Concepto de red y trastorno de la comunicación social

Concepto de red y trastorno de la comunicación social

Con el desarrollo de la comunicación hemos adoptado diferentes formas de comunicarnos, ya que se han trastocado tanto en el tiempo y el espacio de las relaciones sociales, la vida cotidiana y los vínculos a nivel social. Llegó un momento en que las ciencias sociales encontraron caducos sus paradigmas, y la insuficiencia de las herramientas teóricas vinculadas al cambio social llevaron a la creación de nuevos conceptos como el concepto de red, interpelando así las diferentes transformaciones de la vida social.

Índice
  1. Diferentes significados del concepto de red
  2. Efectos de las redes sociales en el comportamiento
  3. Trastorno de la comunicación social
    1. Causas del trastorno de comunicación social
    2. Signos característicos del trastorno de comunicación social

Diferentes significados del concepto de red

Como metodología la red es un instrumento metodológico para la investigación, y una herramienta para la intervención en la sociedad utilizada por diferentes disciplinas como ser, la psicología, la antropología, la sociología, entre otras.

A través de este simple y a la vez complejo concepto se pueden detectar relaciones en el interior de las diferentes instituciones que no están en el organigrama de las mismas, relaciones que funcionan en paralelo e informalmente, y comportamientos no institucionalizados e informales.

También a través el concepto de red podemos acercarnos al estudio de los complejos fenómenos contemporáneos. Y si nuestro objetivo es realizar un análisis sociométrico con una fuerte impronta cuantitativa este concepto también puede ser útil para la medición de los diferentes grupos sociales.

Efectos de las redes sociales en el comportamiento

La mayoría de las personas pasan la mitad de su día conectados a sus dispositivos; ya sea, navegando en la red o revisando las notificaciones de sus aplicaciones. Facebook ocupa el lugar más alto en todas las plataformas de redes sociales, seguido por Whatsapp, Twitter, Instagram y demás aplicaciones sociales. Los niños, por su parte, también absorben ese comportamiento de dependencia tecnológica que ven en los adultos.

Hoy en día los niños se encuentran expuestos desde una edad muy temprana al uso de la tecnología; pero esto no quiere decir que esta deba volverse el centro de su entretenimiento. La Academia Estadounidense de Pediatría ha advertido sobre el potencial daño que las redes sociales pueden ocasionar en los niños pequeños y adolescentes, incluido el acoso cibernético. Pero los mismos riesgos pueden darse también en los adultos, a través de las generaciones.

Algunas personas que usan las redes sociales excesivamente pueden volverse adictas a estas y padecer un trastorno psicológico de adicción a las redes sociales. Los criterios de adicción, como el descuido de la vida personal, la preocupación mental, las experiencias que modifican el estado de ánimo y la tolerancia, pueden ser considerados síntomas de este trastorno.

Se ha demostrado que las personas adictas a la tecnología y al uso las redes sociales, presentan frecuentes estados mentales de depresión y ansiedad, acompañado por sentimientos de angustia y preocupación cuando se les impide el uso de las mismas.

El aislamiento es otro de los efectos negativos que causa el uso excesivo de las redes sociales. Esto ocurre sobre todo en adolescentes, quienes encuentran en estas redes un mundo virtual que sustituye su mundo real. Algunas personas con introversión o que presentan problemas para relacionarse socialmente, pueden encontrar en este mundo virtual una compañía que los ayuda a relacionarse con personas a través de la web. Cuantas más relaciones en línea construyen, más se alejan del mundo real.

Trastorno de la comunicación social

Trastorno de la comunicación social

El trastorno de comunicación social  se caracteriza por la dificultad en el uso del lenguaje y las habilidades de comunicación social. Los niños o adolescentes que padecen este trastorno pueden presentar dificultades para seguir las reglas sociales de comunicación, seguir reglas de narración o mantener conversaciones con otras personas.

Este tipo de trastorno de la comunicación puede ser diagnosticado a partir los 5 años de edad -finalizando la etapa fálica y comenzando el período de latencia-, puesto que para detectarlo, los niños deben poseer habilidades de habla y lenguaje adecuadas.

Un trastorno de comunicación social puede crear en el niño dificultades para persistentes para comunicarse de manera efectiva con sus pares y demás personas, limitar su participación social e incluso puede afectar su rendimiento académico.

Causas del trastorno de comunicación social

Aún no se conocen las causas exactas que pueden causar este tipo de trastorno; expertos estiman que puede deberse a la existencia de un factor genético o a un fallo en el hemisferio derecho del cerebro, que hace que sea más difícil para los niños procesar información verbal y visual al mismo tiempo. También podría ser provocado por la exposición a toxinas durante el embarazo, como sustancias tóxicas o toxinas ambientales como el plomo.

Se han realizado diversos estudios que muestran que quienes se encuentran en familias donde algún miembro ha sido diagnosticado con un trastorno de comunicación, se encuentran predispuestos a padecerlo. Sin embargo, dado que se trata de un diagnóstico reciente, aún hay espacio para que se realicen más investigaciones antes de que se puedan establecer definitivamente las causas de este trastorno.

Signos característicos del trastorno de comunicación social

Un trastorno de comunicación social puede presentar diferentes síntomas, incluso en algunos casos estos pueden ser antagónicos de una persona a otra. Entre los signos más frecuentes podemos destacar:

  • Dificultades en el uso de la comunicación para fines sociales, como saludar o compartir información necesaria para el relacionamiento social.
  • Deterioro de la capacidad de cambiar la comunicación, por ejemplo, dificultades para hablar de manera diferente a un niño que a un adulto.
  • Incapacidad para seguir las reglas de una conversación y la narración de historias, como ceder o tomar el turno en una conversación y saber cómo usar las señales verbales y no verbales para regular la interacción con la otras personas.
  • Dificultad para comprender comprender los mensajes implícitos y el significado no literal o ambiguo del lenguaje, por ejemplo, humor, metáforas o significados múltiples que se interpretan de acuerdo al contexto.
  • Los déficits pueden tener como resultado limitaciones funcionales en la comunicación efectiva, la participación social, las relaciones sociales, el rendimiento académico o el desempeño ocupacional.

Los síntomas de este trastorno se encuentra en un período de desarrollo temprano y usualmente no se deben a una condición médica ni neurológica general, o a la falta de habilidades en los dominios de la estructuración de palabras y gramática.

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