Dacriocistitis

Dacriocistitis

La dacriocistitis es la inflamación del saco lagrimal. Se presenta cuando el conducto que comunica el saco lagrimal con la nariz se obstruye.

Existen tres tipos de dacriocistitis:

  1. congénita (al nacer).
  2. crónica.
  3. aguda.

No es una patología muy grave salvo en el caso de que sea aguda que puede ser causa de urgencia hospitalaria por la aparición de infecciones.

Índice
  1. Causas de la dacriocistitis
  2. ¿Qué síntomas aparecen?
  3. Diagnóstico de la dacriocistitis
  4. Tratamiento de la dacriocistitis
  5. ¿Cómo puedo evitarla?

Causas de la dacriocistitis

El ojo es el órgano encargado de la visión. En él existen diferentes mecanismos de protección contra agentes externos (humo, polvo...) que evitan que se produzcan lesiones que afecten a su correcto funcionamiento.

Uno de estos mecanismos de protección son las lágrimas (otros serían las pestañas o los párpados).

Las lágrimas se forman en el saco lagrimal. Su función es evitar la desecación de la córnea cuando el ojo se encuentra abierto y eliminar partículas que puedan dañarla. El saco lagrimal se comunica con la nariz y, a través de ésta, con el exterior para eliminar las lágrimas.

Dacriocistitis y sistema lacrimal

En la persona que padece dacriocistitis, la comunicación del saco lagrimal con la nariz está parcial o totalmente obstruida. Por ello el contenido del saco lagrimal sólo puede salir hacia el exterior (epífora) o acumularse en el saco lagrimal (abultamiento del mismo).

En estas condiciones pueden producirse infecciones por determinados gérmenes, que en algunas ocasiones pueden llegar a provocar lesiones locales graves (dacriocistitis aguda).

Las causas de los tres tipos de dacriocistitis son las siguientes:

  • La congénita se presenta desde el nacimiento. Es debida a la persistencia de una capa de piel que cierra el conducto que comunica el saco lagrimal con la nariz.
  • La crónica es debida al estrechamiento o cierre del conducto lácrimo-nasal, por ejemplo a causa de una inflamación crónica de la mucosa nasal, que con el tiempo produce una alteración de la mucosa del saco lagrimal, y puede generar la aparición de infecciones.
  • Por último, la aguda es producida por lesiones en el epitelio del saco lagrimal, debidas normalmente a una inflamación crónica del mismo o a una lesión mecánica producida al realizar una técnica de sondaje (técnica que a veces se realiza para el tratamiento de la dacriocistitis crónica o congénita).

¿Qué síntomas aparecen?

Todos los tipos de dacriocistitis dan lugar a los siguientes síntomas:

  • Acumulación de secreciones purulentas en el saco lagrimal, que lo hace aumentar de tamaño, y vaciamiento del mismo cuando se presiona, dejando a la vista un líquido purulento en vez de la lágrima habitual.
  • Enrojecimiento y tumefacción de la zona del saco lagrimal, que puede extenderse a ambos párpados y dolor intenso a la palpación.

En la forma aguda además de lo anterior, pueden aparecer adenopatías regionales y febrícula.

Diagnóstico de la dacriocistitis

El diagnóstico es clínico, es decir, se basa en la observación de los signos y síntomas descritos en el apartado anterior.

En caso de que se sospeche la afectación de otras zonas cercanas que podría suponer la aparición de patología más grave se puede realizar una radiografía, o incluso un TAC.

Tratamiento de la dacriocistitis

En el caso de la dacriocistitis congénita, es recomendable esperar unas semanas a que el conducto lagrimo-nasal se abra espontáneamente. Se pueden aplicar colirios con antibióticos para evitar posibles infecciones.

En caso de que no se produzca la apertura espontánea, se vacía el contenido del saco lagrimal mediante la presión del mismo y puede ser necesario sondarlo, realizando siempre previamente un lavado con una solución de medicamentos vasoconstrictores (para disminuir la posibilidad de sangrado y la inflamación de la zona).

La dacriocistitis crónica requiere tratamiento por vía intranasal en caso de ser necesario. Se harán lavados con vasoconstrictores alternando con soluciones bactericidas. En los casos más graves puede realizarse un sondaje cuidadoso. Si fracasa el tratamiento anterior, se realizará una dacriocistorrinostomía.

Por último, en la dacriocistitis aguda se utilizarán antibióticos de amplio espectro, dependiendo de la gravedad, y antiinflamatorios por vía oral. En algunos casos habrá que utilizar técnicas quirúrgicas sobre el saco lagrimal. Cuando desaparezca la inflamación, en algunos casos se procederá a la técnica de dacriocistorrinostomía.

¿Cómo puedo evitarla?

Según el tipo de dacriocistitis se puede incidir más o menos sobre su aparición:

  • La dacriocistitis congénita no puede prevenirse o evitarse.
  • En la dacriocistitis crónica, el diagnóstico precoz y la instauración de un tratamiento correcto pueden evitar la aparición de la aguda.

Lo único posible son las medidas higiénicas generales sobre ojos y nariz.

Las personas con patologías crónicas de la nariz (sinusitis, rinitis) tienen mayor riesgo de padecer este tipo de patología por lo que es especialmente importante seguir los consejos de su médico al respecto.

Se debe acudir al médico de cabecera cuando aparezca epífora tanto de tipo lagrimal como purulento. Lo más probable es que sea una infección banal y no un problema del saco lagrimal.

El médico procederá a remitirle al oftalmólogo cuando tras una valoración inicial de su estado, lo considere oportuno.

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