tomar distancia del mundo interno del niño y preguntándonos, a su vez, si para poner en marcha la función lúdica el niño:

  • Espera que el entrevistador o los padres lo motiven, lo que daría cuanta de un rasgo de dependencia.
  • Se aproxima lentamente, tomando distancia de los juguetes, evitando el juego.
  • Toma los juguetes dubitativamente pero los deja sin saber que hacer.
  • Toma los materiales bruscamente, dando cuenta de una acción caótica o impulsiva.
  • El juego presenta un principio, un desarrollo y un final, o sea, una lógica temporal, una unidad coherente para su edad.
  • Genera un acercamiento previo representando en su mente lo que hay, lo que le permitiría estructurar el campo previamente para luego desarrollar una actividad.

Otro de los elementos básicos a analizar cuando un niño juega es si el niño tiene una preferencia a el juego solitario. Si bien el juego solitario es necesario para el conocimiento de sí mismo y la estimulación cognitiva; el niño a partir de los 4 años sentirá la necesidad de compartir su juego e interactuar con otras personas. Si esto no ocurre y el niño siempre juega solo, podemos estar ante un problema de desarrollo.

 

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